Jimin leía la carta más extensa que había recibido de Yoongi, esta vez fue Tae quien se la entregó, estaba sonriendo haciendo que sus pequeños ojos desaparecieran mientras lo hacía, era algo increíble, Min Yoongi quería conocerlo, cuando leyó que su primer desamor fue Seokjin quiso ir a su floristería y golpearlo hasta hacerlo reaccionar ¿quién rayos en su sano juicio deja ir a alguien tan lindo, bello, perfecto como Min Yoongi?  pensaba Jimin.

Miró el clavel rojo y fue a buscar un jarrón definitivamente esa flor tendría un lugar especial en su habitación, tal vez sobre su escritorio donde tenía una foto de Yoongi quien estaba sentado en una banca mientras sus cabellos se movían en el aire y tenía cerrados sus ojos, ese día traía una playera blanca, una sudadera azul pastel, jeans negros rasgados y tenis, él pasaba por ahí y al verlo no resistió a tomar la foto, la puso frente a su cama en la pared arriba del escritorio para mirarlo al levantarse y al dormirse, ahora que lo conozca tal vez pueda hacer eso pero con viendo a Yoongi en vivo, en directo y a todo color.

Con un poco de nervios fue a comprar la flor que le daría por última vez antes de dársela personalmente, aunque tendría que hacer un gran esfuerzo por no decirle nada a Jin de lo que Yoongi le escribió la ultima vez.