Ella miraba su hoja con todos los pasos, leyendo una y otra vez, un plan perfecto para decirle todo lo que su corazón siente por él. Respira profundo, motivada, hoy sería su gran día, le diría que lo ama, que es el chico que más le gusta, ha estado días planeando este momento.

Una leída más para repasar que todo esté en orden y aguarda la nota, comenzando con su plan.

Paso 1: mandarle un papelito para citarlo en el lugar.

Camina decidida a su casillero en busca de dejar el papel que le diga que desea verlo. Mira para todas partes antes de acercarse lo suficiente para observar que nadie la vea, se detiene en uno de los casilleros al ver a sus amigas y las saluda amablemente despidiéndose rápido para caminar y esconderse entre un pasillo.

—ufff, que cerca— susurra, las quería, pero sabía que la molestarían si llegaban a enterarse

Al no ver moros en la costa volvió a acercarse, pero se detuvo al verlo, escondiéndose de inmediato para poder verlo.

Lo pudo ver pasar, con un rostro serio, ojos de rubí, pelaje de ónix, piel de caramelo, un príncipe oscuro. Suspira tan solo verlo, mientras su corazón salta a mil por horas.

El abre su casillero pero se detiene de tomar sus libros cuando uno de sus amigos le habla. Ahora o nunca. Se acerca lo mejor posible y coloca el papel lanzándolo hacia adentro para pasar rápidamente a su lado, chocando con él por error.

—lo siento— se disculpa acelerando su paso

—y a ella que le pasa?— escucha la voz de uno de los amigos del erizo negro

—no lo sé— niega mientras saca sus libros

Ella observa esto desde un escondite, mirando como él toma la nota y la lee. Sonríe levemente, haciéndola derretir.

—de que te ríes—

—de nada, una chica que me está citando—

—otra?—

—no lo sé, quizás sea la misma—

—vas a ir?—

—no lo sé, posiblemente— cierra su casillero comenzando a caminar

—a ti siempre te caen un montón de chicas, pasame tu secreto—

—dejame pensar... no— sigue su camino mientras escucha a su amigo gruñir ante la negativa

Ella solo sonríe emitiendo un leve chillido de ratón por la emoción y sale corriendo para el lado contrario.

Paso 2: preparar el sitio

Corre hacia el pateo de atrás y comienza a limpiar todo el lugar, recoge todo el basurero que dejan algunos chicos entre los arbustos, corta las ramas de los árboles para que la luz pase y se pueda ver mejor el área, aunque eso le significó varias caídas y golpes en su coxis.

Acomoda las flores, quita las malezas, recoge toda suciedad hasta dejar el lugar bello. Sonríe cuando todo está hermoso.

Escucha la campana, pero no le importa saltar clases, esto vale más la pena.

—ahora, será mejor dejar esto en su lugar o el conserje me matará— dice riendo nerviosa mientras toma la podadora y las tijeras de jardín para regresarlas a su lugar.

Paso 3: música de ambiente

Entre los arbustos del lugar coloca varias bocinas, usando varias conexiones que vienen desde el interior de la escuela, todas estas conectadas entre sí y al mismo tiempo a su celular, solo para reproducir una vez comience a hablar.

Paso 4: ponte bella

En el baño de la escuela limpia su cabello lavándolo en el lavamanos, una vez lo termina lo seca con su secadora, luego lo riza, y le coloca un poco de spray fijador. Luego pasa a su rostro, limpiándolo y maquillándose para verse hermosa. Arregla mejor el uniforme dejando un botón abierto para que se muestre el pecho, cambiando sus zapatos simples por un par de tacones altos para verse más sensual.

—todo lo que un chico desea— mira al espejo recordando las conversaciones con su amiga rouge. Sonríe y se coloca colonia, ahogándose en esta al ser demasiado perfume.

Paso 5: decirle tus sentimientos y darle el presente

Mira la caja en sus manos, sonriendo feliz mientras juega con sus púas perfectamente rizadas, esperando en el lugar acordado.

Escucha el timbre de la última clase y su corazón comienza a saltar a mil por hora, miraba el camino de donde debería venir, los minutos comienzan a avanzar y él no aparece. Ella comienza a ponerse ansiosa y triste.

—y si no viene?— comienza a preguntarse mientras mira el regalo, sintiendo su corazón ser aplastado

Los minutos continúan y al fin aparece, el erizo de sus sueños.

Ella lo mira con una gran sonrisa y se coloca lo más sexi que puede, mostrando toda la piel que podría mostrar.

—al fin has llegado— dice sonriendo

El erizo solo la mira, sin comentar nada, solo la analiza haciendo que se ponga más nerviosa.

"vamos amy, tu puedes" se dice ella

Casparrea alzando la caja de regalo para poder mostrársela y entregársela mientras trata de pronunciar las palabras que ha practicado frente al espejo.

Pero antes de pronunciar alguna palabra, una gran cantidad de agua le cae encima mientras comienza a escuchar risas por varios lugares.

—pobrecita, se te calló el teatro?— escucha una chillante voz mirando a un lado, donde varias chicas, amantes del erizo (según ellas) ríen a carcajadas mientras mojan más a la eriza y arruinan las bocinas que reproducían una pequeña canción de fondo.

—vez shadow, es una mentirosa, horrible que se hace la bella pero solo es una tonta— ríen con más fuerza

La eriza mira al mencionado, quien la mira con asombro.

"se acabó" dice ella mientras siente las lágrimas caer terminando de correr el maquillaje que de por sí ya se había corrido.

Mira al suelo, sintiéndose humillada ante el chico que le gusta.

—en realidad, ustedes son las horribles— escucha la profunda voz del erizo parando las risas —creen que me va a gustar niñas patéticas que se creen importantes? que se creen las bellezas de este mundo? Yo solo veo niñas malcriadas que les gusta el sufrimiento ajeno, si hay alguien que me dé asco son ustedes— su voz se vuelve más y más dura a cada palabra, alzando bastante la voz. Estaba molesto, se notaba.

—pero shadow— dice una de ellas

—pero nada— para las suplicas —lárguense, no quiero verlas nunca— regaña mostrando sus colmillos

Las chicas bajan las orejas y se van, unas llorando, otras en silencio.

—de lo que te pierdes, si te quieres quedar con la basura, pues quedate— dice yéndose

—puta— susurra shadow entre leves gruñidos, odiaba a las superficiales

Luego pasa su mirada a la eriza quien seguía en el suelo, limpiando su rostro. Suspira, ese tipo de humillaciones no son divertidas.

—estas bien?— se coloca al frente ofreciéndole un pañuelo, el cual es recibido por ella limpiando su cara mientras asiente —tranquila, todo está bien— la reconforta

—no lo está, todo se arruinó— mira la caja toda mojada

—hay cosas que no salen como las planeas, así es la vida— alza los hombros —vamos, te llevo a casa para que te puedas cambiar o te vas a enfermar— le ofrece su mano y ella lo toma

—ho, este, gracias— se sonroja mientras se levanta, aunque termina tambaleando un poco —lo siento, no soy de usar tacones— se los quita —son incomodos—

—tranquila, nunca entendí para que las utilizan tan altas, no hay necesidad de torturarse tanto—

—algunas chicas les gusta— dice recordando a su amiga y sonríe leve rememorando las veces que se cayó por practicar con los tacones

—entiendo— dice él sin más para comenzar a caminar

—espera— dice la eriza deteniéndolo, este lo mira con la ceja alzada, ella mira la caja y la abre sacando el regalo. Un brazalete de metal con pequeños escritos en lo que parecía una lengua antigua.

—como...— susurra él mirando este regalo

—te vi cuando preguntaste por el precio, supe que te gustó, cuando algo te gusta tus pupilas brillan más, pero no lograste comprarlo, así que yo lo compré para ti— sonríe leve mientras se lo entrega

—he, yo, gracias— dice un tanto apenado mientras sonríe, haciendo que la eriza sonría también mientras sus mejillas se tiñen de rojo

—de nada—

"bueno, por lo menos lo hice feliz" piensa con cierta pena al haberse arruinado su declaración

—oye, que tal si salimos un día de estos— suelta el erizo de la nada

—salir? Conmigo?— pregunta mientras comienza a seguirlo ya que se aleja

—sí, si quieres—

—me encantaría— sonríe leve

—entonces es una cita—

—una cita— confirma la eriza asintiendo mientras entran a tomar sus cosas (ya que los dejaron dentro) y salir de allí para dirigirse a casa