Sabes Aileen, siempre quise hacerte la mujer más feliz del mundo.

Y aunque muchas cosas no estaban a mi favor para hacerlo,

No podía desperdiciar las pocas oportunidades que tenía para decirte que te quería.

A veces,

Debía imaginar una sonrisa tuya, cada vez que me ponía romántico.

Debía imaginar tu risa cuando te escribía chistes o anécdotas mías sumamente vergonzosas,

O debía imaginar tu voz cuando me escribías "Te quiero".

Detestaba la distancia entre nosotros, quería dejar de imaginarte y empezar a vivir esas cosas a tu lado.

Aquí dejo las cien bellas flores para ti.
Con amor,
Marcos.