𝑴𝒂𝒏𝒖𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅𝒆𝒔 𝑱𝒖𝒏𝒕𝒐𝒔
Una traviesa sonrisa acariciaba su rostro, por fin habían pasado las semanas más pesadas de su taller. Sonic se encontraba en una tienda de artículos para realizar infinidad de manualidades.
Después de esa semana tenía un nuevo proyecto y era llevar a cabo una representación de su proyecto de vida personal, claramente usando todo su conocimiento del taller en el que se estaba especializando. Tomaba algunas acuarelas, retazos de papeles, cintas decorativas de colores y demás cosas que podrían ayudarle.
Aún no tenía idea de que podría hacer, pero era un experto en utilizar toda su creatividad. Infinite llegaría esa tarde, después de su cita a ciegas accedió a verlo poco después, aunque claro Sonic solo lo veía como un amigo nada más.
O eso quería creer...
Le invito a tomar un café, pero debido a que tenía ese proyecto, le ofreció prepararle uno en su casa. Infinite accedió sin mayor reproche y hasta dijo que le compraría algún postre en el camino. Después de hacer sus compras se dirigió a una tienda especial para comprar granos de café de excelente calidad, ya de último se fue directo a su hogar.
Sonic vivía de lo más cómodo posible, su casa era mayormente su espacio para el arte, como su recinto especial. Por eso no invitaba a muchos debido a que era muy íntimo.
La primera vez que llevo a Infinite pensó que el chacal se burlaría, pero fue absolutamente todo lo contrario, ya que Infinite se vio maravillado y encantado de lo que hacía.
Sonic tenía hecho un desastre en su sala de estar o bueno... donde se suponía que debía estar la sala. Pintura esparcida, retazos sin usar, era un verdadero desastre.
—¡Genial! Infinite vendrá y verá todo este desorden y pensará que soy lo peor —se regañaba a sí mismo mientras trataba de ordenar, pero se detuvo—. E-Espera... ¿Por qué me importa lo que opine de mí? —se cuestiona—. ¡Ya basta Sonic termina de arreglar tus cosas!
Recogía los papeles y los ponía en algún lugar y luego tapaba la pintura, pero volvió a tirarla cuando escucho el timbre de su casa. Sus ojos nerviosos se dirigieron hasta la puerta y se percató de que alguien esperaba.
—¡Infinite! —dijo apurándose, dejo de lado su tiradero y se fue directo a abrir.
—Buenas tardes Sonic —le saluda con una sonrisa pequeña el chacal mientras sostiene una caja rosada.
—¡Infinite, bienvenido! —le saluda Sonic un poco avergonzado—. Por favor pasa estás en casa —le invita haciéndose a un lado.
—Con tu permiso... —el chacal entra a la casa del azul—. Gracias Sonic. Te traje una tarta de fresas con crema, espero que te guste —le menciona acercándole la caja.
—¡Qué delicia! No debiste molestarte.
—Pensé en que te gustaría, no te preocupes.
Sonic le pide que le acompañe a la cocina, luego se dirige a preparar las tazas para beber café. Corta dos generosos trozos de la tarta para acompañar. Después se dedican a platicar sobre todas sus actividades hasta que el chacal le pregunta sobre su proyecto.
—¿Y bien, qué es eso que tienes que hacer?
Sonic se muestra algo nervioso.
—O-Oh, es algo creativo. Una representación sobre mi proyecto de vida en un plazo de diez años —explica.
—¿Y cómo lo harás?
—Una mandala, fue la primera idea.
El chacal reflexiona.
—Bien me gusta mucho la idea y qué forma tendrá —sigue hablando mientras corta un trozo de la tarta y lo lleva a su boca.
—Aún estoy pensando en eso...
—¿Necesitas ayuda? No soy creativo, pero puedo darte algunas ideas —le propone.
—Creo que no me caería nada mal una opinión, aunque tengo un desastre.
—Eso explica la mancha de pintura sobre tu mejilla —menciona con una sonrisa Infinite.
Sonic se sonroja al escucharlo, rápidamente pasa la mano sobre su mejilla.
—¿Por qué no me dijiste antes?
—Te veías tierno así... —le dice sin pena.
Sonic infla los cachetes y cierra los ojos.
—¡Voy a fingir que no escuché eso!
—Como quieras... aunque logré el efecto que quería. Hacerte sonrojar y ponerte nervioso.
Sonic lanza gritos internos al escucharlo.
—¡Como sea! Mejor acompáñame a ver lo que tengo —le pide cambiando de tema.
Infinite se encoge de hombros, se incorpora para seguir al erizo. Después de un rato ambos llegan a la sala de estar en donde está todo el desorden de Sonic. Todos los papeles están regados por el lugar.
—No tengo nada... estaba haciendo algunos bocetos, pero no logro concretarlos —le explica mostrándole sus ideas— mis ideas están desordenadas —le pasa algunas hojas con sus ideas.
Infinite toma los papeles y los analiza, luego eleva su mirada alrededor y observa.
—Usa la forma de aquello que fue una salvación para ti. Seguramente podrías utilizar la forma de una casa, un país o cualquier cosa en donde refugiaste tu corazón y añádele todas tus metas representadas en las cosas que más te gustan —dice dejando de lado los papeles.
—¿C-Crees que funcione?
—Claro Sonic, después tu mente y tus manos te guiarán —le dice acariciándole la mejilla con un dedo.
Sonic baja la mirada mientras se avergüenza.
—Déjame ayudarte —le pide tomándole de la mano.
... Una semana después...
—Bien Sonic muéstranos qué hiciste —le pide el encargado del taller.
Sonic sonríe mientras su rostro está lleno de gotas de pintura.
—Lo llamo, el camino —les dice mostrándoles su trabajo—. Muestra el recorrido que he tenido durante toda mi vida; lo bueno, lo malo, lo interesante y aburrido. Es una expresión de mis emociones en busca de encontrar la luz y claridad. Después de las sombras, es la luz la que me motiva... la luz es el camino que guía mi vida...
La mente de Sonic viaja a través de sus recuerdos hasta en esa noche donde el chacal y él jugaban a pintarse mientras acababan de arreglar su mandala. Su vida mucho antes de conocer a Infinite se veía como penumbras densas, oscuras, asfixiantes y dolorosas. Como si fueran cadenas que lo ataban a su propia muerte; cuando decidió salir de ese lugar todo se volvió plano, sin sentido, sin vida... Sonic caminaba a la deriva, sin rumbo, solo hasta donde sus pies le guiaban.
Pero Infinite... ese chico, era como luz. Esa luz que a la lejanía le marcaba el camino y que Sonic comenzó a seguir de poco a poco. Y la que su corazón anhelaba tener al menos por un tiempo más hasta que inesperadamente volviera a la penumbra.
¿Era Infinite el final de su camino o el comienzo del mismo?
Para cuando terminó de hablar, abrió los ojos llenos de lágrimas. Todos los presentes le aplaudieron conmovidos por su explicación. Sonic se limpió los ojos mientras les agradecía.
Algo que jamás sintió incluso con su ex pareja fue la confianza de crear algo junto a alguien que le hiciera sentir...
Querido.
La idea de este capítulo me la dio esta imagen.
¡Espero que les haya gustado :D!
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