Leíste mi primera carta, ¿leerás
la segunda o irá a parar al
bote de basura? Lo que decidas
hacer está bien. Creo que a
cualquiera le daría miedo de
recibir cartas de un extraño al
que al parecer le vale un comino
que tengas novia.

Pero es que simplemente no
puedo parar de mandartelas.
Quizá debería ir a terapia por el
bien de todos y detenerme o
terminaré arruinando el ambiente
armonioso del aula A.

Pero no puedo. Mi corazón exige
que te escriba o perderé la
cabeza, dime, ¿está tan mal
depender de una sola mirada tuya?
¿es enfermo que cada vez que te
veo con ella, besándole,
sosteniendo su mano o incluso
comiendo juntos me imaginé
contigo para ignorar las punzadas
en mi corazón y hacer parar las
lágrimas?

¡Estoy mal! ¡Estoy mal! ¡Estoy
malditamente enferma de amor
por ti, tanto que quiero morir!

Cuando la besas, ¿qué sientes?
¿cuando la abrazas fuerte, qué te
produce? Y cuando le dices "te
quiero" ¿qué pasa por tu cabeza?

¿Obtendré alguna vez una pizca
de tu cariño y atención algún día?
¿O me pudrire en la inexistencia
de tu presencia en mi vida?

Mi corazón duele demasiado
Izuku Midoriya. ¿Se detendrá algún
día este sentir?

Atte. Propietario de un corazón
magullado.

La piel se le erizo desde la punta de sus pies hasta su cuero cabelludo.

¿Qué si se sintió extraño con esta carta? Por supuesto que sí.

¿"Enfermo de amor"? ¿Quién era esa persona con letra tan inestable? ¿Estaba cuerdo? ¿Sería una trampa? Creyó que la primera carta era alguna broma de sus compañeros, pero al parecer no. Este sujeto iba más allá de quererlo, parecía amarlo, pero Midoriya no tenía ni idea de quién rayos era. Incluso, sintió un poco de miedo.

—¿Midoriya? —Escuchó la tranquila voz de su amigo a un lado suyo, cosa que le asusto por no haberlo oído llegar.

—¡Ah! ¿Cuándo llegaste Todoroki-kun? — Pregunto intentando doblar disimuladamente la carta y guardarla en el bolsillo de su pantalón

—Estabas muy concentrado leyendo ese papel, ¿es una carta?

—A-ah, sí.— respondió tímido

Todoroki no era fácil de despistar.

—¿De Uraraka-san? —Dio un paso más cerca analizando el rostro de su amigo.

¿Mentirle o no?

—Jaja, no, ¡pero no es nada importante! Solo olvídalo, vamos, los chicos nos esperan abajo.—Tomó su mochila y le dio el paso a Todoroki, indicando que fuera adelante, a lo que él simplemente obedeció sin insistir más en el tema.

Paso junto al bote de basura y se detuvo. Saco la carta, la vió con el semblante confundido y algo preocupado, entonces la tiró.

Sí, eso era lo mejor.

—Ugh... Ahg. —Un quejido de dolor se escuchó en el aula cuando por fin se quedó en completo silencio—. Lo sabía... Realmente solo soy nada. —Sollozo agarrando su pecho por el dolor.

El aire le faltó, y un montón de florecitas pequeñas pero en gran cantidad comenzaron a salir de su boca mientras daba arcadas de rodillas. Estás eran acompañadas de sangre que las manchaban y salpicaban el suelo en pequeñas gotas.

Sentía su cabeza latir con fuerza, el ardor y dolor en su garganta al vomitar por segunda vez en el día más pétalos le anunciaba que pronto saldrían completas, llegando al punto final de: —Hanahaki, te odio.— logro pronunciar, dejándose desvanecer en el suelo, agotada totalmente de vomitar de nuevo la flor de musgo.

Hanahaki diasease: Enfermedad ficticia la cual se sufre cuando una persona padece de un amor fuertemente no correspondido.

Está comienza a vomitar pétalos de flores al llenarse sus pulmones, esto continuará hasta asfixiarla y matarla, hasta que se cunda de flores y raices su corazón y pulmones.

La cura es que su amor sea correspondido, no basta la amistad, solo el romántico podrá detener la enfermedad. También puede ser retirado por medio de una intervención quirúrgica, pero conlleva perder las emociones hacia la persona amada y los recuerdos con esta; el sentimiento amor también podría desaparecer.