11. First time -no sex- (Chusston)
(Voy a aprovechar para contar cómo se conocieron, ¿ok? Oooook)
-Hola, Pato Aparato, ella es Lechussa... eh... estará encantada de conocerte, seguramente: cuando despierte.
McQuack me señaló un sillón individual en la oficina del Señor McPato, donde había una lechuza blanca dormitando con la mejilla recargada en su mano.
No entiendo qué me pasó, pero sentí que se me cortaba la respiración y mi cara se ponía roja (afortunadamente no se notaba por el casco, o al menos eso esperaba).
-No puedes culparla, lleva muchas horas despierta y debe tener un jetlag horrible- explicó McPato condescendiente -. Es italiana, y vino a buscarme porque, en sus muy sabias palabras "soy el mejor buscador de tesoros del mundo", y trajo algunas pistas sobre el paradero de un anillo reliquia de su familia, perdido por décadas.
-Sí, pero la joyita familiar resultó mágica- continuó McQuack -. Y no éramos los únicos buscándola: un tipo se llevó el anillo y lo usó para convertirse en un grifo volador. Soy muy buen piloto pero no alcanzas a detener a una cosa que vuela y es pequeña con un biplano, a menos que lo derribes y eso hubiera perdido el anillo bajo el mar.
-Por eso te llamamos: en nuestro próximo intento necesitaremos a alguien que vuele y pueda tener contacto directo.
Tragué saliva, no me había enfrentado a nada mágico, y menos a un... grifo... ¿son esas cosas con cuerpo de león y alas y cabeza de águila? Tendría unas garras de cuidado.
Escuché un ligero quejido, al girarme hacia donde provenía, la chica se estaba acomodando en el pequeño sillón, apretando los ojos.
Sí, tenía que ayudarla y protegerla.
-¡Cuenten conmigo!
-Sabía que podrías hacerlo- sonrió McPato -. Ahora, por favor: lleva a esta pobre niña a la habitación de invitados para que pueda tener un buen descanso.
Supuse que para él era una niña, mi Jefe tiene como 500 años, pero al acercarme y cargarla, no pude evitar notar que era una chica con curvas... ¿porqué me estaba sonrojando de nuevo?
Obedecí lo que me habían pedido, y de repente me encontré embelesado al verla acurrucarse inconscientemente en la cama, con una sonrisita de satisfacción.
Me quedé mirándola unos minutos, pensando que era por asegurarme de que si despertaba le diría que todo estaba bien, pero sabiendo que lo que quería era verla. Hasta que me convencí de que estaba mal, quedarme ahí sin su permiso.
-¡Hola, Pato Aparato!
-¡¿QUÉ... YO SOLO LA TRAJE A DORMIR PORQUE EL SEÑOR MCPATO ME LO PIDIÓ...ENTRÉ, LO HICE Y AHORA ESTOY SALIENDO, NO VAYAN A CREER QUE... Hola, Rosita. Hola, Hugo...
-¡Hola! ¿Ya conociste a Chussa? Es muy linda, ¿verdad?- me saludó la niña con su entusiasmo habitual.
-No... técnicamente no la conozco, estaba dormida- traté de sonreír, nervioso.
-Ooooooooh- Hugo sonrió inquisitivo -. Creo que estamos frente a un grave caso de Bella Durmiente.
-¿EH?! ¡¿De qué hablas?! En La Bella Durmiente se conocieron y bailaron, y luego... luego... sí, eso pasa en la película, estamos frente a un grave caso del cuento original.
-Te ves derrotado y acabas de conocerla- dijo Rosita con su clásica compasión.
-Pato Aparato va a luchar por recuperar su reliquia familiar, ¿cómo podría siquiera notar a Fenton?
-Muy simple: tiene que conocer a Fenton primero.
¿Cómo es que estos niños siempre son unos genios?
~*~*~
-Hola, soy Fenton, ¡gusto en conocerte! No, no, no, no... tengo que decirle primero gusto en conocerte antes de mi nombre, o pensará que me pongo primero para todo. ¡Hola, gusto en conocerte! ¡Soy Fenton!
Estaba hablando solo por los jardines de la mansión, donde los chicos se la ingeniarían para llevarla y nos encontraríamos "por casualidad". Nunca he sido alguien que impresione a las mujeres, así que... no tenía idea de qué decir.
Al parecer, mi única opción era... ser... yo mismo. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH.
-¿Qué flores te gustan? ¿Las rosas, las azaleas, los lirios de sangre del amazonas... o no espera, esos no tenemos- mi pánico creció cuando escuché la fuerte voz de Rosita acercándose.
-Oh, me gustan todas las flores, ragazza. Tienen un jardín magnífico- ¿esa... esa era... su voz... la había escuchado hablar por primera vez? Qué mala idea era todo esto. Mala, mala, malísima.
-¡Hola, Fenton!- y listo: ya no había escapatoria. La niña me saludaba con la mano desde detrás de las gerberas.
Devolví el saludo con lo que yo pensaba que era una sonrisa. Espero que sí lo haya sido.
-¿Cómo estás?- pregunté, cuando estaban cerca, tratando de ignorar que la recién llegada me inspeccionaba con curiosidad. Sentir que me observaba era abrumador.
-Ella es Chussa, viene de visita-presentó con entusiasmo a la mayor -. Chussa, él es...
-Claro, sé quien es- ¿CÓMO QUE SABE QUIÉN SOY? ¿SABE QUÉ SOY PATO APARATO? ¿CÓMO PUEDE SABERLO? -. Eres Fenton Crackshell Cabrera, el becario de Ciro Peraloca.
-Ah... sí... eh... mucho gusto en conocerte, yo soy Fenton- ¿Qué demonios fue ese saludo? ¿Porqué no me tragaba la tierra?
-Igualmente, mucho gusto- sonrió, y supe que mi mundo se había volcado a esa sonrisa.
-Le enseñaba el jardín mientras preparan la cena- Rosita retomó el control de la situación -. ¿Vas a quedarte a cenar, verdad? Chussa es de Italia y yo jamás he estado allá así que quiero preguntarle muchas cosas, y seguramente a ti también te interesa, ¿verdad?
-Sí, seguro, nunca he estado en Italia... o... fuera de esta ciudad- reprimí el impulso de golpearme la frente, ¿porqué había dicho eso? No debía causarle pena.
-Bueno, pues responderé todas las preguntas que tengan- respondió sonriendo... todo lo demás parecía desaparecer.
Esperaba hacerlo mejor en la cena...
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Sospeeeeeecho que no lo hizo mucho mejor, pero bueno, a lo mejor se quedó nada más callado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top