17
Estoy espalda a espalda con Helia hay un círculo de brujos de sangre a nuestro alrededor. Helia usa su lazo electrificante mientras yo los ataco sacando raíces de suelo. Pero son muchos y de magia muy oscura.
—¡Bloom! —Grito hacia la pelirroja y ella asiente usando sus poderes para que una llamarada acabe con los que nos rodean.
—Ella acabó con los quemados sucios brujos. —Grita Stella usando sus poderes para cegar a unos que están frente a ellas. —Y yo soy la princesa de Solaria midan bien sus batallas.
Bueno va a resultar ser que la princesa guerrera si es útil. Diviso un brujo mirando hacia Aisha y ni siquiera lo pienso. Lanzo un ataque hacia el.
—Chicos encontramos los prisioneros. —Son las palabras de Musa la que hacen latir mi corazón apresuradamente.
—Hay que terminar esto ya. —Susurra Helia y se a lo que se refiere, debo acabar esto para ir por todos cuanto antes.
Se los poderes que conlleva ser el hada de la vida. Pero nunca los he usado en su totalidad, ni siquiera una cuarta parte. Y ahora deberé usarlos con fuerza. Probablemente termine inconsciente. —Cubreme. —Digo dejándome caer sentada en el suelo.
Cierro mis ojos y apoyo mis manos en el suelo. El suelo es de cemento, no hay arboles o alguna forma de vida que me haga en trabajo más rápido, debo sentir los corazones por mi sola. Escucho gritos explosiones y pasos. Pero me mantengo impasible en busca de los corazones.
Pasan uno, dos minutos cuando comenzó a ver luces en la oscuridad, solo queda un problema ¿Cuál es cuál?
La voz de Helia llega a mis oídos está frente a mi. Lo noto, su corazón es pasivo su brillo trasmite tranquilidad.
Poco a poco algunas luces toman colores. Y sonrío, son los chicos.
Me concentro en sacar raíces del suelo, en todos los lugares atrapando a cuanto brujo de sangre haya.
—Flora. —El suspiro de alivio de Helia me hace sonreír. Lo conseguí.
Pero no soy capaz de abrir los ojos, no encuentro fuerzas y caigo en la dulce inconsciencia con el eco del sonido de mi nombre salido de los labios de Helia.
...
Siento un peso sobre mi cadera, la cabeza me duele un montón y me cuesta abrir los ojos, aún estoy demasiado agotada. Pero lo consigo a la par que me volteo para encontrar los azules y pacíficos ojos de Helia observándome.
Levanto una ceja al ver que está acostado a mi lado, abrazandome. —No perdamos la costumbre. —Me regala una media sonrisa antes de mostrarme un mar pacifico.
Ese simple gesto hace mi corazón latir como ganado desbocado. Deja un suave beso en la comisura de mi labio mientras se incorpora.
—¡Flora! —El grito de Miele es lo ultimo que recibo como advertencia antes de que mi hermana caiga sobre mi sin consideración alguna. —Gracias por salvarme.
La abrazo con fuerzas besando su frente, eso no se agradece, soy incapaz de vivir en un mundo sin mi hermana y se lo hago saber besándola por todo el rostro. Ella ríe y eso me anima para hacerle más cosquillas.
—Basta basta. —Suelta esa risa aniñada que me da mil años de vida.
Pero la fiesta acaba cuando veo a mis padres serios en la puerta de mi habitación, por un memento pienso que es porque Helia durmió conmigo, pero luego recuerdo mis secretos recién salidos a la luz.
—¿Cuándo pensabas decirnos que eras el hada de la vida? —Pregunta mi padre con la voz dura cruzándose de brazos
—Cuando me acostumbrase a la idea. —Respondo tratando de dar una sonrisa.—La verdad es que todo se está complicando.
—Y se va a complicar más. —Susurra por lo bajo Miele.
—¿De que hablas renacuaja? —Pregunto acariciando su cabello.
Ella no me mira al principio pero luego lo hace. —El líder llamado Valtor... —Levanta la mirada hacia mi. —Va a atacar Aflea.
Mi mirada va instantáneamente hacia Helia que me la devuelve preocupado. —Debemos ir...
—Ni se les ocurra... —Va a hablar mi madre pero levanto la mano deteniéndola.
—Ni se les ocurra a ustedes detenerme. —Me pongo de pie. —Como estudiante de Alfea y como hada de la vida tengo un deber y es proteger.
—No podrán con el. —Interviene mi padre. —A absorbido magia de cientos de hadas, ni tu magia ancestral, ni la de la chica de llama del dragón será suficiente.
—Deben despertar sus elementos todas. —Habla Miele. —Como en la leyenda de Cyntia.
Hago memoria rápidamente, recuerdo la historia que nos contaba mamá cuando éramos pequeñas sobre un hada que alcanzó su máximo potencial al ir a la Tierra, a un lugar llamado Stonehenge.
—Flora podría ser un mito. —Habla mi padre antes de que la idea se establezca en mi mente.
—Todo mito fue historia. —Cito las palabras que Farah usó una vez en mi. —Toda historia leyenda y toda leyenda realidad.
—¿No vas a cambiar de idea?
—Yo nunca cambio de idea.
🎆🎆🎆
Llegamos a 10k!!! Este capítulo va para todas. Las amo chicas.
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