16. Bedsharing (Chusston)
-Yyyyyyyy... allá va tu tienda de campaña.
-Ajá...
-¿Porqué pensé que era una buena idea acompañar a Los Jóvenes Castores?
-Porque pensaste que tu tienda no terminaría flotando río abajo, ¿tal vez?
No pude sostener más mi ceño fruncido por el inconveniente de ver mi tienda desapareciendo por la corriente, cuando Chussa me echó una de sus miraditas divertidas.
Se lo había hecho de nuevo: había cometido una estupidez al tratar de pasarla bien juntos. Pero ella siempre se lo tomaba con tan buen humor. Creo que más bien se divertía a costa de mi sufrimiento, pero verla sonreír en vez de enojarse, valía cada maldito segundo de frustración por mis torpezas.
-Eso sí que es mala suerte- Hugo se nos acercó, con su optimismo habitual -. Pero creo que Chussa tiene una suficientemente grande para dos adultos.
-No se preocupen, mi bolsa de dormir sigue intacta, puedo quedarme afuera.
-¿Y que te devoren los mosquitos o te enfermes si llueve- cuestionó, alarmado -? Eso no sería agradable.
-No, no lo sería, porque es mi castigo por ser estúpido.
-¡Fenton: no seas niño!- la lechuza chascó la lengua -¡No va a pasar nada porque duermas en mi tienda! ¿O sí?
Grité internamente cuando me echó una miradita pícara.
-¡No, no, nada!- exclamé agitando las manos.
-Entonces ya termina el berrinche y no arruines tu noche, venimos a divertirnos- sonrió tomándome la mano, con lo que se me bajó el enojo de 100 a 0.
~*~*~*~
-Fenny, ¿no puedes dormir?
La pregunta no me sorprendió: había dado como 20 vueltas dentro de la bolsa, totalmente inquieto.
-Hace mucho calor para estar envuelto- respondí, aunque no mentía, era solo una parte de mi nerviosismo.
Destápate, no he escuchado ningún mosquito así que al cerrar la tienda no nos encerramos con ninguna de esas pequeñas bestias.
Suspiré fuertemente -¿Pero cómo voy a estar en pijama a menos de un metro de ti?
-¿Porqué te molesta?- me preguntó, girándose para mirarme, preocupada. Sentí que me quedaba sin respiración por un segundo.
-Dormir juntos... solo dormir... debería ser especial- balbuceé -. No por la tontería de que mi tienda cayó al río y sin planearlo estamos aquí, pasando la noche juntos.
En silencio bajó el cierre de su bolsa y la dejó extendida, arrodillándose junto a mi.
-Fue un día divertido- dijo acariciando mi cabeza -. Estuvimos riendo y jugando y cantando y caminamos por ese bosque. Y ahora estamos juntos. ¿Qué más quieres para que sea especial?
Sentí que se me iba toda la sangre a la cara, pero supe que no debía dudarlo más. Abrí la bolsa y me senté, doblándola sobre si misma.
-Haz lo mismo con la tuya para que quede un poco más acolchado- quedó algo así como un futón al aceptar mi petición, nos sentamos uno frente al otro, mirándonos.
-¿Estás bien, Fenny?- preguntó, interrumpiendo que mi mente se había quedado en blanco, como si hubiera solo estática en mi cabeza y ella regresara la señal.
Asentí, estirando mi brazo para acariciar su cara. Sonrió y cerró los ojos, soltando un suspiro.
-No quiero ser aguafiestas, pero yo sí tengo sueño- se rió un poquito.
-¡Ah, claro!- exclamé, acostándome de lado, mirando como lo hacía ella también hasta quedar de nuevo mirándonos. Se veía preciosa, acostada con su camiseta y pantalón corto de pijama.
-Cada día contigo es especial, no lo dudes- susurró muy seria, antes de bostezar y tallarse los ojos.
La rodeé con mis brazos, aún sabiendo que se me dormiría el que quedó abajo, y sentí que se relajaba acurrucándose -. Buenas noches, Fenny.
-Te quiero tanto, mi Chus. Que tengas sueños tan dulces como tú- musité, antes de besar su cabeza y cerrar los ojos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top