13.5

(La narración en este va a ser bajo la perspectiva de Queen)

Había estado en Estonia un par de años junto a los dos amores de mi vida, pero no estás aquí para que te cuente sobre ello, de seguro y no te interesa y está bien, ese día en particular había salido de casa para comprar, ya sabes, la rutina en la ida normal de un hombre normal o al menos eso era a la vista de los demás, como sea... eso tampoco es lo importante aquí, como te decía, ese día común en mi vida se volvió uno menos común de lo que parece, esa tarde, despues de salir del súper mi teléfono sonó, era un mensaje de Shura, hace tiempo que no le veía y hace poco que habíamos hablado, había dicho algo del negocio de importación pero lo ignoré. 

"¿Podemos vernos?"

Ese mensaje bastó para que fuese corriendo a casa y salido de la misma manera ante la mirada de Sylphid y Gordon, cuando le mandé el nombre de la cafetería, él ya estaba ahí, ¿Cómo llegó tan rápido?, a veces hasta a mí me daba miedo el solo pensar en la respuesta, quizá solo era que caminaba muy rápido o quizá fue el taxi que lo había llevado, quien sabe y a lo mejor estaba cerca... siempre me armó muchas cosas en la cabeza, tomé asiento enfrente suyo. 

— ¿Para qué querías verme? — le pregunte con los brazos cruzados

—Buenas tardes, Queen — como siempre, con esa seriedad me saludó, no había cambiado en nada — necesito que me devuelvas el favor de hace años.

Me quedé en blanco, ¿aún lo recordaba?, al parecer mucho mejor que yo, en cierto punto se me helo la sangre y me quedé callado, recordaba ese día, eso era verdad, pero tan solo el pensar en eso, me hacía sentir como si aún estuviese ahí; hace un par de años, antes de mudarme a Estonia junto a Sylphid y Gordon, mi querido novio de cabellos plateados estaba... ¿Cómo decirlo?, en una situación difícil y Shura me ayudo a que saliera de ello, no entraré en detalles porque no es el punto.

— ¿Queen? — su voz me sacó de mis pensamientos.

—Me distraje, está bien, ¿Qué quieres que haga por ti? — le pregunté un poco nervioso, conociéndolo me va a ser viajar hasta el fin del mundo o algo parecido, con Shura nunca se sabe, es una caja de sorpresas, bajo esa seriedad se esconde un misterio.

—Escucha — esa palabra, esa maldita palabra me puso los pelos de punta y para sumarle, me tomó de las manos, como lo hacía cuando éramos niños y hacíamos alguna travesura, él siempre tenía un plan de escape por si nos atrapaban y ahora, tal parecía que algo así estaba sucediendo.

—Me asustas, ¿Qué hiciste?

Nada — me dijo y no dejaba de posar su mirada en mi — solo escucha ¿si?

Desvié la mirada por un corto tiempo, si él estaba aquí por algo que no hizo, entonces ¿Por qué venir a molestarme, quizá y aun no lo había entendido a la perfección o solo era, como de costumbre, uno de sus tan clásicos encubrimientos, como fuere ya estaba ahí y mi única opción era escucharlo y quizá ayudarlo si es que me convencía, al parecer era importante, así que decidí solo asentir.

—Tengo a un amigo que vive aquí en Estonia, hace un par de días me llamó para pedirme ayuda — lo miré incrédulo — él y su pareja están pasando por una difícil situación y si las cosas se complican quiero que alojes a la pareja de mi amigo en tu casa, solo por unos días, es un plan de escape por si algo sale mal.

—Deja de bromear, Shura

—No es ninguna broma, yo jamás bromeo con algo así — me miro con esos ojos acusadores que usaba para intimidarme pero ahora era distinto, ya no era el pequeño Queen al que podía manipular a su antojo, ahora era distinto... ¿o no?

—Y ¿Por qué me cuentas todo eso?, ¿acaso buscas que sienta lastima y te ayude?

—No — respondió rotundamente — a ese chico lo persiguen.

Quedé atónito, el escuchar esa parte me dejo así, en blanco y sin saber que decir, no es que fuese importante era un completo extraño pero a nadie le desearía esa experiencia, sobre todo porque se vive en un constante miedo, pobre chico, de seguro estaba al borde de algo oscuro.

Bueno, continua, ¿Cuál es el plan?

Ya te lo dije, si las cosas llegasen a salir mal, él te llamará de alguna o de otra forma y dirá que va de parte mía, solo tienes que identificarlo, es todo, no creo que sea tan difícil hacerlo.

¿Eso es todo? — pregunté, ya sabía que era algo así, es decir, no en realidad, a lo que me quería referir era a que siempre es igual de metódico y serio, siempre tiene que planificar todo, siempre tiene un plan base y uno de escape, pero me sorprende que fuese así de acertado.

Sí, eso es todo.

Tan perdido estaba en analizar un poco el problema que no me di cuenta que mis manos seguían prisioneras en las suyas, y si, si acaso te lo preguntas, ya no era el pequeño Queen pero siendo sincero, Shura aún seguía convenciéndome de apoyarlo en todo y aunque lo era, esta ocasión me parecía un tanto distinta, como si hubiese algo más, conocía a Shura desde hace años, lo dije, desde que éramos niños pero todo esto era por algo más, nunca lo había visto hacer una cosa así por alguno de sus amigos, quizá porque todos eran falsos y nunca me hablaba de ellos o tal vez, solo era simple amabilidad. 

Dejé salir un suspiro, de esos que salen cuando tu mente está en blanco y tratas de tranquilizarte, porque eso trataba de hacer, nada de lo que pasaba tenía sentido y menos aquel problema en el que ahora estábamos metidos, sin embargo ya no había vuelta atrás, ahora solo me quedaba averiguar quine era ese muchacho y decirle a Gordon y Sylphid lo que pasaba, aunque no tenía ni la menor idea de cómo hacerlo, pasamos unos cuantos minutos hablando de lo que habíamos hecho estos años que no nos habíamos visto y luego se marchó, yo volví a casa y traté de la mejor manera, explicarles a mis dos amores lo que pasaba.

—No te preocupes — escuche muy cerca de mi oído la voz de Sylphid — todo va a salir bien ¿de acuerdo?

—No puedo evitar sentir miedo

—Lo sabemos — dijo Gordon — pero nos tienes a nosotros para apoyarte.

Solo le sonreí, ahora solo quedaba esperar, así estuve un par de días, creo que dos, esperando, muriendo de incertidumbre y nervios hasta que una tarde, casi llegando a las 3, mi teléfono sonó, era Shura, oprimí el botón verde y contesté pero solo escuchaba una respiración verdaderamente agitada, volví a llamar a la persona del otro lado de la línea, ese no podía ser Shura... y no lo era, esa voz era distinta a la de él, era más... delicada y mucho menos seria, era como si me hubiesen cambiado a Shura.

Reaccione tarde, ¿Por qué un extraño tendría el teléfono de mi hermano y me llamaría?, le pregunte y supe entonces que se trataba de ese muchacho del que me había hablado, su nombre me pareció muy lindo pero no era tiempo de distraerse con esas cosas, le pregunté dónde estaba y despues de saberlo, decidí seguir con él plan, Sylphid y Gordon insistieron en acompañarme hasta el teatro, estábamos algo lejos por lo que ir a pie no serviría de mucho, así que tomé el auto y conduje como nunca lo había hecho, me sentí en una de esas películas de acción.

La última esquina estaba frente a mí, doble a la izquierda y ahí, a unos metros se lazaba el teatro ruso, aceleré solo un poco y paré justo enfrente, ahí pude ver a un chico, estaba viendo para todos lados con ese par de ojos celestes, estaba nervioso, eso se podía notar a Kilómetros y supe entonces que era él.

— ¿Afrodita? — pregunté cuando baje el vidrio del auto.

—Sí, soy yo. — respondió con alivio

—Sube — le dije mientras escuchaba como Sylphid abría la puerta — Soy Queen, ellos son Gordon — le sonrío y saludo amablemente, como siempre — y Sylphid. — hizo lo mismo.

Arranque el auto mientras trataba de tranquilizarlo y de hacerle saber que todo iba a pasar, un par de cuadras despues habíamos llegado de nuevo a casa, aparqué el auto y entonces los cuatro entramos a casa, le ofrecí café y un poco de pastel de manzana de esa mañana, no sabía muy bien que estaba sucediendo pero era mejor así, mientras menos me preocupe mejor, ahora solo quedaba esperar a que Shura me contactara y dijera que todo estaba bien, pero por alguna razón tenía un muy mal presentimiento, uno de esos que no tengo desde hace tiempo... me daba miedo.

Aunque esto no acaba aquí, quizá las cosas se arreglen, Afrodita parecía demasiado asustado y nos contó algo sobre lo que había pasado, nunca imagine que fuese tan turbio aquel asunto, los ojos de Sylphid estaban acuosos, solo me limite a abrazarlo mientras le ofrecía una mano a Afrodita, en ese instante comprendí que fue buena idea aceptar ayudar a Shura con esto, él confiaba en mí, despues de todo somos hermanos y nos apoyamos, aunque diga que a eso se le conoce como "favores".


🐐🌺
este salió largo, muy largo. 

A que no se esperaban esta relación entre Queen y Shura... 

Hoy llegue temprano.

Dan R  

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top