02

Rocío, desde muy pequeña entendiste que las cosas rotas no tenían solución. Solías compararte con los pedazos de vidrio que yacían en el suelo cada vez que tus padres discutían.

Pasó entonces, en un cálido día de verano, que decidiste ayudar a tu tutora a ordenar los estantes. Tu actitud siempre le había llamado la atención, así que antes de acabar te preguntó si algo te sucedía. Permaneciste en silencio unos instantes, mirando por la ventana el divertido vuelo de unos coloridos pájaros. Ya ansiabas soñar con ellos por la noche.

Soltaste un no y te fuiste.

«Gladiolo, como tu 
recuerdo borroso».

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top