Era un día de verano en la madrugada donde Flippy se encontraba dormido sobre la cama de Splendid, invadía todo, así que el peliazul como simplemente se había ido a dormir en el suelo para no molestarlo. Sin embargo, el de ojos azul rey se había despertado después de que una araña lo hubiera picado varias veces, la verdad es que no sabría que sería de él ahora mismo de no ser por sus superpoderes. Estuvo entorno a media hora buscándola, no la encontró y simplemente se rindió, más tarde y con más calma buscaría a la desgraciada de ocho patas.

Aburrido y sin poder dormir, sacó de un cajón del buró de al lado de la cama un pequeño cuaderno, era de color verde y tenía pegatinas de estrellas por toda la portada, pegatinas que Flippy había puesto una vez que se aburrió y vio un tutorial de cómo hacer calcomanías caseras. En el librito tenía escritas varias cosas, la mayor parte eran cosas que Flippy había hecho y le resultaron divertidas, aunque ahora su novio estaba a nada de leer los deseos más secretos de el antes mencionado.

¿Por qué? Porque su novio es un rarito que cree que la vida debe ser como en las historias dominadas "fanfictions" y quiere que le pasen varias cosas que pasan ahí. Splendid iba a intentar cumplir todas y cada una de estas.

Deseo número uno de Flippy: "Que nuestras miradas se encuentren en la multitud."

Splendid pensó un rato al respecto. No entendió muy bien porqué Flippy fantaseaba con algo tan ... simple; pero leer aquello lo enterneció, no pudo evitar pensar que quería cumplirle esos pequeños caprichos de poco en poco.

Después de leer un rato más el diario personal de su novio, Splendid notó que ya eran las dos de la mañana y decidió dejar el cuaderno donde se encontraba originalmente. Se levantó del suelo y decidió dormir acostándose encima del peli verde, el cuál se levantó molesto media hora después porque no podía moverse a gusto y aprovechó que Splendid dormido no usa su fuerza y lo tiró de la cama.

Flippy simplemente era un bombón cuando se trataba de sus sueños de belleza.

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A las seis de la mañana estaban desayunando unos waffles recién sacados del congelador en la sala, Splendid estaba molesto porque Flippy lo había tirado de la cama, así que no le había dicho una palabra que no fuera "buenos días".

— ¿Sabes? En un fanfic tú te habrías levantado y te habrías acostado a mi lado nuevamente, abrazándome más fuerte para que no te sacara. — Recalcó Flippy cuando ya no pudo soportar más el silencio. Splendid bufó y lo miró mal.

— ¡Pues en un fanfic tú no me habrías tirado! — Recalcó.

— Es la vida real, Splendid, uff, ni que la vida fuera como esos libritos. — Flippy rodó los ojos y Splendid se le quedó viendo, tenía una cara que bien expresaba un "¿estás hablando en serio?".

A veces no podía comprender a su novio.

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Ya eran las cinco de la tarde, el parque y la plaza estaban completamente llenas: todos los turistas, los nuevos a la ciudad, los que llevan aquí toda su vida, básicamente todos se encontraban ahí, menos quienes se negaban a respirar aire y preferían estar en sus aparatos electrónicos, claro.

— Bien, Flippy, — Splendid lo tomó de las manos y lo miró a los ojos. — voy a cumplir todas tus fantasías, así que.. —

— ¿Haremos finalmente un sesenta y nueve? —

— ¡No esas fantasías! — Splendid se sonrojó al escucharlo decir eso. — Me refiero a las de tus fanfics esos. —

— ¿Entonces sí haremos un sesenta y nueve? —

— No me refiero a las porno. — Flippy se cruzó de brazos y bufó. Llevaba tiempo pidiéndole a Splendid que hagan esa posición sexual y éste no quería. — Me refiero a los normalitos sin el contenido sexual. —

— Ah..— No comprendía lo que le decía Splendid, miró al rededor y al ver la multitud lo entendió todo. Sonrió amplio y abrazó a su novio. — ¿Nuestras miradas se van a encontrar entre toda la multitud? — Splendid asintió y Flippy no dejó de sonreír. — ¡Bien! Iré yéndome, ¡más te vale verme! — Salió corriendo como niño pequeño, el peliazul se quedó ahí mismo.

Al cabo de unos minutos Flippy gritó su nombre, Splendid lo buscó, le servía de algo ser más alto que la mayoría, podía ver un poco mejor las cabezas de la gente, sin contar que tiene una súper visión. Encontró la cabellera, según él de Flippy y fue con éste, mirándolo fijamente y con una sonrisa.

Cuando llegó resultó ser un señor que vende tacos promocionándolos, ¿como había podido ser tan tonto?

Bueno, al menos no lo fue del todo, se compró seis tacos para llevarle a Flippy la mitad cuando lo viera.

Pasaron otros largos minutos y estos dos seguían sin encontrarse, Flippy se entristeció y se fue a sentar sobre el césped, ahí fue cuando llegó el peliazul sosteniendo unos tacos.

— No te encontré. — Dijo con la boca llena.

— Ya me di cuenta.. — Suspiró mirando al suelo. Splendid se tragó todo el taco que traía en la boca y se sentó a su lado.

— Oye.. — Flippy volteó a verlo, esperaba un beso, un detalle romántico... —Te traje tacos.. — Le enseñó tres de la comida antes mencionada.

Flippy rió un poco, no era lo que esperaba pero estaba satisfecho y feliz, iba a poder comer al lado de su idiota.

— Gracias. — Le besó la mejilla y agarró la comida.

"Deseo número uno casi completado, no nos encontramos pero le traje tacos, eso es mejor (lo sé, soy el mejor novio)."

Oh, wow, ¡ Pau-kun hizo otra historia en vez de terminar las otras !
✨Editado el 09/06/2023; que cagado q si soy lo que escribí arriba jaja