Lindísima Aileen:

Nunca fui bueno escribiendo cartas. Mi maestra de literatura siempre me animaba diciendo que quizás si yo les ponía un poco de interés a mi trabajo, yo podría aprender y convertirme en un gran escritor. Es una lástima que ella jamás se enterara que yo realmente no quería ser escritor y todos los escritos que solía presentar como tarea, eran fuente del internet. Por eso mismo, anticipo que existe una gran posibilidad que esta sea la peor carta que hayas leído, si es que puedes leerla, claro. Pero toma en cuenta por favor, que hago mi mayor intento.

Hoy es un día muy nublado. Ha llovido ya, y el aroma a tierra mojada aún invade mis fosas nasales. Todo está en calma y lo único que puedo escuchar es ese irritante sonido del tic-tac que hace el reloj por cada segundo que pasa. Es un silencio muy extraño, pero por más que lo intente, aún no me atrevo a poner un poco de música en el apartamento.

Lo he escrito ya, estoy en el apartamento. De hecho, terminé de instalarme aquí justo dos días después de lo que sucedió. Y desde entonces, me he prometido a mi mismo no decir nada de lo que ha pasado hasta estar completamente listo para afrontar la verdad. Hasta que ya no me duela tanto, hasta que sea fuerte al respecto.

Es difícil no tenerte a mi lado, los primeros días fueron un martirio para mi. Un día besabas mis labios y repetías incondicionalmente tu amor hacia mi persona y al otro, simplemente te marchabas.

Ha pasado tan solo una semana desde entonces. Todos preguntaron mucho por ti al inicio. Pero, yo siempre les dije que habías decidido hacer un viaje antes de la celebración de nuestro compromiso, que querías conocer un poco más el mundo y que regresarías en unas semanas para los preparativos nuestra boda. Es una lástima que jamás será así, que decías la verdad cuando tus labios pronunciaron el adiós y me duele pensar que eso sea definitivo.

Pero, Aileen hermosa, no pienso dejar de escribir ahora. Creo que tengo la necesidad de seguir creyendo que un día cruzarás por la puerta y dirás que lo sientes y que deseas retomar nuestra relación, o lo que sea que nosotros fuéramos, quiero creer que todo será como antes. Pero yo siempre quiero muchas cosas.

Hay una nueva floristería a una cuadra del apartamento, podría jurar que tienen las flores más hermosas de toda Florida. La han inaugurado el mismo día que te fuiste y ayer decidí darle un vistazo. Quise comprar una flor para ti, pero no cualquier flor, una especial para una chica como tú. Pero no pude decidirme en un sola flor, porque todas eran tan bellas, así que pensé en llevar tu flor favorita a tu lugar especial con la leve esperanza que tu algún día vieras aunque sea los restos de ella.

¿Aún recuerdas tu lugar especial verdad? Debes recordarlo. Eso jamás se olvida.

El problema allí era que tú no tenías flor favorita. Solías repetírmelo muchas veces, decías que no eras como las otras chicas que tenían preferencia en flores comunes, que tú eras diferente.¿Sabes que hice entonces?
Le pedí a la mujer que atendía que me vendiera una flor por cada estilo que tuvieran en venta. Imagina cuántos compré. Fueron cien. Ni más, ni menos. Cien flores para ti.

Aileen, me gustaría que supieras que en realidad mereces todas las flores que puedan existir sobre el planeta, todas por cada día que estuviste a mi lado, pero tristemente, en este pequeño pueblo solo me venderán cien. Además, perdí mi empleo. No te lo dije porque no quería hacerte sentir mal, pero ahora no puedo esconderlo más. Así que debo empezar a fraccionar mi dinero hasta conseguir un nuevo trabajo y agregar a mi presupuesto las cien flores diarias que compraré para ti.

Por supuesto que has leído bien Aileen. Compraré Cien flores. Cien nuevas y hermosas flores que llevaré a tu lugar.

¿Es una buena oferta verdad?

Yo sé que sí, además te escribiré siempre. No puedo seguir tan lejos de ti. Y si escribo notas, sé que las palabras me llevaran al lugar donde te encuentres explorando, y sabré que estás bien. Pero ya lo dije, serán notas, no creo poder escribir otra carta, son muy formales y no son lo mío.

Por ahora Aileen, debo dejar de escribir. Mi hermana quiere que la vaya a dejar al aeropuerto y ya voy cinco minutos atrasado.

Dejaré las cien flores con esta carta. Mañana haré lo mismo. Pasado también. Siempre hasta que regreses.

Te ama,

-Marcos.

N/A:
{Inicia la cuenta regresiva para publicación oficial}
Esta ha sido una introducción a la historia narrado por nuestro personaje principal: Marcos.

Mil gracias por leer ❤.