Trente-deux
Los gritos fuera del edificio llegaban incluso hasta su apartamento, tuvo que cerrar las persianas para que los flashes de las cámaras no la molestaran más.
Su celular no paraba de vibrar, así que lo arrojó a su cama, donde no pudiera atormentarla más.
El sonido del elevador la sacó de sus pensamientos alarmándola rápidamente.
Rose corrió hasta este, y vio con los ojos muy abiertos como su hermano entraba. Éste, al verla tiró una carcajada.
-¡Hubieras visto tu cara!
-¡Hugo! -chilló la pelirroja llevándose una mano al pecho y respirando más lento. -Dios, creí que eras una de esas personas... -Hugo terminó de reír y dejó la bolsa de papel sobre la mesa, le entregó un vaso de té a su hermana mientras que él bebía su café.
-Lo lamento, hubiera llamado antes, pero lo olvidé cuando intenté pasar por toda la horda enfurecida de allá afuera, ¿Qué demonios les ocurre? ¿Qué está pasando?
Rose bebió de su té y caminó lentamente hasta el sofá con su hermano tras ella. -Lea Nott fue lo qué pasó. -Hugo se atragantó con el café, la miró con una ceja alzada.
-¿Dices que Lea ocasionó que tu edificio este lleno de reporteros? -La Ravenclaw asintió de la manera más calmada posible, confundiendo más a su hermano.
-Tendrás que contarme todo, hermanita... comenzando con, ¿por qué los chicos no fueron a la premiere de bella soñadora?
Rose soltó una risa sarcástica. -Oh, eso es porqué tenían una presentación, además de que Scorpius me está evitando a toda costa.
-Creí que la que lo evitaba eras tú, ¿no le pediste a Teddy que disolviera su contrato?
-Jamás hubo un contrato, hermanito, pero sí es verdad que pedí no verlo.... -suspiró. -Yo solo no quería verlo en ese momento, ahora, honestamente, ya ni me importa. -Dijo arrugando la nariz, y evitando a toda costa la mirada de su hermano, aunque terminó sediendo.
-. Puede quedarse y morir de sobredosis con Lea si quiere.
Cuando la chica vio la cara de Hugo, supo que se había pasado de la raya, así que carraspeo. -Bien, lo siento.
-Sabes que eso no es cierto...
-¡Sí lo siento! -chillo.
-No por eso..., sabes que no es verdad, Scorpius te importa, y mucho. -Rose seguía mirándolo a los ojos, pero no fue capaz de decir nada, de un momento a otro se había quedado sin ganas de negar nada, ni la verdad, que era algo que llevaba haciendo desde hace tiempo.
-Estoy tratando de arreglar mi vida, Hugo. Y el primer paso es convencerme de que Scorpius se fue, y no dejaré que vuelva.
-¿Estás consiente de que usar a Andrew para ello, es algo cruel? -su hermana bufo rondando los ojos.
-Andrew es un amigo nada más, no lo estoy usando para nada. ¡demonios! ¡Una ya no puede tener amigos sin que los shipeen! -Hugo se rio alzando las manos.
-Yo solo digo lo que veo con mis ojos...
-O mejor dicho, lo que ves en las revistas de chisme.
-¡Jha! Muy chistosa... -Antes de que dijera nada, el alarma de un coche comenzó a sonar.
Ambos pelirrojos miraron por la ventana, uno de los camarógrafos había golpeado con su codo en la puerta del auto de la Weasley.
Rose tomó la llave y quitó la alarma. Hugo la miró.
-¿Ya me dirás qué diablos hizo Lea? -Rose frunció el ceño, mirándolo de soslayo.
-¿De verdad no has entrado a ninguna red social?
...
-TWITTER-
Trending in LA
#ScoroseIsFake
Trending in London
#ScoroseIsFake #LeaDiceLaVerdad
...
-¡Lea, abre la puerta! ¡Ahora! -bramo Scorpius, aporreó la puerta de nuevo, más ella no abrió. -¡Maldita sea, voy a entrar!
Tras una patada y un par de pasos, se encontró dentro de la casa de la chica.
Ella estaba sobre su sillón de lujo, parecía estar despierta, mas Scorpius sabía que no estaba consiente de nada en lo absoluto. Caminó hasta ella y la tomó por los hombros, ella reaccionó por un segundo y sonrió.
-¡Hola amorcito! -chillo, apestaba a alcohol y sus pupilas estaban dilatadas. Scorpius rodó los ojos.
-¿Qué estás haciendo Lea? ¡¿Tienes idea de lo que tu jueguito causó!? -La ojiverde lo miró con desinterés y soltó un par de risitas juguetonas que provocaron colera en el Slytherin.
-Por dios, eso tarde o temprano tenía que salir. -se encogió de hombros -Yo solo los ayudé un poco... -El rubio bufo.
-¿Tomaste mi celular? -Ella asintió. -Estas loca Nott. -Le dio un empujón con hastío e intento irse, más la castaña lo jaló del brazo para que este cayera sobre ella. -Lea, no estoy para juegos, tengo que ir con Rose, decirle que no fue cosa mía...
-¡Rose, Rose, Rose.! ¡Siempre la maldita Rose! -gritó. Scorpius se puso de pie, seguido de Nott. Se pasó una mano por el cabello, suspiró. -¿Por qué no puedes dejarla ir? ¡acéptalo, ella sí te dejo!
-¡Me dejó ir porqué yo seguía obsesionado contigo! ¡La perdí por causa tuya y mi maldita estupidez! -Lea no dijo nada, no se movió, Scorpius creyó que lo golpearía, que le arrojaría algo, pero en lugar de ello, hizo algo que jamás pensó que vería. Comenzó a llorar.
-¡Ya basta! ¡Deja de culparme de todo a mí! ¡No puedes pasarte la vida culpándome por tus idioteces, lo único que yo he hecho es dejarte fluir, Scorpius! -le gritó, con las enormes mejillas brotando por sus ojos. -. Ya estoy cansada, tú mismo lo has dicho, la quieres... ¿entonces qué haces aquí? -sus palabras flotaron en el aire, dejándolo sin nada que decir. -¿por qué sigues conmigo si tanto quieres ir de vuelta con ella?
-¡No lo sé! ¿bien? ¡No tengo una puta idea de qué es lo que estoy haciendo! Y tú no ayudas mucho.
-¡Santa madre, Scorpius, lárgate entonces! -bramó apuntando a la puerta. -¡Vete de aquí, ya no soporto más esto! -pasó saliva y se le quedó mirando, sus palabras se quedaron atrapadas en alguna parte, hasta que las sacó. -Yo te quiero, de verdad...
-Sabes que no es cierto, Lea... ¡Ve lo que has hecho! ¡Arruinaste todo por un poco de atención! ¡Mírate por amor a dios! ¡Eres un desastr...!
Antes de que terminara de hablar, la castaña le cruzó la cara con una bofetada. En seguida la marca roja apareció en la mejilla de Malfoy, miró a su novia con algo más que sorpresa, más parecido a la tristeza.
Lea se quedó parada frente a él, con la adrenalina corriendo, las manos temblando y no podía dejar de llorar.
Estaba completamente enojada, triste, abatida. Las ganas de salir corriendo del lugar fueron cada vez más fuertes, tanto que terminó por hacerlo.
-¡Lea!
Escuchó que él la llamó, pero no pudo ser capaz de detenerse, no supo ni cómo, pero en un segundo ya estaba abajo del departamento, los flashes la cegaban, los paparazzi no dejaban que pasara así que tuvo que gritar, golpear y arañar, hasta que finalmente la dejaron llegar a donde se encontraba su auto.
Scorpius estaba atrás, ya lo sabía, podía oírlo, podía sentirlo pisando sus talones, pero no dejaría que la alcanzara. Quería huir a otro lugar, quería vomitar, dormir, y después, si tenía suerte, resolver el desastre que era de su vida.
Su garganta era una lija caliente, sus mamos se sentían pesadas, no podía ver casi nada por las lágrimas que no paraban de brotar. Alguién sonó el claxon de un auto, haciéndola saltar. Su corazón latía tan fuerte, que le aterrorizó que se detuviera ahí mismo.
Estaba aterrada, jamás había temido tanto.
Así que aceleró.
...
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