-No te enojes, Patito.

-Grtstrrstrdssvchjvdhsgc...

La lechuza se aguantó la risa, no quería hacerlo enfadar más.

-¿Cómo debería reaccionar entonces- reclamó, -? Venimos hasta aquí porque es el único lugar donde los churros no son un insulto.

-Vendremos otro día- trató de tranquilizarlo, pero él ni siquiera la miraba -. No es tan grave.

-Tal vez no sea tan grave, pero el zoológico estaba cerrado, y el cine remodelándose.

-Bueno, el universo nos ha destrozado los planes, pero podemos caminar, el clima está lindo.

Empezó a caminar en silencio, aguantándose de soltar más quejas, pero para evitarlo no abrió el pico.

-¿Patito- lo llamó la chica, sin lograr que él la mirara -? Vamos, no dejes que se arruine tu día.

-Arruinó mis planes de impresionarte como guía- se quejó por fin, derrotado.

-¡Nooooooooo, Patito- exclamó con voz melosa -: no digas eso! Tu ciudad es muy linda, me has llevado a vecindarios lindos.

-Pero después de tantos días en que no pude verte, ahora pasa todo esto, lo siento- la miró por lo bajo, sonrojado.

-Yo estuve contenta, por estar contigo- lo tomó por la mano y lo hizo detenerse -. ¿Tú no disfrutaste mi compañía?

Fenton suspiró, mirándola... era tan afortunado de que ella seguía aceptando verlo, y ahora simplemente sus planes se arruinaban.

-Claro que sí, me encanta estar contigo- respondió por fin, sonriendo y tomando su otra mano -. Gracias por aceptar ser mi amiga.

-Eres un Patito tan dulce- lo miró tiernamente, con lo que él decidió acercarse un poco, esperando que ella no se apartara.

Ella se sonrojó, sonriendo un poco. Con lo que él terminó por animarse a besar su frente y sostener un poco la posición.

-Tan dulce- repitió Lechussa, recargando su cabeza en el hombro del pato.