Capítulo 7
Corría por el helado camino de ese bosque, rebosante de felicidad.
¡Libre, libre, libre! Por fin había escapado de esa terrible situación que tanto temor le producía.
Podía continuar su viaje junto con su fantasmal amigo, sin preocuparse por ser juzgada y probablemente ejecutada al próximo día.
Corrieron hasta llegar a las entradas de la nueva región, Waterfall. Una caverna húmeda y un poco oscura.
–¿Aquí es donde vives?
–Mi casa no está tan lejos, quizá una o dos horas caminando...
–¿¡Tanto!? Ya llevamos demasiado tiempo corriendo, pensé que podríamos descansar un poco...
–En este momento probablemente estés en busca y captura... Dudo que podamos descansar en un lugar donde podrían encontrarnos.
–Tienes razón... Sigamos...– dijo Chara bastante agobiada.
Continuaron caminando hasta que distintas cosas empezaron a llamar la atención de la pelirroja, escritos bastante antiguos. Intentó leerlos pero estaban escritos en un idioma poco parecido al suyo.
–Es una antigua lengua que se usaba en el subsuelo hace muchos años...– dijo el fantasma.
–¿Tú le entiendes?
–Un poco... Todavía enseñan a hablarlo en lugares– Napstablook se acercó al escrito y empezó a leer–. "La guerra contra los humanos"...
Era lo único que se podía leer en aquel texto, continuaron caminando y encontrando cada vez más manuscritos que continuaban lo que decían los anteriores.
"Los humanos atacaron derrepente, sin previo aviso alzaron las armas contra nosotros. Parecían temerosos, pero realmente no de nosotros, sino de su propio poder...
Tenían un alma bastante fuerte, mucho más que la de un monstruo, entonces, ¿Por qué temer? La respuesta era bastante simple... La capacidad de un monstruo para absorber un alma humana...
Los monstruos eramos inferiores en poder a ellos, pero al derrotar a uno de ellos y absorber un alma humana obtendríamos un poder inconmensurable, por eso decidieron acabar con nosotros, por el miedo a obtener su poder. desafortunadamente, esa era la parte mas difícil para nosotros, pues se nos hizo imposible poder acabar con un humano...
Ellos eran muy fuertes, nosotros muy débiles. Ningún alma humana fue tomada durante la guerra".
–Vaya... Creí que esa dichosa guerra tan solo era un mito...– dijo en voz baja la pelirroja.
–Llevamos muchísimos años aquí encerrados... Aún así, seguimos con la esperanza de poder salir algún día.
–¿Y como podrían?...
Napstablook no contestó nada, simplemente continuó guiando a Chara por el lugar.
"Fuimos derrotados y desterrados al subsuelo, un lugar helado y oscuro. Sobrevivimos de milagro.
Al intentar huir descubrimos que habíamos sido encerrados por una gran muralla mágica que nos imposibilitaba escapar, pues fue creada por los siete magos humanos más fuertes...
Aún así, aquel monstruo con el poder de un alma humana sería capaz de pasar la barrera, y un poder aún mayor quizá sería capaz de romperla".
–Entonces... Ellos no me quieren matar simplemente por ser humana...
–Solo queremos escapar... Estamos hartos de esta penumbra y soledad... ¡Queremos ser libres!... ¡Quiero ser libre, Chara!
Napstablook empezaría a subir el tono de su voz, lo cual no era para nada común. Empezó a acercarse de forma amenazante a la chica, la cual solo retrocedía lo que podía.
–¿Qué... Qué estás haciendo?– tartamudearía Chara.
–Te iban a llevar con el rey a que el fuera el encargado de decidir qué hacer contigo, posiblemente hubiera absorbido tu alma... Y él hubiera sido el afortunado de escapar de este lugar.
El fantasma lanzó un ataque el cual Chara logró esquivar.
–Por supuesto que no lo iba a permitir, por eso te ayudé a escapar... ¡Ahora tu alma es totalmente mía!
Napstablook continuó atacando fuertemente a Chara la cual no podía hacer nada al respecto, pues al ser un fantasma, los ataques de la chica simplemente lo atravesarían.
Sin ninguna otra opción, salió corriendo con la esperanza de perderlo, pero no fue así. El fantasma podía atravesar paredes, no le costaba mucho encontrar nuevamente a la humana.
–No hagas esto tan difícil– dijo el fantasma mientras atacaba a la ya cansada Chara.
La persecusión continuaba, los caminos cada vez eran menos, llegó un punto donde simplemente podia correr de frente, pues no había ningun otro lugar al que escapar.
Tal fue su mala suerte que terminó acorralada contra una cascada. Observó dónde caía el agua y notó que estaba por lo menos a quince metros de altura.
Se regresó de donde había venido, pero allí se encontraba el fantasma.
–Eres muy escurridiza– dijo el fantasma acercándose a la chica–. Pero ya no tienes ningún lugar al que escapar.
–¡Alejate!– gritó la chica mientras retrocedía lentamente.
–No hagas esto más difícil ¡Ya dame tu maldita alma!
Chara retrocedió tanto que ya se encontraba al borde de la cascada.
–Si no lo hago él me va a matar...– dijo la chica mirando el fondo de la cascada.
El fantasma lanzó un último ataque, el cual la pelirroja esquivó arrojándose de la cascada. Por suerte logró caer en el agua y sobrevivió, pero la fuerte corriente empezó a llevarla.
Luchó todo lo que pudo contra el río, pero simplemente era imposible ir contracorriente. Su cuerpo se rindió ante el impulso del agua y la desesperación de no poder respirar invadía todo su cuerpo. Pronto, ese sentimiento empezó a calmarse mientras perdía la consciencia mientras el agua empezaba a entrar a sus pulmones...
.
.
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Derrepente, sin previo aviso, sintió su mano ser agarrada por alguien. Rápidamente fue sacada del agua y el que la rescató empezó a auxiliarla.
Tras unos minutos, Chara se encontraba relativamente bien, observó a su lado y miró a una cabra, más o menos de su altura.
–Así que tú eres la humana...– dijo con una gran curiosidad el sujeto.
Chara sintió miedo... ¿Otro monstruo? Apenas había logrado escapar de uno. Intentó levantarse pero fue interrumpido por el chico.
–Tranquila... No voy a hacerte nada... Mi madre me contó sobre ti.
–¿Madre?...– Chara empezó a buscar entre sus recuerdos y llegó a una conclusión...
–Mucho gusto, me llamo Asriel... Supongo que Toriel te habrá hablado de mi...– dijo con una sonrisa.
–Oh... Si me habló de ti... Mucho gusto, me llamo Chara.
–No creí encontrarte por acá, estuve buscándote un buen rato– dijo Asriel mientras ayudaba a Chara a levantarse del suelo–. Ayer fui a visitarla y me contó sobre ti, aunque igualmente ya todo el subsuelo sabe de tu existencia.
–¿Y qué te dijo?
–Que te ayudara a salir de aquí... Pero como están las cosas, va a ser bastante difícil sinceramente... Todos tienen una no muy buena idea de ti.
–¡Pero no he matado a nadie!
–Lo sé... Pero los monstruos le tienen miedo a los humanos después de todo lo que pasó... En fin, Toriel y yo no buscamos acabar contigo, solo queremos ayudarte y eso intentaremos.
Ambos empezaron a caminar.
–¿Alguna vez has oído hablar de la aldea Temmie?– pregunta el chico.
–Sinceramente no... ¿Qué es?
–Una aldea de la cual solo pocos sabemos la ubicación, se encuentra por aquí, en Waterfall.
–Ya veo... ¿Y para qué vamos?
–Con anterioridad hablé con ellos sobre el asunto, se ofrecieron a darte alojo por un tiempo.
–Sabes... He confiado en algunos monstruos y la verdad no me ha ido muy bien...
–Lo sé, pero no te preocupes, creeme que puedes confiar en ellos.
Luego de esa charla, ambos se dispusieron a llegar a aquella aldea, aunque estaba algo lejos a decir verdad...
.
.
.
–¡Papyrus! ¿Qué te pasó?
–Nada importante, Undyne... Simplemente una pelea, la cual obviamente fue totalmente pareja y batallosa para mí rival...
–En realidad... Le dieron una paliza– dijo Sans con una risita al lado.
–¿Fué el humano?
–Si...– respondió Papyrus.
–Esto no puede quedarse así... ¡Iré personalmente a buscar a ese humano y acabaré con él!– dijo Undyne mientras se pone nuevamente el casco de su armadura y se prepara para irse.
–¡Espera!... Justamente de eso queríamos hablar contigo...– dice Papyrus.
–¿Sobre qué?
–Yo... Creo que ejecutarla no es buena idea, cuando combatí con ella no sentí ninguna intención maligna en ella... ¡Incluso me salvó la vida! Si no fuera por ella estaría muerto.
–¿Qué estupideces estás diciendo? ¡Es una Humana! Sabes perfectamente todo lo que nuestra raza ha sufrido por ella.
–Lo sé... Pero eso no significa que todos los humanos sean malvados... ¿Verdad, Sans?
Papyrus volteó a ver a su hermano, pero se había quedado dormido en su asiento.
–¡Despiértate, Sans!– gritaría Papyrus.
–Eh... Si, si, Papyrus tiene razón– diría antes de volverse a dormir.
–No importa lo que digan... Si no quieren unirse a la cacería, está bien... Pero estarían renunciando a ser parte de la guardia real– dijo Undyne antes de marcharse.
Papyrus y Sans se retirarían también del lugar, siendo el primero el más preocupado.
–¿Renunciar a la guardia real? ¡Es mi sueño desde niño!... Pero... No quiero matar a alguien inocente– dice Papyrus a su acompañante, el cual parece estar dormido–. ¿¡Cómo demonios puedes dormir mientras caminas!?
–No te quejes, ¡Me tuviste hasta la madrugada cuidando a Chara!
–Cosa que hiciste mal por cierto, se escapó.
–Eso no es mi culpa ¡Tiene a un fantasma de su lado!
–¿Y quién fue el estúpido al que se le ocurrió dormir al lado de ella?
–Es que hacía frío...– dijo el esqueleto con vergüenza–. Además, las pláticas con ella están divertidas... ¡Le gustan mis chistes malos!
–A nadie le gustan, Sans.
Ambos esqueletos continuaron discutiendo, hasta que llegaron a su casa. Entraron y encendieron la televisión, dónde como de costumbre se mencionaba a la humana en las noticias.
–¿Por qué en éste ultimo tiempo mi vida gira alrededor de Chara?– piensa Sans mientras mira el techo–. ¿Y por qué su cuerpo me produce tanta calidez?
Esa noche que durmió al lado de la chica le había bastado para no poder sacarla de su cabeza... Bueno, de su cráneo.
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Fin del capítulo
Espero que les haya gustado =D
Nos vemos!!
Postdata: Gracias por los 500 seguidores :) no saben lo mucho que se los agradezco.
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