Rumbos Inciertos
El maestro Fu está sentado en el pórtico del templo de La Tierra de los Miraculous. Disfruta del cálido clima que brinda la estación del verano, protegida por Carapace.
-Maestro Fu ¿Podemos hablar? -.Un preocupado Pegase aparece dentro de un portal.
-Por supuesto-. El mayor, palmea el cojín rojo junto a él-Longg trae más té por favor-. El pequeño kwami acata la orden y se retira al interior.
-Mis preocupaciones respecto a Marinette junto a ese lunático fotógrafo, van en aumento. Cada vez son más, las cosas que va revelando de su rol como guardiana.
-Recuerda que el único medio para llegar aquí es a través de tus portales. Demás está decir que, Viperion usaría la segunda oportunidad para resarcir cualquier tipo de daño.
-¿Porque confía tanto en el criterio de Bunnix?-inquiere el moreno, molesto por la pasividad del mayor-Marinette puede salir lastimada y no olvidemos lo emocionalmente inestable que se encuentra Adrien.
-Confía en Bunnix...
-¿Confiar?-El joven se levanta molesto-. La sensatez se fue de sabático en Bunnix.
-Estás viendo todo a blanco y negro. Las opciones para enmendar cualquier error se presentarán, si se busca con una mente tranquila. Por el contrario, solo verás desesperación.
Pegase desistió de refutar, Fu al igual que todos, parecían hechizados. Se planteo estar siempre alerta, porque era su deber, proteger La Tierra de los Miraculous y su magia.
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Félix baja de la mal trecha carreta, su cuerpo adolorido por el tórrido recorrido entre las callejuelas empedradas. En su mente se repite que, más vale que valga la pena y esa mujer lo estuviera conduciendo a su objetivo.
-Marinette está al cuidado de la viuda Kurtzberg. Una noble y bienhechora mujer que, la rescato de las arpías Bourgeois.
-Muero de ansias por ver a mi amada. Me has dicho que Chloe la golpeo severamente. ¿No sufrió daños permanentes?
La pregunta viniendo de cualquier otra persona, para Alya no habría significado más que preocupación. Pero había algo en el tono de voz de ese hombre, que no la terminaba de convencer.
-Por suerte no. La pronta atención medica evitó que su estado empeorara.
Félix no dijo más y se dejó guiar por la amiga de Marinette. Su mente no tenía buenos escenarios para con Chloe. Si la dama de la creación se encontraba con lesiones visibles, iba encontrar la forma de hacer pagar a la caprichosa rubia.
Nadie se metía en sus dominios, sin su permiso.
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Marinette hacia rato que despertó. Su acostumbrada rutina en la mansión de sus empleadoras le hizo sentirse incomoda e inútil, cuando la servidumbre de la casa de la viuda Kurtzberg entraban a limpiar la habitación y cambiar sus sabanas, trayendo ropa nueva para que pudiera estar comoda y le fuera facil al médico examinar la evolución de las lesiones.
No podía acostumbrarse a estar ahí, dependiendo de otros para labores que bien podría hacer de propia cuenta. Se prometió a sí misma que devolvería con trabajo las atenciones de la viuda y sus sirvientas.
-¡Ma coccinelle! -. La voz eufórica de Félix le dio un vuelco al corazón de la joven-¡Gracias al cielo que estas con bien!
El fotógrafo corrió hasta la cama, cayendo de rodillas a su costado izquierdo. Tomo las manos de Marinette y las beso con delicadeza.
-No quise preocuparte. Pero no dependía de mi contactarte; estaba postrada en esta cama, no podía salir. Madame contacto con Alya, cuando le explique que necesitaba verla. Gracias a ella pude dar con tú paradero-. Se urge en explicar, al ver lo afectado que Félix se encuentra-. Siento no haber ido a la cita...
-Eso no importa ¡Dios Santo! ¿Qué te hicieron? -Félix recorre con la mirada el cuerpo de la joven, a plena vista no detecta nada.
-Chloe le propinó golpes muy fuertes a la cadera y muslos de Marinette-. Explica Alya al notar que Félix busca señales del maltrato.
- Cette femme est une poubelle, elle mérite le pire. Esa mujer es basura, se merece lo peor-exclama Félix, de no ser porque Alya estaba ahí, el mismo quería ver que tan graves eran las lesiones y si dejarían marcas evidentes.
- Ne remplis pas ton cœur de ressentiment. No llenes tú corazón de resentimiento-. La áspera palma de Marinette acuna la mejilla de Félix. Gesto que toma desprevenido al fotógrafo-. Gracias a la viuda Kurtzberg, no regresaré más con esas malas mujeres.
La mirada serena en Marinette deja sin palabras al fotógrafo, es inexplicable para él, notar en esa expresión; a la dama de la creación de la fotografía. A pesar de que la joven tiene un aspecto de enferma en recuperación.
-Lo que importa, es que estás de nuevo conmigo-susurra Félix, con regocijo renovado. Tenía en su poder a una deidad, su aspecto desaliñado no ocultaba su esencia.
Félix repentinamente besa los labios de Marinette con pasión. Poco le importaba que la amiga de ellas estuviera de espectadora. La emoción de tener de nuevo en su poder al objeto de investigación, le domino.
Marinette se sorprendió y le costó un poco corresponder. Extrañamente tal contacto no le produjo la sensación extraña de antes, cuando estuvieron en la posada. Estaba inmensamente feliz.
Pero un carraspeo interrumpió el apasionado beso.
-Madame Bustier, perdone mi falta de modales...-Félix se apartó de Marinette y se levantó al notar la presencia de una de las mujeres más importantes de la sociedad parisina, A quién años atrás presto sus servicios para una sesión post mortem.
-No tiene por qué disculparse. Son jóvenes y su ímpetu es propio de la edad. Además, tenían mucho de no verse.
-Estoy muy agradecido que rescatara a mi novia. Alya me ha contado todo y de no ser por su intervención...-Félix llevó su puño a su boca, haciendo creer a la viuda que estaba afectado por el relato.
-No tiene que agradecer. Hice lo justo; no tolero las injusticias de ningún tipo. Pero dejemos de lado ese asunto desagradable. Marinette debe tomar sus alimentos y necesito hablar con usted. Venga a mi despacho en cuanto este libre.
-Cómo guste, madame Bustier-Félix vio a la mujer retirarse y acto seguido, una sirvienta entro con una charola de comida que dejo en una pequeña mesa.
-Será mejor que acabes todo para que puedas tomar la medicina-Alya se apresuró a asistir a su amiga, no dando espacio para que el fotógrafo lo hiciera-. Estas mucho mejor aquí, a tú madre le hará muy feliz encontrarte en buena forma y sin golpes a la vista.
-Alya, no digas eso por favor-Marinette se avergonzó de su pasado frente a su príncipe. De nuevo aquella inseguridad asaltó su cabeza, Félix había escuchado todo, el maltrato por parte de las Bourgeois y la mala vida que tenía siendo sirvienta. Nada que ver con la elegante mujer que era Ladybug.
-¿Qué tienes Ma coccinelle? -Félix tomo su mano y ella le vio con preocupación.
-Estoy cansada, comeré y descansaré. Lo siento-Una profunda tristeza se dibujó en los zafiros de la joven que, no paso por alto del arrogante Graham.
-No te disculpes, los medicamentos son muy fuertes-Él sabía que no era esa la razón-. Hablaré con Madame y luego me marcharé, tengo que regresar al trabajo. Vendré mañana a verte, ma coccinelle.
-Anímate Marinette, pronto estarás mejor y podrás salir a caminar por las calles de Paris. No hara falta que tengas que pedir permiso a nadie. Lejos de las Bourgeois, eres un alma libre para conseguir otro nuevo empleo-Alya de nuevo interfiere, llevándose la atención de Marinette.
-Alya tiene razón, ma coccinelle, anímate, mi amor-Félix dio un casto beso a los labios de Marinette, algo que hizo que ella centrara su atención de nuevo en el fotógrafo.
La joven era ajena a la guerra silenciosa entre su novio y su mejor amiga.
-Gracias, mi amado Félix-. Sus palabras podían ir cargadas de afecto, pero dentro de ella, esa duda le impedía confiar a plenitud en el hombre frente a ella. Era su príncipe del invierno, por qué no podía sentirse segura como en La Tierra de los Miraculous-Gracias Alya. Estoy muy agradecida de tenerlos conmigo, la vida en París sería muy dura sin ustedes.
-Come ma coccinelle y descansa-Félix ve como Alya se encarga de asistir a Marinette para que tome los alimentos. La morena comenzaba a ser un problema del cual tenía que encargarse más adelante-. Las dejo, iré a ver que asunto quiere tratar madame conmigo.
-Ve con cuidado cuando te marches de la mansión. Ya tendremos ocasión de hablar otro día-. La ojiazul ve a su novio salir de la habitación. Con la culpa y la duda en su corazón.
Tal despedida le supo amarga a Félix, Marinette estaba rara y eso era algo que necesitaba cambiar. No veía la hora de que estuviera mejor y llevarla a la posada, donde podría tenerla más vigilada.
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-Alya, gracias por dar con el paradero de mi novio. Estoy más tranquila con todo aclarado. Así él no estará preocupado.
-Para eso estan las amigas...aunque-. Alya analizó lo que iba a decir, asegurándose de usar las palabras correctas-Marinette, te daré un consejo que una amiga me dio antes de contraer nupcias con Nino. -habló con firmeza-Si un día tienes dudas en tú corazón, respecto a cómo alguien te hace sentir, no las ignores, presta atención a esa corazonada.
-¿A qué te refieres? -Marinette se preocupó que Alya notara su inseguridad con Félix y malinterpretara su actitud con él.
-Las corazonadas no son al azar. Surgen para advertir que algo va mal. Ya te liberaste de tus tiranas, tienes presente que, tus principios prevalecerán sobre los deseos de otros.
-Lo tengo muy en claro-Marinette respiro de alivio, Alya estaba preocupada por ella por otros motivos-. No trabajaré más para nadie que me trate mal. Después del incidente de ese día, quiero aprender a usar mi propia voz...a defenderme de lo que no esté bien.
-No dudes que yo estaré contigo. Por supuesto que te enseñare a defenderte y que no seas tan ingenua. No es correcto que desaproveches oportunidades únicas, para dárselas a otras-Marinette iba alegar, pero Alya insistió-Para ayudar a los demás, primero debes estar bien. Más con la llegada de tú madre en puerta.
-Tienes razón. Ahora que mencionas a mi madre, Félix me está ayudando con el tema. Está tratando con el hombre que se encarga de los viajes de inmigrantes.
-Sin embargo, tú también debes estar al pendiente. No esta demás.
-En cuanto mejore, iré a darle seguimiento al tema.
-Me avisas y vamos juntas.
-Me parece una estupenda idea.
La conversación de ambas no ha pasado por alto, para Félix, que escuchó todo tras la puerta. La suerte estaba echada para Alya, convirtiéndola en un obstáculo, que sí o sí, debía eliminar.
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-Adelante-pronuncia madame Bustier autorizando a Félix a ingresar a su despacho-. Ahora lo recuerdo, usted tomo las fotografías de mi querida Elliette-. La dama señala la foto enmarcada en la pared con la imagen de la difunta-Capto la esencia de mi pequeña. Parece estar dormida.
-Fue un honor que me permitiera plasmar el recuerdo de su hija-Félix aprecia su obra, el bello marco dorado, la hace ver sublime-Deseaba usted reunirse conmigo-. Cambio el tema, al notar la mirada vidriosa de la viuda. No quería lidiar con una madre dolida.
-Si, tome asiento por favor-. Señala las bellas sillas labradas frente a su gran escritorio de fina madera-Quería platicarle sobre Marinette, dado que usted y su amiga, son los únicos conocidos de ella.
-Marinette es una inmigrante franco-china, quedo huérfana al morir su padre.
-Oh, no lo sabía. Con razón la pobre soportó mucho, la gente hoy en día es muy cruel con los extranjeros, se les olvida que fueron grandes aliados en la guerra. Que ingratitud-Félix asiente, pues para él, su repudio a los extranjeros no cambiara por palabras como esa-Por ello, le diré lo que estuve hablando con Alya-. De nuevo la entrometida morena salía a cuento en la vida de Marinette, para molestia del fotógrafo.
-Le escucho, madame Bustier.
-Quiero darle educación y techo a Marinette. Es una joven con mucho potencial para apoyar los movimientos por los derechos de la mujer, siendo que vivió la desigualdad laboral.
-Madame, mi corazón se siente en paz con su idea-. Para nada le iba en gracia tener a una chica liberal y letrada-Justo iba a llevar a Marinette con una amiga para que le enseñara modales y un poco de educación, pero ella no se presentó, porque fue víctima de los malos tratos por parte de Chloe y que usted le salvó.
-A sido cosa del destino, joven Félix-exclamó con regocijo la viuda-Cuando Marinette despierte de su siesta, hablaré con ella y le dire que cuenta con el apoyo de usted y su amiga.
-Quedo más tranquilo, sabiendo que no estará expuesta a un trabajo denigrante ni a los peligros del odio por su procedencia-Había algo bueno de todo eso, Marinette aprendería modales y él no tendría que pasearse con ella por las calles de Paris-¿Puedo visitarla? No es que desconfié de usted, pero quiero ver su progreso y estar al pendiente de ella.
-Por supuesto que puede venir las veces que guste. A ella le hacía mucho ilusión verlo, estaba muy preocupada porque usted no sabía de su paradero.
-Gracias a su buen corazón madame y al de Alya, pude dar con el paradero de mi novia.
-No tiene que agradecer. Marinette es muy dichosa con personas como usted y Alya.
-Es un alma que, Dios ha bendecido con tan buena suerte-dicho esto. Félix se excusó con la viuda para marcharse a su trabajo con la promesa de regresar a visitar a su novia al día siguiente.
El fotógrafo marcho hacia la casa de su madre y tía, para hablar con Adrien y por fin concretar su plan, con un pesar menos.
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Adrien observa su prodigio, el anillo del guardián del invierno, mientras sostiene la sortija de compromiso que su amada le devolvió con aquel extraño mensajero.
Nada le costaba renunciar a su prodigio y olvidar todo. Pero una extraña fuerza hacia mermar su voluntad de pronunciar tales palabras.
Aprieta la sortija en su mano; le duele recordar todos los planes que hizo para vivir con su amada Ladybug.
Plagg observa a su portador, el pequeño gato blanco, ocultó en el cesto de ropa sucia, siente pena por Adrien. El podría ir en busca de la kwami de Ladybug, de quien podía sentir su presencia muy cerca. Pero eso expondría a La Tierra de los Miraculous y no podía arriesgarse.
Si eso estaba pasando, era porque la guardiana del tiempo, así lo tenía previsto.
-Adrien, planeas estar invernando lo que resta del verano-Félix comenta con sarcasmo reclinado en el dintel de la puerta-No sales de casa desde que regresaste.
-Félix, vete. Quiero estar solo-Adrien le da la espalda a su primo.
-¿Tanto control le das a Lady?
-No sé de qué hablas.
-Que mientras ella disfruta de una vida de casada con un tipo adinerado "según lo que le contaste a la tía Emelie" Tú estás aquí, sumido en la amargura.
-Si, me siento mal. Perdona que no reaccione de forma contraria-ironiza-¡Que se pudra en su fortuna!
La respuesta de Adrien hace sonreír a Félix.
-Tú te pudres por igual entre penas y suspiros.
-A nadie hago daño con eso.
-A Kagami le afecta-menciona con tono mesurado-Ella viene todos los días a preguntar por ti. Está preocupada genuinamente. ¿Merece que la ignores? -Félix no ve reacción de parte de Adrien, así que prosigue-El recuerdo de Lady a controlado tus emociones a lo largo de estos días ¿Hasta cuándo permitirás que domine tú vida?-Ante tales palabras, Adrien se da la vuelta con mirada seria-Lady eligió, no fuiste tú a quien escogió. ¡Eso que importa! Abajo, Kagami está esperando noticias tuyas, ella te valora y te ama.
-Félix...
-En fin, dale gusto a Lady. Vuélvete desdichado y consigue que todos se vayan de tu vida.
El fotógrafo sale de la habitación y cierra la puerta. Se aparta unos centímetros y paciente espera. Sonríe de lado, cuando escucha a Adrien moverse por la habitación. Segundos después, su primo abre la puerta, se ha cambiado y arreglado. Su mirada gentil ha cambiado y eso le causa gracia a Félix.
-¿Dónde está Kagami?
-Está en la sala, pronto se ira.
Adrien baja por las escaleras a toda prisa. Kagami se sorprende al verlo tan lucido y arreglado.
-¿Adrien? ¿Cómo has estado? Me hace muy feliz que...-. Su comentario es interrumpido por los labios de Adrien, que la besa con desespero.
-Siempre has estado al pendiente de mi-expone Adrien, con la respiración entrecortada por el agitado beso-. Fui un tonto al no notar tus sentimientos y tardar en corresponderlos.
-Adrien...-Kagami comienza a llorar de la emoción. Tal como le dijo Félix; su amado Adrien estaba sanando del hechizo de la mala mujer.
-Te amo, Kagami-. Adrien de nuevo besa a la nipona, lo hace sin cuidado, porque dentro de su mente, necesita convencerse de que es el único camino para olvidad a Ladybug, sin renunciar a su prodigio.
Félix observa al par desde la segunda planta. Sonríe complacido porque lo que noto en los ojos de Adrien, fue despecho y venganza. Su actuar no fue un mero impulso de motivación, su primo tenia claros motivos al corresponder a Kagami.
-Después de todo, Adrien es muy influenciable con sus emociones.
Nota de la autora:
Hola, hola invocadoras. Me ausente por mucho tiempo, pero es que es complicado acomodar las ideas para todo lo que se viene y que esto tenga sentido.
A lo que vamos. Félix está centrando su atención a pequeños detalles, que le estan haciendo bajar la guardia, con otras personas que no debe subestimar.
El Adrigami hace su aparición ¿Podrá Kagami conseguir sanar el corazón rotos de Adrien? ¿Por qué Adrien no renuncia a su prodigio?
Gracias por su infinita paciencia y su apoyo a esta historia.
Nos leemos pronto.
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