Beso
𝐃𝐢𝐚 𝐬𝐢𝐞𝐭𝐞:
•26/01—El Jazmín: Está flor florece por la noche, por ello en el lenguaje de las flores se considera un símbolo de la pasión secreta y el amor prohibido.
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Un beso. Un inocente y banal beso fue lo que los condenó por completo.
Sae y Rin siempre habían sido conscientes de lo extraña que era su relación para el mundo entero, incluyendo a sus padres; su padre había hablado muchas veces con Rin sobre lo "indebido" que era que continuara insistiendo en dormir en la misma cama con Sae cuando ambos tenían su propia cama respectivamente, a pesar de que antes no les importaba porque Rin solía tener pesadillas y Sae era el único que podía calmarlo; Sae tuvo un montón de conversaciones incómodas con su madre sobre que no debía darse besos en la mejilla con Rin, aún cuando ella lo encontraba adorable cuando eran pequeños, porque ambos lo hacían imitándolos a ella y su esposo, ahora que ambos estaban entrando a la adolescencia y era raro.
Y eso era uno de tantos temas: todavía les gustaba bañarse juntos, no les gustaba relacionarse con nadie que no fuera el otro, tenían muchas "salidas" juntos que casi parecían "citas". Incluso, en una ocasión, alguien que los vio de lejos pensó que eran una pareja de novios y se lo comentó a sus padres, lo que llevó a que cuando llegaron a su casa, les esperaba otra charla incómoda sobre el mismo asunto.
Estaban tan acostumbrados a eso, que ya sólo podían prometer intentar cambiar y con eso les dejaban en paz, aunque fuera por unos días; pero hubo algo diferente días después.
Sus padres los dejaron solos por una noche, supuestamente fueron a una fiesta en casa de unos amigos y no volverían hasta muy tarde en la madrugada; así que ambos hermanos simplemente aceptaron aquello y organizaron su propia noche de películas de terror como solían hacer cuando se quedaban solos en casa.
Ninguno recordaba exactamente qué fue lo diferente en esa noche de películas; Rin pensó que tal vez fue el té de jazmín que Sae tomó en la cena y puso en los ochazuke de la cena; Sae creía que fue una mezcla de las hormonas y el momento tan íntimo que tenían. Ninguno lo sabía, pero en esa noche, con la brillante luna nueva iluminando una parte de su cuarto junto a la televisión prendida proyectando una escena de alguna película que alguno de ellos puso... se dieron un beso.
Comenzó como un beso inocente, casi un roce de labios, un aburrido y monocromático primer beso de niños, no recordaban quién lo inició; Sae estaba seguro que fue Rin cuando se acercó a abrazarlo y Rin insistía que fue Sae cuando lo intentó asustar durante una escena de tensión en la película, pero lo que ambos si recordaban y era algo mutuo, fue como volvieron a besarse.
Ahora fue un beso más apasionado, abriendo ligeramente sus bocas para saborearse mutuamente, luego vino otro, y otro, y otro... y vinieron muchos besos más, fueron tantos besos que cuando ambos cayeron en cuenta, ya estaban en la cama de abajo de su litera, solo en interiores, acariciando sus cuerpos y todavía con la necesidad de seguir besándose hasta descubrir que tan lejos podían llegar. Que tan tentadora podría ser cruzar la línea de lo "moral" hacía lo "prohibido".
Ninguno preguntó eso, ambos sabían la respuesta, aunque siempre intentaron esconderla en lo más profundo de su ser con tal de no tener problemas, no podían negarlo más. Para ellos mismos, ellos jamás fueron "hermanos", siempre fueron "amantes", "almas gemelas" incluso.
Sae y Rin sabían que su amor, al ojo público, era prohibido y asqueroso, después de todo todavía eran "hermanos"... pero esa noche, aquella donde ambos se dieron su primer beso hasta volverse uno finalmente con el otro, no eran "hermanos". Eran dos almas juntas por fin que solo deseaban amarse hasta el delirio mismo.
Obviamente, jamás comentaron en voz alta lo de esa noche, todo quedó entre ellos, las sábanas sucias que los acogieron y la luna llena como su único testigo ajeno... pero el hecho de no hablar al respecto, no significaba que no lo iban a repetir.
Habían desechado lo "moral", lo "correcto" y el ser "hermanos"; ahora solo aceptaban lo "prohibido", lo "secreto" y el ser "amantes". Porque eso era todo lo que deseaban.
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