|14| Viaje Juntos
Había pasado un mes lleno de medicación, su energía iba siendo cada vez menor, al punto de preocupar a Taeju, quién empezaba a dudar de la veracidad del tratamiento del médico.
En su revisión normal, el especialista dijo que debían tener paciencia, porque su cuerpo estaba siendo inducido al descanso para poder regenerar sus células y formar nuevamente su útero, que estaba dañado.
Sin embargo, Taeju no pudo confiar plenamente en ese tratamiento, pidiéndole al medico que cancelara la toma de medicamentos, preferían esperar al orden natural de las cosas, con paciencia y sin sufrir esos horribles efectos secundarios.
—- Está bien —- comentó el especialista, tomando apuntes y revisando minuciosamente los tiempos—- Vamos a disminuir la dosis, así en una semana vas a poder dejar las pastillas sin efectos de abstinencia.
Al ser un tratamiento revolucionario, con potentes mezclas hormonales, inductores de feromonas y productos químicos de mediana dependencia, todo en conjunto, era riesgoso quitar la medicación en un día.
Tenían que disminuir gradualmente si no quería internarse en el hospital por escalofríos, somnolencia, ganas de volver a tomar el medicamento, deshidratación, taquicardia, náuseas y más.
Al escuchar todo eso, Taeju casi se lanza a golpear al médico, sabiendo lo riesgoso que era todo eso, nunca habría permitido que su pareja pudiera someterse a ese tratamiento, miró a Euihyun, quién solo suspiro, intentando detener al pelirrubio.
El pelinegro si sabía del riesgo, había hablado de manera privada con el médico, tenía el presentimiento que su alfa no le hubiera permitido algo así. Sin embargo, se creía muy fuerte, pensaba que iba a poder con todo y estaría sano en poco tiempo. Por eso no le comentó los efectos secundarios de la medicación, simplemente le dijo los beneficios que esto traería, de esa manera fue realmente fácil convencer a Taeju.
El pelirrubio se resignó, ya estaban en esa situación, solo debía apoyar a su pareja en todo y cuando esté completamente sano, darle su buena regañada y castigarlo de muchas maneras poco crueles.
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¡Por fin! Adiós, pedazo de bolitas amargas.
Euihyun tiró a la basura el resto de medicación que le quedaba, había pasado la semana y no tendría que tomar esas pastillas. Ahora sí, se encontraba con mucha más energía.
—- Taeju —- susurró este, buscando al alfa —- ¿Puedes venir un momento por favor?
El pelirrubio acudió a su llamado, siendo recibido con un puchero del mayor, quién extendía su celular.
—- ¿Cuándo planeabas decirme que habías reservado unos días de turismo dentro de una semana? —- preguntó Euihyun, encarando la información que le había llegado al celular, no podía creer que le escondiera algo así.
El alfa caminaba lentamente hacia su pareja, sonrió un poco y tocó los labios del pelinegro —- El mismo día —- contestó con simplicidad —- Así como me enteré de los efectos secundarios, el día que te acompañé al médico. Y no antes.
El omega frunció el ceño, suspirando y sin poder decir nada, ¿qué respondía a eso? Sabía que a Taeju le había enfadado eso, no creía que se lo recordaría de esa manera.
Se sentó en el borde de la cama e invitó a su pareja a tomar asiento a su costado.
—- Lo siento —- susurró, sin saber que hacer —- No volveré a ocultarte algo tan importante —- luego, recostó su rostro en el hombro del menor, mientras con su mano hacía círculos recorriendo el brazo del alfa y esperaba que este sucumbiera a sus suaves feromonas —- ¿Me perdonas?
Taeju se quedó en silencio por unos minutos, dudando en su respuesta. No serviría de nada seguir enfadado por lo sucedido; sin embargo, aún quedaba cierta incomodidad en su pecho, que le hacía creer que Euihyun no le tenía la suficiente confianza como para contarle algo así. Creía que era un mal alfa, sin poder ser el sostén de su omega.
—- Bueno, creo que si te perdono —- susurro este, separándose un poco —- Ve y alista tus cosas, tal vez en el viaje arreglemos nuestras molestias —- luego, le dio la espalda y fue en dirección de su ropero.
Euihyun sintió una pequeña incomodidad al ver como su pareja se alejaba repentinamente, interrumpiendo su momento de tranquilidad, cosa poco común en él, pues normalmente era quién pedía "cariñitos", mimos o caricias.
No podía permitir que su pareja lo ignore de esa manera, odiaba sentir el rechazo corporal del menor.
—- ¡Yeo Taeju! —- gritó Euihyun, golpeando la cama, sorprendiendo al alfa que volteó a mirarlo —- Ven acá —- ordenó, mientras abría sus brazos, extendiéndolos de manera amplia, como si estuviera esperando un abrazo.
El pelirrubio miró hacia el suelo, no estaría mal hacerse de rogar un poquito más, así que se quedó quieto en su lugar.
El mayor, al darse cuenta de que su pareja no se acercaba a él, bajo los brazos con un poco de decepción.
"¡No! No puedo sentirme mal por algo así" se regañó mentalmente el mayor "Debo actuar"
Decidido a no seguir en esa extraña situación con su pareja, se acercó a él, quedando frente suyo.
—- Sé que te sentiste enojado por lo sucedido en el hospital —- empezó explicando, mientras jugaba con sus dedos para darse valor —- No quería esconderte algo importante, solo que... Creía que no debía involucrarte en esos temas, no sé en que estaba pensando.
Su lengua se trababa al hablar, creyendo que estaba haciendo las cosas mal y dudando si en algún momento podía pronunciar algo que empeore la situación.
—- Confió mucho en ti —- dijo firmemente —- Simplemente no creí que fuera un tema de importancia, son cosas a los que no estoy acostumbrado. Nunca antes había tomado medicación tan seguida y no le di interés a los efectos secundarios, yo... —- se quedó callado por un momento, esperando alguna reacción de parte del menor.
El pelirrubio pudo sentir como el ambiente se llenaba de feromonas de tristeza, dando a entender lo mucho que se arrepentía su pareja. No podía controlar su aroma cuando estaba preocupado o angustiado, era algo que... También le estaba haciendo sentir mal.
—- Realmente lo siento —-susurró Euihyun para finalizar, no podía hablar más, creía que en cualquier momento su voz iba a sonar un poco rasposa por culpa de la presión que sentía en su pecho.
No pasaron muchos segundos, pero realmente parecieron extensos minutos, en los que ambos se encontraban sumidos en sus pensamientos.
—- Ahh, maldición... —- susurró Taeju —- Realmente nunca puedo enojarme contigo—- mencionó mientras besaba con firmeza los dulces labios de su omega.
Euihyun aceptó ese contacto tan tierno que hacía que su corazón se acelere y su alma se llene de tranquilidad.
—- Eres un idiota —- respondió cuando estuvo más tranquilo —- Estaba preocupado —- dijo, con los ojos un poco aguados —- Realmente pensé que te habías enojado conmigo.
El alfa, sonrió un poco avergonzado, procediendo a juntar narices con su pareja. Seguido de una mirada ligeramente afligida.
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La brisa fresca del mar, realmente les daba tranquilidad. Taeju sabía lo importante que era para Euihyun encontrarse en un ambiente así. Y al saber que todo estaba bien con él, sin ideas suicidas, el pelirrubio empezó a disfrutar de dicho ambiente.
Es por eso que se encontraban en ese lugar, la playa era como un vinculo que los unía, así que considero que era un buen destino. Pero, para darle otro toque a su viaje, decidió ir un poquito más lejos, llegando a la Isla Miyako, en Okinawa-Japón.
Aunque todo había empezado sumamente mal en las orillas de Corea, ahora ambos se encontraban en otra etapa de sus vidas. Sentir la arena bajo sus pies mientras caminaban agarrados de las manos, era algo que no podrían cambiar por nada. Sin importar la ribera en la que se encuentren, lo único que necesitaban era estar juntos.
Observar el hermoso atardecer, era una actividad que ambos disfrutaban de manera segura, sintiéndose despejados de todos los malos sucesos que pasaron, sucesos que les ayudaron a crecer.
—- Taeju... —- susurro Euihyun, con un tono de voz ligeramente preocupado, sintió un desorden en sus feromonas, era como si un golpe de calor tocara su cuerpo de manera repentina.
El alfa al inicio no había entendido la preocupación en la voz de su pareja, hasta que sintió como su dulce aroma se volvía cada vez más fuerte, sin llegar a ser lo suficientemente empalagoso.
—- ¿Es tu celo? —- consultó este, un poco confundido. Según su calendario, todavía debería faltar dos semanas.
¿Era posible que por la medicación se viera adelantado?
No solo era eso, Taeju también sentía que su cuerpo estaba reaccionando al olor de su omega.
Realmente, no tenían tiempo para pensar en la situación, debían actuar lo antes posible para evitar que la situación se vuelva más grande.
Con cuidado, tomó la mano del pelinegro y se dirigieron a su habitación, en búsqueda de supresores.
—- Quiero pasar mi celo contigo—- declaró Euihyun, al darse cuenta de que el pelirrubio buscaba inhibidores en su botiquín de emergencia.
La mirada del alfa cambió radicalmente, una ligera sonrisa apareció en su rostro, que supo disimular muy bien.
—- No tenemos condones —- comentó Taeju, no quería forzar el cuerpo de su omega, pues aún se encontraba en recuperación.
Euihyun señaló la maleta que tenían, era imposible para la pareja viajar sin protección.
—- Me refiero a los que uso en mi RUT —- aclaró, cuando el omega sacó una tira de envolturas.
Euihyun abrió los ojos sorprendido, no había podido oler la feromona de su pareja, producto de un efecto secundario de la medicación. No pensaba que sus fechas iban a juntarse de esa manera.
—- No importa —- susurró este, se encontraba nervioso por ser la primera vez que sus ciclos se coordinaban. Pero estaba dispuesto a tomar el riesgo, además... ¿No había mejor posibilidad para tener un bebé? —- Hay que hacerlo sin condón.
Y Taeju no pudo resistir más a las provocaciones que había dado su pareja, definitivamente iban a estar encerrados en ese cuarto por un muy largo tiempo.
Continuará..
Me salte un día porque no encuentro inspiración aaaa... EN algún momento voy a escribir, pero creo que mejor seguir avanzando.
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