꒷꩜໋᪶˒꒰❛ especial 08❜𖦹̫ꪳ𝆃
꒦꩜ Especial YanTao.
Todo había empezado cuando eran solo unas niñas. Ambas se conocieron en sus primeros años de escuela, haciéndose unidas rápidamente.
Era curioso, pues incluso en aquellos tiempos entre ambas había una gran diferencia. Yanfei era una niña bastante callada, todo lo contrario a Hu Tao, a quien castigaban constantemente por no estarse quieta y hacer llorar a sus compañeros.
No obstante, habían logrado forjar una linda relación, aunque al principio no parecía funcionar del todo bien.
Pasaron los años y entre ambas surgió una brecha. Cada vez se sentían más lejos de la otra, especialmente Yanfei, quien en muchas ocasiones veía de lejos a quien era su mejor amiga y se preguntaba si era correcto seguir junto a ella.
Porque después de todo, no dejaban de ser el día y la noche. Y su relación cada día decaía más.
Es por esa brecha que en aquel viaje que realizaron en fin de curso, Yanfei se odió. Se odió por haber sido tan débil y haber aceptado la petición de Hu Tao de estar en la misma habitación en el hotel. Porque durante aquellos días se dio cuenta de que estaba enamorada de ella, y de que ya no había vuelta atrás.
Y cada día la sentía más lejos de ella.
Tras todo un verano sin apenas hablar ni verse, ambas se reencontraron en el instituto, allí donde Hu Tao regresó con los mismos ánimos de siempre y buscando con ganas a su mejor amiga.
En ese año, todo dio un cambio brusco, haciendo desaparecer aquella brecha que las había separado. Yanfei notó esto, y se preguntó si para empezar su mejor amiga había notado la brecha cuando existió.
Por el bien de ambas, decidió dejar aquella etapa en el olvido, decidiendo ver qué tenía el destino preparado para ambas de ahora en adelante.
El tiempo pasaba. Ahora cada día se sentía más unida a Hu Tao, quien solía insistir seguido para quedar y pasar un rato juntas. En muchas ocasiones acababan en casa de Yanfei jugando a cualquier cosa, y rara vez se quedaban hasta tarde en la calle.
— Oh, pues mira qué casualidad. Ese restaurante es de mis tíos.— Comentó la de orbes jade cuando escuchó a la otra decir que iría junto a su familia a cierto restaurante cerca del centro de la ciudad.— Pensaba pasarme por allí ese día. Si quieres podemos vernos y hablar un rato.— Hu Tao la miró con los ojos consumidos en emoción.
— ¡Sí, sí, sí! Acepto. Uh, me encantaría verte por allí. Además, así podrás conocer a mi padre.— Yanfei rio con nerviosismo. Cuando conoció a Tartaglia, este le había hablado sobre su esposo. Y aunque parecía alguien excesivamente amable, también lo veía como una persona muy seria e imponente y le aterraba la idea de encontrarlo.
Sin embargo, tuvo que afrontarlo. Una vez llegado el día, ella trató de vestirse lo mejor que pudo para dar una buena impresión. Por primera vez arregló su cabello, el cual optó por recoger en una coleta alta para que no le molestara (aunque luego se dio cuenta de que lo mejor hubiera sido dejarlo suelto, pero no quería más contratiempos y se fue así). Al llegar al lugar estuvo ayudando a sus tíos durante un rato hasta que escuchó una voz conocida. Tomó su móvil y miró la pantalla, sabiendo ya de memoria que era Hu Tao (ella misma le había cambiado el tono de llamada para cuando la llamase, dejando un audio de ella tarareando una extraña melodía de procedencia desconocida).
— ¿Puedes venir?— Preguntó la de orbes carmesí desde el otro lado de la línea. Yanfei suspiró.
— TaoTao, lo primero es saber dónde estás.— La contraria rio con nerviosismo. Resulta que cuando habían llegado Yanfei estaba por la zona de arriba, así que no habían cruzado en ningún momento.
— Estamos en la zona de abajo, en las mesas de fuera, cerca de la entrada. Estoy al lado de la puerta que da al interior, así que me verás rápido.— Hablaba mientras su mejor amiga bajaba las escaleras. Estando abajo buscó con la mirada a Hu Tao, a quien encontró rápidamente, pues era bastante llamativa.
Por un momento se sintió paralizada. Sobre su cabello suelto (extraño en ella, porque siempre llevaba dos coletas) llevaba dos flores rojas. Un largo vestido negro cubría su cuerpo, dejando al descubierto sus hombros y un poco sus pies por abajo. Al salir de su pequeño trance y acercarse, pudo divisar un eyeliner rojo en ambos ojos y sus típicas uñas pintadas de negro, algo que ya estaba acostumbrada a ver. Lo único que le sorprendió fue ver sus labios pintados de un tono oscuro.
Nuevamente resaltaban las diferencias entre ambas. Aunque en esta ocasión Hu Tao se veía elegante, algo que llamó su atención.
— ¡YanYan!— La recibió con alegría su mejor amiga. Pudo ver que quiso acercarse a abrazarla, pero por algún motivo se arrepintió y se alejó ligeramente de ella.— Ah...
— Es un placer teneros aquí.— Habló Yanfei al ver que la contraria se había quedado sin palabras.— Ah, tu padre es ese...— Murmuró al ver a Zhongli. Sintió miedo, iba a ser sincera.
— ¡Ah, sí! Él es Zhongli, el de la coleta.— Aclaró la de orbes carmesí mientras se colgaba de su brazo y señalaba rápidamente a su padre.— ¿Quieres que le diga que hable contigo? Para que lo conozcas un poco.
— No hace falta, gracias. Ya me acercaré yo luego. Ahora mismo estoy algo ocupada, debo arreglar unas últimas cosas.— Iba a retirarse, pero Hu Tao la detuvo tomando su muñeca.
La verdad es que Yanfei quería pasar más tiempo con Hu Tao, por lo que quería avisar a sus tíos de que iba a dejar de ayudarlos ya, para así no desaparecer de repente. Tras eso, tenía pensado regresar, aunque no le molestó nada ser detenida. En el fondo no quería abandonar aquel lugar.
— Oye, yo... Me preguntaba si quería salir conmigo este martes... Para tener una cita, ya sabes.— Dijo con nerviosismo. Sus mejillas habían sido coloreadas de carmesí, logrando con sus palabras dejar igual a la contraria.
— ¡P-Por supuesto! Sí, sí, sí, encantada.— Asintió reiteradas veces con su cabeza.— Ahora cuando regrese hablamos mejor esto. Tengo prisa.— La de orbes carmesí la vio irse de allí con el corazón latiendo a mil.
Ambas consumidas por el mismo sentimiento, sintiendo un placentero regocijo ante la idea de tener una cita con la contraria.
Mientras hablaba con sus tíos, Yanfei pensaba que debía tranquilizarse para cuando volviera. Conocería al padre de Hu Tao y bueno... Le daba un poco de miedo.
Se entretuvo un poco antes de ir allí, buscando relajar su desastrosa mente. Al llegar, saludó tímidamente a su familia, siendo introducida en la conversación rápidamente gracias a Tartaglia.
Pasado un rato se fueron de allí para hablar más cómodamente, dejando a los otros atrás. Yanfei juró que nunca antes en su vida se había sentido tan asustada, mas, aquel miedo desapareció pronto gracias a la amabilidad de Zhongli.
Aquel día fue un pequeño empujón para su relación, la cual pronto dio un paso más.
Al empezar a salir con Hu Tao, Yanfei descubrió muchas cosas. Por ejemplo, en un principio, aunque Hu Tao parezca una persona muy cariñosa y que está todo el día tocando a los demás, realmente era más reservada. Su novia nunca tomaba la iniciativa, fue ella la que tuvo que extender la mano para que la contraria la tomara, fue la que tuvo que abrazar para ser correspondida e incluso sintió la necesidad de pedirle permiso para besarla por primera vez.
Aunque eso no fue más que el comienzo. La confianza hizo que Hu Tao empezara a darle cariños sin pudor; la besaba cuando menos se lo esperaba, la abrazaba por la espalda sin previo aviso, tomaba su mano sin dudarlo y no se preocupaba por no controlar su tono de voz ni ocultar su emoción. Era como si toda inseguridad hubiera desaparecido.
Así pasaron los años. Desde que apenas entraron en su adolescencia hasta ahora que ya estaban a principios de su adultez.
Ambas llevaban siete años juntas y aún sentían todo como al principio. Vivían disfrutando del tiempo que podían pasar juntas, aunque ahora Yanfei era un poco más estricta porque su novia se controlaba muy poco con lo que decía y hacía.
Sin embargo, lo importante es que ambas aún seguían amándose. Para ellas, seguir juntas era lo más valioso que podían gozar. Especialmente después de haber estado separadas durante un año, año que resultó eterno y en el que lo único que hicieron fue sufrir por la decisión que tomaron.
Aunque era algo que querían olvidar y hacer como si nunca hubiera pasado, porque no era más que una mancha en su relación.
— ¿Sabes? La verdad es que me alegro de estar hoy aquí contigo.— Habló Yanfei mientras apretaba la mano de su novia. Estaban ya cerca del hogar de Hu Tao, donde probablemente serían recibidas por Zhongli y Tartaglia.— Te amo, TaoTao.— La castaña sonrió y se lanzó a los brazos de su novia para poder besarla.
— Yo también te amo, YanYan.— Murmuró antes de unir sus labios.
Sí, para ellas aquel año jamás existió.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top