𝑷𝒐𝒍𝒊𝒂𝒎𝒐𝒓

Sus dedos jugaban entre sí mientras esperaba pacientemente a que llegara aquel que amaba. Habían quedado desde hace tiempo en verse, un poco más lejos que de costumbre, pero cuidando que nadie los conociera.

Había pasado unas tres horas desde que llegó, algo que lo caracterizaba era su insana puntualidad. El cielo tampoco ayudaba, se mostraba nublado y oscuro casi como el retrato de su propia alma.

Sonic permanecía inmóvil en esa banqueta de concreto mientras su mente viajaba entre sus recuerdos. Habían pasado unos años desde que aceptó aquella intermitencia con sus sentimientos. Era consciente que vivía en un mundo muy apartado de la equidad e igualdad, por ende no podía andar como flor despampanante con sus sentimientos.

Desde que se confesó supo lo difícil que iba a ser obtener una respuesta afirmativa de lo que pedía, pero en ese punto, se preguntaba si de verdad todo lo que le llevo hasta ese momento valía la pena.

Desde niño se sintió distinto a los demás, pese a que le gustan las cosas que considerarían normal en un chico, su amor por las bellas artes y manualidades fue cuestionado hasta por su propia familia. Sonic adoraba traer a la vida sus ideas y eso muchas veces le ocasionó ciertos problemas. Conoció únicamente a una persona que logró comprenderlo tal cual era y era esa persona por la que esperaba.

Sonic suelta un pesado suspiro y vuelve la vista a los costados, realmente estaba lejos de casa. Cada que deseaba pasar tiempo con esa persona debían ir a lugares lejanos y poco transitados por las personas, era un requisito un poco duro, pero estaba muy enamorado y así acepto sus términos y condiciones.

Verse en lugares lejanos.

No mostrar indicios de su relación.

No mostrar celos o armar escenas frente a sus amigos.

Sonic sonrió tan amargamente al recordar lo que le condenó. Pero aun así soportaba todo solo porque Shadow era de quien se trataba. Algunas gotas de lluvia cayeron sobre su frente, pronto llovería.

Sonic se incorpora mientras observa a su alrededor, todas las demás personas comenzaron a alejarse debido al clima. Con suavidad Sonic comienza a caminar sin rastros de tener prisa. Uno, dos, tres años habían transcurrido desde que estaba metido en ese problema, porque era un problema.

De pronto la lluvia comenzó a arreciar, pero eso no fue problema para él. Había comprendido que quedó plantado.

¿Cuántas veces más tendría que soportar esa embarazosa situación?

Shadow prometió no hacerlo de nuevo y fue en vano.

¿Por qué soportaba sus promesas vacías?

¿Por qué debía compartir su amor con otras?

Sonic se negaba a querer entenderlo, a aceptar la verdad que lo torturaba. Se detuvo bajo en la lluvia, sintió como caía sobre su cuerpo y le empapaba.

—¿Qué estoy haciendo? —se preguntó al darse cuenta en donde estaba varado.

Por más que tratase de escapar de su realidad era más que claro que no era sano.

No era sano tener una relación a escondidas de todos en donde Shadow solo le daba amor por ratos.

No era sano tener que esconder su amor de los demás.

No era sano tener que aceptar ser la sombra de Shadow y verlo aparentar una relación con otras chicas además de compartirlo sin poner objeción.

—"¿Qué estás haciendo Sonic?" —escucho su propia voz de consciencia hablarle.

Allí entendió lo que tanto negaba, no estaba haciendo nada y peor no ganaba absolutamente... nada.

Tuvo que pasar todo ese tiempo para poder aceptar su triste situación. Sintió como algunas lágrimas caían sobre sus mejillas, eran el contraste perfecto contra el frío del agua de lluvia.

Lo aceptó, con todo el dolor de su corazón, lo aceptó.

—Tiene que acabar, esto se va a acabar.

[…]

—Sonic —escucha como lo llaman.

El azul abre los ojos mientras se incorpora de su cama. Hace unas horas había llegado a su casa, no se cambió de ropa, ya que se fue directo a dormir, pero aquella voz le hizo despertarse.

—¿Sonic, estás aquí? —vuelve a preguntar con insistencia aquella voz.

Su cuerpo pesaba horriblemente, estaba que ardía en fiebre y apenas podía estar en pie, pero aun así nada se comparaba con el dolor de su alma y corazón roto. Se levantó de la cama mientras que buscaba algo para taparse. Se dirigió a la puerta, su mano tomo la perilla pero se detuvo. Se convencía a sí mismo de hacerlo, era su última oportunidad.

—Sonic si estás aquí, habla —le pide de nuevo.

Sonic estaba convencido, nada podría detenerlo.

—Voy... —le contesta sin muchos ánimos.

Abre la puerta mientras que su rostro se torna serio. Shadow entra a la casa del azul mientras se muestra preocupado.

—¿Dónde estabas Sonic? Pase horas buscándote en donde se suponía íbamos a estar —le reclama un poco molesto—. Debiste escribirme y avisar que no estarías, quedé como un tonto dando vueltas —le recrimina.

Sonic sienta un bufido de sarcasmo.

—¿Tú cómo un tonto? Claro... yo fui quién te espero por tres horas bajo la lluvia —le recrimina entre sarcasmo—. El que debería de darme explicaciones eres tú —lo encara mientras tose.

Shadow nota que está molesto.

—Yo... lo siento estaba con... ella ya sabes, pasando tiempo y despistado —le explica cómo siempre lo ha hecho.

Sonic tuerce una mueca de recelo, sus manos aprietan la tela que lo cubre. De pronto siente que Shadow pone sus manos sobre el rostro.

—¡Sonic estás hirviendo en fiebre! —dice alarmado—. ¡Debo ayudarte...!

Pero Sonic ya no puede más, quita las manos del erizo tan rápido que la manta lo descubre.

—¡¿Ella tiene más derecho a tenerte?! ¡Que yo sepa, me has dicho que no sientes nada por ella! —le grita cansado de su actitud.

Shadow le mira impactado, trata de mantenerse calmado.

—Sabes que lo hago por el bien de ambos —le dice mostrándose un poco herido— Sonic al que amo es a ti...

Mentira, tras mentira.

—¡Calla, no digas eso! ¡Desde hace mucho tiempo me dices siempre lo mismo! —le grita ya harto Sonic—. He tratado de verlo desde tu perspectiva, he hecho todo lo que has querido y he aguantado todo esto por ti. ¡¿Y qué he ganado con ello?! —la voz de Sonic se quiebra mientras comienza a llorar de la impotencia—. No es justo que tenga que soportar todo esto, que solo me des sobras de tu tiempo y me escondas. Dijiste que esto sería un tiempo, que pronto le dirías a tus amigos la verdad entre nosotros —sus lágrimas caen como esa lluvia que lo empapó.

Shadow le mira muy asustado, Sonic nunca había reaccionado de ese modo. Lo desconocía en su totalidad.

—Sonic... —susurra tratando de acercarse, pero Sonic lo empuja lejos de él.

El erizo azul cayó de rodillas mientras sus labios temblaban y retomaba las fuerzas para seguir hablando.

—¿Q-Qué es lo que somos? —le pregunta viéndole con odio.

Shadow guardo silencio sin saber qué decir. Realmente no había nada que decir.

—Sonic ven, necesitas cambiarte y tomar algo —le cambia de conversación y trata de ayudarlo a incorporarse.

—¡¿Qué somos?! —le grita soltándose de su agarre.

Shadow no puede contestar, guarda silencio mientras ve como el azul se quiebra ante él. Para Sonic los silencios siempre fueron un indicio de que Shadow no era sincero.

—No puedes contestarme, porque no somos algo, no tenemos nada... —dice sonriéndole con ironía.

—Sabes nuestra situación... —le recuerda el otro.

Sonic niega.

—Me diste una solución, pero si no eres capaz de ejecutarla... —Sonic sabía que debía ponerle fin, no podía seguir de ese modo—. No podemos seguir con esto —afirma fríamente.

—¿Qué quieres decir? —le pregunta Shadow mientras lo mira incrédulo.

Sonic se incorpora de ese lugar.

—¡Se acabó Shadow! ¡Se acabó esto, tú, yo...! —se quedó callado debido a que no pudo seguir—. ¡No queda nada más de que hablar!

Shadow queda en shock, se acerca mientras toma el rostro del azul, pero Sonic se retira nuevamente de él.

—Vete, ya no tiene caso seguir con esta mentira —le pide dándole la espalda.

Shadow entonces se incorpora mientras sale del lugar.

—Sonic yo...

—Olvídate de mí, no puedo amar a alguien que es capaz de amar a muchos más antes que a mí —finaliza Sonic yendo a cerrar la puerta. Estando solo, se desmorona como nunca antes lo había hecho en su vida.

Y de nuevo la lluvia, lo vuelve a visitar como consuelo a su dolor.

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