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Isabela veía a Toñito, quien se encontraba parado frente a las cortinas, escuchando atentamente a la abuela dar su discurso.
----- Hace cincuenta años, se nos concedió un milagro y con este, dones se le fueron otorgados a mis hijos y nietos. Esta noche, estamos reunidos para la ceremonia de Antonio –sonrio viendo cómo Casita abría las cortinas vino y apuntaba las luces al pequeño–
Alma subió las escaleras sin despegar la mirada del pequeño, el cual e había petrificado en su posición. Dos peldaños se elevaron para alentar al niño a qué caminara, en cambio, miro a Isabela y le tendió la mano con la mirada suplicante.
----- Toñito... No puedo –jugo con sus dedos nerviosa–
----- Te necesito... –exclamo con sus ojos suplicantes y tristes, Isabela se armó de valor y corrió a dónde el niño y le agarro de su mano–
La acción por parte de la azabache asombro a su familia y al pueblo, causando murmullos por los ajenos al apellido. Isabela se armó de valor y volteo a verlo con una sonrisa que transmitía tranquilidad, el pequeño se abrazo a su brazo.
----- Es hora de ir a tu puerta –el pequeño asintió, caminaron a paso lento hacia las escaleras y subirlas para llegar a la brillante puerta–
A cada paso, su visión más se nublaba y caminaba en automático, recordando el día en que pasó todo. El día que originó una de sus tantas desgracias, su cumpleaños número cinco, la última vez que celebro su cumpleaños; el día que no recibió su don especial.
----- Usarás tu don para fortalecer a la comunidad –el de tes morena asintió, tras tocar la vela, e ir hacia su puerta. Paso tanto tiempo inversa en si misma que no noto cuando comenzó su discurso–
El pequeño tocó su puerta. Lo que parecían horas esperando a que se manifestará fueron realmente segundos, un tucán se poso en el brazo extendido a la perilla del niño. El pequeño le miro sorprendido, este comenzó a grasnar.
----- Ajá, ajá... ¡Si te entiendo! –sonrio emocionado para alegría y tranquilidad de su madre y abuela– también pueden venir –autorizo algo que nadie más entendió, al poco tiempo el suelo se agito dejando ver muchos animales terrestres y algunos voladores–
----- ¡¡Tenemos un don nuevo!! –exclamo tras ver qué la puerta de Antonio plasmo sobre si misma la imagen del niño con muchos animales–
Al poco tiempo todos entraron comenzando la celebración, ¡Era un Milagro! Tras la desastrosa ceremonia de Isabela otro Madrigal recibía su don. Para el pueblo y la abuela estaba claro que ella era como Bruno, trayendo mal a la familia por razones que nadie conoce.
----- Sabía que tú don sería tan especial como tú –estrujo las mejillas de Antonio, causandole una risa al pequeño pero un sentimiento de vacío creció en el pecho de la azabache–
----- ¿Que tal una foto para conmemorar tan perfecto momento? –pregunto un pueblerino con una cámara en manos, la familia no se negó poniéndose todos en posición– ¿Listos? –viendoles atravez del ojo del aparato–
----- ¡La familia Madrigal! –gritaron todos en posición. Luisa cargaba una piedra realmente grande, Mirabel creaba mariposas de colores y tonalidades de azul, Julieta se encontraba junto a su esposo sosteniendo con una mano un plato con buñuelos y su otra mano estaba sujeta a la mano de su esposo; Pepa y Félix sonreían mientras ella tenía un arcoiris, Camilo hizo una pose un poco extravagante propia de el, Dolores se posicióno haciendo un ademan bajo su oreja demostrando su don de modo inconsciente; la abuela solo estaba parada tras Toñito, quien estaba con los brazos estirados al techo con una enorme sonrisa–
Ese escenario debió causarle irá, no se molestaron en incluirla a la foto, el flash sonó causando en ella un vacío aún mayor en su pecho, una sonrisa forzada y dolida se mantenía en su rostro. Todo parecía ir más lento para ella.
----- No me lamento ¿Para que? –vio el suelo– no me hace daño, seguiré –dio una débil sonrisa y se aproximó al frente de la familia– hey, no importa pues todos somos Madrigal –tanto decirse eso empezó a creerlo– estoy bien; si muy claro está. Desde aquí los contemplo brillar... –su sonrisa fue decayendo– no es verdad... ¡No es verdad! –miro tristemente a su familia– ¡Yo no sanare lo roto! O el ánimo poder cambiar –paso junto a su madre y hermana– ni tendré otra noche esperando a tener un regalo mágico –se aproximó a su hermana Luisa, dándole un abrazo– ni un monte movere –solto a su hermana y se aproximó a su tía tocándole el hombro– ni controlare la llovizna o un huracán –se alejo y meneó con molestia su falda– Ni a esta pena que empiezo, invisible, a enfrentar. ¡A la espera de algo mágico! Si mágico
Salió de la habitación del pequeño para aproximarse a las escaleras y evitar con sus manos la estela de fuego que salía de los juguetes de los demás infantes.
----- Sola en el corredor... Y el cerrojo no abrió... ¡Nadie a mi alrededor!... Sigo añoran-do juntos brillar–volteo rápida y agresivamente a la puerta de su abuela, sus ojos tenían unas cuantas lágrimas amenazando a salir– necesito encontrar... ¡Otra oportunidad! Y unos ojos que al ver, quieran mirar... ¡Abrelos ya, abrelos ya! ¡¡Abrelos ya...!
Parecía dentro de su mente, ya que todo se había vuelto obscuro cual asaltante latinoamericano llamado Brayan con múltiples luces de tonalidades amarillas y morado.
----- ¡Y sanare lo roto! –tras decir eso se creo una familia que le miraba orgullosa– ¡Los ánimos podré aumentar! –una parvada de mariposas pasaron volaron junto a ella– Y no tendré que esperar alguna confirmación o entender, si en mi hay algo mágico ¡Si mágico! –un monte se creo frente a ella, dió un pisotón causando el quebranto de este– ¡Y romperé los montes! ¡¡Les demostraré mi valor!! –exclamo observando a los clones imaginarios de su familia, quienes observaron– ¡¡Y observarán que no necesito de un regalo mágico!! ¡Y aquí estoy!
Observo el cielo estrellado natural y artificial, ya que los cohetes se entrecalaban con las estrellas del cielo.
----- Muy despuesta ¡¡Véeme dispuesta!! –grito al cielo nocturno esperando ser escuchada por su abuelo o dios– ¡Fui paciente! Y no obtuve respuestas ¡¡Bendiciones!! Te pido aunque no tenga un don milagroso y mágico... –bajo su mirada al suelo– ¿Habrá algo en mi que sea mágico?
Su voz de apoco fue apagándose, la obscuridad y soledad del patio central de Casita eran su única compañía en esos instantes. El sonido del crujir de las tejas y los peldaños llamaron la atención de Isabela, quien se lamentaba en silencio.
----- ¿Que sucede Casita? –dejo su pregunta respondida al ver que una teja se caía del techo– ¡'Ijuesu! –grito al ver que la teja casi le caía encima–
En silencio se levantó y se aproximó a esa teja caída, se sentó sobre sus piernas y agarró con una mano la teja rota por la caída. Analizando la se cortó la mano causando que soltará de golpe la pieza de barro rompiéndola aún más.
----- ¿Casita? –su pregunta quedó al aire al ver cómo una grieta comenzo a pocos centímetros de ella y se expandía por toda la casa–
Se levanta rápido del suelo y observa como las grietas pasan atravez de las puertas de su familia dirigiéndose directamente a la vela. La llama falsea amenazando a apagarse ocasionando que las puertas también emitieran menos brillo dando a entender que se apagaban también.
----- Miércoles... –exclamo para si misma para dirigirse a la habitación del menor y decirle a la abuela– ¡Abuelaaaaa!
Entro como Juan por su casa [dicho de México utilizado cuando alguien ajeno a tu hogar entra como si fuera de la familia] a la habitación interrumpiendo la fiesta, realmente nadie la noto y busco a su abuela.
----- ¡¡Abuela!!
----- Retoño, Dios mío –exclamo al verla tan exhausta por correr por toda la casa– ¿Que pasa?
----- Necesito hablar contigo, a solas –dijo mirandole preocupada–
----- ¿Que te traes jovencita?
----- Ví grietas por todos lados... –murmuro para que su abuela escuchase, a pesar de que Dolores ya escuchó–
----- Ay no mamen... –murmuro para sus adentros la del moño–
----- Vamos –dijo la anciana saliendo de allí con Isabela, les siguió Luisa junto a Agustín–
Al salir las cuatro y ver qué no había nada dejo confundida a Isabela, volteo a ver a su abuela con miedo en su mirada por la molestia que sintiera la anciana. Su mirada reflejaba descepción y molestia a la chica, Agustín y Luisa sabían cómo era ella.
----- Yo las ví... Te lo juro abuela –la mano alzada de la señora junto a un suspiro descepcionado la hizo callar–
----- No puedo creer que quisiera dañarle la ceremonia a Antonio –solto cerrando los ojos para calmar su irá– quiero que vayas a tu habitación y te quedes allí lo que resta de la noche
----- Abuela...
----- Ahora –sentencio subiendo las escaleras para seguir con la fiesta–
Luisa y Agustín se quedaron allí, observaron como la menor se agarraba la mano izquierda como si trata de evitar algo. Ambos bajan a con ella.
----- ¿Quieres té con buñuelos mija? –pregunta su padre sonriendo con todo el cariño que podría darle un padre–
𖣘❀❁𑁍᪥⁂𖣘
¿Actualizar en la mañana? ¿Yo?
¡¡Así es!!
Actualize a esta hora porque estoy esperando a mi profesor en la prepa xD
Aún no llega la culera 👺🔫
En fin,
¿Cómo están?
¿Ya desayunaron o comieron algo?
¿Que les pareció?
Sin más, me despido
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