18. Hug (Ripell)

Hoy será diferente, hago rpg de Rip con una amiga por Discord (y próximamente de Broadchurch porque amamos a Paul) así que le comenté sobre no tener ideas para la entrada de hoy. Retomamos uno que se había quedado a medias, y voy a traducirlo con su permiso.


Así que para ponerlos en contexto: estamos en la etapa en que ya no está Vándalo y andamos por ahí siendo el reemplazo de los Maestros del Tiempo, pero Lexell NO SE LE HA CONFESADO A RIP y todo sigue siendo traumático... bueno, Rip siempre es traumático... Pues allá va.


-Creo que él también siente algo por ti. Pero debes ser paciente con él.


El Capitán entró a la cocina, deteniéndose al ver a las dos mujeres mirándolo con sorpresa.¿Estarían hablando sobre él?

-¿Las molesto?


Evita mirarlas, pensando en irse pero resiste la idea.


-No, yo ya me iba.


Rip la mira salir de la cocina, quedándose solo con Lexell. La observa sintiéndose arrepentido  porque claramente interrumpió algo, tratando de averiguar qué anda mal.

-¿Todo está bien?


Ella niega agitando la cabeza, no solo tratando de calmarlo si no a ella misma.

-Sí, todo bien. Cosas de chicas, pero eres muy amable en preguntar. ¿Y tú? ¿Tienes hambre? ¿Puedo preparar algo para ambos?


Aliviado de que no las interrumpió, sonríe un poco ante esas preguntas: sí, fue a la cocina porque quería comer.

-Todo está bien, gracias

No sabe porqué, pero no la mira directamente.

-Sí, tengo hambre a decir verdad, pero no te molestes en cocinar.

No quiere que ella se ponga a trabajar solo por él.


Ella sonríe, traviesa

-¡Meter algo al microondas no es cocinar! Veamos...

Revisa el refrigerador con un "huuuummmm" tan concentrado que pareciera que está tomando una Decisión Ejecutiva.

-Oh, aquí hay pollo hervido. ¿Seguramente Ray lo dejó ahí? ¡Oooooh, lo siento, Ray! Sería una lástima... que alguien... le quitara lo saludable a tu pollo...

Desmenuza dos porciones y hace un revuelto con mayonesa y aderezo ranch.


Él no puede evitar sonreír ante el punto de que con un razonamiento tan simple tenga razón, siempre tiene la razón, pero no deja de sorprenderlo. La mira buscando algo y sonreír cuando tiene una idea, niega con la cabeza divertido con la facilidad con que todo lo que hace tiene gracia.

-Al Doctor Palmer no le gustará que hagas esto

Le lanzó una mirada mezcla de diversión y crítica, no debería juzgar que le esté preparando algo, pero tomó lo que no era suyo.


-¿Te gusta la mostaza en sandwiches?


Piensa un segundo en la pregunta tan sorpresiva.

-No es mi favorita, pero me lo comeré.

Sus ojos verdes miraron con interés qué más hacía.


-Entonces sin mostaza, por eso es bueno preguntar antes

Sonrió.

-Ray no necesita saber esto. ¡Mira! Tenemos lechuga y tomates, sí puede ser un poco saludable después de todo.

Termina de prepararlos y mientras los mete al microondas busca algunas papas para acompañar, y se sienta en la mesa para compartir la comida, sabiendo que se sentiría incómodo comiendo solo.


Le encanta mirar cuánto le interesa proveerle algo de comer, cómo siempre actúa como si nada le preocupara y disfrutando las pequeñas cosas. Siempre le ha parecido encantador y no puede evitar sonreír. Al sentarse a esperar se esfuerza en no mostrarte aprehensivo ante sus atenciones, pero no puede evitar un suspiro.


Se quedan un rato en silencio comiendo, hasta que ella habla.


-Rip, ¿puedo preguntarte algo? Sobre esta misión: en que esa pobre Princesa estaba prometida al Duque, cuando a quién amaba era al hijo del mercader. ¿Estás bien? Después de mirar ese amor prohibido... como... el de Miranda y tú.


De pronto le había soltado una pregunta que le cayó como un rayo, sintió que su corazón se hundía en pensamientos sobre Miranda, no pasa casi ningún día sin que piense en ella, pero que le pregunten lo hace aún peor. Recordarle los días con ella, cuando la amaba aunque no debería hacerlo.


Ella se sonrojó, agitando la cabeza.

-¡Perdón! ¡No tienes que responder! ¡No es mi asunto!

Lo había notado nostálgico aunque los demás no parecían darse cuenta, al menos para ella sus ojos eran totalmente transparentes con sus emociones. Pero no había encontrado una manera fácil o indirecta de decirle que le importaba y podría hacer cualquier cosa para hacerlo sentir mejor.

Ahora claramente no debió hacerlo, así que arrepentida se quedó mirando el plato, recriminándose en silencio.




Se queda algunos segundos sin responder, pensando como puede hacerlo.

-No está mal preguntar. Estoy bien, gracias, Señorita Cassini, por favor no te preocupes por algo así.

Siempre que piensa en lo que perdió le duele, pero no quiere dejar que sus barreras caigan, no frente a ella, no quería preocupar a nadie así que se obliga a sonreír agradeciendo que no lo está mirando.


-Okey.

No está para nada convencida. Sabe cuándo miente, aún sin verlo. Pero le frustra que hubiera fallado en su intento por alcanzar sus emociones y decide dejarlo estar, cambiando el tema.

-¿Te parece asqueroso que ponga papas dentro del sándwich? Ya sé que es infantil.

Tal vez... tal vez si le habla desde el corazón, lo anime a hacer lo mismo, al menos un poquito, con ella.

-Alguna vez salí con un tipo que me botó a los dos días porque era "muy infantil". Gruñió un poco -Pues qué quería? Sexo en la primera cita? Planear cómo terminar con el hambre mundial en la segunda? Fui yo misma: riendo y comiendo postres y jugando, y él decide sin convivir por más de 8 horas que soy... ¿no lo suficientemente adulta? ¡SOY una adulta! ¡Y quiero papas en mi sándwich!

Fingiendo estar enojada las pone con gestos grandes y agresivos, y muerde el sándwich con rabia.


Rip sabe que no está bien ocultar sus verdaderos sentimientos por siempre, pero no está de humor para hablar de ello, solo quiere disfrutar de su compañía. Es la única que lo hace olvidarse de ser El Capitán por un tiempo, y se lo demuestra al contarle de pronto algo totalmente diferente, tan fuera de contexto que lo toma por sorpresa y suelta una pequeña risita.

-No hay nada malo en hacer eso, todos tenemos hábitos que parecen extraños.

Sonríe divertido con su manera de fingir estar enfadada, y por cómo derivó la conversación sobre maneras raras de comer, él también las tenía, igual que todos; no entendía cómo podían juzgarla por ello.

-Si me permites decirlo: ese sujeto no te merecía. Mucha gente está tan nerviosa al tener citas que finge ser diferente. Es increíble que siempre seas fiel a ti misma- Sonríe ante el hecho de que ella siempre es así, sin esconder nada ni fingir.


Ella suspiró aliviada de escucharlo más relajado. ¿Sí había logrado distraerlo? Sí, al menos por un momento, podía distraerlo de su dolor.

-Oh, pero no es fácil. No sé porqué aquí todos me aceptaron, cuando antes en todos lados era "la rara". Tú sabes: a quien le hablan solo una o dos personas porque los demás son "muy geniales para ella". Por un tiempo traté de imitarlos, pero era difícil y no me hacía feliz; hasta que un día me di cuenta de que estaba siendo una estúpida al buscar validación de gente que no le gustaba cómo soy realmente. ¿A dónde quería llegar con todo esto? Oh, sí... Capitán: estoy feliz de encontrar aquí mi lugar, nadie actúa como si yo fuera menos. Y me hace especialmente feliz que... tú... no me encuentres desagradable. Porque nunca he conocido una persona más admirable que tú, Rip. Que pelee tanto por quienes ama, y tan inteligente y valiente.

Suspira largamente

-Siempre quise esto: alguien a quien seguir. Odiaba estar sola contra el mundo sin ningún propósito más que sobrevivir. Estaré agradecida contigo toda mi vida.

¡Ay, cuánto quisiera tomar su mano, al menos eso: tomar su mano! ¿Pero cómo podría? Estando del otro lado de la mesa.


Él escucha atentamente, apretando sus labios, como siempre que alguien le decía algo que le hacía pensar. Se sentía mal al escuchar que esa chica siempre despreocupada lo hubiera tenido tan difícil, siempre tratando de ser aceptada, incluso fingiendo ser alguien más.

-Oh, señorita... Lexell

Se corrigió mentalmente antes de pronunciarlo, entendiendo que no quiere marcar más esa distancia entre ellos, su relato lo hacía entender que ella era más que una Leyenda para él.

-Te agradezco tus palabras, siempre eres tan amable conmigo

Nunca ha terminado de creerse todas sus atenciones y amabilidad, siempre se pregunta si se lo merece y cómo podría mostrarle lo que ella significa para él, y retribuírle por todo.

-Me alegra que finalmente hayas encontrado tu lugar, y

Se pone un poco nervioso, dudando si continuar

-Y me alegra tenerte aquí... en el equipo... junto a mi

Sonríe dulcemente por un momento.


La cara de la chica no puede luchar contra el sonrojo que arremetió contra ella, cuando escuchó la voz pronunciar su nombre. La voz de Rip... llamándola... era demasiado qué procesar en segundos, pero se esfuerza en poner la cabeza fría.


-¡A mi también! Digo que me alegra...que te alegre... que me alegre... quiero estar siempre aquí junto a ti, siempre, Capitán... siempre, Rip... Santo Dios, ¿qué estoy diciendo?

Deja caer su cara sobre sus brazos cruzados en la mesa, derrotada.

- Solo estoy balbuceando como estúpida, ¿verdad? Perdóname... Cada día me siento tan agradecida por estar aquí, pero soy un desastre al tratar de decírtelo sin molestarte. Perdóname por ser este desastre. Yo sé que es demasiado, todos lo dicen: mis sentimientos son insoportablemente grandes.


La observó pacientemente, esforzándose en entender lo que trataba de decirle con tanta torpeza, ¿porqué le causaba tanta frustración? Lo mataba verla así.

-Hey... deja de hablar así.

Se levantó para acortar la distancia entre ellos, y sin pensarlo tomó uno de sus hombros, buscando ser suficientemente firme para hacerla sentir segura y que dejara de ocultar su rostro, aunque... no tenía idea de cuánta presión usar, ya que nunca la había tocado.

-Mírame. Esperó a que decidiera que sus ojos se encontraran -No eres un desastre, y no eres demasiado. Así que por favor dime todo lo que quieras, sin dudarlo. Nunca podrás incomodarme.

Sonríe de nuevo para ganar su confianza.


Siente que las lágrimas empiezan a luchar por salir. ¿Cómo podría decirle TODO LO QUE QUISIERA? ¿Cómo podría decirle de todo el amorque llenaba su corazón, si seguía reaccionando así cuando le mencionaba a Miranda? Aún la amaba. Pero por fin había derribado la barrera entre ellos, tenía que hacer algo, no podía defraudar su confianza.

-Rip...

Luchaba por no perder la cabeza, al sentir por primera vez su tacto, tratando de cumplir su petición: "Mírame". Ella siempre pensaba que quería quedársele viendo toda la vida, ¿porqué estaba siendo tan difícil ahora, que por fin se lo estaba pidiendo? -Lo siento, Rip, yo...

Por fin consigue mirarlo, y su corazón se estrujó ante su mirada preocupada.

-Lo siento. ¿Puedo decirte... todo? ¿No te enojarás conmigo?


Él podía sentir que aún había algo resistiendo a salir desde el fondo de su corazón, y esperaba escucharla. ¿Ella lo lamentaba? Él lo lamentaba: no tenía una verdadera razón para vivir y estaba vacío sin nada que ofrecer, su única razón para seguir con vida era que nadie más podía proteger la línea de tiempo en lugar de los Maestros. Esperaba que lo que ella le dijera le recordara que hay más sentido en la vida para hacer todo esto.

-Nunca me enojaría contigo. ¡¿Cómo podría?!


-Entonces...

Era tan difícil, se forzó a respirar

-Solo puedo decirte cuánto lo siento, porque solo quiero ayudarte y no puedo alcanzarte, he fallado en alcanzarte, aunque lo he intentad ocon todas mis fuerzas... solo quiero... ayudarte... y tú no quieres mi ayuda más que para las misiones. Primero para salvar a Miranda y Jonas, ¡y fallé! Y ahora sigo fallando en alcanzarte... para poder luchar contra tu dolor y tristeza... lo lamento tanto... no hago más que fallar... lo siento...


La miró preocupado, tratando de entender.

-No... por favor... no... Shhh...

Sin pensarlo rodeó sus hombros en un abrazo y lentamente, con cuidado, la acercó a él, acariciando suavemente su cabello.

-Tú me has ayudado más que nadie y soy quien debe estar agradecido. Fallé en salvar a mi familia, no hay nadie más a quién culpar.

Debe luchar contra sus sentimientos tratando de hundirlo, pero consigue controlarse

-Mientras yo viva cargaré con la culpa... y tú eres la única persona que puede ayudarme contra eso.

Recargó su cabeza en la de la chica, respirando profundamente.


Y ella se paralizó, tratando de entender... la voz de Rip tratando de calmarla, y luego... sus brazos, su cuerpo, sus manos, su calor... tocándola, rodeándola. En un abrazo que atravesó su piel directo hacia su corazón. ¿Realmente estaba sucediendo? ¿Cómo?

-Rip...

Reaccionó un poco, entendiendo las palabras que un momento atrás parecían solo un murmullo reconfortante.

-¡Rip, no! No puedes cargar con toda la culpa, somos un equipo, venimos a salvar a tu familia. Queríamos devolverte a tu familia.

Al tomar consciencia de su cabeza descansando en la suya, sus lágrimas que apenas salían se convirtieron en un copioso llanto. Entendiendo que debía hacer algo, finalmente sintió que podía moverse. Le ordenó a su cuerpo girarse y a sus brazos rodear la cintura de Rip, hundiendo la cara en su pecho... era tan suave y cálida, como siempre lo había imaginado.

-Yo quería que regresaras con tu familia, no sabes cuántas veces he deseado que Vándalo nunca los asesinara para que no tuvieras que sufrir por esta pérdida. Haría cualquier cosa porque eso no hubiera pasado, aunque significara no conocerte nunca. Fue NUESTRA culpa, Rip: no estabas solo, no estás solo. Estoy aquí, contigo. Y tan agradecida por escucharte decir todo esto. ¿De verdad te he ayudado? ¿Qué más puedo hacer? Por favor: dime qué más puedo hacer.


Sus ojos se cerraron naturalmente cuando la cabeza de la chica se recargó en su pecho, y sus palabras hicieron eco hasta alcanzar sus más profundos sentimientos, luchando una vez más por no perder el control simplemente la escucha por unos momentos. Su voz expresando lo que siente, sin reaccionar hasta dejarla terminar y aún después pensando cómo responder.

-Pero si ya hiciste tanto... y solo necesito que te quedes.

Su voz instintivamente sonó más suave, había dicho las palabras que se le habían cruzado sin pensarlas hasta ahora. Se apartó apenas un poco para depositar un suave beso en su cabello, apreciando todo lo que ella ha hecho solo para él.

-Gracias por quedarte a mi lado, aún en mis horas más obscuras.

Aspiró fuertemente, y recargó su frente en la suya dedicándose a disfrutar de su calor, dándose un tiempo para relajarse.


Ella finalmente pudo sonreír, aunque las lágrimas no paraban de caer, sentía que estaba bien, que debía dejarlas salir.

-Si eso es todo, Capitán, no me costará ningún esfuerzo obedecerte. Me voy a quedar, me QUIERO quedar, para siempre... o hasta que tú quieras.

¿Porqué debía preocuparse en ese momento por decirle que lo amaba? Le había pedido quedarse, le había dicho que lo había ayudado, ¿qué más podía pedir?

Mi dulce Capitán, mi valiente Capitán: yo daría mi vida por ti y lo único que me pides es quedarme. Claro que lo haré. Especialmente ahora, que... sé cómo se sienten tus brazos. ¿Cómo podría dejarte?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top