NARRADO EN TERCERA PERSONA
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Las Winx sobrevolaban la barrera de Alfea en busca del enemigo que se encontraba al exterior, sus grandes alas derrocaban brillo y gracia, mientras que sus trajes las hacía verse como inocentes damiselas, pero estaban lejos de serlo, eran las alumnas más intrépidas y valientes, un grupo de chicas que estaban dispuestas a todos por tal de acabar con el mal.

—No veo a los brujos de sangre. —Espetó Aisha quien volaba sobre las demás. —No los consigo divisar.

—Están cerca. —Musitó Musa, quién tenía los ojos violeta brillante  a causa del uso constante de su poder. —Siento sus pensamientos.

—Están esperando algo. —Stella mantenía su mirada fija entre los árboles del tupido bosque afuera de la barrera de Alfea en busca de cualquier movimiento, su mano sujetaba con fuerza el cetro de oro que había obtenido, lista para atacar.

—Están ocultos. —Musitó Bloom pensativa cuando una idea pasó por su mente. —Flora, aparta las copas de los árboles. —La de cabellos castaños con mechones rosados asintió e hizo lo que su amiga le pidió sin mucho esfuerzo aparente. —Stell, ilumina hasta el mínimo rincón.

La princesa de Solaria asintió levantando su centro en el aire u girándolo, luego apuntó hacia el punto que Flora había despejado con anterioridad, consiguiendo dejar el lugar libre de sombras.

—¿Qué demonios es eso? —Aisha se llevó consternada una mano a la boca al ver que algunas sobras no desaparecían, sin embargo tomaban una forma humanoide.

Las criaturas comenzaron a salir de sus escondites.

—Son los Sombras. —Espetó Flora. —Ellos pueden atravesar la barrera de Alfea

—Pero no la mía. —Tecna dio dos palmadas y cuando separó sus manos un circulo de color verde eléctrico fue formándose entre estas, ella lo lanzó hasta la barrera que comenzó a cubrir como segunda piel.

En el interior de Alfea los especialistas observaban como el cielo se teñía de verde, mientras que  seis puntos brillantes se mantenían sobre ellos.

—Las chicas. —Sonrío Sky viendo atontado como algo parecido a llamas salía de las manos de su novia. —Son fabulosas.

—Mi princesa es la mejor. —Suspiró Brandon —Brilla como el sol.

—Nadie se compara con Flora. —Helia que había arrancado una rosa roja del jardín sonrió oliendola. —Es tan delicada y a la vez tan poco inofensiva, justo como una rosa, mi rosa.

—Me dan diabetes. — Riven hizo cara de asco. —Ellas luchando allá fuera y ustedes babeando el piso. —Puso los ojos en blanco. —Menudos letardos.

—¡Oigan! —Terra vino corriendo. —Si ellas están luchando allá. ¿Qué es lo que viene por acá? —El hada de la Tierra señaló un punto lateral, dónde la barrera estaba fracturada y un ejército considerable se acercaba.

—Lo que sea que hay allá es una distracción. —Resopló Helia, tomando su látigo a la vez que Sky y Brandon sacaban sus espadas.

—Riven avisale a las chicas.

Frente al ejercito venía un hombre con capa y chaqueta de cabellos largos, sin duda era Valtor y la sorpresa que no sorprendía tanto era que a su lado estaban las denominadas Trix, Icey, Dracy y Stormy quien llevaba un estilo nuevo de cabello, algo parecido al afro, solo que con menos volumen.

—¿Quién será la primera hada en donarnos su sangre? —Preguntó la que controlaba el hielo mirando directamente a Terra. —Creo que tenemos voluntaria.

Desde el cielo las Winx atacaban a las sombras que parecían más poderosas que la vez que se encontraron con Bloom y Flora en el bosque.

El hada del fuego del dragón comenzaba a molestarse en serio al ver que sus ataques fallaban y sin darse cuenta se vio envuelta por las llamas, pero esta vez las llamas tenían forma, a su alredor se estaba formando un dragón.

—¿Bloom? —Flora fue la primera en darse cuenta. —¿Qué demonios?

La suplente no lo pensó y tomando el control del dragón que la rodeaba lo lanzó  contra las sombras, desintegrando a unas cuantas, pero el resto se duplicó.

—¿La vez pasada no hacían eso? —Protestó el hada de la vida.

—Podemos unir fuerzas. —Bloom se acercó a una jadeante Flora, mientras las demás seguían lanzando ataque que eran en vano.

—Se seguirán multiplicando. —Flora llevó la mirada hacia las Sombras. —A menos que hagamos un ataque masivo que acabe con todas juntas.

—¿Acaso estás sugiriendo...? —Tecna fue la primera en entender la sugerencia de el hada de la vida.

—Creo que es nuestra única posibilidad. —Asintió la Linphea. —Debemos unir todas nuestras fuerzas.

—He escuchado que es peligroso. —Aisha miró aterrada a Flora.

—Puedo sentir tu miedo. —Musa la miró.

—Pero yo también concuerdo que es la única opción. —Stella se colocó entre Flora y Bloom. —Algo me dice que esto no es ni la mitad de la batalla.

Todas asintieron llenándose de valor y unieron sus manos, podían morir, pero si lo hacían, lo harían luchando y hay tanto honor en eso, que es incluso mejor que la vida eterna.

En Alfea la batalla había comenzado, las hadas y especialistas hacían lo posible e imposible por defenderse a ellos mismos y a la escuela, los brujos de sangre atacaban sin compasión, sin pensar en edades.

Terra tenían a cuatro sujetado por raíces. Helia y Sky tenían una batalla directamente con el brujo líder, Valtor. Pero ambos estaba en una inmensa desventaja cuando oscuros tentáculos aparecidos de la nada los sujetaban con fuerza, cortándoles la respiración.

El cielo volvió a iluminarse, creando una estela de colores, azul, rojo,  amarillo, violeta, verde y rosado, el brujo miró incrédulo al cielo viendo a las seis chicas que sobrevolaban la barrera, llevando su atención a dos en especial. —Umm. —Inhaló como si pudiera olores sus aromas. —Un hada del fuego del dragón y un hada de la vida ¿Qué curiosa mezcla? Las quiero para mi.