《Única Parte》
Palabras: 4,574 [con censura son 1400 palabras]
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de Publicación: Sábado 27 de enero del 2024
Fandom: Blue Lock
Au: Omegaverse
Nota del escritor:
Otra pequeña historia corta de mi OTP.
Ya saben, solo un relato gay.
EL FANFIC HA SUFRIDO GRANDES CAMBIOS, HA TENIDO QUE SER CENSURADO POR LO CUAL ESTA INCOMPLETO. SI QUIERES LEERLO COMPLETO Y SIN CENSURA ACUDE A LAS PLATAFORMAS YA ANTES MENCIONADAS EN LA DESCRIPCIÓN DE LA HISTORIA.
[...]
¿Qué es Fluir?
Es el éxtasis donde los amantes se sumergen en la voluptuosidad del presente, permitiendo que las emociones fluyan sin restricciones, como ríos que desembocan en el océano del calor compartido. Es perderse en la corriente ardiente, donde los límites se desvanecen y solo queda el pulso sincopado de dos corazones en un abrazo apasionado.
Fluir en el amor pasional es abrazar la naturaleza efímera y eterna del sentimiento, dejándose llevar por la marea de la conexión humana, donde las aguas del deseo como de la intimidad convergen en una danza primitiva de entrega y éxtasis.
[...]
Itoshi Sae procura solo darle ropa de diario o incluso el uniforme de la selección para que el moreno cumpla su parte de la apuesta, lavar su ropa sucia sin cobro alguno. Jamás le daría su ropa mas costosa y menos su ropa interior por obvias razones.
Pero por un descuido estúpido del Omega, accidentalmente cayó un par de sus bragas a la bolsa de ropa sucia que le encargó a Shidou para lavarla en la primera semana. No se dio cuenta en ese momento, sino hasta mucho después luego de que le entregará su ropa limpia y seca.
Aunque se alarmó y avergonzó de que el delantero estrella del equipo viera sus panties, al final se relajó ya que tampoco es como si fuera la gran cosa o se hiciera un escándalo. No es como si Shidou jamás hubiera visto unas, y tampoco debe imaginar nada malo al respecto.
A sus veinticinco años, Itoshi Sae vive cómodamente en una hermosa casa en Madrid, aunque cabe recalcar y presumir que tiene otra propiedad en Barcelona.
Shidou apenas tuvo el dinero suficiente, compro una propiedad lo más cerca posible de donde vive él, en la misma área exclusiva, segura y lujosa, pero no en la misma calle. Pero de todas formas, el moreno no tarda mucho en llegar a su casa a pie si así lo desea, ya que en la mayoría de ocasiones suele visitarlo en su coche deportivo, fabricado desde Francia, un Bugatti Chiron 2024. El exterior es rudo y lujoso, el interior es más minimalista. El rubio adora presumir su coche, veloz y rudo, siempre dice que el auto es igual a su dueño.
Aunque Sae en lo personal prefiere algo más elegante y sencillo, pero que mantenga belleza y cubra sus necesidades que es transportarse seguro y cómodo, la velocidad casi no le es esencial.
El pelirrojo en esta ocasión, permitió a Shidou lavar su ropa en su casa, mientras este medita en silencio y en paz, también haciendo su rutina de yoga.
Claro que una vez termino, por curiosidad decide acechar al Alpha para ver cómo le va.
Sae se desliza discretamente hacia el pequeño cuarto de lavado, y al llegar mira a través del pequeño espacio de la puerta ligeramente abierta, encontrándose con Ryusei inmerso en la tarea de lavar la ropa. La luz tenue destaca su tez morena que el asegura es por el sol y no por un bronceado barato, dándole un aire misterioso y seductor. El cabello rubio de Shidou cae en desorden hasta los hombros, aportando un toque salvaje y sensual a su apariencia.
Sus ojos rosados, profundos y penetrantes, encuentran cada prenda con precisión mientras lava, revelando una mirada intensa que deja al oji verde cautivado. Las pestañas rubias y gruesas que enmarcan esos ojos le dan un toque de suavidad, creando un equilibrio intrigante entre la dureza y la ternura que al pelirrojo siempre le ha parecido curioso viniendo de un hombre agresivo y expresivo como lo es el rubio.
Viste con ropa cómoda de diario, pero cada músculo se define a la perfección bajo la tela. La camiseta ajustada color magenta resalta su torso esculpido, sus pantalones se moldean a sus fuertes piernas, el Itoshi queda prendido mirando los muslos firmes y grandes de Ryusei. No es un gran secreto saber que Sae tiene un fetiche por los muslos.
Mientras trabaja, sus grandes manos, fuertes y seguras, manipulan la ropa con destreza, una exhibición de masculinidad que no pasa desapercibida para el Omega, quien sigue hipnotizado en cada uno de los movimientos.
En el proceso, Ryusei se voltea para meter la ropa en la secadora, revelando su mandíbula marcada y suavemente cuadrada. Los labios gruesos y tentadores, una invitación silenciosa a ser devorados, Sae jadea internamente, los labios añaden un toque extra de sensualidad a la escena. Su cabello suelto y desordenado le confiere un aire desafiante y precioso, como si estuviera en sintonía con el ambiente.
Cuando el rubio se inclina para meter la ropa, Sae admira la espalda grande y ancha del Alpha, una visión imponente que aumenta la aceleración de su corazón. La silueta de Ryusei es un cuadro perfecto de masculinidad, y Sae, incapaz de apartar la mirada, se sonroja profundamente al darse cuenta de lo que hace y que estuvo comiéndose con la mirada a su invitado desde hace ya un buen rato.
Siente la agitación en su respiración mientras las emociones florecen. Con una mezcla de confusión y nerviosismo, Sae decide retirarse antes de que sus propias feromonas revelen demasiado la reacción natural de su cuerpo al ver a Shidou, se retira para esconderse en la penumbra, dejando que la imagen de Ryusei se quede grabada en su memoria, pero algo que le llamó la atención y lo dejó en shock segundos antes de irse, es que cuando Shidou sacó otra muda de ropa sucia, esta vez siendo poca, tomó una de sus bragas que sin importancia había dejado junto al montón.
Sae hace una expresión entre impacto, incertidumbre y vergüenza, así como cierto enojo.
Más no asco.
Quiere torturarlo y hacerlo perder la cordura, vengarse de él por hacer aquello sin su permiso.
Porque él sigue siendo su perro y Sae el amo, necesita tirar fuerte de la correa para recordarle quien sigue mandando.
[...]
Shidou Ryusei subestimo mucho a su compañero Itoshi Sae.
Pensó que el pelirrojo no tendría mucho aguante al alcohol, al menos no más que él. Pero se equivoco y perdió la apuesta.
Debían apuntar y anotar, el primero que anotara 5 pelotas en un vaso de plástico, gana. A cualquier podría resultarle sencillo, sobre todo si hablamos de dos jugadores de talla mundial de fútbol, la puntería y el uso de una pelota es pan comido para los dos. La dificultad en realidad es que estarían influenciados por mucho alcohol en su sistema, y aquello podría perturbarles un poco en su técnica y vista.
Una apuesta que, aunque al principio le daba flojera y se le hacía divertida para el perdedor mientras no fuera él, al final le terminó gustando demasiado.
Porque mientras le tocaba lavar la primera tanda de ropa, no sabe si fue error o un accidente, se escapó un par de bragas de su querido centro campista. Debe admitir que quedó cautivado y sorprendido, no pensó que Sae siendo él, use ropa interior de este estilo. Incluso en los vestidores siempre se le podía notar puros bóxer o algo más "neutro".
Seductora y bonita, con encaje de color rojizo, así describe las bragas del Omega.
Sae siempre le ha encendido, ¿Quién no lo sabe? Todo el equipo, compañeros, terceros y quien sabe cuantos más lo saben o al menos lo sospechan. Pero el pelirrojo parece hacerse el tonto e ignorarlo. El pelirrojo lo sabe y no dice nada al respecto, eso le duele.
Años acercándose e intentando que esté ceda a sus toques casuales y otros más precisos, que esté le dé un poco de sus mimos, no ha conseguido nada más que besos fugaces en los labios que consigue tomando de desprevenido al pelirrojo.
Ya no es un joven de dieciocho años hormonal para perder la paciencia y no controlarse, ya es un Alpha de veinticinco años hecho y derecho.
Pero Sae no se la deja fácil.
Ni siquiera le ha dado un buen beso al pelirrojo y ya quiere impregnarlo con sus feromonas. Realmente lo trae como un idiota, y el Itoshi parece despreocupado como desinteresado en lo que él siente.
Realmente le molesta.
[...]
Sae ha regresado a su habitación luego de aquello, pero sé quedo inquieto, así que de inmediato regresa nuevamente al cuarto de lavado donde Ryusei ya no está, intrigado, decide buscarlo, piensa incluso que tal vez fue al baño para tocarse, pero no, es un sin vergüenza que está en el sofá de su sala con su ropa.
[...]
—¿Quieres que te prepare algo de comer?—pregunta el Itoshi, a pesar de seguir exhausto y adolorido de algunas zonas de su cuerpo, quiere hacerle un detalle bonito al Alpha.
Que Sae se ofrezca por voluntad propia a cocinarle a alguien, es algo que debes apreciar mucho. Nadie tiene ese privilegio de gozar la comida preparada por el mayor de los Itoshi.
—Yukhoe.—menciona y sonríe maravillado por el pelirrojo.
El Omega solo pide tiempo para descansar un poco, levantarse e ir al baño a limpiarse porque se siente pegajoso y sucio.
[...]
[FIN DE LA HISTORIA]
●Mini curiosidades:
1. Historia número 89° oficialmente terminada. Y es la octava que publico del shipp RyuSae.
2. Título.
Hubieron varias opciones pero me quedé con este, Ego Jinpachi tiene su propia definición de lo que es Fluir y me acorde que, al menos en el Manga dentro de Blue Lock, el primero en "Fluir" es Shidou Ryusei. (Si no mal recuerdo Jajajaja, si no, ya la trollie)
3. Originalmente.
No iba hacer un Omegaverse, pero para que tuviera más coherencia que Sae usará bragas o al menos las mojara como quería, me vi en la necesidad de hacerlo así.
Y pues bien cochino.
Nota Final:
Cuando escribo historias con temática Omegaverse, siempre trato de que sean historias "largas", y no de una sola parte. Esta fue una clara excepción.
He querido escribir historias de ellos con temática apocalipsis zombie, o de hombres lobo (ojo;licántropo, no Omegaverse pero que parezca). No lo he hecho porque quiero terminar mis fics pendientes y estas historias me las imagino largas, todo a su debido tiempo.
Hasta la próxima!
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