Aquella noche me marché temprano del bar, pero por alguna razón no quise regresar a dormir a mi habitación del motel.

Conduje por la autopista por varias horas.

Cuando el camino se iba a terminar, giraba en u y repetía el trayecto.

Me inspiraba un sentimiento de libertad conducir bajo la bruma de la noche. Con las ráfagas de viento entrando por la ventana golpeando ligeramente mi rostro y la rasposa voz de Kurt Cobain a través de la radio cantando Where did you sleep last night; No pude pensar en ninguna otra cosa que no fueras tú.

Mi bella y dulce Aileen.

Quizás ya no eras mía.

Pero seguías siendo bella y dulce.