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Había una vez...

"No tengo nada, ni tengo tengo todo, soy rica en sueños y pobre pobre en oro. Y que me importa si con la plata no compro amigos, ni amores, ni lunas, ni almas, ni soleees..."
— A ver a ver a ver nena. Así no se puede! Debes de ponerle ganas — Dan se levantó del asiento de la batería mirando a Jazmin la joven vocalista de la banda.
Jazmin la vocalista de la banda bufó enojada mientras hacía una mueca de pocos amigos sin voltear ver al baterista contestó:
— Yo no le voy a poner empeño hasta que hagamos un ensayo general —
— Esto es un ensayo general! De que hablas tonta! — contestó David, otro chico miembro de la banda.
— Escúchame idiota! — Jazmin replicó — Los profesionales hacemos un ensayo general con iluminación, sonido y vestuario.

Al resto de la banda no le parecía nada grata la actitud insoportable de la vocalista del grupo "sin nombre" que hasta ese momento así se llamaban. La banda estaba conformada por: Dan (el baterista) y se podría decir que líder de la manada, Alex (el guitarrista), David (vocalista masculino y responsable de poner las pistas), Natalia y Polly (coristas) y por último la insoportable vocalista Jazmin.

— Me tienes harto! En serio te lo digo HARTO y te lo puedo deletrear — habló Alex mientras suspiraba de enojo viendo toda la bronca que armó Jazmin.
— Bueno chicos hay que dejar de pelear y seguir practicando — Natalia interrumpió la pelea.

Mientras Natalia trataba de calmar los ánimos tensos dentro de aquella bodega donde la banda "sin nombre" practicaba. Nuestra protagonista venía muy simpática y muy mona en una bicicleta con un carrito montable atrás mientras hacía sonar el claxon de la bicicleta.

Justo cuando la chica estuvo a punto de entrar a la bodega chocó provocando un estruendoso ruido irrumpiendo la pelea viendo como la chica tenía espinacas y cilantro arriba de su ropa.
La banda la vio con una mueca de dolor y de pena ajena ya que siempre cometía actos torpes e inocentes aquella chica.

— Hola! Hola... ¿Todo bien? — La chica entró sacudiendose torpemente la ropa mientras cargaba una bolsa llena de verduras y la otra de ropa.
— Bien. Todo bien, ¿tu? No te lastimaste — preguntó Dan mientras veía a la chica.
— No... Todo bien... — la chica corrió a saludar a cada uno de los integrantes a excepción de una.
— Encima que llegas a cualquier hora, interrumpes el ensayo. — Jazmin habló.
— Ay pero por qué no te callas. — La chica contestó mientras seguía saludando al resto de la banda. — pasé por lo del señor George a la tienda y me pidió hacer un reparto. ¿Muy tarde llegué?
— No. Llegaste perfecto — Natalia habló — ¿La ropa para nuestra presentación?
— Oh! Aquí está. Con olor a jazmín y todo...

La chica miró a la vocalista y le entregó una bolsa llena de verduras provocando que la vocalista se enojara y le arrebatara la bolsa.

— ¿A si? — Jazmin le retó — ¿Y esto que es? — Le mostró la rama de espinaca que venía dentro de aquella bolsa.
— Es un detalle color verde que combina muy contigo. ¿Qué no te gusta?

La chica trató de agarrar la rama de espinaca que tenía Jazmin en la mano. Pero al momento de querer agarrarlo, la vocalista lo tiró al suelo molesta. La chica rio mientras que el resto de la banda miró con precisión la acción.

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— Vamos! Para! Para! Ve más despacio que lo vas a romper... —
— Y que tiene si es mío... — el pequeño contestó mientras seguía jugando con el scooter de un lado a otro.
— Si! Pero eso no significa que lo tienes que romper —

El preadolescente corrió hacia su hermano pequeño que se encontraba jugando con el scooter muy bruscamente dentro de la casa. El preadolescente se atravesó tratando de detener a su hermano mayor provocando que cayera al suelo de madera.

— Ven para acá que te mato... ven... ven...

Mientras el preadolescente correteaba a su hermano tratando de detenerlo, los demás hermanos mayores de los ya anteriores mencionados bajaban de la escalera.

— Sigo sin entender por qué nosotros nos tenemos que ir al campo y Oliver siempre el siempre pasándola bien. — la adolescente miró a su hermano mientras bajaban de la escalera.
— No. No digas esas cosas —

La adolescente bufó

— Tu sabes que el está en esa cosa del Tenis... — el adolescente defendió a su hermano.
La adolescente no parecía muy contenta al ver que su hermano no la apoyó en su idea y replicó de inmediato.
— Ay pues a mí también me gustaría estar en un challenge de tenis viviendo la vida loca.

La adolescente repeló cuando al bajar el último escalón, el hermano menor en su scooter chocó contra ella tirándola al suelo al igual que al preadolescente.

— Dios ven para acá que te mato! — la adolescente se aventó contra los dos hermanos menores mientras el otro hermano adolescente trataba de separarlos.
— Paren fue un accidente... — el adolescente corrió atrás de su hermana.

Mientras los 4 hermanos se correteaban el uno al otro. La llegada imponente de la institutriz de la mansión Murphy. Se paró en medio de la sala haciendo sonar su silbato.

— Silencio! —

Los 4 hermanos corrieron y se hicieron bolita detrás del adolescente.

— ¿Qué es esto? ¿El maratón de Múnich? — gritó — quiero que los 4 suban rápidamente al automóvil para partir al campo. — habló con un marcado acento irlandés.

Los 4 niños se veían el uno contra el otro cuando apareció el chofer en una camiseta de tirantes desatando la furia de la ama de llaves.

—¿Y usted? — miró al joven chofer — sacar esa camisa indecente y poner uniforme. Vamos, rápido! — apuntó al chofer.
— Si señorita — se dio la vuelta

La adolescente miró y se acercó a acariciarle el pelo a la ama de llaves de una forma en la que ella quería algo a cambio.

— Greta... Gretita — la adolescente habló tiernamente — ¿no podemos quedarnos acá? Anda. Dale...— siguió acariciando el pelo de la ama de llaves.
— No! no y no! Porque van a venir reparar unas tuberías de la casa y casa debe de estar sin niños y sin muebles.
— Bueno pero podemos ayudar nosotros — la adolescente sonrió tratando de convencerla.
— No... no... no... — movió la cabeza negando al pedido de la adolescente — no para eso contratamos fontaneros para arreglar tuberías.

La adolescente se alejó un poco fastidiada y la miró de una manera estresada.

— Ya es muy tarde y no vienen — contestó Greta mientras miraba el reloj de su muñeca — que gente más impuntuales...

Justo en ese momento apareció la otra ama de llaves y al parecer con un rango menor que Greta.

— Perdón por interrumpir pero puedo decir que... — miro a Greta mientras pensaba que decir — perdón ya se me olvidó...

Greta bufó.

— Ah si! Ya recordé. Ya terminé que si ya me puedo retirar — le dijo la otra ama de llaves
— Vaya! Vaya! — gritó Greta mientras alzaba su mano — pero venir mañana a primera hora. ¿Quedó claro?
— ¿Qué?
— ¡Primera hora! — Greta Gritó.
La ama de llaves miró a Greta confundida y después de unos segundos entendió todo.
— Ah... primera hora! Claro... — se dio la vuelta y se fue más perdida que un náufrago en el mar.
— ¡Cocinero! ¿Dónde está el cocinero? — Greta miró a ambos lados de la sala.
— ¡Chef! Es Chef señora!
El chef interrumpió a Greta para hacerle entender que es Chef y no cocinero como ella lo nombra.
— ¿Y que se encuentra haciendo? — lo interrogó.
— Yo estoy guardando los objetos personales de la cocina porque si no el polvo y agua lo arruina todo.
— ah... ¿y qué espera? ¿Un próximo eclipse lunar? — preguntó sarcásticamente.

El Chef bufó y volteó los ojos mientras salía de la sala para ir a la cocina.

— Bueno. Pues atrápame si puedes! — el preadolescente interrumpió subiéndose al scooter y corriendo de la sala.
— Por favor! — Greta gritó — de una vez basta!

El hermano adolescente atrapó al preadolescente y lo regañó.

— Por favor paren! Por favor para... — gritó el adolescente.
— Ay... Nicolás... — Greta se acercó al adolescente — usted ser única persona sensata en esta casa...

Nicolás sonreía.

— Y ahora — aplaudió — mucha tranquilidad que hablaré a Irlanda con señor Cilliana — Greta hizo una ademán mostrando que se quedarán quietos a los 4 niños en la sala.

Greta se dio la vuelta y camino a lo que es el teléfono de la casa. La adolescente suspiró y miró a su hermano con una mirada suplicante mientras suspiraba pesadamente.

— Por favor Nico... convéncela de que me deje quedar acá.
—Mmm Maia... — Nicolás volteó y tomó de los hombros a su hermana — trata de relajarte y disfruta tus últimos momentos de libertad porque mañana llega el carcelero mayor y todo se va a la mierda. Así que vamos a buscar nuestras últimas cosas para ir al campo.

Nicolás dejó a su hermana parada en el medio de la sala y subió las enormes escaleras anchas para ir a la habitación de nuevo.
Maia asintió mientras sonreía y siguió a su hermano por las escaleras de regreso a su habitación.

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— Gracias señor Fitzgerald — le sacudió la mano al hombre. — Quedo en la espera de su respuesta. Comuníquese a mi directo en Washington, Estados Unidos o por fax — habló en irlandés mientras se despedía del hombre — cuídese.

El adulto cerró la puerta y suspiró mientras veía la carpeta de papeles importantes. El estaba metido en los papeles cuando la voz femenina lo interrumpió de sus pensamientos.

— Amor — le dio el teléfono — llamada desde Washington.
El hombre tomó el teléfono y suspiró.
— ¿Qué pasó? — le preguntó a la mujer.
— No sé — ella respondió — pero prepárate que es Greta y debe que ver con tus hermanos...

El suspiró y tomó la llamada.

— ¿Si Greta que pasa?
— ¿Alo? Ah si parte mañana a medio día señor Cilliana.
— Cillian an... a y n— dijo haciendo énfasis en las últimas letras de su nombre.
— Ah perdona señor Cillianana. Mmm... si ahorita nosotros estar aquí, venir fontaneros y partir todos al campo con sus hermanos y yo.

Cillian y su novia caminaron a la sala de la casa y se sentaron. Cillian seguía hablando con Greta.

— Okay te agradezco mucho — se sentó en el sillón — mañana a primera hora estoy saliendo para Washington.
— Ahh! Que bueno señor! Porque la verdad chicos estar incontrolables y mi, no doy más.
— Quédate tranquila — el respondió — que cuando llegue yo, nos haremos cargo entre los dos. Solo te pido un favor. Te pido antes que no olvides de dejarlos un par de días más allá en el campo.
— Por supuesto! Únicamente terremoto o fin del mundo van a sacar a los niños de la mansión.

Cillian suspiró.

— Voy a necesitar un par de días de paz en la casa antes de hacerme cargo de mis hermanitos, ¿sabes? Gracias. — el colgó.

Cillian miró a su novia y alzó las cejas mientras suspiraba pesadamente y se recostaba contra el mueble. Su novia solo se dedicó a verlo con una mirada seria mientras ella doblaba un vestido.

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"No tengo nada, ni tengo tengo todo. Soy rica en sueños y pobre pobre en oro. Y que me importa si con la plata no compro amigos, ni amores, ni lunas, ni almas, ni soleees..."

David se acercó y detuvo la pista. Toda la banda aplaudía emocionada incluyendo a la chica de las verduras.

— Buenisimo! — la chica se acercó felizmente mientras aplaudía.
— No he conseguido ni un show! — contestó David.
— Bueno! — la chica aplaudió con sus manos — ya les va a conseguir el representante un show...
— Que va a conseguir un show si no saber hacer nada ese tipo! — Alex se acercó enojado — no sirve para nada, es un estúpido el tipo ese!
— Pero Alex...

La plática se vio interrumpida por la llegada repentina de aquel representante de la banda "sin nombre". El representante era un señor de lo más ordinario y que tenía pinta de ser de todo menos de un representante.

— Buenas! Buenas mis muchachos! — se quitó las gafas— prepárense porque hoy se les dará por primera vez.
— ¿Qué pasó? — Polly habló
— ¿Cómo que qué pasó? Hoy vendrá a escucharlos un tipo re groso.
— re groso como siempre y nadie viene — Dan interrumpió.
— ¡Momento! ¿Cuando les he fallado yo? — el representante de la banda interrumpió al chico sumamente indignado.
— Primero! El casamiento que se suspendió — David habló.
El resto de la banda le dio el punto a favor al chico provocando más enojo en el representante.— ¿El casamiento? — rió — yo que tengo la culpa de que la chica haya dejado plantado al tipo en el altar...

La chica de las verduras estaba a punto de contar otra anécdota cuando Jazmin le interrumpió poniendo su mano frente a ella.

— Te callas porque este es asunto nuestro.

El representante al igual que el resto de la banda parecieron indignados por el comportamiento de la vocalista contra aquella chica.

— ¿Qué te pasa para hacerla callar? — habló Dan fastidiado.
— Yo soy la cantante de grupo y no me cae que la costurera opine como si fuera parte del grupo.
David se levantó enojado y caminó hacia aquella vocalista fastidiosa que al parecer tenia un cierto odio contra aquella chica divertida y un poco torpe.
— Te calmas porque yo soy parte del grupo y si quiero yo puedo opinar de ti todo lo que quiero — le dijo retante.
— ¿ah si? Pues hazlo — respondió molesta Jazmin

David y Jazmín empezaron a discutir mientras aquella chica se escondía detrás de David gritando "pégale!"

— ¡Paren ya! — gritó el representante. — pónganse a ensayar que no quiero pasar una vergüenza.
— Bueno es que jamás nos avisaste con tiempo y jamás lo haces y además... nunca dijiste quien va a venir a vernos — Natalia defendió
— un empresario sumamente importante!
— ¿un empresario? — preguntó Jazmin mientras sonreía.

El representante asintió y salió a contestar una llamada sin más que decir de la bodega dejando a los chicos desamparados sin saber que hacer y más con la molesta de su vocalista que nada le parecía y solo se la pasaba peleando día y noche con Natalia y Polly.

— A ver si me entienden una cosa! Yo soy la cantante de la banda yo debo de ir frente porque soy la vocalista y ustedes son las coristas deben de ir atrás! — gritó Jazmin a aquellas dos chicas que la veían con los brazos cruzados.
— Pero es que así estábamos acomodadas... — Polly habló.
— ¿Así? Pues dime en qué momento de tu vida viste que los coros fueran adelante!
— Pues si he visto...
— Ah si! Tu me estás mintiendo, era una estúpida!

Dan fastidiado de las peleas se fue a sentar con aquella chica que además de ser amiga era la costurera de la banda. Se sentó y miró a la chica.

— No la aguanto! No la aguanto — Dan miro a la chica.
— Insoportable que es, ¡por dios! — la chica bufó mientras se acomodaba su boina — no se como la aguantan! Más que un jazmín es un cardo... se va a quedar sola y ni su mamá la va a querer escuchar cantar.
Dan estaba a punto de hablar cuando se le vio interrumpido por una mujer de aspecto alocado de pelo, robusta y de unos 40 años que entró a la bodega cargando un par de bolsas.
— ¡Buenas tardes chicos!
— ¡Dios mi mamá! — contestó Dan mientras se cubría la cara.
— ¡Hola mis amores! ¡Hola! — hablo alegremente — ¿Cómo van los ensayos? — la señora miró a Dan y empezó hablarle como si fuera un niño. — Hola mi amor!
— Hola titi!— la chica saludó amorosamente a la señora.
— Hola mi cielo — la señora les mostró una bolsa mientras ella sonreía — miren lo que les traje! Les traje la comidita, la merendienda.

La madre de aquel chico caminó para dejar las bolsas de comida sobre los amplificadores.

— Y recuerden esto es solo para los chicos!
Dan se acercó corriendo a su madre mientras hacía una mirada suplicadora.
— ¿También es para mi verdad mamá?
— ¡Obvio que si! No te la puedes pasar todo el día sin comer. — la madre de Dan miró al frente y vio aquel representante de nuevo entrando a la bodega — ¿Quién es ese señor?
— el representante mamá...

La señora sonrió alegremente y volteó a ver a la costurera mientras apuntaba al representante.

— ¡Florcita! Mi vida... — se acercó a la chica hablando con una voz chillona — anda y ve habla con el representante...
— ay... titi no... — la chica se levantó.
— anda ve, tienes una voz maravillosa!
— ¡convéncela! — habló Dan mientras se tocaba la barbilla.
— Anda. Cantas mejor que muchas cacatúas que andan por ahí — volteó y miró a Jazmin.
— No titi. A mí me da vergüenza. Me da vergüenza ir y pedirle que me meta a la banda...
— ¿Vergüenza? — exclamó
Flor volteó a ver a su amigo para pedirle ayuda y que calmara a su mamá porque ella no iría jamás a pedirle al representante que la deje estar en la banda.
— ¿Qué es vergüenza? — exclamó — vergüenza es...
— Robar...
— usted tiene que ir hablar con ese señor y perder el miedo...
— no trates de manipularme titi... — la chica mordió su labio tímidamente.
— Anda mi Florcita, hazlo por mi, hazlo por tu mami que está allá arriba... la tía Tatiana te estará apoyando con todas las fuerzas con el poder de tu mami que está allá arriba. ¡Vamos mi Florcita!

Flor empezó a reír mientras movía su cabeza.

— ¡Vamos! — Titi empujó a flor suavemente para que fuera hablar con él representante.
Flor camino hacia el representante. El representante estaba hablando por teléfono mientras estaba sentado en el sillón. Flor torpemente tropezó y empujó al representante del hombro.
— Oiga, disculpa. ¿Le puedo hacer una preguntita?
El representante dejó el celular y la vio de una manera poco amigable.
— Mira si es por dinero para la tela, la historia ya me la sé.
— No no no... — la chica se puso de rodillas — no es por dinero. Es por... bueno ya sabes que no soy una gran cantante.

El representante asintió.

— Tengo gracia, soy simpática y creo que arriba del escenario puedo, no se, levantar el ánimo de la gente. Me gustaría que me tomes una pruebita y si te gusta pues me escoges y del dinero después lo hablaríamos y hasta podríamos ser amigos, ¿no crees? — sonrió tímidamente
— Mira que eres desubicada, ¿no ves que estoy ocupado con otras cosas? — el representante se levantó dejando a la chica sin nada más que decir.

El representante salió de la bodega sin antes pedirle a los chicos que ensayaran los mejor y lo más rápido posible para que se prepararan la presentación al empresario en la noche. Flor suspiró resignada a que su sueño de estar en la banda jamás se haría posible.

— Ni si quiera me dejo terminar de hablar...— flor se sentó en las escaleras de nuevo suspirando mientras Tatiana la mamá de Dan le daba una mirada de apoyo.
— ¡Pero que bárbaro! Que tipo más antipático y nefasto... — suspiró — pero no decaigas por favor
Florcita, todo se va a dar. Yo te digo, lo sé.
— Bueno.
— ¿Te gusta?
Flor miró a su tía y miró extrañada por la pregunta.
— ¿El que?
— Este look...
Flor asintió.
— No sé, me gusta el chino pero quiero hacerme tal vez uno diferente. Probar algo nuevo.
— ¿Te lo cambiarás? — preguntó tiernamente.
— Si mi vida... — la señora le acaricia la mejilla a a la chica — aprovecharé hoy que no hay mucha gente en la peluquería. Bueno, me voy mi vida.
La señora se acercó a despedirse dándole un beso a Flor en la mejilla.
— Gracias titi...
— ¡Chau chicos! Mis amores.

La mamá de Dan y también tía de Flor salió despidiéndose de todos los chicos. Flor estaba resignada a jamás estar en la banda, por lo cual solo se dedicó a entregar los vestuarios confeccionados y hechos por ella misma.

— Y este es para ti... — le entregó el traje a la vocalista.
— Espero y combine conmigo — le arrebató la ropa de la mano y salió caminando al baño.
— ¿Cómo no va a combinar? si yo lo hice y yo visto muy mono...

Flor se sentó a esperar a la vocalista junto con los demás integrantes cuando minutos después salió Jazmin usando el traje que Flor hizo.

— Me puedes explicar que es esta porquería! — ella gritó exaltada.
— No es una porquería...
— ¿ah no es una porquería?
— No es divino. Es que a ti no te queda bien porque no te va con la cara — dijo Flor mientras hacía unos ademanes.
— ¿Tú me estás diciendo fea? Yo soy la cantante. Me estás diciendo fea
— Si... si te estoy diciendo fea — Flor rio.
— Yo no voy a permitir que una costurera de cuarta me falte al respeto! — gritó Jazmin exaltada mientras apuntaba a Flor.
— ¿Qué tienes en contra de las costureras? — preguntó Flor.
— ¿Sabes lo que voy hacer con tu porquería? ¿Sabes lo que haré? ¡Esto!

Jazmín miró con enojo a Flor y rompió el traje que Flor misma había hecho para ellos. Todos miraban sorprendidos entre sí.

— Ahhh! — Flor gritó — ¡agárrenme porque la mato!
— ¡Yo te voy a matar primero a ti!

Flor miró a ambos lados molesta y en cuanto pudo se tiró encima de Jazmin.

— ¡No! Chicas! Paren que van a romper la batería y es nueva...

Flor y Jazmín peleaban en el suelo mientras todos corrieron a tratar de separarlas. Finalmente desde de un rato las separaron. David y Dan tomaron a Flor mientras que Alex y Natalia tomaron a Jazmín.
Jazmín gritaba que odiaba y mataría a Flor. Flor solo se dignaba a reír por el comportamiento infantil de aquella vocalista chiflada.

— ¡Te odio costurera de porquería! — gritó.
— Vas a tener que pagarme la tela que rompiste
— No yo no voy a pagar nada porque me largo! — gritó — yo me voy de este grupo de cuarta porque ustedes no hacen nada y solo la apoyan a ella y no están a mi altura!

Los demás chicos trataron de detener a Jazmín mientras que Flor reía festejando y finalmente la chica se fue enojada de la bodega.

— Se fue, ¿qué vamos hacer?
— Ya está. No hay nada más que hacer. Hay que cancelar todo y perder la única oportunidad buena que nos han ofrecido.

Flor miraba con pena a los chicos mientras ella seguía sosteniendo un mechón de pelo que logró arrancarle a Jazmín. La chica suspiró y salió corriendo de la bodega a corretear a Jazmín.

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Un grupo de hombres sacaba los muebles de la casa mientras que Greta les gritaba que tuvieran más cuidado.
— ¡Cuidado! Son del siglo XVIII y ustedes tratar muebles como si fueran silla de un bar!
— ¡Greta! — el más pequeño llegó a interrumpir.
— ¡Ve arriba! Aquí estar muy ocupados...
Los demás hermanos llegaron a ver cómo un grupo de hombres sacaban todos los muebles y cuadros de la casa.
— ¡Cuidado! Ese cuadro es de la difunta señora Murphy. Mucho cuidado tratar bien...
— Gretaaaaaaa
— ¿Dije o no dije que estaba ocupada? Anda — Greta sacó su silbato y lo silbó provocando una mueca dolorosa entre los 3 hermanos.
— Tomaré lista para ir al campo. A ver, Thomas — apuntó al niño más pequeño — Martin... — apuntó al preadolescente — Nicolás... — apuntó al adolescente — Oliver está jugando al tenis, Maia... — Greta empezó a buscar a Maia entre los 3 hermanos presentes pero no la encontró — ¿Maia?
— ¿Maia? Maia está encerrada allá arriba en el cuarto y no quiere bajar... — dijo Thomas.
— ¿Queeeee? ¡Y porque no decirme antes!
— ¡Pues tú no me dejaste! — gritó el más pequeño.

Greta pasó a lado del niño subiendo las escaleras. Nicolás y Martin miraron a Thomas el más pequeño. Los tres subieron detrás de Greta para saber que haría con la hermana adolescente. Los tres llegaron y vieron a Greta gritando y golpeando la puerta de Maia, la hermana adolescente.

— ¡Maia! Abrir la puerta! — golpeó la puerta. — ¡Dios mío! Niña Maia...
El chef llegó y tomó de los hombros a Greta tratando de tranquilizarla.
— ¡Abre la puerta inmediatamente!
— ¡Greta! — contestó gritando — ya te dije que de acá no me muevo, si me van a llevar al campo, vas a tener que llamar a la policía... — contestó mientras leía una revista.
— Dios mío... — Greta suspiró mientras miraba al chef — No soportar más esta casa de locos. Antoine en verdad no puedo más...
Martin miró a Nicolás mientras hacía una mueca por el comportamiento de su hermana.
— Dios mío... que mal está...
— A ver... déjame a mi Greta... — Nicolás caminó a la puerta y golpeó la puerta — ¿Maia? ¿Maia me escuchas? Hermanita no ganas nada haciendo esto...
— Ya se ¿y qué ganó? — interrumpió del otro lado de la puerta — yo solo sé que no quiero ir al campo y ya.
Greta fastidiada de acercó de nuevo a la puerta y habló más fuerte.
— ¡Usted venir al campo con nosotros aunque tengan que venir los bomberos a sacarla!

20 minutos después Greta estaba despidiendo a los fontaneros por la parte detrás del patio de la mansión diciéndoles que el cambio de tuberías de haría otro día. Que ellas les llamaría para reprogramar todo. Peter el chofer colocó una escalera que daba a la ventana del cuarto de Maia para poder ir a sacarla.

— ¿Subo?
— No no no, yo hacerlo yo misma...
— No, para Greta... — Nicolás interrumpió — déjalo que lo haga él, es muy alto para ti.
— ¿Perdón señorito? ¿Quién ser institutriz? ¿Peter o yo? Mi ser, así que yo subir.

Greta empezó a subir las escaleras para llegar al cuarto de Maia. Los hermanos junto con Peter el chofer veían como la ama de llaves e institutriz de la mansión Murphy subía las escaleras para sacar a la adolescente rebelde que se rehusaba a ir al campo con toda la familia.

— ¿Por qué venir a esta casa y no quedarme en Dublín? — Greta pensó mientras subía las escaleras.

Greta llegó y la ventana estaba cerrada, Maia se encontraba cantando con los audífonos puestos en la cama evitando que viera hacia afuera o escuchara algo.

— ¡Maia! Toc toc... ¡Maia!... toc toc...— volvió a golpear la ventana — ¡abra ventana! ¡Maiaaaaa!
— ¿Qué pasa Greta? — preguntó Nicolás.
— Niña Maia estar con música en la orejas...
— Greta, mejor, ¿por qué no bajas? Es muy alto para ti...
— No es muy alto... no tener miedo a las alturaaaaaaaaas

Greta miró abajo y si, si tuvo miedo a las alturas. La institutriz empezó a gritar y los chicos junto con el chofer y el Chef rápidamente tomaron la decisión de ir y llamar los bomberos ya que Greta no podía bajar.
Antoine el chef al ver todo el problema, corrió por el teléfono de la casa y decidió marcar al hermano mayor.

— Esto es un caos, un desastre... — Antoine empezó a marcar los números — voy a llamar al señor Cillian...

Cillian, el hermano mayor de los Murphy se encontraba besándose con su novia en el mueble mientras al parecer tenían un momento romántico e íntimo como pareja que al final se vio interrumpido por la llamada de Antoine el chef.

— No no no... — la novia de Cillian trató de detener a Cillian de contestar la llamada.
— Si si si... puede ser de la empresa...
La novia del hermano mayor repeló y Cillian por fin contestó la llamada:
— ¿Hola?
— ¿Señor Cillian?
— Si, ¿Qué pasa Antoine?
— ehh ejem... Maia se encerró en su habitación y no quiere ir al campo.

Cillian se acomodó y ajustó bien al teléfono tratando de captar si era lo que él había escuchado.

— ¡Pero como que no quiere ir al campo! Pásame a Greta...
— No puedo... no puedo porque está colgada de la ventana de Maia y no puede bajarse.
— ¿Qué? — preguntó Cillian sorprendido.
— Si... que en cualquier momento esta mujer se va a pegar un golpazo bárbaro!
Cillian del otro lado de la llamada en Irlanda parecía estresado al saber todo lo que estaba ocurriendo en su ausencia. El puso la mano en su frente ya suspiró pesadamente mientras sacudía la cabeza.
— ¡Quédese tranquilo señor! Llamare a los bomberos... — Antoine colgó.

Cillian miró confundido a su novia y su novia a él.

— Los bomberos... en mi casa...

Cillian bufó cansado y recostó su cabeza contra el mueble. Su novia lo miró con enojo al saber que todo esto era provocado por sus hermanos menores y volteó los ojos estresada al igual que el. La novia de Cillian se sentó y trató de hablar con él.

— Ya sabes cómo es tu hermana. Es una adolescente, es chiquita y es chiflada, es eso.
— No... – contestó con las manos en su boca — El único responsable soy yo. Porque yo no sé cómo tratarla a ella y a mis demás hermanos.
— Mi amor, no te hagas esto. Es injusto.
Cillian suspirado al borde del colapso mental entre sus hermanos en Washington y su novia con la que iría a una gala que ella quería ir, no sabía que hacer.
— No, no hagas esto. Además nosotros tenemos que ir a la función, ya estamos listos. Tenemos otras cosas en las que pensar, por favor, ¿si? No quiero llegar tarde...
— Discúlpame Danielle pero... yo no voy... — Cillian miró a su novia.
— ¿Qué?
— Ya escuchaste. Tengo a mi casa que es un desorden. Están los bomberos y está la institutriz colgada de una ventana. — suspiró — le hablaré al piloto para que prepare el avión para irme a Washington y si no quieres venir conmigo está bien. No te preocupes...
— No mi amor — Danielle le arrebató el teléfono de las manos — por favor, es una chica, se encerró en su cuarto, está todo bien. Es adolescente y es rebelde. Es normal, ya está, ya pasó. ¡Basta! Mi amor no es justo.

La novia de de Cillian no parecía contenta con la decisión que el hermano mayor tomó.

— Yo ya tengo todo para ir a esa fiesta... es la primera gala europea del año y no es justo lo que haces...
Cillian le arrebató el teléfono molesto.
— ¿No entiendes que mi casa es un desorden y mis hermanos me necesitan?
— ¿Y yo? Yo también te necesito Cillian — Danielle contestó — tengo todo, tengo mi vestido, tengo las entradas y tengo tu traje...
— ¡Qué te importa más 2 entradas para el teatro! — Cillian contestó molesto.
Danielle solo asintió mientras veía ingenua al piso harta por la actitud y decisión tomada de su novio.
— Tu entiendes que murió mi papá, que murió mi mamá... Yo soy el responsable y soy el mayor. Si no me hago cargo yo de mi hermanos, ¿quién lo hará?
Cillian se alejó molesto y suspiró mientras movía la cabeza.
— Tienes razón... — Danielle contestó — perdón, perdón...
— No. Está bien...
— Yo me voy a ir contigo a Washington...

Danielle le sonrió falsamente por la decisión final tomada y Cillian no se dio cuenta de ello. El tomó a su novia en sus brazos y le dio un beso en la frente agradeciéndole por apoyarlo aunque sea en estos momentos más difíciles de su vida. Danielle falsamente volteó los ojos fastidiada mientras Cillian la abrazaba.

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Después de una intensa caminata y sobre todo correteada de la vida que dio Flor a Jazmín la vocalista. Bueno, ex vocalista de la banda. No consiguió resultado. Al contrario cuando Flor la alcanzó, ella rápidamente tomó un taxi y huyó dándole un fin a la vocalista con la banda.
Flor resignada volvió a la bodega donde todos se encontraban serios y esperaban a que al menos Flor hubiese convencido a la chica de volver.

— Hice lo que pude pero ella corrió más rápido... — Flor bufó mientras se tapaba la cara con sus manos. — en verdad perdónenme.

En ese momento el representante entró a la bodega de nuevo esperando que los chicos estuviesen ensayando, cuando la verdad todos estaban más preocupados que nada discutiendo que harían si no tenían una vocalista para la prueba de esta noche.

— ¿Me pueden explicar porque no están ensayando y dónde está Jazmín? — el representante miró a los 6 chicos.
— Mira lo que pasó es que...
— No Dan yo le voy a explicar! — Flor intervino.
— No yo...
— No déjame yo le voy a explicar — Flor miró al representante y comenzó hablar — es que yo a esa tipa no la soporto, la agarré de los pelos y se los arranqué, ¿entiendes?
— No. No entiendo... no entiendo cuál es el problema que hay con Jazmín...
— El problema con Jazmín es que... abandonó al grupo... — Dan suspiró.
— ¡QUÉ! Noooooo, ¿y ahora yo que hago? ¿Qué tengo que hacer? — el representante miraba de un lado al otro a los chicos — ¿llamo a la empresa para cancelar la presentación de esta noche?
— No... no... porque ya tenemos todo solucionado. Ya tenemos a la nueva suplente.
— ¡Momento! — el representante interrumpió a Dan — ¿estás hablando en serio?
— Si. La nueva estrella va a ser Flor... — Dan apuntó a Flor.
Flor asintió
— Si... ¿Qué? ¿Yo? — la chica preguntó sorprendida.
— Es una locura. No pueden reemplazar a Jazmín de una hora para otra.
— ¡Basta de Jazmín! Y borrón cuenta y nueva. La única que sabe todas las canciones y coreografías. Es Flor!

David tomó a Flor de la mano y junto con los demás chicos de la banda la llevaron con el representante.

— ¡Si! — gritó David — además es re simpática...
— Bueno... paren paren... esto no es un juego, esto se trata de ser profesional... yo soy un representante serio. No puedo cambiar así porque si de Jazmín a Flor y no puedo decirle al empresario cambié a Jazmín por Flor...
— Bueno, bueno pero al menos estamos en el mismo rubro. Adiós Jazmín, hola Flor — Flor bromeó mientras reía.
— Paren... esto no es improvisado pero ustedes siempre lo hacen ver así. Ustedes no son profesionales, son unos niños inmaduros y yo no voy a permitir este trato.

Los chicos bufaron y el representante los miró molesto.

— Voy a llamar al empresario y le diré que se cancela todo...

Dan corrió y tomó las baquetas, David la guitarra para que las chicas y Flor cantaran acappella y demostrarle al representante que Flor es capaz de ser la nueva cantante del grupo.

1...2...3

"No tengo nada, ni tengo todo todo, soy rica en sueños y pobre pobre en oro. Y que me importa si la plata no compro amigos, ni amores, ni lunas, ni almas, ni soooleees!"

Mientras Flor y las chicas de la banda cantaban y bailaban demostrando que Flor era capaz de ser la nueva vocalista suplente de la banda. El representante se hacía el difícil mientras llamaba por teléfono al empresario.
Finalmente el empresario las miró y colgó la llamada guardado el celular.

— Okey... Ella es el reemplazo.

Flor al igual que el resto de la banda gritó y brincó de felicidad. Por fin después de mucho, el pequeño y anhelado sueño de Flor se estaba cumpliendo.

Flor salió de la bodega montada en su bici sonriendo. Le daría la maravillosa noticia a su tía Tatiana madre de Dan. La peluquería de Tatiana quedaba justamente en frente del otro lado de la calle que eran hasta menos de 10 metros. Flor cruzó la calle y dejó la bicicleta.

— Titi! — Flor bajó y pitó el claxon chillón de su bicicleta.

Suspiró alegremente y entró corriendo a donde su tía se encontraba con una clienta que al parecer le restaba tiñendo el pelo.

— Titi. Ven un segundo! — tomó a la señora de la mano.
— No... no puedo estoy ocupada.
— Anda... ven un minuto...
— No en verdad no puedo...
Flor tomó de la mano de nuevo a Titi y miró a la clienta que estaba sentada.
— Te la voy a robar un minuto...
Flor jaló a su tía y la llevó afuera a la banqueta para poder contarle la emocionante noticia.
— Necesito que me hagas un favor
— ¿si?
— quiero que me ayudes hacer un vestido para la cantante del grupo... — Flor aplaudió.

Tatiana la miró confundida.

— Es que hay algo que no entendí muy bien... Tu eres la que hace la ropa para el grupo.
Flor reía mientras movía su cabeza.
— No entiendo porque ahora yo tendría que cocer...
— yo hacía la ropa del grupo — Flor interrumpió — ahora, soy la cantante...

Titi miró sorprendida a Flor y no pudo evitar alegrarse por su joven sobrina y mejor amiga de su hijo.

— ¡Flor! Mi cielo! Mi Florcita! Será famosa!
—Mi flor! La más linda! La más bonita! Será la cantante.
— Lo sé! Divino! Me encanta! Me encanta!

Flor y Titi brincaban felices festejando que
después de muchos sueños y deseos. Por fin Flor era la cantante de la banda. Por fin después de muchos sueños, era ella.
Después de festejar Flor fue a su habitación en un pequeño condominio que ella rentaba para poder dormir. Flor vivía del día a día trabajando en la tienda del señor George Smith repartiendo las verduras del vecindario, además de que cumplía con el trabajo de confeccionar y hacer los vestuarios de la banda, que por cierto ahora ya era la cantante.
Flor se sentó en la cama sumamente feliz agradeciéndole al cielo pero sobre todo a sus haditas que ella creía y su mamá por darle esta maravillosa oportunidad que siempre la aprovecharía al 100%.

— No sabes lo contenta que estoy... — Titi habló mientras ella se peinaba y se veía en el pequeño espejo.
Flor reía suavemente mientras jugaba con el pequeño adorno colgado en su pared de estrellas.
— que ese aguafiestas de representante te haya dado la oportunidad.
— yo también estoy contenta... — Flor sonrió y se sentó en la cama — pero la verdad es que Dan fue el que mas ayudó eh... fue el que me dio una mano enorme.
— Dan te adora. Ahora dime quién no te adora a ti... todos te queremos mucho. Tu mamá estaría muy contenta.
Flor sonrió con un toque de nostalgia.
— ¿tú crees?
Titi asintió.
— y mi papá también... — flor tomó el pequeño cuadro a lado de su cama — yo sé que el es un marinero importante y viaja mucho. Pero cada tanto podría venir a verme, ¿no?...

Titi solo se dedicó asentir. Flor dejó el cuadro de nuevo en su lugar y tomó ahora una pequeña nuez que estaba donde el mismo cuadro que ella tomó.

— Yo me acuerdo. Yo me acuerdo cuando tu mamá te dio esa nuez. Cuando estés triste... y aparezca el miedo...
— aparezca el miedo... — Flor repitió lo mismo — este amuleto vencedor del mal, siempre se lo llevará...
Titi asintió.
— la extraño tanto...
— ya lo sé mi amor. Ya lo sé.
— a veces me dan ganas que venga a contarme unos de sus cuentos nada más — a Flor se le rompió la voz al recordar a su madre — un ratito y después... — ella movió su cabeza — no sé porque se tiene que morir la gente. No se porque tuvo que morirse mi mamá.

Titi suspiró profundamente y miró con amor a Flor.

— Esa pregunta me la hago yo misma... y no te la puedo yo contestar... lo que sí sé... es que tu mamá está acá.
Flor levantó la vista y miró a su tía.
— Está acá contigo aunque tú no la veas. ¿No sabes lo que yo te digo, no?
— Si... — Flor susurró — Titi, ¿te puedo pedir un favor?
— Si mi amor.
— ¿Me cuentas un cuento como los que me contaba mi mamá?
— Si.

Flor se acostó en la cama y se acomodó mientras abrazaba su peluche expectante a que la historia iniciara. Titi suspiró.

— Había una vez... una chica... tan pero tan hermosa...

Flor cerró los ojos y el sueño comenzó.

Ella iba felizmente subiendo las escaleras. Llevaba un vestido rosa hermoso que llegaba hasta un poco arriba de sus tobillos, unos tenis azules, que le hacían ver divina.
Flor sonrió al subir el último escalón y ser recibida por un misterioso hombre que le cubría su cara con un ramo de flores amarillas. Ella se acercó tímidamente y tomó las flores viendo por fin su rostro.

Era el. El era de una estatura mediana, ojos azules como el cielo, un pelo café claro con un toque de oscuro. Tenía una cara sumamente tierna y una sonrisa única. Era un verdadero príncipe azul.

Flor sonrió fascinada. Se acercó más a él cuando accidentalmente tropezó hacia atrás cayendo por las escaleras torpemente dando vueltas por toda la bajada. El príncipe de sus sueños hizo una cara de dolor al ver todas las escaleras que cayó la joven.

Flor cayó en el suelo y su tenis a lado de ella también cayó. Flor abrió los ojos suavemente y el príncipe misterioso la veía.

— Flor despierta que es tarde... Flor... ¡Flor!

Flor se levantó y se acomodó en la cama sobresaltada. Era Dan el que la llamaba. Era solo un sueño, una terrible pesadilla...

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