- diez -
Rin suspiró viendo las pequeñas plantas de Girasol frente a él.
Estás habían crecido de una forma impresionante en unos cortos tres meses.
Tres meses dónde básicamente vivía evitando a su vecino y aquello le estaba desgastando.
Solía ver a Isagi en el mercado o este siempre le esperaba en las rutas que sabía que tomaría cuando hacía mandados o llevaba mercancía al puesto de su familia.
Tuvo que aprender más rutas y siempre le esquivaba, no quería estar cerca, no quería cruzar palabras.
No quería aceptar su realidad, no quería ser atado a un Alfa.
Además, sería hipócrita de su parte el que él estuviera con su destinado, cuando su hermano fue entregado a un Alfa cualquiera para que él estuviera cómodo.
No podía, no quería.
Suspiró ante ello, acariciando el capullo creciente de una de las futuras flores, era lindo ver aquellos seis girasoles, les daba alrededor de dos meses más para crecer lo suficiente y florecer.
— Ojalá Nii-Chan las viera, seguramente estaría feliz al ver lo grande que están —Sonrió bajo— Sé que en algún momento le conocerán... Quizás algún día él volverá a casa.
Sus palabras se perdían allí, hablando solamente con los Girasoles en crecimiento, parecían ser los únicos que le comprendían.
Tomó su regadera y les coloco algo de agua para así dejarla e ir dentro de su hogar.
— ¡Rin hijo!¡Hay correo! —Escuchó a su papá que se alistaba para ir a su puesto, el menor caminó rápido a la entrada y de su buzón tomó las cartas junto a un paquete para así entrar a la casa y revisar quienes eran los remitentes.
Sus abuelos maternos que seguramente también eran dueños de la caja, un comprador al mayor que estaba haciendo su encargo mensual, algunas amigas de su mamá, y la que le interesaba, la carta semanal de Sae.
La abrió rápido leyendo esta, su hermano solía resumir algunas cosas de su semana en su carta, las leía atento, según él, podría haber mensajes de ayuda ocultos.
Pero recibió lo mismo de siempre.
"... Y bueno, ha sido tranquila, aprendí a tejer con la señora Shidou, te hice una bufanda, espero llevártela pronto en persona. Además de que dejaron todo el jardín a mi disposición, ¡Sembré todo tipo de flores y cultivos!, es muy lindo, Ryusei a veces me ayuda y es muy atento, suele aprender rápido y es agradable cuando charlamos mientras trabajamos en el jardín, ¡Y además!, dejé un espacio especialmente para mis Girasoles, sé que los has de estar cuidando bien, espero pronto buscarlos y sembrarlos acá..."
Suspiró leve, ¿Ryusei atento?¿Cariñoso?¿Agradable?, no podía ser, todo el pueblo decía que era lo contrario.
Si fuesen una o dos personas, le daría el beneficio de la duda, ¡Pero todo el maldito pueblo decía cosas sobre él!, no era coincidencia.
Negó y guardó la carta, las cosas no podrían ir peor.
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