Kazu <3
Venti, ¿cómo está Xiao?

Ventilador
Vivo.

Furro 🦊🦊
¿No podrías dar más detalles?

Ventilador
Se está quejando de que duele
Bueno, se ha quejado todo el rato
Ahora estamos esperando a que Albedo regrese
Klee no deja de hablar

Kazu <3
Bueno, cuando estéis más tranquilos nos contáis cómo fue.
Veo que estás un poco ocupado.

Ventilador
Sí, lo siento :(
Cuando regresemos a casa te llamaremos

Furro 🦊🦊
¿Te quedarás a dormir con él hoy?
uwu

Ventilador
GOROU POR FAVOR
Y sí, pasaré la noche con él

Furro 🦊🦊
Uuuuh
¿Por qué no aprovechas?

Ventilador
Te voy a acabar echando del grupo

Furro 🦊🦊
No, que KaeKae me extrañaría :(

Kazu <3
¿Por qué lo haría, si te tengo al lado?

Ventilador
LUEGO ME DECÍS A MÍ

Furro 🦊🦊
NO ES NADA RARO VENTI

Ventilador
📸📸📸📸

Antes de recibir alguna respuesta, Venti dejó su móvil y lo guardó en su sudadera. Observó de soslayo a su mejor amigo, quien mantenía lejos a Klee con algo de miedo.

— Klee, ven aquí.— La llamó el de trenzas, palmeando el asiento libre a su lado.— A Xiao le duele el brazo. Ten cuidado con él.— La niña asintió en silencio y fue a sentarse a su lado.— ¿Cómo te sientes?

— Quiero morir.— Venti dejó escapar una carcajada.

— Eso te pasa por ir a lo grande.— Tomó con cuidado su brazo y se acercó para inspeccionarlo.— Pero es muy bonito... No te culpo.— Esbozó una sonrisa. El contrario se sonrojó.

— Hey, par de tortolitos.— Los interrumpió el rubio mientras entraba en la sala.— Lamento la tardanza, me entretuve hablando con Sucrose.— Tomó asiento frente a ellos y le mostró a Xiao una crema.— Ahora, como supongo que ya sabes, debes cuidar durante un tiempo el tatuaje. Además deberás volver para repasarlo.

El de ojos ámbar suspiró.— Sí, lo sé.— Tartaglia le había contado lo que tuvo que hacer con todos sus tatuajes, así que ya sabía bien qué le esperaba ahora.

La noche ya había caído y el frío había aumentado notablemente. Lo notaron al salir del establecimiento.

Tras despedirse de los familiares de Venti y el resto de trabajadores, ambos se encaminaron hacia el hogar de Xiao, donde pasarían el resto del día.

— Tengo hambre.— Se quejó el de trenzas.— Xiao, vayamos más rápido.

— Está bien, está bien. ¿Qué quieres comer, a todo esto?— El joven llevó una mano a su rostro, pensativo.

— Cualquier cosa está bien. Mientras después pueda tomarme una buena manzana.— Respondió finalmente.— A todo esto, ¿cuál es tu comida favorita?

— Tofu de almendras.— Contestó casi al instante.

— Nunca lo he probado.— Comentó un Venti.— Algún día me gustaría hacerlo.

— Pues algún día te prepararé algo.— Ambos se sonrieron y siguieron su camino.

— Cierto, le prometí a Kaedehara que lo llamaría al llegar a casa.— Avisó el de trenzas.— Gorou está con él, así que...

— Gorou siempre está con él. Una vez se puso a gritar mientras jugábamos.— Suspiró mientras sacaba las llaves de su bolsillo.— Joder, duele.

— No hagas movimientos bruscos.— Venti le quitó las llaves y abrió la puerta.

— Gracias.— Con cuidado retiró la llave y entró a su hogar tras el contrario.— ¡Ya llegamos!

— ¡Hey!— Los saludó Hu Tao, quien pasaba por allí.

— ¡Buenas noches!— Escucharon a Ganyu desde el salón.

— ¿Papá y el otro no están?— Le preguntó Xiao a su hermana.

— No, salieron un rato.— Respondió.

— Ah, cierto, ¿vas a tu habitación?— El de orbes esmeralda inspeccionaba el lugar con una mirada expectante.— Llévate a Childe contigo, por favor. Venti es alérgico a los gatos.

— Ah, está bien. Pensaba hacerlo de todas formas. Voy a buscarlo.— Y se fue rápidamente de allí.

— Ah... Venti, voy a pasar la aspiradora por mi habitación, ve a la cocina mientras.— El contrario asintió e hizo lo que Xiao le había pedido, mientras este iba a por las cosas que necesitaba y luego se dirigía a su habitación.

El chico llegó a la cocina y encendió la luz, observando con timidez el lugar. Se adentró al mismo y se quedó de pie junto a la mesa, sin saber exactamente qué hacer.

— Hace tiempo que no tenemos tiempo para hablar.— Ganyu entró en la cocina y le dedicó una sonrisa.— Puedes sentarte, por cierto.— El de trenzas asintió y se sentó tímidamente en una de las sillas que había por allí.— No sabes cómo me alegró cuando Xiao dijo que ibas a quedarte hoy a dormir.

— ¿Tantas ganas tenías de hablar?— Preguntó con cierta inseguridad, como si hubiera temido de hacerlo. La joven de cabello celeste asintió y sonrió.

— Finalmente te atreviste a hablar con mi hermano menor. Estoy orgullosa de que dejaras tu miedo de lado y te acercaras a él.— Comentó mientras se calentaba agua para hacerse un té.— Mira dónde has llegado.

— Gracias a esto conseguí nuevos amigos... Y de verdad aprecio a Xiao.— Confesó el de mechas celestes mientras jugueteaba con sus manos.— Me alegra haberme acercado a él.

— Aunque bueno, fue tu pequeño Luther el que tomó la iniciativa.— Bromeó la joven. Venti no pudo evitar reír.

— Fue muy vergonzoso en ese momento, pero he de admitir que es una anécdota bastante divertida. Nunca voy a olvidar la cara de Xiao al contarlo.— Comentó con diversión.— Por cierto, me gustaría preguntarte algo.

— Soy toda oídos.— Se apoyó sobre la encimera y lo encaró.

— ¿Sabes si Zhongli tardará mucho en regresar? Hay algo de lo que me gustaría hablar con él.— Ganyu desvió la mirada.

— Creo... Que probablemente regresarán dentro de una hora, aproximadamente.— Respondió, volviendo a dirigir su vista al menor.— ¿De qué quieres hablar con él?

— Ah, bueno...— Su rostro se volvió rojo de repente. Ganyu sonrió con diversión.

— ¿Enamorado?— Venti asintió lentamente.

— Ha-Hace tiempo que se lo había comentado, pero aún no lo había confirmado del todo.— Desvió la mirada, completamente avergonzado.— Y ahora me gustaría hablar un poco con él también. Hay algunas cosas que quisiera saber.

— Bueno, probablemente encuentres un momento para hablar;— se dio la vuelta para seguir con su trabajo, pues el agua finalmente se había calentado.— igualmente, si quieres, puedo echarte una mano. Es tan fácil como pedirle a Hu Tao que entretenga a su hermano para ganarte algo de tiempo.

— Gracias. Te debo una.

— No hay de qué.— Terminó de preparar su té y tomó asiento al lado del de trenzas.

Un par de minutos después, Xiao ya estaba allí.— Ya terminé.— Anunció.— Lamento la tardanza, tuve que revisar si las sábanas estaban limpias también. Childe es demasiado salvaje.— Aclaró mientras se desperezaba.— Entonces, Venti, ¿me habías dicho que te daba igual lo que fuera la cena?— El joven asintió.

— Deja que te eche una mano.— Pidió el de trenzas. La de cabello celeste se negó.

— Eres nuestro invitado, así que toma asiento y relájate.— Le ordenó. El contrario asintió y se quedó en su sitio.— Nosotros lo haremos.

— Gracias, pero realmente no necesito ayuda.— Ganyu negó con su cabeza.

— No te preocupes, no es nada. Deja que te eche una mano.

Venti aprovechó para regresar a su conversación con sus amigos. Retuvo una carcajada al ver todos los mensajes de Gorou tratando de excusarse y se apresuró a leer todo para poder seguir hablando.

Ventilador
Hey, ahora vamos a cenar, así que cuando terminemos os llamamos, si es que podéis hablar
¿Qué hacéis?

Kazu <3 ha enviado una imagen.
Está devorando la cena.

Ventilador
Ahora sí parece un animal

Kazu <3
Es que el pobre tenía mucha hambre, hoy no almorzó.

Ventilador
No había escuchado nada de eso, ¿está bien?

Kazu <3
Solo fue un conflicto con sus padres, no te preocupes. Como puedes ver en la imagen, está perfectamente.

Ventilador
Cómo no, cuando lo cuidas de esa forma...

Kazu <3
Es lo mínimo que puedo hacer por él.

Ventilador
Igualmente, eso debe significar mucho para él
Gracias por cuidarlo :(

Kazu <3
No es nada <3
Bueno, seguiré hablando con Gorou.
Nos vemos ahora.

Ventilador
¡Hasta ahora!

Salió de esa aplicación y aprovechó para jugar un rato a Geometry Dash, que por algún motivo volvía a tener descargado en su móvil. Mientras tanto, los hermanos cocinaban tranquilamente mientras conversaban.

El ambiente era tan cálido y cómodo que reconfortaba a Venti. Todos estos pequeños detalles simplemente hacían que sintiera cada vez más confianza y lograban animarlo a ser todavía más sincero con Xiao.

Pero por eso mismo tenía miedo. Cada día lo sentía más cerca de lo más profundo de su ser, logrando inquietarlo y hacerlo plantearse una pregunta.

¿Xiao aceptaría quién era realmente?