Retorno
La noche avanzó rápido, a cada rato Eijun miraba al cielo y buscaba alguna de sus águilas, después de 5 días, finalmente una de ellas volvió.
Era Sian la que había vuelto y entonces el niño le llamó para que bajara y está se poso cerca de él, Kazuya se asustó al ver el animal, pero se relajó al darse cuenta que Eijun sabía controlarla muy bien.
"Alteza
Las cosas en la frontera se encuentran peor de lo esperado, hemos recibido ataques de otros reinos, Teito también intenta invadirnos.
Es insoportable para mí tener que darle estas malas noticias, pero haré lo posible para volver en menos de un mes.
Lamento lo que ha sucedido en el Palacio, no esperaba que Haruno llegara a esos límites, estoy preocupado por su majestad.
Takuma tomó la mejor decisión al ir él solo, sea paciente, puede que estos sean momentos difíciles, pero no deje que su corazón dolorido tome decisiones precipitadas, mantenga su espíritu firme, donde quiera que estemos seguimos siendo una flor de cerezo.
No sé atormente por lo sucedido, quisiera estar a su lado y expresarle mis condolencias en persona, pero volveré tan pronto como me sea posible, se que debe estar sufriendo mucho, pero sea valiente Alteza, resista, porque si no lo hace, Seido podría sufrir las consecuencias.
Le juro que tomaré las tierras del Jingu, por favor, no se preocupe y cuide de su salud.
Okumura Koushuu"
Al terminar de leer el papel, abrazó y besó la hoja como si la vida se le fuera en ello.
-Vuelve pronto Kou... Te necesito a mi lado.
Ante sus palabras, Kazuya se molestó un poco, pero se le acercó y lo abrazó por la espalda.
-Esta bien Alteza, no tiene que aguantarse las ganas de llorar, aceptar que no está bien, también es parte de la valentía.
Los nobles y oficiales fueron avanzando con sus tareas, incluso algunas personas ya estaban en otras actividades, parecía que finalmente el Capitolio estaría recuperándose del ataque.
Tres semanas después, el emperador finalmente volvió.
Flash back
En el último mes, Eijun y Youichi habían estado juntos casi todas las noches, alejados sólo cuando el alfa tenía tanto trabajo que le era imposible volver.
La seguridad era un tema que requería mucho tiempo.
Haruno se había vuelto cada vez más caprichosa, hasta el extremo de desobedecer a Tetsuya y poniéndolos en peligro cada vez más.
El primer príncipe le insistía a su madre que se detuviera, pero la mujer parecía no entender que los estaba exponiendo al peligro.
Los aliados de Haruno empezaron a intranquilizarse al ver qué con tal de destruir al Kwanzan, estaba siendo cada vez más descuidada.
-¡No lo quiero aquí! ¡Ya te lo dije!
-Madre, ahora no es el momento, debes ser paciente y esperar, por favor, estás haciendo locuras.
-¡No me importa! ¡Quiero que desaparezca del mapa ahora!
-¿Por qué le tienes tanto miedo?
-¡Yo no le tengo miedo!
-Entonces, de otra manera no me explico tu desesperación por hacer que muera.
-Tetsuya... ¿Por qué le regalaste esa pulsera sin mi permiso?
La pelirroja tenía sus cabellos hechos un desastre, con la ansiedad por matar a Eijun, se dejó de arreglar y bebía casa vez más alcohol hasta volverse desquiciada y mirar de forma distante a Tetsuya.
-¿Madre?
-Tu estás de su lado, por eso no lo has matado.
-¿Qué estás diciendo? Yo sólo estoy de tu lado...
-Si lo estás, entonces ¡Mátalo de una vez! ¡Mátalo! ¡Mátalo! Mátalo.... Si lo matas, creeré en tus palabras.
-¡No es tan fácil! ¡Ahora Eijun es la "esposa" de Youichi!
-¡No me importa quién muera! Sólo acaba con él.
La mujer recobró la cordura por unos pocos minutos antes de decir:
-Dime Tetsuya, esos ojos que le dedicaste, no los entendí, pero parecían los de un alfa estúpido y enamorado.
-No es eso... -el joven bajó la mirada y su madre lo supo todo, había estado ayudándola a pesar de que estaba enamorado del joven.
-¡Oh! ¡Cuánto dolor Tetsuya idiota! ¡Te has enamorado del enemigo de tu madre!
-¡No! ¡Esto no es así!
-¡Vete ahora mismo! ¡No necesito un inútil como tú!
El alfa trató de repelar muchas veces, pero terminó retirándose para evitar una discusión más fuerte, ya hablaría con su madre cuando volviera su cordura.
Pero la mujer lo alejó de todos sus planes, dejó de contarle las cosas y empezó a tomar decisiones más precipitadas.
Su gente empezó a visitar al Primer Príncipe.
-¡No podemos seguir con ella así!
-¡Alteza, nos está poniendo en peligro!
-¡¿Por qué se arriesga tanto por un Omega inútil?!
-Si su majestad se entera de todo, nosotros nos lavaremos las manos.
Tetsuya hizo hasta lo imposible por detenerlos, pero las actitudes de su madre no le ayudaban, al final, todos la abandonaron y él pensó que debería asumir la culpa si en el peor de los casos, su madre era encontrada culpable.
Después de tres meses, vio a su madre hablando con un hombre rubio, al principio pensó que era Okumura, pero se dio cuenta que la complexión era diferente y entonces la escuchó pronunciar su nombre.
-Estoy de acuerdo Narumiya-san.
El príncipe casi se va de espaldas cuando escuchó el apellido Narumiya, eran de Inashiro, su madre estaba aliandose con el enemigo.
-Madre... No puedes ser tan tonta...
El joven habló con ella a pesar de que la mujer lo ignoraba y no entendia una sola palabra.
-Si te acusan de traición... Ni yo mismo podré protegerte.
-No necesito que un inútil como tú me proteja.
Pocos días después, la guerra estalló en el frente, el pueblo fue atacado por saqueadores de Inashiro.
Al escuchar las noticias un escalofrío recorrió su espalda. El emperador reunió al consejo para tomar medidas de protección.
-Iré yo mismo al frente.
-¡Majestad! ¡Reconsidere!
-No lo haré, la gente de mi pueblo está muriendo, mi deber es estar con ellos. Dejaré que Youichi se haga cargo en mi ausencia.
El Segundo Príncipe se puso de rodillas frente a su padre y aceptó la orden, supo que si hablaba en ese momento, su padre no entendería de razones.
Okumura era muy astuto y se dio cuenta de las intenciones del segundo, aunque lo odiara, no dejaría que eso se interpusiera en su deber.
-Si me permite, tengo un plan.
-Habla Okumura.
-Su Alteza y yo pensamos que pueden atacar nuestro frente en dos lugares en específico, así que podemos enviar una tropa de avanzada a estos lugares y después llegar con nuestros guerreros a este punto.
Mostró el mapa olvidándose de Haruno, así la mujer pudo ver los puntos vulnerables del país en el ataque.
-Reforzaremos la guardia fronteriza y distribuiremos a nuestros hombres en estás regiones.
Tetsuya intentaba que su madre se distrajera para no ver todo el plan, pero nada pudo hacer.
Después de eso, habló con su padre...
-No deberías ir... Si vas y algo te sucede, el reino estará en una posición muy difícil.
-Debo ir, soy el Emperador de Seido, es mi deber proteger a mi reino.
-Por favor, deja que vaya en tu lugar, ayudaré a proteger las fronteras.
-Por supuesto que no. Quiero que Kazuya y tú ayuden a mantener la estabilidad mientras estoy fuera en esta contienda.
-Padre Imperial, se lo ruego, debe cambiar de opinión.
-Youichi estará a cargo del reino en mi lugar.
Fue entonces que entendió que nada podría hacer en contra de la voluntad de su padre, trató de sincerarse, pero sintió sus manes tan pesadas como el plomo.
-Por favor Padre, usted es gobernante, deje que nosotros nos hagamos cargo de este asunto.
-De ninguna manera, me aseguraré de matar a Narumiya por el saqueo a mi gente.
Ante las negativas, Kazuya, Youichi, Tetsuya y Koushuu dejaron de insistir en qué se quedara.
Y la famosa partida de la caravana por fin llegó.
End
El emperador entró al Palacio y vio el desastre, la reconstrucción del Palacio Central estaba por concluir, miró asombrado el campo que había pasado, muchos de los sembradíos habían sido quemados y la gente trabajaba para limpiarlos.
Atónito miró a la gente que aún permanecía en la plaza del Palacio siendo atendidos por médicos.
Su mirada recorrió el lugar, la batalla en el frente se había disipado en el último ataque que dieron.
¿Cuándo paso esto?
Sus piernas temblaron al ver el Palacio Central tan dañado.
El mareo fue evidente al ver las veladoras encendidas cómo solo hacen cuando hay luto.
Eijun recibió la noticia de la llegada del emperador dos días antes, pero no fue suficiente para apresurarse en mejorar las condiciones del Capitolio.
La gente del pueblo lo recibió con alegría, la primera que se sentía con tan devastadoras batallas.
Al final el castaño llegó con los oficiales, nobles y los príncipes a darle la bienvenida al imperio.
-¿Qué pasó aquí? -sus palabras sonaron profundas y algo desconcertadas, tan lejanas a sus propios oídos.
-¡Su majestad!
El alfa se hizo para atrás y sus hombres lo retuvieron, cientos de sus guerreros estaban arrodillados, implorando clemencia por no haber podido proteger el Palacio, pero se encontró a si mismo rodeado de nobles con la cabeza en el piso.
Flash back
El alfa cayó al piso y el Omega castaño se acercó a él, le sostuvo la cabeza en sus piernas y con sus manos trató de detener el sangrado en la herida de su estómago.
El piso tenía un charco de sangre, en su desesperación habló con los oficiales.
-¡Un médico! ¡Un médico!
Kazuya tenía algunas heridas, pero su madre tenía un golpe en la cabeza, con el reciente ataque, ambos fueron arrojados contra la pared, el príncipe trato de protegerla, pero cayeron en una mala postura, la sangre también caía de ella.
-Eijun...
-No, por favor no hables, si lo haces no...
-Eijun... Por favor... no me queda mucho tiempo de vida.
-¡No digas eso!
-Te amo, siempre estuviste en mi corazón, te llevaré en mi memoria.
-No me dejes, por favor no me dejes, no te despidas de mi.
-Escuchame, esta es mi última voluntad.
La voz salió entrecortada por la sangre que se le regresaba, jaló su manga y hundió su dedo en la sangre para escribir su testamento, y lo plasmó en la tela.
-Debes ser fuerte, sonríe para mí, esa es la última cosa que quiero que mis ojos se lleven.
-Si...
La sonrisa fue teñida por las lágrimas que el Omega lloraba.
-No lo olvides, tiene que ser él, no me falles.
-Si...
-Les encargó mi reino Youichi...
-¿Padre? ¿Padre?
-Te amo... Fuiste mi muy amada hija.
-¡Majestad!
End
-El emperador Kataoka... Se nos ha adelantado. Su testamento dicta que ahora, el joven Príncipe Youichi es el nuevo emperador de Seido.
El Leopardo casi se desmaya cuando se entera de la noticia, había dejado a su padre en el Palacio para evitar que muriera en el frente, pero de haber sabido que esto pasaría... Jamás hubiera tomado su lugar.
Flash back
-¡Su majestad no piensa cambiar de opinión!
-¡Lo sé Okumura!
-¡Segundo Príncipe, no podemos dejar que vaya a la guerra y menos al frente de batalla!
-Hermano... No hemos agitado todos nuestros recursos.
-¿Qué propones Kazuya?
-Hay una sola persona en este momento a quien podemos acudir para hacerlo cambiar de opinión.
-¿Te refieres a su Alteza? -Tetsuya hablo desde la puerta.
-Es correcto...
Asombrados lo miraron con dudas, no podían ni querían fiarse de él.
-También estoy angustiado, tengo el presentimiento de que algo malo se avecina.
-¡Si sabes algo habla!
-No lo sé... Pero en estos momentos... Es mi Padre, no quiero que muera.
Inclinó la cabeza a un lado y sus ojos brillaron con la luz de la luna.
Entonces los cuatro fueron a hablar con Eijun para pedirle que hiciera hasta lo imposible por convencer a su padre.
-Esta bien, hablaré con su majestad, a mí tampoco me deja estar tranquilo la idea de que vaya al frente de batalla.
El castaño salió de sus aposentos y se fue al Palacio Central. Una vez allí fue anunciado y segundos después se le permitió entrar.
-Padre Imperial...
-¿Qué pasa Eijun? ¿Qué te trae a estas horas de la noche aquí?
-Vine a traerle está gema...
-Oh.... ¿Cómo la has obtenido?
-Era de mi padre...
-Dimelo todo Eijun, te conformaré si eso es lo que estás buscando.
-Estoy asustado, temo por su vida.
-No debes temer, estás son mis responsabilidades con mi pueblo.
-Su majestad... Me quedé huérfano desde muy pequeño, sólo los tuve a Ryosuke y a usted.
-Aun me tienes a mi.
-Temo por su vida, temo que me deje.
-¡No seas tonto Eijun!
-Por favor, se lo ruego majestad, no tengo un buen presentimiento de todo esto, no vaya.
-Mis tontos hijos y mi estúpido consejero fueron a ti para tratar de convencerme.
-Yo... No tiene nada que ver con ellos, quiero que esté a salvo.
-Te propongo un trato.
-¿Que debo hacer?
-Hare que mis tontos hijos y Okumura compitan conmigo, si alguno de ellos me vence, entonces yo le permitiré ir en mi lugar.
-Con una condición.
-¿Cuál?
-Este trato será un secreto para todos los demás. Siento que debo desconfiar justo ahora.
-Esta bien.
Después de eso, el Omega se reunió con los alfas y estos se sobaron la frente.
-¿Y tú aceptaste eso? -suspiro Tetsuya.
-Era la única forma de que aceptará.
-No es tan fácil... -susurro Kazuya.
-Es solo una batalla y al primero que lo logré, le delegará el viaje.
-No es una simple batalla Eijun... Padre es extremadamente fuerte, no lo he vencido en un duelo ni una sola vez en mi vida.
Los 6 se reunieron en secreto en una de las laderas, cuando empezaron las batallas, Kazuya fue vencido rápidamente y terminó acostado en el piso boca arriba.
Tetsuya perdió quedando hincado con las manos en la espalda porque su padre las sostenía.
Okumura lucho ferozmente dejando impresionado al emperador, haciendo que aunque perdiera, lo invitará a ir con el al viaje. Fue vencido de pie.
Youichi cerró sus ojos por segundos y se mostró incómodo con la idea de pelear pero su experiencia en las guerras fue abrumadora, sabía que con tantas batallas mejoraría, pero no tanto como para derrotarlo, entonces su sonrisa se escuchó en todo el lugar.
-Esta bien Eijun, Youichi me ha vencido, puede ir en mi lugar. Cómo prometimos, esto es un secreto para todos, la gente pensará que voy en la caravana aunque no sea así.
Después de 20 días de su partida, todo sucedió.
End
Mientras tanto... En las tierras de Jingu... Okumura tiene una espada atravesandolo de lado a lado, la sangre está en las comisuras de sus labios.
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