Flecha #8
¡Te atrapé!
El invierno era la estación favorita de SeHun. Las hojas perdían sus colores de manera gradual hasta lucir un café que adornaba las calles una vez que sus pequeñas ramas se rendían ante el viento. El crujir de la naturaleza muerta en sus pies le traía recuerdos de su niñez y, junto con la suave brisa que rompía en los árboles, ofrecía una melodía que acompañaba sus caminatas a través dess la pequeña ciudad.
También podía sumergirse en grandes abrigos y mullidas bufandas, disfrutar de un libro o una película en la comodidad de su cuarto acompañado de una taza de chocolate caliente. Los bollos al vapor se disfrutaban mejor si el clima era helado, pues su temperatura calentita acariciaba su corazón.
SeHun no era una persona que sintiera frío con facilidad, al contrario, le gustaba salir a las calles cuando bajaban las temperaturas. Y de esa manera había pasado poco más de la mitad de sus vacaciones, paseando por la ciudad sin ningún objetivo definido y contando los días para navidad y las festividades de año nuevo.
Había salido un par de ocasiones con sus amigos, sin embargo no era tan recurrente, tal vez una o dos veces cada semana. En su lugar había dedicado la mayoría de su tiempo libre a dormir, leer y jugar videojuegos. Sin embargo ese martes durante la mañana se encontraba en el centro comercial buscando algo que pudiera distraerlo en casa, ya que comenzaba a aburrirse poco a poco debido a la falta de cosas por hacer. Entraba a todas las tiendas, mirando los anaqueles y los exhibidores sin tener algo específico en mente.
Deambulaba dentro de una juguetería en la zona de juguetes armables, mirando algunas figuras enormes que le habían llamado la atención y pensando si sería buena idea comprar una para armarla en casa, cuando, por un motivo desconocido, sintió la necesidad de levantar la mirada y ver hacia los pasillos que tenía frente a él. Ahí encontró una pequeña figura envuelta en un abrigo grueso, bufanda enorme y un gorro en la cabeza. Le pareció gracioso y adorable que alguien se encontrara tan abrigado siendo que el día no era tan helado como en otras ocasiones. Algo en aquel chico le dio curiosidad, así que continuó observándolo entre los anaqueles sin apartar la vista y sin lograr ver su rostro.
—Lo lamento—se disculpó una chica cuando por accidente lo empujó. SeHun la observó, en sus manos tenía bastantes juguetes apilados y algunos de ellos bloqueaban su vista, parecía estar pasándola mal
—No hay problema—respondió—. ¿Gusta que le ayude a llevarlos a la caja?
—Sería grandioso, muchas gracias—el menor sonrió con amabilidad y tomó poco más de la mitad de las cajas que cargaba, miró de nuevo hacia donde estaba el chico que había estado observando y notó su ausencia. Buscó en los alrededores tratando de hayarlo de nuevo, pero tal parecía que ya no se encontraba en el lugar.
Acompañó a la chica hasta la caja registradora y se despidió de ella en cuando pareció que todo estaba bajo control. La chica le agradeció varias veces antes de continuar con sus asuntos, dándole a SeHun la oportunidad de irse a donde se encontraba con anterioridad.
Permaneció un rato en la juguetería hasta que decidió ir a la tienda de videojuegos, tal vez podría encontrar algo nuevo que le llamara la atención. Llegó al lugar y miró aquellos que parecían interesantes. No había mucha gente en el lugar, por lo que pudo disfrutar algunos minutos de silencio y calma mientras se decidía a tomar algo. Tras meditarlo un tiempo, tomó entre sus manos un juego que había salido algunos días atrás y fue a la caja para pagarlo.
Salió de la tienda con una sonrisa entre los labios tras haber completado su misión, sin embargo aún no le apetecía regresar a casa. Miró el cielo notando que las nubes parecían no tener intenciones de dejar que el sol se asomara entre ellas y decidió seguir deambulando a través del lugar mientras buscaba algo con lo que matar el tiempo.
Entró a una tienda de ropa, mirando las camisas y los pantalones mientras pensaba que pronto tendría que regresar junto a su familia para abastecerse de un nuevo armario. Había estado creciendo un poco las últimas semanas, y sentía que en cualquier momento comenzaría a tener problemas con la ropa que utilizaba debido a las tallas.
Mientras observaba algunas playeras sencillas sintió cómo un cuerpo se estrellaba contra él, seguido del sonido de un objeto caer. Miró al responsable, notando que se trataba de la misma persona abrigada que había visto algunos minutos antes en la juguetería.
—Lo siento, no era mi intención, venía distraído—comentó el chico mientras se agachaba para recoger su celular del piso, y el menor de inmediato reconoció aquella voz.
—No hay problema, hyung—respondió logrando que JunMyeon subiera la mirada para observarlo con sorpresa.
—SeHun... —susurró con una sonrisa en el rostro. Miró de forma distraída su celular con el fin de asegurarse de que estuviera en buenas condiciones y regresó la vista al menor, quien también lucía feliz de verlo—. ¿Qué te trae por aquí?
—Vine a comprar algo... pero estaba matando el tiempo antes de regresar a casa—respondió señalando la bolsa en donde se encontraba el videojuego que acababa de comprar—. ¿Y tú, vienes junto a tus amigos?
El menor miró alrededor en busca de algún rostro conocido.
—No, vine solo. ¿Y tú?
—Igual—por unos segundos ninguno de los dos dijo alguna palabra, el silencio se alargó mientras SeHun tenía la mirada gacha hacia sus zapatos y JunMyeon observaba los alrededores—. Ya es algo tarde...
JunMyeon lo observó con atención, sin embargo el coraje del menor se desvaneció tras decir aquellas palabras, haciendo que su silencio y comentario adquirieran otro significado.
—Ya debo irme a ca...
— ¿Te gustaría ir a comer por aquí? —lo interrumpió el menor de manera abrupta y con un tono de voz algo elevado, haciendo que se sintiera avergonzado tras preguntar—. Aunque si tienes que irte...
—Vamos—lo interrumpió JunMyeon y al igual que SeHun se sintió avergonzado de su reacción—. No tengo nada que hacer ahora.
Salieron de la tienda uno a lado del otro, sus hombros rozando y los latidos del menor incrementando la rapidez de su ritmo. Tardaron algunos minutos en escoger un lugar, hasta que decidieron entrar a un restaurante y pedir una mesa para dos. De alguna manera ese pequeño gesto hizo que SeHun se emocionara. Sentía que, a pesar de ser una salida por coincidencia y sin previa planeación, la atmósfera que los rodeaba podía ser considerada como la de una cita.
Estaba gritando en su interior.
La mesera que los atendió les dedicó una sonrisa cómplice y mirada cargada de ternura, haciendo un corto comentario sobre lo lindos que se veían juntos. Con solo una oración hizo que ambos chicos se avergonzaran un poco y evitaran la mirada del otro por los siguientes minutos, sin embargo ninguno de ellos se atrevió a negar las sospechas de la mujer. Hicieron su pedido, SeHun con un ligero tono rosa en las mejillas, y esperaron mientras intentaban fingir que no había sucedido lo anterior, conversando sobre lo que habían estado haciendo las últimas semanas de vacaciones.
—Hyung, ¿no tienes calor? —preguntó el menor sin malas intenciones mientras comían. El ambiente en el restaurante era cálido e incluso él ya se había despojado de la chamarra ligera que llevaba.
— ¿Eh?, no, en realidad soy muy sensible al frío. En esta época del año es normal que use varias capas de ropa—respondió picando su comida, el menor dejó salir un bufido junto a una sonrisa. JunMyeon lo miró divertido—. No te rías.
—No me estoy riendo, es solo que es tierno—de alguna manera SeHun logró comentar aquello sin titubear o sentirse apenado, tal vez era porque era algo que había pensado desde el momento que lo vio abrigado con esa chamarra, la bufanda y el gorro ocultando su cabello.
Continuaron con su plática y comida sin mayor problema. Cuando pidieron la cuenta JunMyeon insistió en pagar, y tras mucha insistencia SeHun accedió con la condición de que él invitaría la próxima ocasión. Al menor le gustaba mucho lo que implicaba aquella promesa: volverse a ver, acompañarse y pasar algunos minutos juntos.
Continuaron caminando y fue entonces que el menor notó la gran bolsa que cargaba el mayor, tenía el logo de la juguetería en donde lo había visto antes y por más que intentó mirar su interior, no logró identificar lo que había dentro.
— ¿Qué traes ahí, hyung? —preguntó curioso el menor señalando la bolsa—. ¿Quieres que la lleve por ti?
—No es necesario—se negó mientras agarraba el asa con ambas manos—. Solo es algo para... un sobrino mío.
— ¿Sobrino? —cuestionó confundido—. No sabía que tenías más primos.
—Sí, algo así...
—Me estás mintiendo, ¿verdad? —preguntó divertido colocándose frente a JunMyeon, observándolo con una sonrisa y notando los nervios en su lenguaje corporal.
—No, no te estoy mintiendo—se defendió el mayor ocultando su rostro entre la bufanda que llevaba en el cuello.
—Déjame ver qué compraste—JunMyeon se negó, escondiendo la bolsa detrás de él.
Ambos comenzaron a discutir y juguetear, Sehun intentando tomar la bolsa para ver su interior con risas de por medio, y JunMyeon esquivándolo mientras sonreía y trataba de alejarse unos cuantos pasos.
A unos metros de aquella escena se encontraban JongIn y JongDae, caminando mientras el moreno revisaba su celular y el otro buscaba un baño.
—Hyung no me responde—comentó JongIn—. Dijo que estaría por aquí.
—Tal vez se distrajo buscando sus cosas raras—respondió el otro sin prestarle demasiada atención a su primo—. Ya sabes cómo es con esos temas.
—Tal vez... le llamaré de nuevo.
JongDae se encogió de hombros y dejó que su primo siguiera en sus asuntos. Él necesitaba un maldito baño en ese preciso momento.
Mientras observaba los alrededores con un poco de urgencia, notó dos figuras moviéndose entre la multitud. De inmediato reconoció la chamarra y el gorro de JunMyeon, quien parecía estar discutiendo con alguien. Pensó que quizá necesitaba ayuda, por lo que se dispuso a caminar hacia él y defenderlo de ser necesario. Solo bastaron dos segundos analizando la situación para notar que la otra persona era SeHun.
Su amigo lucía divertido mientras molestaba a JunMyeon, y aún así el mayor no parecía enojado, al contrario, tenía una sonrisa en el rostro y notaba desde la distancia una expresión igual de divertida que la de SeHun. JunMyeon sostenía detrás de su espalda una bolsa de la juguetería local y a juzgar por la situación, parecía que estaban luchando por tomar lo que hubiera en su interior.
JongDae sonrió confundido. Ya los había visto juntos antes, en el viaje de fin de curso, y desde entonces le pareció curioso que su primo mayor y SeHun se llevaran tan bien de manera inesperada sin que ellos lo supieran. Al inicio de las vacaciones había intentado recordar si alguna vez el menor había insinuado algo sobre JunMyeon, y prestó atención a sus pláticas con el mayor en caso de que mencionara a su amigo, pero nunca hubo indicios que le dejaran saber en qué momento se habían vuelto tan cercanos.
Ahora los veía juntos una vez más, cuando se suponía que JunMyeon había salido a comprar unas cosas, sin intenciones de permanecer mucho tiempo fuera de casa y sin mencionar que se encontraría con alguien. Él y JongIn habían decidido ir al centro comercial para comer junto al mayor, pero no estaba seguro de si era buena idea acercarse a ellos y saludarlos en ese preciso momento. No sabía cómo reaccionarían y, para ser sincero, parecía que estaban muy bien sin compañía.
Miró a JongIn quien seguía realizando llamadas. Estaba seguro de que JunMyeon no le contestaría por ahora.
—JongIn, comamos sin JunMyeon—sugirió tratando de evitar que JongIn los viera a la distancia. El moreno frunció el ceño—. ¡Vamos!, podemos ir por las hamburguesas que te gustan, sabes que JunMyeon nunca quiere ir ahí. Es nuestra oportunidad ahora que no contesta.
JongIn pareció pensarlo un momento antes de aceptar. Hacía mucho que no probaba aquellas hamburguesas y en serio tenía mucho antojo de ir de nuevo, pero JunMyeon siempre se negaba porque no quería comer nada que fuera muy grasoso ya que era parte de su dieta estricta.
JongDae dirigió el camino, evitando por completo a SeHun y JunMyeon, quienes ya habían terminado de jugar y ahora conversaban mientras caminaban hacia la dirección opuesta. No sabía qué estaba pasando entre ellos, lo podía imaginar, pero no asegurar. Decidió en ese momento que no podía decirle nada a JongIn, al menos por ahora. Tenía que evitar a toda costa que no notara lo que fuera que había entre ellos.
Mientras los dos primos se alejaban, JunMyeon y SeHun salieron del centro comercial riendo y platicando. SeHun no quería separarse del mayor aún, quería pasar algunos minutos más con él antes de que tuvieran que separarse por lo que restaba de las vacaciones. Pensó en varias maneras de hacer que siguieran juntos, pero no se sentía valiente para sugerirlo.
— ¿Te gustaría ir por un café? —preguntó JunMyeon sin mirarlo.
SeHun casi pegaba un grito en el cielo.
¿Que si quería ir?
Ni siquiera tenía que preguntarlo. La respuesta siempre sería positiva para JunMyeon.
— ¡Sí!, claro, ¡vamos! —contestó SeHun sintiendo su pulso acelerar. El mayor soltó una risita y él se aclaró la garganta—. Quiero decir... como quieras.
Caminaron unos minutos sin acordar nada con palabras, sin importarles el lugar al que se dirigían siempre y cuando estuvieran acompañados por el otro. SeHun decidió en su interior el lugar al que irían, recordando una promesa que le había hecho a JunMyeon varios meses atrás, y dirigió el camino, recorriendo calles y conversando con naturalidad. Siempre parecía haber un tema de conversación entre ellos.
Llegaron a su tienda favorita, el lugar en donde compraba los deliciosos panes al vapor que tanto le habían gustado a JunMyeon la primera vez que conversaron. El mayor se sorprendió al llegar y le dedicó una mirada cómplice a SeHun.
El ambiente dentro de la tienda era cálido y había pocas personas dentro, era muy común que los clientes solo entraran con el fin de pedir algunos panes al vapor para luego irse de inmediato. Se formaron en la fila, teniendo a dos personas delante de ellos.
—Hola, SeHunnie, hace varios días que no venías—lo saludó la dueña del lugar cuando llegó su turno. El menor le sonrió a la mujer—. Veo que vienes acompañado.
JunMyeon sonreía al ver la familiaridad que compartían, y se sorprendió por completo cuando la mujer se dirigió a él con la mirada.
—Es hermano de un amigo de la escuela—mencionó SeHun no tan seguro de cómo explicar su relación con el mayor.
¿Amigos? ¿compañeros?, ¿conocidos?
No lo sabía.
JunMyeon observó a SeHun un momento, sintiéndose desconcertado debido a la manera en la que había hablado de él. Sin embargo él tampoco sabía cómo explicarlo.
SeHun realizó el pedido, preguntándole a Junmyeon qué le gustaría probar del lugar y diciéndole que él invitaría todo esa vez.
Se sentaron en una de las mesas del establecimiento con sus bebidas calientes entre las manos y los humeantes panes al vapor en la mesa. JunMyeon parecía cómodo con el ambiente de la cafetería tras el frío que había sentido mientras caminaban a través de las calles, pues la temperatura había comenzado a descender conforme se acercaba la puesta de sol.
Siguieron disfrutando de su compañía, ajenos a lo que sucedía a su alrededor e ignorando a la gente que iba y venía. Sus bebidas se terminaron al pasar el tiempo, al igual que todo lo que se encontraba en el plato frente a ellos, y aún así esa no fue una razón suficiente para levantarse y salir de ahí.
—Hyung, dime qué hay ahí—reclamó SeHun, recordando el incidente de la bolsa que habían tenido en el centro comercial.
— ¿Prometes no reírte? —preguntó JunMyeon tomando la bolsa del piso y colocándola en sus piernas. El menor asintió con la curiosidad a flor de piel.
El mayor suspiró y dejó que Sehun observara lo que había comprado. Al no escuchar respuesta comenzó a avergonzarse.
—Es un gusto tonto, lo sé—murmuró entre su bufanda. SeHun negó de inmediato.
—No, no es tonto—respondió tomando entre sus manos la gran caja de un lego de Star Wars—. Hace un rato estaba viendo esto en la juguetería.
—Los colecciono—comentó—. JongDae y JongIn dicen que es infantil.
—No lo es—aseguró con tal convicción que hizo que JunMyeon sonriera—. Me gustaría armar alguno.
—Podrías ayudarme con este, si quieres—sugirió el mayor.
—Cuenta conmigo—una vez más, de manera inesperada, la valentía de SeHun se hizo presente y se atrevió a mirar a JunMyeon para sonreírle y dedicarle un guiño que descolocó por completo al mayor, provocándole una risa que a SeHun pareció la más bella que había escuchado en su vida.
Unos minutos después decidieron que ya era tarde. El mayor notó los mensajes y llamadas de su hermano menor, preguntando dónde estaba y luciendo bastante preocupado; había olvidado por completo avisar que estaría fuera de casa casi todo el día. SeHun no se encontraba diferente, su mamá le había mandado algunos mensajes cuestionando si todo estaba en orden, pues la señora creía que su hijo solo iría a comprar una cosa para luego regresar directo a su hogar. Ambos chicos se dedicaron a responder mensajes, diciéndoles a sus respectivas familias que estaban por llegar a casa y sintiendo que ya era momento de despedirse.
SeHun acompañó al mayor a la parada del autobús que lo llevaría a casa, se quedaron esperando de pie mientras continuaban conversando, y solo pasaron algunos minutos cuando SeHun notó que JunMyeon comenzaba a abrazarse a sí mismo a causa del frío ambiente.
Sin decir nada se acercó a él y le acomodó mejor su gorro, que se había movido a lo largo del día. JunMyeon solo lo observó, sintiendo los actos cariñosos del menor y sin atreverse a decir algo.
—Parece que te congelarás—comentó SeHun procediendo a arreglar su bufanda, rozando su cuello por accidente, pero sintiendo cómo el tacto se impregnaba en su piel.
Para finalizar se atrevió a acomodar mejor su abrigo cerrándolo en el acto y mirando a JunMyeon, quien ocultaba la mitad de su rostro entre la bufanda.
— ¿Mejor? —preguntó con una sonrisa. JunMyeon asintió.
El silencio se colocó sobre ellos, cada uno con sus propios pensamientos revoloteando. Mas no era incómodo, se sentían bien de saber que no era necesario un intercambio de palabras para poder disfrutar de su compañía.
Algunos minutos pasaron y JunMyeon notó que faltaba poco para que el autobús que debía tomar llegara. Así que tomó aire y miró a SeHun, quien parecía distraído con el cielo nublado sobre ellos.
—Tengo dos boletos para una exposición de arte, me los regalaron—comentó capturando la atención de SeHun—. Nadie ha querido ir conmigo... no sé si te gustaría acompañarme mañana.
SeHun no esperaba que el mayor sugiriera verse de nuevo, no tan pronto. La petición lo dejó sin palabras y notó cómo la expresión de JunMyeon dudaba con cada segundo que pasaba sin responder.
—Claro, me encantaría ir contigo—contestó con una sonrisa ligera que imitó el mayor al instante.
El transporte se asomó a lo lejos, haciendo que SeHun se sintiera apurado, aún había tantas cosas que quería decir y no se había atrevido a exteriorizar. JunMyeon le pidió su celular y con rapidez el menor se lo dio, apuntó su número y le pidió que le mandara mensaje para que pudieran acordar la hora y el lugar.
Parecía algo tonto que a pesar de pasar bastante tiempo juntos aún no hubieran intercambiado números. No es que no quisiera, SeHun lo había pensando varias ocasiones, pero nunca se había atrevido a preguntar.
El mayor subió al autobús despidiéndose de SeHun con un ademán de manos, dejándolo con un sentimiento cálido en su interior y la necesidad de verlo de nuevo cuanto antes. Suspiró alejándose de la parada y caminando hacia su casa que se encontraba a unas cuantas calles de ahí.
Al llegar, su mamá lo bombardeó con preguntas, a las cuales solo pudo contestar que había pasado la tarde con alguien. Subió a su habitación y se dejó caer en la cama, tomando entre sus manos el celular que ahora tenía agendado el número del mayor. Tecleó un saludo rápido, y tras unos minutos tratando de reunir valor para atreverse a mandar mensaje, presionó el botón de enviar.
Solo pasaron unos segundos cuando recibió respuesta; y mientras SeHun tecleaba otro mensaje, la sonrisa en su rostro era iluminada por el brillo que irradiaba la pantalla de su celular.
☁️
¡Hey!
Me reporto con una nueva parte de esta historia.
He notado que han llegado lectores nuevos. Les quiero agradecer a todos por darle una oportunidad a este fic tan simple, desde los que llevan leyendo desde el capítulo uno hasta los que llegaron ayer.
Además hace unos días entré Wattpad y de pura casualidad chequé mi perfil, y noté esto:
Soy tremendamente feliz de ver que en serio está gustando esta historia. 🥺
Créanme que ver que alguien disfruta de lo que escribo me hace muy feliz. Ver notificación de un voto o un comentario me sacan una sonrisa de inmediato.
En serio, muchas gracias. 💓
Me gustaría saber qué opinan.
¿Hay algo que les gustaría leer en especial?
He estado pensando en hacer un especial de JunMyeon o algo así, pero aún no estoy tan segura.
¿Qué les pareció el capítulo?
¿Muy cursi? JAJAJAJA ¿muy apresurado?
Idk, quiero saber.
Bueno, eso sería todo en esta nota TAAAAN larga. Espero poder actualizar en dos semanas, o incluso menos. ♥️🤭
Nos leemos pronto. 👋
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top