Segunda Parte
Mientras las babosas iban buscando, Eli les seguía sin dudar, pues en muchas ocasiones su propio arsenal le había indicado secretos ocultos.
Llegados a una habitación oscura y profunda, Eli dió un brinco del susto, dado a que habían muchos maniquíes de mujeres y hombres con tonos de piel en variedad, desde el blanco de porcelana, hasta el negro carbón.
Esto no le dió un buen presentimiento a Eli, dado a que los cuerpos tenían caderas esbeltas como si se tratase de maniquíes de omegas.
Antes de que pudiera decirles a sus babosas solo eran maniquíes, Eli vió como sus babosas señalaban desesperadamente una caja de madera, en donde se vió una leve abertura.
Se acercó y separó la tapa de la caja que estaba echada en posición horizontal. Ahí tan solo se trataba de otro maniquí aunque con los ojos cerrados
- es solo un maniquí. -le dijo a sus babosas.
En ese instante, ¡La figura abrió sus ojos!
Eli retrocedió demasiado sorprendido, pero sus hombros fueron tomados por la doncella que vestía harapos y tenía una lamentable apariencia.
- ¡Demonios! ¡Son demonios!
Eli quiso calmar a la extraña doncella que desprendía un aroma de vainilla deprimente, siendo efectivamente una omega.
Pero ella se alteró tanto que luego lo empujó con una gran fuerza y se fue corriendo a uno de los muchos pasajes y habitaciones.
Eli no se quedó por mucho tiempo en el suelo, y tomando a sus babosas fue a seguirla:- ¡Espera!
Sin embargo, no pudo encontrarla, y esta vez, sus babosas ya no podían percibirla.
Preocupado, Eli se apresuró a salir de aquel sótano, subió por las escaleras pues no podía esperar al ascensor que se había ido.
Subió hasta el mismo piso dónde había dejado esperar a Junjie, pero al llegar se había dado cuenta de que el mercado estaba a punto de cerrar y que su amigo ya no estaba ahí.
Uno de los guardias de seguridad se le acercó con tranquilidad para ofrecerle salir.
Eli iba a hablar, decirle lo que estaba sucediendo y que había una pobre omega ahí abajo.
Pero, no dijo nada, solo asintió manteniéndose con un humor ordinario.
- ¿Por casualidad, no vió al Campeón del Este por aquí? -le preguntó.
El guardia negó: -lo lamento, no.
Eli asintió y se marchó a la salida del mercado.
Ya afuera, miró hacía atrás, viendo cómo algunos miembros del personal se reunían e iban en una sola dirección en lo más profundo del edificio.
Con el tiempo, Eli aprendió a identificar las intensiones de la gente, con atención y agudeza, podría saber aunque sea un poco de lo que alguien más expresaba.
Aquel guardia estaba siendo amable, pero su voz era hostil.
- tal vez Junjie encontró algo extraño y fue a buscar a los demás.-sugirió a su arsenal, estos estuvieron de acuerdo.
Se dió media vuelta para irse, pero chocó con alguien cuyo cuerpo era como un tronco pesado y helado. El aire que desprendía la persona era gélido, Eli sintió que estaba en una caverna con nieve en invierno. Quiso pedir disculpas, pero la persona se había marchado de prisa y perdido entre la gente de la lejanía.
Algunas monedas cayeron del bolsillo de Eli debido al impacto tosco. Él se alarmó un poco y decidió recogerlas.
- veintisiete piezas de oro, trece de plata y dos de bronce. Diez de la noche con nueve minutos y tres segundos.
Era la voz de una niña que estaba en compañía de una mujer vieja, ambas parecían vivir en la calle, aunque sus apariencias y expresiones eran despreocupadas.
La niña tomó dos monedas de oro: -¿me prestas?
Eli no tenía mucho tiempo y la inquietud le atormentaba, así que solo asintió y se marchó.
Mientras más se alejaba del mercado, más velocidad usaba, viendo de un lado a otro por si encontraba a Junjie con su visión, pero al no hacerlo, depositó sus esperanzas en que estaría en el punto de encuentro que habían acordado con los otros.
Sus amigos estaban allí, incluso Swick, en una de las bancas y faroles del parque. Pero, Junjie no estaba con ellos.
- ¡Ya era hora que vinieras! -exclamó Pronto- mis pobres pies están muy cansados... ¡Exijo ir a tomar una buena siesta! -demandó.
Swick exclamó: -¡Y yo demando una explicación! Me pasé toda la tarde buscando ese taller del que hablaste, ¡Y no había ninguno!
Eli los ignoró y con una expresión complicaba preguntó: -¿Junjie no está con ustedes?
Los demás se voltearon a ver entre sí, y con Eli tan preocupado y serio, ellos tuvieron que negar.
- creímos que estaría contigo. -contestó Trixie.
- no, no está conmigo y hay algo muy extraño en ese mercado. -decía Eli, señalando a lo lejos el gran edificio del que había regresado.
- de acuerdo... -Kord arqueó una ceja.
Sonaba preocupante, aunque no todos estaban de acuerdo, Swick puso los ojos en blanco: -¿Solo porque Junjie se fue por otro lado? Quizás hasta esté ocultándose para que yo no le dé el susto de su vida. ¡Y así yo pierda!
Los demás le vieron con gran desaprobación. Trixie explicó: -Junjie jamás escaparía de un juego absurdo... Ni siquiera se tomaría la molestia de hacerlo, al menos, nos avisaría a uno de nosotros que tardaría o se iría.
Swick no se convenció del todo, aunque fue algo flexible: -entonces, ¿Acaso viste algún fantasma en ese mercadito?
Eli negó y habló con firmeza: -por accidente terminé en el sótano de ese lugar, y encontré a una omega ahí, parecía haber pasado por un mal momento. Incluso ellos la vieron -señaló su propio arsenal, y estos brincaron y asintieron confirmandolo-tenemos que hacer algo.
- entiendo perfectamente tu preocupación, amigo mío. -aseguró Pronto- pero, no debemos precipitarnos. Primero, llévanos a ese lugar del que mencionas. -dijo.
Eli estuvo de acuerdo, y los guió muy de prisa hacía el mercado. Mas, cuando llegó, el edificio había cerrado sus puertas.
Bajo dudas e inseguridades, decidieron que lo mejor era buscar a Junjie en algún otro lugar. Aunque, Eli no estuvo de acuerdo.
De alguna manera, sentía algo preocupante en ese edificio, ya que mientras más pasaba el tiempo, había un aire más pesado que el lugar desprendía.
Al día siguiente, Junjie seguía sin aparecer.
Y esto preocupó bastante a sus amigos, pues ni siquiera el arsenal del joven se aparecía para dar alguna noticia o novedad.
La banda de Shane y Swick acordaron no mencionar ni pío de esto, ya que si se sabía que el Campeón del Este había desaparecido, entonces aquellos que se ocultan entre sombras aprovecharían hacer de las suyas.
Ellos habían buscado con más esfuerzo la misma caverna que había visitado. Lo único que encontraron en particular, era que habían carruajes llegados por mechas. Según Swick, era sábado de carruajes, era el día en que varios de estos salían y llenaban las pistas.
Eli no dejaba de insistir en que debían buscar en el mercado, los demás cedieron y fueron guiados.
Paso por paso, Eli los llevó por varios lugares que había ido con Junjie, desde el piso exclusivo hasta la sección de ropas.
Luego los llevó hacia el sótano, pero no encontraron más que basura y maniquíes.
Frustrados y agotados, todos salieron del mercado ya que Eli les insistió. Había pasado medio día y aún así no consiguieron ningún avance. Trixie decidió objetar: -Eli, ¿A quién estamos buscando? ¿A Junjie o a la omega que mencionaste?
Eli respondió sin dudarlo: -¡A ambos! -miró de un lado a otro y continuó- pero... Hay cosas que no están donde verían de estar, en ese piso exclusivo, ¡No habían pisapapeles!
- ah... No, porque solo habían tiendas de porcelana y juegos de té. -contestó Kord con una mueca de extrañeza.
- ¡Debía de haber tiendas de cosas brillantes sobre todo una tienda de pisapapeles de cristal, pero ya no está!
Ante la inquietud de Eli, Trixie decidió darle unas palmadas en la espalda y decirle: -Eli, ya buscamos por todos lados, debemos expandirnos buscar en otras cavernas, y debemos avisarle de esto a Lian, ella sabrá que hacer mejor que nosotros respecto a Junjie.
Eli no tuvo palabras para expresarse, los demás estuvieron de acuerdo con la idea de Trixie y montando mechabestias se dispersaron para cubrir más terreno, menos Eli, él se quedó en caminando cerca del mercado.
- hay algo extraño, muy extraño, y no sé porque, pero creo que Junjie debería de estar ahí dentro o cerca de aquí. -le comentó a sus babosas con preocupación- ustedes sí entienden, ¿No?
Las babosas asintieron con rostros sería y decididos es especial Berpy, Eli se sintió un poco más seguro sabiendo esto.
No podría enfadarse con sus amigos, ellos tenían ideas diferentes pero con el mismo fin; encontrar a Junjie y buscar pistas sobre lo que Eli vió, aunque Junjie era lo principal.
Su campo de visión se detuvo de ver por todos lados al encontrar a la misma niña y anciana de la noche anterior. Instintivamente, se acercó a ellas.
- disculpen.
Ambas se miraron mutuamente y luego al adolescente, la mujer se ocultó por detrás de quién sería su nieta a juzgar de su parecido de rostros. La niña puso una expresión de hostilidad teniendo las cejas alzadas.
- ¿Qué pasa? ¿Pedirás lo que me diste ayer? -le desafió.
Eli negó con la cabeza y habló: -ayer contaste las monedas que se me cayeron y también la hora exacta en menos de un segundo.
La niña alzó el mentón con orgullo: -claro, ¿Acaso quieres que haga algún truco para tí?
- no, no, no. -negó inmediatamente- tú, ¿Podrías decirme quienes entraron a ese mercado y nunca salieron?
Esto podría haberse tomado como alguna broma o chiste, pero la anciana tembló mientras que la niña dejó su sonrisa y con una expresión sombría habló: -¿Tú también lo viste?
Eli sintió que el aliento se le había ido como los latidos del corazón por un instante. El alivio y angustia se debatieron, pero no podría atenderlos, debía continuar.
- entonces, no estoy exagerando. -murmuró- por favor, ¿Podrías decirme...?
Un carruaje había pasado por lado suyo, y antes de completar su pregunta que iba a repetirse, dos delgadas manos lo tomaron y llevaron al interior de este.
Eli gritó, pero su voz no fue escuchada por el bullicio de la calle y su desaparición no fue vista por la rapidez en que fue llevado.
La anciana tembló aún más cayéndose al suelo, mientras que la niña se colocaba más en medio de su abuela por instinto a protegerla.
Ambas vieron como el carruaje se alejaba.
Por el instinto, Eli tomó su arma y la cargó de Berpy, apuntando al frente contra la persona que le había raptado.
Abrió la boca para reclamar con voz firme, pero solo vió a la misma chica del sótano.
Impactado y con algo de culpa, Eli bajó su arma, viendo que la joven estaba sentada frente a él, con las rodillas escuálidas abrazadas por sus brazos tan delgados como palillos. Sus mejillas estaban secas como su cabello avellana.
Ella susurró con la voz temblorosa: -mi nombre es... Corrine.
Eli no quiso alterarla ni llenarle con preguntas, solo le escuchó hablar.
- soy de la Caverna Pilar del Cielo.
Vine aquí con mi enamorada a pasar nuestro aniversario paseando. Nos separamos de camino, yo fui a una tienda de ropa en ese mercado.
Había una mujer que me invitó a pasar antes de que cerrara, dijo que había noche de ofertas.
Entré a un vestidor y me puse lo que quería, pero, alguien me arrastró y no pude volver a salir.
Me dejaron con varios omegas y betas en una habitación de dónde se podía ver el parque de rojo.
Pero... Luego...
Las manos de la joven omega toparon sus orejas y sus uñas se clavaron en su propia piel, con una horrible y deprimente expresión.
- ¡Demonios! ¡Ellos vienen!
A través de sus ojos oscuros, se podía ver una serie de horrores que pasó.
- demonios... Ellos hacen encantamientos y nos maldicen, nos toman... A unos los devuelven luego de devorarlos, hay quienes regresan y mueren... ¡A otros se los llevan y nunca regresan! Ellos nos señalan, recitan encantamientos y nos maldicen... son demonios, son demonios sin caras. ¡Demonios!
Nunca antes, Eli se había topado con este tipo de situación, sin saber si realmente habían monstruos o que eran exageraciones, no pudo hacer más que sujetar los brazos de la muchacha para que no se lastimara a sí misma.
Su cabeza maquinó y durante un momento mantuvo el silencio junto a la dama que lloraba. Era lamentable, pero debía hacer algo al respecto.
- escúchame. -pidió, y viéndola a los ojos le habló- debes hacer lo que yo te diga, por favor, solo así estarás a salvo y ayudaremos a los otros omegas y betas. Lo prometo, haremos todo lo posible por ayudarte.
Recurrir a la policía de las Cavernas del Este, no era la mejor opción, dado a que Eli tenía en mente una alternativa más rápida.
Por lo que envió a Corrine a Flor de Primavera en compañía de su arsenal dentro del carruaje, este mismo que los había transportado recibió su paga por parte de Eli, ya que la joven solo pidió el carruaje por necesidad sin poder tener un centavo.
Luego de enviarle un mensaje a todo su equipo, se encaminó a buscar a la niña y anciana que había dejado atrás por su breve rapto.
La caverna era extensa, así que al no encontrar a nieta y abuela frente a aquel gran mercado fue hacia otro lugares que la gente sin hogar recurría.
En uno de los callejones de la pequeña ciudad, encontró únicamente a la niña andar solitaria.
- ¡Hey, tú! -le llamó desde atrás.
La niña le miró por encima de su hombro y pareció que la tensión en su rostro se había disipado.
- vaya, por un momento creí que esos secuestradores habían usado una nueva modalidad que incluyera carruajes. -comentó dejando de caminar.
Eli tenía muchas preguntas debido a este comentario, pero debía ser breve, rápido y convincente. Una vez cerca a ella, le habló.
- sobre los secuestros... ¿Tú realmente los has visto a todos?
La niña asintió mientras volví a caminar: -tch, desde hace mucho tiempo he visto como tantos jovencitos entran y nunca salen.
A pesar de ser una niña, hablaba como alguien que ya había visto bastante de la vida, Eli le siguió mientras le escuchaba.
- intenté decirle de esto a la policía, pero no me creyeron. Ni siquiera cuando quise decirles la hora exacta de la desaparición de todos esos jóvenes. -relató con una expresión agria.
Eli afinó su mirada: -tienes una muy excelente memoria.
- tal vez. -alzó los hombros- pero no sirve de nada si nadie me cree.
Ante esto, Eli le dijo: -yo sí te creo.
Los ojos sucios y oscuros de la niña se aclararon debido a aquellas cuatro palabras. Se detuvo un momento y luego se dió media vuelta yendo por el lugar de donde había venido.
Sonrió con una pizca de orgullo: -bien, ¿Solo tengo que dar mi testimonio? Espero una recompensa por eso.
Eli asintió, dando media vuelta también y yendo a lado suyo con más alivio, pues había conseguido dar otro paso para llegar a la respuesta de lo que acontecía.
La niña se sacudió su cabello polvoriento y se lo ató a una colega alta mientras preguntaba: -¿Por qué entraste a ese mercado? No te ves del tipo que gustan de los lujos.
Eli contestó: -iba a comprar un pisapapeles de cristal... Con mi amigo.
Al recordar que Junjie había desaparecido en ese mismo lugar, le fue inevitable apresurar el paso.
Junjie entró y no volvió a salir.
- ¿De cristal? Entonces no te va a durar mucho, esos se rompen con mucha facilidad.
Como si un balde de agua helada cayera sobre Eli, él se quedó paralizado con su expresión comprimida.
El cristal se rompía con facilidad.
Eli había dejado caer antes una copia de Flor de la Pureza.
Pero, no se rompió.
- ¡Era el verdadero!
Eli tomó a la niña de la mano y suspendiendola en el aire se la llevó corriendo como alma que llevaba el diablo.
- ¡mira por dónde vas, imbécil! -le decía la niña con una mueca.
Nota: You are so beautiful to meee, can u seeeee?
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