𝐃𝐢𝐚 𝐜𝐢𝐧𝐜𝐨:

•24/01—Flor de violeta: En el lenguaje de las flores se asocia con la inocencia y pureza de los niños, ya que su color púrpura se considera un símbolo de la expresión de cariño sincero e inocente.

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Recordaba que sus padres tuvieron un día libre del trabajo, así que habían decidido que saldrían los cuatro juntos a un paseo para hacer un picnic familiar.

Recordaba a su nii-chan ayudar a su madre haciendo y empacando la comida para el paseo y el mismo picnic: sándwiches de huevo, cuatro bentos, galletas con diferentes formas y colores, algunas bebidas, etc. También recordaba a su nii-chan llevando su balón de fútbol para que jugarán.

Recordaba lo largo del viaje en auto hasta el lugar que sus padres eligieron para su picnic, su nii-chan le había dicho que si quería podía dormir y después él lo iba a despertar una vez llegaran, pero no quiso, tenía más curiosidad por ver el paisaje desde la ventana pero claro, en ese entonces tenía solo cinco años, y simplemente se durmió después de un rato de viaje en el auto.

Recordaba muy bien que su nii-chan cumplió y lo despertó en cuanto llegaron, no sabía a dónde los habían traído sus padres, pero no le importó mucho; su Nii-chan simplemente tomó su mano y lo guió siguiendo a sus padres.

Recordaba estar sorprendido por ver tantos árboles, así como pasto y arbustos, no estaba seguro si había sido su nii-chan o alguno de sus padres quién le había dicho que estaban en el bosque a los pies de una montaña, sólo tenían que seguir el camino indicado a la zona habilitada para picnic, pero sí tuvo presente que no importaba si lo olvidaba, porque su nii-chan no lo dejaría solo.

Recordaba ver más niños una vez llegaron a la zona del picnic y se instalaron, pero no quiso acercarse a ellos, él sólo quería estar con su nii-chan y su nii-chan estaba molesto, no recordaba del todo el porqué, pero creyó escuchar que una de las reglas de la zona de picnic era no jugar al fútbol porque podía molestar a los demás.

Recordaba a su nii-chan estar muy molesto por eso, entonces él también se molestó, indignado junto a su nii-chan porque no podía jugar al fútbol, aunque eso les duró poco, no recordaba bien aquello, pero de alguna manera su nii-chan aceptó que simplemente tendrían que conformarse con explorar las zonas permitidas para entretenerse o irse a jugar con los otros niños; obviamente su nii-chan prefirió explorar y llevárselo con él a mirar el lugar.

Recordaba que vieron un montón de insectos mientras exploraban, incluso llegaron a un pequeño arroyo cercano donde estaban creciendo unas bonitas flores violetas, que aparte de bonitas, sabían muy bien.

Recordaba que después de comerse esas flores, cuando su nii-chan se distrajo un momento, le había comenzado a picar la garganta y la cara; lloro incómodo por la molestia y fue cuando volvieron con sus padres.

Recordaba a su nii-chan preocupado por su estado mientras sus padres estaban aterrados por lo que fuera que le estuviese pasando. Hasta ahí llegó su paseo y picnic, porque después recordaba que fueron de urgencia al hospital para atenderle.

Ahora, años después de ese incidente, Sae, su nii-chan, recuerda con gracia cómo interrumpió su aburrida salida familiar cuando le dio una reacción alérgica por comerse unas flores de violeta que crecían cerca de un arroyo; Sae nunca lo culpo por haberse comido esas flores, a palabras suyas, eran un niño de seis - siete años, cuidando a uno de cinco, era obvio que algo malo podía pasar... aunque de lo único que jamás estuvo seguro era sobre el remate de la historia, según Sae.

Porque según Sae, él primero le había ofrecido un "ramo" de violetas como una muestra de cariño y cuando Sae volteo a verlo, él ya se había comido la mitad "del ramo" de esas mismas flores.