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El castaño tenía puesto un uniforme que no era el suyo, las mangas le quedaban algo largas y anchas. Estaba cubriendo a un amigo en su trabajo, por una maldita promesa que había hecho el día de navidad. Hoy era el día libre de Connor, pero le estaba haciendo el favor a Dan, un representador de la tienda, de cubrirlo.

Así que ahí estaba con su camisa floreada y sus pantalones negros ajustados. Atendió a varias personas junto con Drew, que estaba haciendo horas extras para poder comprarse una nueva televisión. No conocían mucho de flores, pero otros empleados lo ayudaron cuando no reconocían algún tipo de flor.

Estando ocupado, con su mente y cuerpo en movimiento, no dejaba de pensar en James. Seguía en duda con que elegir, ya que no lo había visto desde hacia dos días.

Por un lado, estaba su trabajo el cual le brindaba el dinero suficiente para poder mantener su hogar en pie. Y por el otro, estaba James, su mejor amigo, ese chico que lo hacia sentir a gusto y le sacaba las mejores sonrisas. Simplemente, no sabía que opción tomar.

-Disculpa, necesito hablar con el hijo del Señor McVey ¿se encuentra aquí? -La voz fina y refinada de una chica trajo de vuelta al castaño que estaba apoyado en una pared del local, ido en sus pensamientos.

Fruncio el ceño y apretó los labios, olvidar a ese rubio no era una opción si todos se lo recordaban.

-¿James? ¿Te refieres a James? -Preguntó sabiendo cual sería la respuesta de la rubia, esta asintió sin dejar de mirarlo con sus grandes ojos azules. Era delgada, algo alta y muy delicada. Rasgos finos y esculpidos con delicadeza, vestidos con unos largos jeans y una blusa celeste. Al lado de tan hermosa mujer, se sentía desvalorizado. -Si, él está, pero ha estado muy ocupado por las fechas no creo que pueda verlo en este momento.

-Digale que Debby ha venido a visitarlo, él me atenderá. -Sonrió mientras dejaba su bolso en la encimera, Connor estaba por volver a repetirle la misma respuesta pero, como si ella lo hubiera invocado, el rubio salió de una de las puertas con una sonrisa. -¡James!

Al voltear a verlos, la expresión del mayor pasó a una de sorpresa. Miraba a la chica como si fuera un fantasma, río y se acercó a la rubia que corrió hacia él abrazándolo.

-¡Debby! ¡Tanto tiempo sin verte! -No podría negar que le enojaba verlo tan feliz por la llegada de la chica, le ponía celoso que con tan solo verla cambiara su actitud.

Nate salía justo a tiempo cuando Drew lo tomo del brazo, preguntándole quién era la chica por la que James, y su madre que acababa de llegar, estaban tan eufóricos.

-Ella es Debby Collins, la ex-novia de James.

Connor quería que se fuera y jamás volviera a aparecer en la tienda.

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