Creo que el primer error que cometimos fue haber hecho todo de prisa. 

Nunca dimos tiempo a hacer las cosas como era debido.

Fuimos demasiado rápido a todo que cuando abrimos los ojos y despertamos de la fantasía, la cruel realidad nos golpeó abruptamente.

Quizás desde el principio debimos esperar hasta que el momento llegara, darnos un poco de tiempo...Pero en vez de eso, personalmente, me apresuré a todo como un loco desenfrenado.

No me di cuenta que no puedes forzar ni adelantar el amor porque de lo contrario nada saldrá bien.

A lo mejor pudimos haber estado juntos mucho más tiempo si tan sólo hubiéramos sido pacientes, racionales, responsables y sinceros.

Pero éramos niños, hay que admitirlo.

No teníamos noción de la vida o de lo que estaba en juego.

¿Y cómo un niño puede no comer un dulce cuando tiene mil frente a él?

Probablemente suene extraño, pero tú eras el dulce. Y entre miles de chicas, te escogí a ti.