Flecha #7
¡Aquí, conmigo!
El final del curso estaba a la vuelta de la esquina. La mayoría de los exámenes finales ya habían sido aplicados y quedaba una semana de clases antes de que finalizara el semestre de manera oficial y los alumnos pudieran gozar de un merecido descanso de mes y medio.
¡Ya se podía respirar el aire de vacaciones!
SeHun se encontraba contento. Estaba por terminar su primer semestre en preparatoria y todo parecía indicar que se trataría de un éxito rotundo. Sus calificaciones eran altas, unas de las mejores que había tenido en toda su vida, y se sentía orgulloso de asegurar que era uno de los mejores promedios en su curso.
También estaba el equipo de basquetbol, de alguna manera había terminado enamorado del deporte y su emoción aumentó después de que el entrenador le dijera de manera directa que el próximo semestre esperaba verlo en las prácticas, pero esta vez como un miembro oficial del equipo. Al parecer su rendimiento durante esos meses le había agradado bastante y quería que se uniera a ellos antes de que comenzaran los partidos importantes de la temporada.
Y por último se encontraba JunMyeon, el chico que le gustaba desde hace casi cinco meses y con el que había construido una especie de amistad.
Después de asistir al partido de JunMyeon, SeHun volvió a verlo par de días después y el mayor le agradeció en repetidas ocasiones por haberlo apoyado y animado tanto durante el partido. JunMyeon le había asegurado que sus gritos eran unos de los que más se escuchaban en la cancha, justo después de su mamá quien daba todo de su garganta cuando se trataba de apoyar a sus hijos. No había nadie que tuviera mejores pulmones que ella.
SeHun se avergonzó cuando supo que todos sus gritos sí habían sido escuchados, e incluso reconocidos entre el bullicio, sin embargo la sonrisa de JunMyeon hizo que todo valiera la pena, incluso el momento vergonzoso. El mayor lucía feliz de que fueran a apoyarlo en sus partidos y le pidió explícitamente que fuera verlo en otra ocasión. SeHun casi se cayó de espaldas al escucharlo, y aún así logró articular palabra y prometerle que intentaría ir en otras ocasiones.
Después de aquel encuentro se hizo más común que ambos chicos cruzaran camino en los pasillos. Había ocasiones en las que Junmyeon lo saludaba y de vez en cuando revolvía su cabello al pasar junto a él. Debido a esa costumbre, SeHun siempre anticipaba poder verlo mientras caminaba hacia la cafetería, su locker o incluso a su salón de clases. Cualquier lugar siempre y cuando le permitiera ver a JunMyeon durante algunos segundos.
Sin embargo, SeHun también notó que JunMyeon evitaba saludarlo cuando se encontraba con JongIn o JongDae. No había querido darle demasiadas vueltas al asunto, pero suponía que se debía a aquella promesa que habían hecho los tres chicos cuando apenas comenzaba el curso. JongDae no parecía tener intenciones de hablar con su primo mayor durante clases y JongIn nunca se acercaba a su hermano en zonas públicas, así que SeHun tuvo que aceptar que, mientras se encontrara con sus amigos, sus interacciones con el mayor se verían limitadas a pequeñas sonrisas o cortas miradas.
Pero a pesar de eso, ya era una costumbre que ambos charlaran, rieran y bromearan en las tardes. Pasaban algunos momentos agradables juntos y no se podía negar que JunMyeon parecía relajado cuando se encontraba con el menor, y aún así SeHun se sentía inseguro de lo que significaba él para JunMyeon. El mayor era alguien agradable que procuraba a cualquier persona con la que estuviera conversando, no había excepciones para él. Así que era difícil saber si JunMyeon lo consideraba un amigo o solo era alguien agradable con quien pasaba el rato, incluso podría ser que lo viera como un conocido que era amigo de su hermano menor.
— ¡Muy bien, chicos! Bajen sus lápices y pasen sus exámenes al frente—gritó la maestra de matemáticas en cuanto acabó la hora de clase.
Todos en el salón suspiraron con fuerza, algunos con aires más tristes que otros.
— ¿Qué les dio en la pregunta siete? —cuestionó JongDae asomando su cabeza cuando la profesora ya se había retirado.
—Trece—dijeron al mismo tiempo JongIn y SeHun, de inmediato se sonrieron y chocaron las manos.
—¡¿Qué?!, me dio cuarenta y siete.
—¿Cambiaste los signos? —preguntó JongIn observándolo con atención.
No hubo respuesta expresada con palabras, al contrario, JongDae comenzó a estampar su cabeza contra la mesa en repetidas ocasiones.
—Basta, matarás tu ultima neurona—lo detuvo SeHun poniendo su mano en la superficie.
— ¿De qué me sirve tener una neurona si esta se olvida de cambiar los signos? ¿Eh? —preguntó observandolos a él y JongIn— ¡Díganme de qué sirve!
JongIn y SeHun comenzaron a reír debido a la desesperación de su amigo.
—Has vivido con una neurona durante toda tu vida, no deberías quejarte a estas alturas—comentó JongIn mientras seguía riendo. JongDae lo miró con el ceño fruncido unos segundos y después se encogió de hombros.
—No puedo argumentar nada en contra de esa lógica—el grupo volvió a reír. Después de unos segundos JongDae pareció recobrar las energías, olvidando por completo la falla en su examen de matemáticas, y los miró con emoción—. ¿Listos para el viaje de fin de curso?
JongIn y SeHun asintieron de inmediato con la felicidad brotando de sus ojos.
Algunos días atrás les habían entregado una hoja donde se explicaba de qué trataba el mencionado viaje, además de representar una carta permiso que debían firmar sus tutores.
El objetivo de la escuela era realizar una salida el último día de clases en donde todos los grados de preparatoria participaran. Estaba planeado para ser un viaje de un día completo en el que saldrían de la escuela el viernes por la mañana y regresarían ese mismo día en la noche, marcando así el final del semestre.
Debido a la inseguridad de tener a toda una escuela en la intemperie, no era posible realizar un campamento en el que se quedaran a dormir en las afueras de la ciudad, pero sí estaban programadas muchas actividades al aire libre como natación en el lago, juegos de pelota, guerras de agua, una fogata e incluso un picnic; todo en menos de veinticuatro horas.
SeHun no sabía nada al respecto cuando entró a la escuela, así que se sorprendió demasiado al escuchar sobre ello y no pudo evitar emocionarse en cuanto leyó todo lo que decía la hoja de papel que le habían entregado. Ese día llegó a su casa sudado debido al entrenamiento y con una sonrisa enorme en el rostro, se dirigió a sus padres de inmediato para mostrarles el documento y tras una serie de preguntas sobre la seguridad de la salida por parte de su mamá, consiguió el permiso. No cabía en felicidad y emoción, estaba esperando con ansias a que aquel día llegara.
Tras sumergirse en una plática en la que los tres chicos discutían todo lo que harían en el viaje de fin de curso, no tardaron en salir de clases.
SeHun suspiró aliviado, sientiendo como la carga en sus hombros disminuía ya que todos sus exámenes habían sido aplicados con éxito y a lo largo de la semana restante solo se harían entregas de calificaciones finales y revisiones de las mismas. Así que podía despedirse de los libros, los apuntes y las tardes de estudio, ¡casi era libre!
Salió de su salón y se dirigió a los vestidores para prepararse para el último entrenamiento del semestre. Ese día también sería la última vez que tendría que quedarse en las tardes para practicar con el que sería su equipo el siguiente ciclo escolar. Llegó a la cancha emocionado y con las energías al tope, por lo que se sorprendió cuando llegaron sus quince minutos de descanso.
SeHun salió hacia las canchas exteriores, como ya era su costumbre, y se acercó de manera sutil al lugar en donde se encontraba reunido el equipo de fútbol rápido. Estiró su cuello desde la distancia para observar a JunMyeon, quien se encontraba a los costados escuchando las palabras de su entrenador con atención.
No pasaron más de cinco segundos cuando el mayor desvió la vista para observar de manera directa a SeHun. Le sonrió y le indicó con un ademán que lo esperara un momento. El menor suspiró y asintió, procediendo a sentarse en el jardín mientras jugaba con las pequeñas plantas que crecían entre el pasto.
Un par de minutos después JunMyeon llegó y se dejó caer acostado junto a él.
— ¿Emocionado por el viaje? —preguntó observándolo desde el piso, SeHun no pudo evitar sonreír.
—Claro, suena divertido.
—Aún recuerdo el primer viaje de fin de curso al que asistí, me divertí como no tienes idea—comentó el mayor pensativo—. Este será el último que haga antes de graduarme.
— ¿Cambiarás de escuela cuando vayas a la universidad? —preguntó curioso.
La escuela en la que asistían era un gran campus que contaba con preparatoria y universidad. Sin embargo SeHun sabía que no importaba si JunMyeon decidía cambiar de escuela o quedarse, él extrañaría verlo caminar por los pasillos, encontrarlo en su camino a clase, sonreírle y hablar con él aunque fuera de vez en cuando. Cualquiera de las dos posibilidades tendría como consecuencia que dejaría de verlo con frecuencia.
En realidad ya había pensado en ello antes. Pero a pesar de su curiosidad nunca se había atrevido a preguntarle de manera directa a JunMyeon sobre su decisión, temía la respuesta que podía obtener. Pero ahora que JunMyeon lo mencionaba de manera directa, no pudo evitar que la pregunta abandonara su boca.
—Aún no lo sé, tal vez me quede aquí... no lo he decidido—contestó mirándolo directo a los ojos, luego dejó salir una sonrisa ligera— ¿Me extrañarás si me voy?
—Tal vez, no lo sé—murmuró SeHun apartando la vista.
No podría gritarle que lo extrañaría aunque quisiera, las palabras no saldrían de su boca y estaba seguro de que no soportaría la vergüenza de admitirlo en voz alta.
—Oh, vamos—dijo JunMyeon sonriendo con diversión e incorporándose para quedar sentado junto a él. Lo observó tratando de buscar su mirada—. ¿Con quién hablarás cuando tengas descansos entre los entrenamientos?
SeHun se atrevió a mirarlo.
— ¿Con quién te sentarás en el jardín en las tardes? —sus ojos tenían un brillo divertido y su expresión facial delataba que estaba disfrutando la situación.
—Buscaré a alguien—contestó con una media sonrisa en el rostro al notar el juego que estaba armando JunMyeon. El mayor sonrió aún más.
—Lástima—respondió—. Yo sí lo extrañaré.
— ¿Al jardín? —preguntó burlón.
JunMyeon no le respondió, en su lugar le sonrió de manera tierna, una simple sonrisa a labios cerrados, pero SeHun pudo notar un brillo distinto en sus ojos. Se enamoró de esa mirada en menos de un segundo y correspondió el gesto de manera inconsciente, ambos permaneciéndoº así unos momentos hasta que el mayor rompió la conexión al levantarse del suelo.
—Hoy es la última vez en el semestre que nos vemos aquí—puntualizó—. Después solo nos encontraremos en los pasillos hasta que lleguen las vacaciones.
SeHun asintió mientras se incorporaba también.
—Me tengo que ir... el domingo tenemos nuestro cuarto partido de la temporada—JunMyeon comenzó a dar cortos pasos hacia atrás.
—Me gustaría ir de nuevo a uno de tus partidos—admitió el menor sin mover un músculo.
—También me gustaría que fueras... pero ahora son fuera de la ciudad o en otros colegios—contestó sin dejar de mirarlo—. Si llegamos a la final estarás invitado.
—Lo esperaré—JunMyeon sonrió—. Nos vemos, hyung.
—Adiós, SeHun.
El mayor se despidió con otra sonrisa y dio media vuelta para correr junto a sus compañeros. SeHun dejó que la sonrisa boba en su rostro permaneciera en él y regresó a su entrenamiento mientras pensaba en la conversación que acababan de mantener. Sentía que había palabras no dichas y cargadas de significado de las cuales no se había percatado. Parecía que había algo ahí, pero no podía decir qué era o si realmente existía.
Era como caminar a ciegas en un cuarto desconocido.
Con esa incertidumbre en mente, y sin querer indagar demasiado profundo en ella, pasó con rapidez la semana restante de clases.
El viernes en la mañana SeHun salió de su casa con una mochila ligera, no más cuadernos, lapiceras o libros de texto. Solo llevaba sus audífonos para disfrutar de la música mientras viajaban en el autobús, un almuerzo ligero que había preparado su mamá con amor, una cambio de ropa y toalla por si llegaba a mojarse en el lago, y una gorra que se pondría después para protegerse de los rayos del sol.
Al llegar a la escuela vio a todos los alumnos conversando con emoción en el patio principal, y se sintió contagiado de esa euforia en menos de dos minutos. Buscó a sus compañeros de clase, esperando que ahí mismo se encontraran JongIn y JongDae. No tardó en ver a los dos primos reír y conversar junto a otros chicos de su salón que parecían disfrutar de su compañía. Se acercó con una sonrisa, saludándolos e integrándose a la conversación en menos de tres segundos.
Media hora pasó y vieron llegar a varios chicos y chicas que usaban gorras a juego, SeHun los observó con atención notando que una cara conocida se encontraba entre ellos. Miró con una ligera sonrisa cómo aquel chico se acercaba a donde se encontraban ellos.
— ¿Qué haces aquí? —lo saludó sonriendo cuando el chico se colocó a un lado de él.
—Soy parte de la sociedad de alumnos—contestó ChanYeol señalando la gorra que portaba—. Me enviaron a guiar a tu grupo.
Park ChanYeol era uno de sus compañeros del equipo de basquetbol, cursaba el segundo año y fue el primero en acercarse a él cuando SeHun comenzó a asistir a los entrenamientos en las tardes. Al principio solo hacía pequeños comentarios o se mantenía junto a él para explicarle los ejercicios que debían realizar, sin embargo con el paso de los días comenzaron a entablar conversaciones más extensas algunos minutos antes de que comenzara el entrenamiento o mientras corrían o trotaban al rededor de la cancha. Siempre había un tema para hablar con él y solo fue cuestión de tiempo para que llegaran las bromas y risas también. Se hizo una costumbre para ellos estar juntos en los ejercicios y conversar siempre que pudieran
Pero a pesar ser amigos inseparables en las tardes, no acostumbraban a conversar cuando se encontraban en horario de clases. A veces se veían en los pasillos y se saludaban con una sonrisa o splo intercambiaban miradas; no había una razón detrás de ello, pero había sido así desde que comenzaron su amistad.
Así que para nada se esperaba encontrarse con él en ese preciso momento.
No hubo momento para que iniciaran alguna conversación, en menos de veinte segundos se encontraba frente a ellos un chico bajito con un megáfono en una mano y hojas en otra. Pasó su mirada con agilidad por una lista y miró a ChanYeol para llamar su atención. El chico lo observó atento a las indicaciones que recibiría.
—Yeol, lleva a este grupo de primero al autobús número dos, lo compartirán con una clase de tercer año—el mencionado asintió haciendo que el chico siguiera avanzando sin despegar la vista de sus listas.
— ¡Ya lo oyeron, por aquí! —gritó ChanYeol guiando a la clase de SeHun. Los autobuses se encontraban afuera de la escuela esperando, así que solo fue cuestión de tres minutos para que llegaran a su destino.
Se mantuvieron esperando frente a su transporte unos minutos, y SeHun aprovechó ese tiempo para conversar con su amigo, quien no tardó en hacer algún comentario gracioso, provocando que el menor comenzara a reír junto a él.
El grupo de tercer año llegó al cabo de un par de minutos, y ChanYeol se despidió para dirigirse con los demás miembros del consejo estudiantil. Justo en cuanto el mayor se perdió entre la multitud llegó JongIn emocionado junto a él, señalando al grupo que recién llegaba.
— ¡Mira, nos toca compartir autobús con hyung! —exclamó capturando su atención.
SeHun no tardó en reconocer la figura de JunMyeon mientras conversaba junto a sus amigos y justo en ese momento notó las posibilidades que surgirían a causa de que compartirían autobús durante el viaje. Su corazón comenzó a latir con la expectativa de poder sentarse junto a él y lograr pasar un par de horas conversando.
Miró a sus amigos tratando de idear algún plan para lograr su objetivo. Tal vez solo debería acercarse al mayor y preguntarle si podían sentarse juntos, sería lo más sencillo. Sus mejillas se tiñeron de un inocente rosado mientras se imaginaba mil y una formas de ir hacia él y llamar su atención.
En ese momento notó que el mayor se encontraba rodeado de muchas personas que no conocía, y se sintió avergonzado a tal grado de no sentirse capaz de ir y realizar una sencilla pregunta.
— ¿Nos sentamos juntos? —preguntó JongDae junto a él, alejando su mente de todo lo que había estado imaginando.
—E-eh... ¿tú y yo? —preguntó de manera torpe mientras observaba a su alrededor con nervios e intentando ocultar el rosado de sus mejillas.
—Sí... por eso pregunté si nos sentábamos juntos... tú y yo—contestó extrañado ante la su actitud—. JongIn planea ir con JunMyeon hyung.
— ¿Qué?, ¿ya es una hecho?
JongDae hizo una mueca, su amigo estaba actuando demasiado raro.
—Algo así, ahorita fue a preguntarle.
SeHun siguió con la mirada la dirección a la cual había señalado su amigo. Ahí se encontraba JunMyeon junto a su hermano. El menor se veía emocionado y sonriente, mientras que JunMyeon le sonreía con ternura.
Ya era un hecho que no podría irse con JunMyeon.
SeHun terminó aceptando la invitación de JongDae. Aunque no era el chico que le gustaba, sabía que sería divertido ir junto a él.
Algunos minutos pasaron y las puertas del transporte se abrieron dejando que los alumnos ingresaran. SeHun fue uno de los últimos en entrar, encontrándose con ChanYeol quien llegaba a su encuentro con una lista en las manos. Lo saludo con rapidez y fue a su lugar junto a JongDae, que se encontraba un par de filas atrás de los asientos que habían ocupado los hermanos Kim.
—Pasaré lista, por favor respondan cuando escuchen su nombre—gritó ChanYeol.
La voz gruesa de ChanYeol llamaba mucho la atención entre todos los susurros, así que solo fue cuestión de segundos para que el autobús se sumiera en un silencio total y el pase de lista fuera de manera tranquila y ordenada.
—SeHun-ah—se escuchó al cabo de unos minutos. El mencionado levantó la mano algo cohibido por las miradas que le habían dirigido casi todos los presentes, aunque ChanYeol pareció ignorar este hecho y solo miró a su dirección con una sonrisa para luego seguir pronunciando nombres.
¿Por qué sentía que estaba llamando demasiado la atención?
Al cabo de unos minutos ChanYeol terminó de pronunciar los nombres de su lista y se despidió de SeHun con una sonrisa y ademan de manos. En cuanto el chico cruzó la puerta el bullicio se volvió a escuchar.
— ¿Eres amigo de Park ChanYeol? —preguntó interesado su compañero de asiento.
—Sí, vamos juntos en el equipo de basquetbol—contestó mientras hurgaba en su mochila, buscando algo para comer durante el viaje—. ¿Lo conoces?
—Toda la escuela lo conoce—contestó JongDae—. Aunque su círculo de amigos es muy limitado, pocos pueden decir que hablan con él.
— ¿En serio?, es muy agradable...
Tras aquellas palabras, ambos amigos se sumieron en una conversación que iba y venía. Platicaron durante una hora, riéndose a ratos y disfrutando de silencios que duraban segundos. Solo fue cuestión de tiempo para que alguno de ellos comenzara a sentirse cansado y en menos de media hora ya se encontraban ambos durmiendo durante lo que les quedaba de camino.
Al llegar al lugar acordado, los miembros del consejo estudiantil juntaron a todos los alumnos frente una cabaña que había alquilado la escuela. En ella había equipos de primeros auxilios, un baño, un par de vestidores y algunas cosas que podrían necesitar a lo largo del día. Les explicaron las actividades que podrían llevar a cabo y el calendario que tenían agendado.
Después de todas esas formalidades los grupos de amigos comenzaron a dividirse, decidiendo lo que querían realizar primero y lo que dejarían para después. SeHun junto algunos de sus compañeros de clase se dirigieron a los juegos de pelota; había desde fútbol hasta bádminton y terminaron probando cada uno de los deportes antes del mediodía.
A la hora de la comida todos se juntaron en un mismo lugar, en donde les dieron su ración que constaba de una hamburguesa, algunos snacks y una botella de agua. Durante este tiempo les volvieron a recordar que media hora después de la comida podrían participar en las competencias que tenían programadas.
—SeHun-ah—lo llamó ChanYeol cuando estaba por darle el último mordisco a su comida. El menor le sonrió como saludo—. ¿Te gustaría participar en la carrera de tres piernas conmigo?
El menor lo vio extrañado ante su petición. En realidad le parecía raro que se acercara tanto a él durante ese día en particular, cuando nunca antes habían dedicado tiempo a conversar cuando se veían entre clases o en los pasillos con rumbo a la cafetería. Sin embargo asintió, ChanYeol le caía muy bien y no veía ninguna razón por la cual no debía aceptar.
En cuanto aceptó, ChanYeol sonrió y tomó asiento junto a él y sus amigos. Comenzando una conversación casual con todos los que se encontraban ahí. JongDae le dedicó una mirada que no supo interpretar, sin embargo no dijo ningún comentario al respecto.
Tal como prometió, ChanYeol y él participaron en la competencia de tres piernas. En donde toda la clase de SeHun, los amigos del mayor, bastantes chicos de grados superiores y gran parte de la población femenina los apoyaron con gritos y porras. En ese momento el menor se dio cuenta de lo que habían significado las palabras de JongDae, ChanYeol era muy conocido y querido en la escuela a pesar de que no tenía muchos amigos.
Debido a la altura arriba del promedio que tenía ChanYeol, y por lo cual tenía piernas largas que daban zancadas más largas que las de los demás concursantes, quedaron en primer lugar. Comenzaron a celebrar en cuanto cruzaron la meta junto a los que habían estado apoyándolos, y entre toda la multitud logró ver a JunMyeon que se encontraba junto a algunos amigos. El mayor aplaudía y sonreía contento, causando que las mariposas en el cuerpo de SeHun comenzaran a revolotear con fuerza.
JunMyeon pareció notar sus ojos sobre él, ya que no pasaron más de cinco segundos cuando ambos pudieron conectar miradas. El menor sonrió, haciendo notar sus mejillas rosas debido a la carrera y a JunMyeon. El mayor correspondió el gesto indicandole con ademanes que se encontrara con él después.
SeHun asintió con emoción, anticipando desde ese preciso segundo el momento en el que podría conversar con él. Habían pasado varios días desde que habían podido intercambiar más de cinco palabras, rompiendo por completo la rutina que habían creado de hablar todas las tardes. Sentía que necesitaba escuchar su voz, admirar sus ojos a menos de dos metros de distancia y atesorar su cercanía, aunque fuera por solo cinco minutos.
Tras unos minutos en los que estuvo junto a sus amigos recordando la competencia, y después de que ChanYeol se había despedido argumentando que debía verse con alguien, SeHun pudo librarse de todos a su alrededor para buscar a JunMyeon.
Caminó entre todos los alumnos, tratando de encontrar a los de tercer año. Sin embargo, a pesar de lograr reconocer a los chicos que pasaban mucho tiempo junto al mayor, no logró ver a JunMyeon entre la multitud. Siguió caminando un rato más y rascando su nuca con frustración por cada segundo que pasaba sin poder hallarlo.
Estaba regresando al lugar en el que había dejado a sus compañeros cuando logró ver a JunMyeon quien caminaba hacia la dirección opuesta. El mayor usaba una gorra para proteger su rostro del sol que golpeaba con fuerza, llevaba una cámara fotográfica colgada en el cuello y justo en ese momento observaba distraído hacia una competencia que se estaba llevando a cabo a unos metros de distancia. SeHun sonrió y se acercó a él con sutileza, tratando de no llamar su atención para sorprenderlo.
—Te estaba buscando—saludó alegre cuando se posicionó junto a él. JunMyeon saltó en su lugar sorprendido, mirándolo con los ojos abiertos y una sonrisa ligera en el rostro.
—También te buscaba—contestó—. Pero no te encontré con Nini.
—Tampoco te encontré con tus amigos—contestó divertido—. Supongo que ambos nos estábamos buscando y por eso no nos pudimos encontrar.
JunMyeon soltó una risita mientras asentía y comenzaba a caminar.
SeHun lo siguió sintiéndose en las nubes y tratando de capturar en su memoria cada una de las expresiones que JunMyeon realizaba. No se molestó en preguntar a dónde iban, pues le era indistinto siempre y cuando fuera junto a él. Las palabras no parecían necesarias en ese momento, aunque hubiera miles de sentimientos que quisiera expresar y hacerle saber.
Se mantuvo a su lado, disfrutando de su compañía y prestando toda su atención a lo que JunMyeon comentaba de vez en cuando.
— ¡Atención! —se escuchó por todo el lugar. JunMyeon y SeHun detuvieron su caminata para observar el lugar del que había llegado aquella voz, encontrándose con el chico bajito que les había indicado sus autobuses con anterioridad—. Hay una actividad sorpresa justo ahora. Hay varias banderas de colores escondidas en el campamento y parte del bosque a nuestro alrededor, aquellos que logren juntar tres de distinto color y regresen aquí conmigo podrán llevarse premios especiales.
Se escucharon murmullos en ese momento, SeHun pudo notar que había varias personas emocionadas.
—Las reglas son sencillas—continuó hablando a través de su megáfono—. Deben participar en parejas y no se pueden alejar más de un kilómetro de esta zona. La competencia empieza ahora mismo.
El lugar comenzó a hacerse un alboroto de gente buscando pareja y otros que discutían por dónde comenzar. SeHun se mantuvo parado ahí, sabiendo lo que quería decir pero no teniendo la valentía de expresarlo a la persona que tenía junto a él.
—JunMyeon, ¿hacemos pareja? —llegó preguntando un chico que había visto un par de ocasiones junto al mayor. Sus ánimos cayeron al suelo sabiendo que había perdido una oportunidad enorme frente al chico que le gustaba.
—Lo siento, ya estoy con alguien—contestó JunMyeon tocando el codo del menor.
SeHun lo miró sorprendido, notando que el mayor lucía relajado junto a él. El chico se fue después de musitar un "está bien, será la próxima" y fue hasta entonces que JunMyeon lo miró, dándose cuenta de la expresión de sorpresa que tenía el menor en el rostro.
— ¿Está bien si somos pareja? —preguntó, recibiendo de inmediato un asentimiento por parte de SeHun.
Las palabras que había empleado hicieron que la imaginación del menor volara, llegando a pensar en situaciones en las que lograba tomar de la mano al mayor o en donde podría expresar todo lo que tenía en el pecho sin temor a lo que podría ocurrir.
JunMyeon los guió hacia el bosque, en donde SeHun se dedicó a observar cómo el mayor tomaba su cámara para capturar la naturaleza que los envolvía. Entre pláticas y risas pudo conocer un lado de JunMyeon que nunca se había imaginado, le parecía fantástico que aquel chico sintiera una pasión tan grande por el arte de la fotografía y que fuera tan sensible con todo lo que se encontraba a su alrededor.
En ningún momento de la media hora que estuvieron caminando se detuvieron a buscar las banderitas de la actividad en la que estaban involucrados. En su lugar pareció que todo ese juego sorpresa se había vuelto una excusa para poder caminar entre los árboles sin que nadie los molestara.
Mientras JunMyeon le enseñaba unas fotos que había tomado con su cámara, alguien comenzó a acercarse al lugar en el que se encontraban. Ambos chicos no lo notaron, estaban muy ocupados mirándose e intercambiando sonrisas, envueltos en una pequeña burbuja que ganaba resistencia con cada segundo que pasaba.
JongDae buscaba entre los arbustos y en las ramas la última bandera que le faltaba para poder completar el reto. JinKi, su compañero, había decidido ir por otro camino para abarcar más terreno, así que se encontraba solo por completo, o al menos así lo parecía. Entre los árboles logró ver un par de siluetas, por un momento creyó que se trataba de una pareja que había aprovechado la situación para escaparse, y como buen chismoso decidió acercarse para saber sus identidades. Grande fue su sorpresa cuando vio a su primo JunMyeon junto a SeHun.
El mayor le explicaba algunas cosas al menor, mientras este intentaba tomar una fotografía con la cámara de su primo, la había reconocido de inmediato. Por un momento decidió acercarse a saludarlos, aunque le pareciera extraño que se encontraran juntos.
—No, SeHun, se enfoca con... así, debes girar esta parte—le explicó JunMyeon.
—Hyung, no está funcionando—el menor intentó realizar la acción, pero no obtenía resultados.
—Mira, es así.
JunMyeon puso sus manos sobre las de SeHun, enseñándole la manera en la que debía mover el lente para poder enfocar. El rostro del menor delató que no estaba prestando mucha atención a la explicación, sus mejillas rosadas evidenciando sus nervios y sentimientos.
JongDae los observó un rato, notando la extraña atmósfera que había entre ellos y deduciendo lo que parecía sentir SeHun por su primo. No entendía en qué momento aquellos dos se habían hecho tan cercanos y cómo es que él no se había percatado de ello.
Dejó salir un suspiro decidido a alejarse. Dio media vuelta sobre sus talones notando que en los arbustos, escondido entre las hojas secas, se asomaba un pedazo de tela roja. Lo tomó de inmediato y salió corriendo en busca de JinKi con una gran sonrisa en los labios.
Ya después se encargaría de averiguar qué pasaba entre JunMyeon y SeHun.
La tarde siguió su curso. SeHun regresó con sus amigos en algún punto y continuaron compitiendo y participando en algunas actividades que aún tenían pendientes. Cuando llegó la noche, los autobuses regresaron y recibieron la indicación de subir a ellos para poder regresar a la escuela.
SeHun subió arrastrando los pies. Todas sus energías se habían drenado por completo y sentía que en cuanto tocara el asiento del autobús, caería dormido. Llegó al que era su asiento en la mañana, encontrándose con JongIn y JongDae sentados uno a lado del otro, él los miró extrañado.
—Ese es mi lugar—peleó SeHun señalando en dónde estaba JongIn.
—Necesito hablar con Nini, ¿te parece si intercambias lugar con él? —preguntó JongDae recibiendo el asentimiento del mencionado.
—Supongo—accedió dando la media vuelta para buscar el lugar en el que se encontraba su amigo antes.
— ¿Qué quieres decirme? —preguntó JongIn cuando SeHun se fue.
—Oh... ya lo olvidé—respondió JongDae distraído mientras observaba a SeHun caminar hacia su nuevo asiento—. Creo que no era tan importante.
SeHun estaba tan cansado que su mente no había entendido lo que conllevaba cambiar lugar con JongIn, así que con total normalidad llegó al asiento y se dejó caer cerrando los ojos de inmediato.
— ¿Cansado? —preguntó JunMyeon a su lado.
—Bastante—murmuró sin abrir los ojos.
Solo bastaron un par de segundos para que reaccionara a la voz que tenía junto a él y mirara sorprendido a JunMyeon, quien se encontraba mandando unos mensajes en su celular. Al cabo de un par de segundos bloqueó la pantalla y lo observó.
— ¿Cambiaste lugar con Nini? —preguntó interesado.
—JongDae me obligó—ambos rieron—. Quería hablar con JongIn.
No hizo falta más explicación, pues el mayor pareció aceptar ese hecho, dejando que su cuerpo se relajara en el asiento y cerrando los ojos.
Por su parte SeHun pareció perder todo el cansancio que tenía antes. Sus sentidos estaban al tanto de todo lo que ocurría con respecto a JunMyeon y no creía ser capaz de poder descansar si tenía su hombro rozando el del mayor.
Pasó poco mas de media hora de camino, el interior del autobús estaba sumido en un silencio absoluto ya que todos habían terminado dormidos en sus asientos. SeHun observaba a JunMyeon, quien cabeceaba entre sueños de vez en cuando, y al cabo de unos minutos observándolo se atrevió a tomar la nuca del mayor, guiándola hasta que logró posicionarla sobre su hombro.
JunMyeon dejó salir un suspiro y SeHun deseó con todas sus fuerzas que no se despertara en ese preciso instante. Sin embargo el mayor terminó acomodándose mejor sobre él, restregando con lentitud su mejilla contra el hombro del menor.
SeHun no cabía en la emoción. Su corazón era un desastre de palpitaciones, podría jurar que el ritmo acelerado en su pecho podría ser una canción de cuna para JunMyeon, quien no dudaba que podría escuchar y sentir todas las reacciones que tenía su cuerpo debido a él.
Miró los párpados cerrados del mayor, notando lo angelical de la vista que tenía frente a él. Sonrió enternecido y tentado a acariciar sus mejillas ligeramente rosas debido a su estado adormilado.
De un momento a otro sintió en su cuerpo unas ganas inmensas de gritar lo que tenía atrapado ahí. Se había visto envuelto en ese tipo de situación antes, en las que deseaba decir sus sentimientos, dejar salir un poco de lo que pensaba y sentía por el mayor, en la que la opresión en su pecho era demasiada... pero esa noche era distinto. Tenía a JunMyeon junto a él, recostado en su hombro; sentía su respiración y podía ver cómo su torso subía y bajaba con cada inhalación y exhalación.
La presencia del mayor lo abrumaba tanto que sentía que no podía guardarlo ni un segundo más, así que observó sus párpados en busca de cualquier señal que indicara que se encontraba despierto, aunque esta nunca llegó. Parecía que JunMyeon se encontraba en un sueño profundo y todo apuntaba a que era el mejor momento para lo que tenía en mente.
Con total delicadeza SeHun giró su rostro y lo agachó lo suficiente hasta que sus labios tocaron el cabello de JunMyeon. Se atrevió a dejar un beso sutil, en el que apenas pudo sentir el calor que desprendía el cuerpo del mayor.
Cerró los ojos y sin alejarse ni un milímetro se armó de valor.
—Me gustas.
Su susurro se perdió entre el ambiente, sin dejar rastro de aquel acto atrevido en el que había dejado ir un poco de su corazón.
Se permitió apoyar su mejilla sobre el cabello de JunMyeon y en menos de tres minutos todo el cansancio que creía desaparecido, regresó para tomarlo de nuevo.
☁️
¡Hey!
Adivinen quién regresó después de dos semanas xD
Noté que les gustó mucho el capítulo anterior, tiene más votos que los otras cinco partes del fic, así que supuse que sí fue de su agrado ^^
Muchas gracias a todos por leer esta historia tan cliché hanjkasd sus votos y comentarios me motivan mucho seguir escribiendo.
Como sea, aquí les traigo este capítulo ENORME en el que pasan MUCHAS COSAS, en serio xD
Mientras lo planeaba estaba pensando "esto bien podrían ser dos capítulos distintos, sin pex", pero la verdad ya tengo planeada las siguientes partes de la historia, así que no podía retrasarla más y pues seh... salió esta monstruosidad.
Ojalá les guste~ <3
Me gustaría saber mucho qué piensan TuT
¿Les gustan las escenas en donde interactuan Jun y SeHun? ¿Son muy meh?
¿Van muy lento? idk.
Todo tipo de retroalimentación es buena. >.<
Intentaré actualizar en dos semanas... justo ahora estoy en parciales y adivinen quien se dedicó a escribir este capítulo en lugar de estudiar para sus dos exámenes de mañana :vvv
No me arrepiento de nada <3
¡Nos leemos pronto! 👋
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top