Los reflectores alumbraban una hermosa silueta femenina, quien llevaba un conjunto provocativo y elegante, contrastando con su hermosa piel de porcelana. Con su rostro oculto tras un velo, aquella creatura que debería de estar temblando nerviosamente por el espectáculo atroz que estaba por protagonizar, se encontraba sorprendentemente tranquila en un escenario

La mente detrás de todo esto, era el orgulloso Overlord Valentino, quien deseaba hundir a la heredera del infierno a través de una transmisión de televisión de su estudio. De solo pensar en la desesperación que causaría en ella, sería un perfecto frenesí desde su último "juguete". Una celebración perfecta tras haber ejecutado a la pequeña amante polilla de su muñequita.

Todo gracias a Angel Dust o Angel Cakes como el suele llamarlo. Obligarlo a cumplir su voluntad no era gran cosa, el contrato que el demonio arácnido firmo desde hace años lo mantenía atado.

—Angel...— llamaba en voz baja.

—Mis disculpas alteza, pero Angel Cakes aún se encuentra alistando para acompañarla— se mofaba presuntuosamente, —después de todo... al no tener experiencia quien mejor que él para enseñarle como hacer bien su nueva labor—.

Pocos segundos pasaron para que el mencionado diera su aparición, quien a comparación de Charlie llevaba un atuendo menos "cubierto" por así decirlo. Su llegada fue una señal para Valentino dejara la habitación para asegurarse de los últimos detalles y recibir a un par de invitados en primera fila.

La celebre estrella porno se sentó al borde de la cama esperando la señal de inicio de la transmisión, sabía exactamente las atrocidades que cometería con la dulce princesa, aun si se negaba alguien más del estudio lo haría. Así que lenta y sigilosamente, se sentó en el otro extremo de la cama.

—¿Esta es tu decisión? — cuestiono con serenidad a lado de su "amigo" pecador, quien se sentía terrible por lo acontecido por sus compañeros del Hazbin Hotel, sin embargo, él se repetía que era inevitable lo que sucedió.

—¡¿Y qué esperabas?! — riño con fuerza — ¡Esto es el maldito infierno! ¡Nosotros los pecadores no podemos alcanzar la redención! ¡¿Por qué no lo aceptas de una vez?! —.

—¿Y Vaggie...? ¿Husk? ¿Niffty? ¿El resto de los pecadores del hotel? ¿Tampoco tenía la oportunidad? — dijo con una tonalidad dolorosa por el simple hecho de recordar la escena de los cuerpos de su pareja y amigos mutilados.

—No quería que las cosas fueran así ... pero esto es quien soy, así es como todos en este lugar son... — pauso brevemente — Los demás murieron por tu puto capricho —, reclamando ferozmente.

Él sabía que sus palabras no eran ciertas, no obstante, trataba de responsabilizar a otros por su traición, en consecuencia, de sus propios errores pasados.

— No me culpes de nada — afirmo con severidad y desprecio, evadiendo la mirada triste de cachorro que ella tenía cuando sollozaba. Irritado espero los lamentos al conocer la empatía que la caracterizaba.

—Recuerda esas palabras — contesto templadamente.

Angel sorprendido por tal respuesta observo como ella se retiraba el velo del rostro, mostrando una mirada que haría sudar en frio a cualquiera, dando una expresión estoica que no era diferente a una amenaza directa.

El resto de los trabajadores del estudio quedaron estremecidos por sus palabras, como si se tratase de un poder desconocido que les impedía moverse, aun si, entendían las consecuencias de no realizar su trabajo y ser castigados por su jefe.

—¡¿Qué carajos significa esto?! — exclamo rabiosamente Valentino, al no conseguir la expresión que ansiaba, como si repentinamente se hubiera transformado en otra persona. Peor aún, pareciera que el lote de drogas no tenía ningún efecto en ella como pensó desde el principio.

Súbitamente, se dirigió al escenario donde ella se encontraba. Y tras abrir la puerta, sintió inmediatamente un gran peso en el ambiente que la rodeaba, peor que cualquier sentimiento que él hubiera experimentado.

—Charlie...—llamo débilmente Angel, tratando de llamar su atención. Sin embargo, ella hizo caso omiso y siguió observando al Overlord, apenas pasando el marco de la puerta. Él reconocía que la princesa del infierno no actuaba como lo hizo hace unos instantes, su aura expresaba un gran porte y elegancia que lo dejaba desconcertado, de quien creía conocer como Charlotte Magne. Incluso lograba hacer que su proxeneta se viera más pequeño en comparación.

—¿C-cómo es que no estas drogada? — le pregunto directamente, en voz alta y con su temperamento característico — E-ese lote es sumamente fuerte— añadió, agachándose de forma sutil — ¿Por qué no caes ante la desesperación? —.

Apretando sus labios, Charlie oculto con su mano la sutil risilla que le había provocado él comentario. Evidenciando con ese simple gesto, el giro de sus acciones una vez más.

—Temo que el espectáculo que preparaste. Ha sido cancelado— declaro, bajo un tono voz notablemente característico de la realeza. Observando los ojos dignos de una futura gobernante del infierno.

Enojado intentó liberar algunas de sus feromonas como demonio para someterla, y a pesar de su efecto en Angel que lo dejaron en el suelo, ella no se inmuto, dejado que las feromonas afectaran a todos salvo a ella.

—Tengo presente que a "ustedes" no les interesa una mierda el título que poseo como heredera. Permitiéndoles que actuaran tan groseramente hacia "nosotros" — dijo, deshaciendo el peinado — espero que lo disfrutaras ... — articulo con una sonrisa maliciosa — percador—.

Al instante un gran estruendo resonó en todo el anillo del orgullo, aturdiendo a todos, en especial al estudio de Valentino. Donde los espectadores, fueron presentes de la aparición de una resplandeciente manzana de cristal, sellada por una serpiente envuelta en ella, posándose sobre la mano de la futura soberana.

—Las oportunidades se acabaron, la humanidad tomo su decisión — declaro, desvaneciendo a la serpiente con un ligero movimiento de muñeca de su otra mano, — el contrato se cumplió —.

Por consiguiente, la manzana emitió una onda expansiva alrededor de Charlotte, misma que saco volando al Overlord y sus compañeros del edificio. Por su parte, Angel se encontraba en el suelo, atontado por encontrar la mirada estoica de la princesa observándolo.

—Recuerda esta decisión que tomaste — dijo, mientras caminaba hacia el — es tuya y solo tuya, querido Angel... — declaro, hincándose a la altura del demonio arácnido. Y con rapidez le dio un breve beso en los labios, similar a la manera que él lo hacía con sus clientes, pero a comparación de él, una corriente eléctrica se disipo en su cuerpo. Quitando un gran peso en su interior... como si... una cadena que estuvo cargando desde hace mucho se hubiera ido.

—Considéralo un gesto de agradecimiento, ningún otro Overlord volverá a utilizarte — señalo — ni ahora ni nunca—.

—¿Acaso tu...? — cuestiono de inmediato.

—Cuida de Fat Nuggets— interrumpió, mientras le dirigía una sonrisa tierna — De lo contrario, lo dejaras desamparado como lo hiciste con el resto... —. Acto seguido la manzana arrojo al arácnido hacia otro edificio.

—¡Charlie! — grito a su vez que caía.

La manzana procedió a quebrarse, creando un pilar de luz divina que sobresalto a todo el infierno. Independientemente de cuál circulo se encontraban.

—Es mi turno de actuar... abuelo—.

Continuara...