-Gideon, ese no es el archivo que buscaba. Te pedí el P950925- Ray miró confundido la pantalla.

-No, me pidió el D850925- aclaró Gideon -. No fue mi error.

-Claro, lo siento- se disculpó, pensando en dejar de ver un archivo que no había solicitado, podría ser privado. ¿Aunque en ese caso no debía estar oculto? Ya iba acerrarlo cuando notó... algo -. ¿Puedes llamar a Lexell, por favor?

-¿Qué pasa, Ray?- preguntó la chica entrando al puente, recibida por una mirada de preocupación de su amigo, pidiéndole acercarse.

-Me equivoqué pidiendo un archivo-explicó -. Y creí que debías verl...

Paró de hablar al ver que la chica se ponía pálida con los ojos más abiertos que nunca, en una expresión de miedo.

Entre archivos que parecían policiales, destacaba una primera plana de periódico sensacionalista: Lexell se había reconocido a ella misma, usando su traje de Lis Púrpura, tirada en el suelo entre sangre con el titular de pésimo gusto en letras grandes y rojas "SÚPER MUERTA".

-¡Puedo explicarlo!- escucharon detrás suyo, en un grito desesperado, Rip llegó al puente, deteniéndose de un asiento para recuperar el aire. Claramente había venido corriendo.

-Rip- susurró la chica, obligándose a dejar de mirar la foto -¿Qué es esto?

-Lo siento- Rip se acercó, tomando el rostro de la chica que simplemente no entendía nada y acariciando su mejilla con el índice -. Escúchame: no había creído necesario contarte esto, pero como ves no es un secreto, no tenía encriptado este expediente. Es por esto que decidí reclutarte.

-Yo creo que debería dejarlos- dijo Ray torpemente -. Lo siento, es mi culpa, me equivoqué al pedir el archivo y no debí decirte.

-Está bien, Ray- alcanzó a decir la chica, sintiendo que empezaban a juntarse sus lágrimas al sentir las caricias de Rip y mirar su cara de arrepentimiento.

-No, no mires- suplicó Rip regresando su mirada hacia él cuando trató de voltear para ver de nuevo los archivos -. Te lo explico yo: quería alguien objetivo, eso sí te lo dije; este equipo está relacionado de una u otra manera y aunque esperaba que fuera una ventaja para apoyarse unos a otros, quería a alguien que no tuviera idea de sus circunstancias personales.

La joven cerró los ojos, para evitar mirar lo que le habían indicado y la expresión de angustia de Rip. Dejó que solo su voz la guiara en las respuestas a lo que acababa de ver.

Recordó en un segundo cómo empezó todo: en un viaje a la playa la habían retado a nadar en un zenote que presumiblemente había sido causado por un meteorito y por lo tanto era prohibido. En la Waverider había entendido que esa leyenda era real y había tenido contacto con una de esas piedras espaciales que le habían dado sus poderes a Kendra y Carter.

-Entonces encontré esto: habían encontrado una mujer joven asesinada en una casa de seguridad de un grupo de narcotraficantes, junto a otros 20 cuerpos que reconocieron de la misma organización, por lo que no había sido un enfrentamiento entre dos grupos. Llamaste la atención por tu traje. ¿Entiendes?

Asintió, entre lágrimas.

-Tú sola, pudiste con 20- continuó -.Pensé en lo que serías capaz formando parte de un equipo. Y a fin de cuentas... no habías hecho ningún cambio importante en la historia. Lo siento.

Lexell sollozó, abriendo los ojos para convencerse de que todo era cierto -¿Pero porqué sigue existiendo? ¿No lo cambiamos?

-Aún podría pasar, podría pasar cualquier cosa por la que decidas regresar a casa- suspiró.

-Yo no quiero regresar a casa nunca, quiero quedarme aquí contigo- negó, desesperada.

-Podría... sucederme algo y ya no querrías estar aquí- continuó explicando, causando que la chica repitiera "No" una y otra vez entre sollozos, abrazándolo por los hombros. Él acarició su cabeza mientras la sostenía fuertemente con el otro brazo -. Perdóname: no quería que lo supieras, debí decírtelo, ¿verdad?

-No- dijo por última vez -... ya no sé. Es horrible, creo que entiendo porqué no querías decirme.

-De verdad lo siento- susurró él, separándose un poco para acariciar su mejilla y besar sus labios, con cuidado, esperando hacerla sentir mejor.

Por un momento ella se olvidó de todo, dejando que la suavidad de los labios del hombre que amaba se volvieran lo único que importaba. Pero terminó por volverse a sumir en las dudas. ¿Cómo se había animado a hacer semejante cosa? ¿Porqué pensó que podría sola? ¿Porqué el resultado no sería diferente si regresara a casa, después de toda la experiencia que había reunido? ¿O por esa experiencia había logrado acabar con tantos, y de otro modo la habrían asesinado en seguida?

Rip detuvo el beso, preocupado porque la chica había aflojado el abrazo y parecía que le estaban fallando las piernas -Tranquila, vamos- la cargó en sus brazos, llevándola al diván de la biblioteca y acariciándole la frente con cuidado después de haberla recostado, sentado en el suelo junto a ella.

-¿Pensaste que llegaría a ser tan importante para ti?- preguntó luchando por mantener los ojos abiertos, las lágrimas no paraban y ya le habían cansado los ojos.

-No, de verdad pensé que el equipo acabaría con Vándalo tan rápido que no alcanzaríamos a desarrollar ningún sentimiento entre nosotros- explicó, con esa cara de arrepentimiento -. Era un estúpido, ¿verdad?

-No, no usaría la palabra "estúpido"- respondió, con una sonrisa apenas perceptible -. Estabas adoctrinado a trabajar solo, pensaste en un equipo solo con las implicaciones prácticas, con tu lógica. Pero aún así te dabas cuenta de las necesidades de todos y hacías lo que te dictaba esa lógica para tratar de lidiar con ellas.

Rip sonrió, inclinándose a besarla de nuevo.

-Tu lógica fue no decirme, así que voy a aceptarlo- continuó con voz apagada, aunque parecía que por fin cedían sus lágrimas -. Confío en ti, Rip: sé que siempre tienes las mejores intenciones y eres muy, muy inteligente. Es normal que te equivoques a veces, no eres infalible.

-¿Cómo podría amarte menos?-preguntó Rip juntando su frente con la de la chica recostada, que lo abrazó lo más fuerte que pudo.