Flecha #19

¡Te amo!

Aunque toda la escuela sabía sobre la relación de SeHun y JunMyeon, las cartas no dejaron de llegar. El menor aún encontraba pequeñas notas en sus asientos habituales o en los pasillos lo detenían para obsequiarle algunos dulces; sin embargo las confesiones de amor pararon por completo. Era como si tuviera un club de admiradores.

JunMyeon tuvo que viajar un fin de semana a Seúl para presentar su examen de admisión y entregar todos los papeles necesarios para comenzar con su trámite de la beca. Los padres del mayor también decidieron ir con él para comenzar a buscar un lugar en el que se pudiera quedar su hijo cuando se mudara. JongIn, por su parte, no quiso viajar hasta la capital por lo que decidieron hacer una pijamada junto a JongDae en la casa de SeHun.

Al regresar de su viaje, JunMyeon le contó de un pequeño departamento de dos habitaciones que habían encontrado cerca del campus, y al parecer sus padres estaban muy decididos a hacer de ese el nuevo hogar del mayor. Tras un par de semanas, JunMyeon recibió un correo informándole que había aprobado su examen con resultados por arriba del promedio, por lo que ya había sido admitido en la universidad de Seúl con un beca bastante alta.

No perdieron el tiempo en celebrar el logro de JunMyeon junto a su familia, el chico parecía muy contento y emocionado por los resultados que estaba obtenido. El corazón de SeHun se agitaba cada vez que lo notaba sonreír con alegría pura mientras releer el correo que había recibido.

Poco antes de los exámenes finales, el partido final de basquetbol se llevó a cabo. Todos sus amigos y familia fueron a apoyarlos de nuevo, causando que los nervios del menor aumentaran casi al doble. Sentía la presión de que en esa ocasión no había vuelta atrás, no había segundas oportunidades y cualquiera que fuera el resultado, definiría la actitud del equipo en las siguientes semanas. SeHun mentiría si dijera que no quería ganar; veía a todos sus compañeros esforzarse tanto en las tardes y él mismo pensaba por lo que habían pasado durante toda la temporada; sentía que merecían el triunfo.

Algunos minutos antes de entrar a la cancha, ChanYeol se acercó a él y fue entonces que logró notar que su amigo estaba mucho más nervioso que los demás. Lo observó intentando averiguar qué pasaba por su cabeza, pero el alto sólo negó.

—SeHun... necesitamos ganar—sentenció de manera seria, el menor asintió.

—Claro, daremos todo en la cancha para ganar—respondió intentando aliviar su nerviosismo un poco.

—No, no entiendes—lo cortó—. En serio necesito que ganemos.

El menor estuvo a punto de preguntar qué sucedía, sin embargo el entrenador entró a los vestidores para repasar una última vez lo que habían planeado en las últimas semanas. Después ello salieron con rumbo a la duela en donde los estaba esperando el otro equipo.

El partido fue difícil y el tablero con los puntos casi similares durante todo el encuentro lo demostraban. Todos dieron de sí para no dejar que el rival les llevara demasiada ventaja, dando con el resultado que al final del partido parecía ser que perderían por una diferencia mínima de dos puntos. El tiempo estaba acabándose e incluso SeHun pensaba que sería imposible anotar bajo esas circunstancias, aún con ello su equipo continuó intentando para evitar que la brecha creciera aún más.

De manera inesperada el balón llegó a manos de SeHun, quien lo mantuvo durante unos segundos; al buscar a quien enviárselo notó la desesperación en el rostro de ChanYeol, quien le pedía que le lanzara el balón en ese momento. Tras pensarlo unos segundos, así lo hizo. Su amigo atrapó el pase con facilidad, observando durante un instante el tiempo restante y al notar que eran menos de diez segundos, hizo un tiro de suerte.

Lanzó el balón con todas las fuerzas y la mejor precisión que pudo juntar en ese momento. El balón cruzó casi media cancha hasta llegar al tablero, en donde rebotó para caer en el aro y otorgarles una canasta de tres puntos. En ese momento el estadio estalló en gritos por el giro tan inesperado que había tomado el partido.

El equipo de SeHun gritó emocionado, dirigiéndose hacia ChanYeol para abrazarlo y levantarlo del suelo entre todos. El chico no parecía estar prestando atención, pues su vista estaba clavada en las gradas, en donde sus amigos y familia se encontraban sentados. Desde la distancia KyungSoo también lo observaba con una sonrisa enorme mientras negaba con lentitud.

ChanYeol le devolvió la sonrisa después, dejándose caer en la tarima de rodillas por completo cansado aún con la respiración agitada. Todos en su equipo aprovecharon ese momento para lanzarse sobre él y enterrarlo bajo los cuerpos sudorosos de los deportistas.

Tras festejar unos minutos y estrechar manos con el equipo contrario, todos se dirigieron a los vestidores para asearse. Al salir ChanYeol parecía demasiado impaciente y nervioso, SeHun lo observó extrañado, pues había creído que todo ese comportamiento inusual se debía al partido.

Buscaron por sus familias y amigos afuera del gimnasio, encontrándonos muy cerca uno del otro. Los Kim y KyungSoo de inmediato los felicitaron con un abrazo grupal, causando varias risas entre ellos. SeHun se acercó a JunMyeon y lo besó en la sien tras abrazarlo con fuerza; al observar su rostro, notó que el mayor veía hacia otra dirección con evidente sorpresa y una sonrisa que apenas era visible. Curioso, SeHun siguió la línea de su atención y de inmediato entendió de inmediato porqué su novio había reaccionado de esa manera.

A unos metros de distancia se encontraba ChanYeol agachado con ambas manos colocadas alrededor del rostro de KyungSoo. El alto se había inclinado hacia al frente para besar al más bajo con fervor. Incluso desde la distancia podían observar las sonrisas de ambos chicos que habían surgido en medio del beso.

Tras unos segundos ambos se separaron, juntando sus frentes mientras se miraban a los ojos con intensidad. Los labios de ChanYeol se movieron, delatando que había hablado a pesar de que sus palabras no pudieron ser escuchadas desde la distancia; KyungSoo asintió como respuesta, ocasionando que ChanYeol volviera a besarlo, en esta ocasión mucho más despacio que antes mientras lo abrazaba por la cintura.

SeHun decidió desviar la mirada y darles un poco de privacidad.

Tras unos minutos todos decidieron irse del lugar y festejar de manera sencilla; durante toda la tarde pudieron observar cómo ChanYeol se mantenía junto a KyungSoo, recargando su mejilla en su hombro cuando estaban sentados en la mesa; o cómo jugaba con sus manos mientras conversaba con SeHun o alguien más.

Sólo fue cuestión de tiempo para que el rumor se extendiera y en menos de una semana todos sabían que el increíble e inalcanzable Park ChanYeol ahora salía con un chico menor que él.

Con el paso de las semanas, los horarios de todos se volvieron aún más caóticos que antes. Los compañeros de SeHun le pedían con regularidad al menor que les ayudara a estudiar, ya que era bien sabido por su generación que él era uno de los promedios más altos. Junto a los grupos de estudio con otros cinco o seis compañeros durante la época de exámenes, también llegó un JunMyeon que ocupaba gran parte de su tiempo a arreglar asuntos relacionados con su graduación; además de que JongIn se mantuvo al pendiente de las preparaciones finales de la obra de teatro en la que participaría junto a KyungSoo.

A diferencia de otros semestres, en esta ocasión el grupo teatral llamó mucho la atención en la escuela. Esto debía a agradecerse a que tres de los chicos más populares de la escuela se encontraban hablando maravillas de la obra todos los días entre sus amigos o compañeros, algo que logró llamar la atención de los estudiantes, haciéndolos decidir darle una oportunidad y comprar boletos para la única puesta en escena que estaba programada.

En menos de una semana los boletos estaban agotados y eso sólo aumentó aún más la emoción entre el grupo de teatro y danza. ChanYeol, SeHun y JunMyeon no podían estar más felices de haberles ayudado.

El día de la obra todo resultó maravilloso; a pesar de que habían surgido un par de errores pequeños, todos lograron cubrir los infortunios y seguir con la presentación de manera natural. Como era de esperarse, la puesta en escena recibió una ovación ruidosa de pie por todos los presentes, entre los que destacaron los gritos de ChanYeol y JongDae que estaban demasiado orgullosos y no se midieron a la hora de gritar.

De manera inesperada el grupo de teatro decidió agregar dos presentaciones más que fueron llenadas en menos tiempo que la anterior. Las opiniones positivas se habían regado entre los pasillos, llegando a oídos de aquellos que no habían alcanzado una entrada en la primera ocasión; así que en cuanto abrieron nuevas fechas, todas las personas que aún querían ver con sus propios ojos la maravillosa experiencia, no dudaron en apartar sus lugares.

SeHun y JunMyeon pasaron esos meses de la mejor manera que pudieron, disfrutando del tiempo que les quedaba juntos. Los pequeños problemas no fueron inevitables, sin embargo ambos habían aprendido que lo mejor era siempre hablarlo y evitar actuar de manera precipitada; fue así que su relación sólo se fortaleció.

En menos tiempo del esperado llegó la graduación de JunMyeon. Dicho evento se realizaba en el campus el día en el que los demás cursos viajaban a su pequeño paseo de fin de curso, de ese manera aseguraban que los pasillos, salones e instalaciones de la institución estarían por completo vacíos durante la ceremonia.

SeHun, JongIn y JongDae decidieron faltar al viaje en esa ocasión, pues querían estar presentes en el momento en el que JunMyeon recibiera su diploma por excelencia académica y su reconocimiento por haber concluido la preparatoria. Desde las sillas en donde estaban todos los familiares, los tres chicos no se midieron en aplaudir y gritar por el mayor cuando su nombre fue anunciado.

Desde el escenario, después de que JunMyeon estrechara las manos de todos los directivos, vio a su novio barrer la vista por todo el lugar, buscando a su familia entre tanta gente. En pocos segundos logró verlos, sonriendo de manera deslumbrante y guiñando un ojo cuando su mirada conectó con la de SeHun.

Después de que la ceremonia culminara, todos esperaron por JunMyeon en la salida del salón de congresos. No pasó mucho tiempo para que lograran ver al chico salir con una sonrisa enorme en el rostro, luciendo de manera espléndida su traje con corbata y playera blanca. SeHun sintió sus piernas debilitarse al verlo tan atractivo.

Los padres de JunMyeon lo abrazaron, felicitándolo, seguido a ellos siguieron los demás miembros de su familia, dejando a SeHun hasta el final. El mayor sonrió hacia su novio, acercándose a él y abrazándolo tan fuerte que tomó por sorpresa a SeHun.

—Me encantas con traje—le dijo en un susurro JunMyeon, causando que un sonrojo creciera por su rostro.

Se separaron después de que SeHun le dijera sus felicitaciones, asegurándole que estaba demasiado orgulloso de él y recordándole lo mucho que lo quería. Observaron sus rostros con adoración unos segundos, antes de inclinarse al mismo tiempo para juntar sus labios en un beso corto.

— ¡Hyung! —gritó JongIn escandalizado. JunMyeon rió al escucharlo sin separar sus labios.

SeHun también sonrió, comenzando a dejar pequeños besos a lo largo de todo su rostro. Besó con ternura sus mejillas, sus párpados, su mandíbula e incluso la punta de su linda nariz. Al terminar se encontró con una de las sonrisas más dulces que había visto en el rostro de JunMyeon.

Esa noche la pasaron en la cena-baile de la generación de JunMyeon, riendo, bailando en la pista e incluso bebiendo un poco a escondidas de la familia del mayor, pues SeHun, JongIn y JongDae no tenían permitido tomar alcohol.

Casi al final de la noche, SeHun se encontró a sí mismo con JunMyeon entre sus brazos, bailando una canción lenta junto a otras parejas que también disfrutaban el momento. JunMyeon escuchaba el latido acelerado de SeHun en su pecho, disfrutando de su aroma y cercanía; por su parte el menor mantenía los ojos cerrados, con la mejilla apoyada en lo alto del cabello de su novio, intentando no arruinar el ritmo calmo que mantenían.

SeHun no pudo evitar pensar en ese momento que se les acababa el tiempo, sólo tenían un par de meses antes de que JunMyeon debiera irse a Seúl. Sólo tenían esas vacaciones.

Fue por eso que después de esa noche, ambos chicos parecieron inseparables. Salían o se veían casi a diario en vacaciones, tratando de aprovechar el mayor número de horas posibles. A veces iban al cine, otras a comer e incluso sólo visitaban la casa del otro para pasar una tarde tranquila en su compañía. Cualquier tipo de actividad era buena siempre y cuando fuera juntos.

—Junnie...—susurró SeHun con la respiración agitada mientras sentía las cálidas manos de su novio dibujar círculos debajo de su playera.

Ambos se encontraban en la habitación del menor. La familia de SeHun se había ido hace una hora al supermercado, dejando a la pareja sin compañía durante su ausencia. Lo que había iniciado como una visita normal para ver películas se había convertido en una sesión intensa de besos en menos tiempo del esperado.

Con el paso del tiempo había empezado a surgir entre ellos una atracción que antes ignoraban por completo. Al principio se trató sólo de besos muchos más intensos que antes, en donde dientes, saliva y lengua estaban involucrados en una mezcla casi desastrosa. Después llegaron las caricias tímidas sobre la ropa, que después de convirtió en manos colándose por debajo de la misma.

SeHun se colocaba un poco nervioso cuando se veían en situaciones como aquella, pues no estaba seguro de cómo comportarse, en dónde colocar sus manos o si sus acciones eran suficientes para hacer sentir bien a JunMyeon. Sin embargo también sentía las mariposas en su interior revolotear sin sentido debido a la anticipación, pues había encontrado en sí mismo la necesidad de querer dar ese paso en su relación con el mayor.

Ya sabía que él no sería la primera vez de JunMyeon, pues conocía la historia de lo que había pasado antes, sin embargo aquello no le molestaba en ningún sentido. A pesar de no tener ningún tipo de experiencia, él creía estar listo para poder entregarse por completo a JunMyeon.

Lo amaba, de eso estaba seguro.

Pero aún no lo había dicho.

En realidad ninguno de los dos se había confesado en ese sentido con el otro. Seguían limitados a expresar sus sentimientos con te quieros que poco a poco le comenzaban a saber insuficientes a SeHun.

Pero era demasiado cobarde para poder dar el primer paso y arriesgarse a que el mayor no sintiera lo mismo, tal vez aún era muy pronto para que ambos se dijeran te amo.

SeHun sintió a JunMyeon colocarse sobre él, entrelazando sus piernas y continuando con las caricias. De pronto el mayor tomó el borde de su camisa, alzándola sobre su cabeza hasta deshacerse de ella; SeHun no perdió el tiempo, imitando sus acciones para seguir con el vaivén de sus dedos sobre la espalda de su novio, jalando su cuerpo para juntarlo con el suyo y así poder sentir su calor corporal.

Ya se habían visto en esa situación varias veces, en las que se deshacían de sus prendas superiores en un intento desesperado de sentirse más cerca. La primera ocasión había hecho que el menor se sintiera inseguro y avergonzado, sin embargo JunMyeon se había dedicado a eliminar todos los pensamientos negativos que cruzaran su mente. Se esmeró en besar cada uno sus lunares, acariciar cada centímetro de piel y hacerlo sentir adorado.

Algunos minutos después, SeHun se atrevió a darles la vuelta para quedar sobre JunMyeon. Su novio se dejó maniobrar por la cama sin perder el enlace de sus labios y dejando salir un sonido sorprendido por la repentina fuerza que había demostrado el menor. Tras unos minutos en esa posición, SeHun se separó de él; abriendo los ojos y encontrándose con la mirada dilatada del mayor.

Se inclinó de nuevo, en esta ocasión besando su cuello, mordiendo con ligereza la piel que había ahí y provocando que se enrojeciera un poco. Lamió por sus clavículas, dejando un camino húmedo detrás de él y causando que la piel de su novio se estremeciera ante la repentina frescura que surgía después de sentir su cálido aliento. JunMyeon dejó salir suspiros junto con pequeños sonidos que le hicieron saber al menor que estaba disfrutando de sus atenciones. La respiración acelerada de ambos fue suficiente para llenar el silencio en la habitación que poco a poco comenzaba a subir en temperatura.

Sintió las manos de JunMyeon viajar desde sus costados hasta el borde de sus pantalones, jugando con ellos al jalarlos un poco e ingresando la punta de sus dedos por debajo de la tela. Siguieron moviéndose hasta colocarse sobre sus mejillas, apretándolas sobre la tela de sus boxers.

SeHun dejó salir un chillido por detrás de su garganta, sorprendido por el repentino toque. Levantó su rostro, encontrándose con las mejillas sonrojadas de su novio que lo veían con una sonrisa ladeada. Se inclinó de nuevo, besándolo en esa ocasión con lentitud, disfrutando su sabor, la sensación de su lengua entrelazándose con la suya y atrapando en su boca cada uno de los sonidos que JunMyeon dejaba salir de vez en cuando.

Un poco inseguro, SeHun dejó caer sobre JunMyeon su propio cuerpo. Sintiendo cómo su piel expuesta rozaba con el cuerpo debajo de él; ambos dejaron salir un suspiro al sentir sus pelvis chocar entre sí. El mayor comenzó a dejar besos húmedos en su mandíbula mientras SeHun se inclinaba para darle un mejor acceso.

Sin detener las caricias por el cuerpo del mayor, SeHun siguió sus instintos al comenzar un vaivén con la fuerza de sus piernas, rozando sus entrepiernas y dejando que sensaciones intensas recorrieran el cuerpo de ambos.

Era la primera vez que hacían algo como aquello.

Sin previo aviso JunMyeon volvió a cambiar posiciones, dejando el cuerpo del menor debajo del suyo. Lo besó una vez más, profundo y fuerte, antes de separarse y besar su frente.

—Terminemos de ver la película—le pidió con una sonrisa, descolocando a SeHun por completo.

—S-sí—asintió sin entender del todo ya que su cabeza seguía abrumada por lo que estaba ocurriendo tan sólo unos segundos antes. JunMyeon lo besó en la mejilla, separándose de él y tomando su playera del suelo, en donde había terminado después de que SeHun la aventara.

Le entregó al menor su propia prenda. SeHun tomó asiento en la cama, vistiéndose de nuevo y observando a JunMyeon en busca de una explicación. El mayor pareció no notarlo, o tal vez sólo decidió ignorarlo, pues se levantó de la cama mientras le pedía que volviera a prender la televisión mientras él iba al baño.

SeHun soltó un suspiró al verlo irse, dirigiendo su mirada al pequeño problema que tenía dentro de sus pantalones. ¿Ahora cómo lidiaría con ello?

Esa situación era otra que se repetía bastante desde que habían comenzado a llevar sus besos y caricias un paso más allá. JunMyeon siempre se detenía sin razón aparente, nunca le explicaba a SeHun lo que estaba ocurriendo y después actuaba como si momentos antes no hubieran estado acariciándose de una manera no tan inocente.

El menor en un principio creyó que la razón era que JunMyeon no quería todavía, y él lo entendía a la perfección, no presionaría a su novio a hacer algo para lo que aún no se sentía preparado. Es por eso que SeHun decidió limitar los besos a aquellos que eran sin segundas intenciones; redujo las caricias a sólo sobre su rostro, adorándolo como tanto le gustaba hacerlo.

Así actuó durante una semana hasta una tarde durante sus descansos del entrenamiento, pocos días antes de acabar con las clases del semestre. Ese día SeHun se dirigía a la parte trasera del edificio en donde siempre veía a JunMyeon, mientras en el camino comenzaba a secar su sudor con ayuda de una toalla de mano. Cuando dio vuelta en la esquina, no se esperó ser jalado por JunMyeon, colocándolo de espaldas a la pared con las manos del mayor a sus costados, impidiéndole huir.

Observó a JunMyeon sorprendido. Estuvo a punto de saludarlo, sin embargo el mayor atacó sus labios en cuanto estos fueron abiertos. El beso le supo muy diferente a otras ocasiones, había un toque de desesperación y urgencia en él. Suspiró bajo el beso, disfrutando de la manera en la que JunMyeon comenzaba a explorar su cuerpo sudado bajo la playera del entrenamiento.

Se separaron para tomar aire, JunMyeon colocó su frente sobre su hombro causando que su aliento acelerado chocara con su cuerpo y mandara pequeños estremecimientos por él. SeHun abrazó a JunMyeon un poco aturdido, sin saber lo que estaba sucediendo; el mayor no perdió el tiempo y comenzó a dejar pequeños besos por su cuello, aún con su cálido aliento escapando de sus labios.

—Hunnie...—susurró el mayor, por alguna razón el tono que había usado causó que algo despertara en el menor, quien sólo pudo tragar saliva un poco nervioso—. ¿Ya no te gusto?

— ¿E-eh? —preguntó confundido, con la voz rota por el toque de los labios de JunMyeon sobre su piel.

—Ya no me besas...—continuó—. No como antes.

—C-creí que no t-te gus-staba—respondió entre jadeos, tener a JunMyeon frente a él, diciendo aquellas cosas mientras mordía un poco su piel y acariciaba su abdomen, estaba tomando toda su capacidad de articular palabras.

—Todo lo que venga de ti me gusta—aseguró JunMyeon, relajando el ambiente al abrazarlo y enterrando su nariz en su cuello.

SeHun lo abrazó de regreso, demasiado confundido por la actitud de su novio. La única explicación que había encontrado es que el mayor no se encontraba cómodo y por eso siempre interrumpía sus interacciones cuando estas se volvían demasiado intensas. Sin embargo el mayor ahora se encontraba frente a él, pidiéndole que no dejara de besarlo como siempre.

Sólo lo confundió aún más.

Después de que JunMyeon se fuera de su casa, SeHun tuvo que recostarse en su cama y analizar su relación con el mayor, tratando de encontrar una explicación a todo lo que ocurría. Tras un par de horas en ello, sólo pudo concluir que él era el problema.

Tal vez a JunMyeon no le gustaba la manera en la que lo acariciaba, lo besaba o cómo había decidido moverse sobre él. Quizá SeHun era el único que lo disfrutaba, cuando en realidad su novio no sentía nada. Después de todo el menor no tenía experiencia, no podía estar seguro de si sus acciones eran acertadas en ese tipo de situaciones; se había dedicado a seguir lo que él creía correcto y lo que pensaba que haría sentir bien a JunMyeon.

Al día siguiente, SeHun decidió hablar con alguien. Necesitaba saber una segunda opinión o se volvería loco tarde o temprano de tanto pensarlo.

Tras meditar sus opciones decidió que lo mejor era si hablaba con ChanYeol, pues JongDae y JongIn estaban por completo fuera de discusión. Con KyungSoo, por otro lado, se sentía un poco avergonzado para hablar sobre... eso.

En la noche decidió pedirle a ChanYeol que salieran al día siguiente por la tarde, el plan que tenía en mente era ir a comer y pedirle consejos durante el proceso. Por obvias razones, tuvo que decirle a JunMyeon por mensaje que no podrían verse ese día, obteniendo como resultado a su novio muy confundido al respecto, sin embargo decidió guardarse las explicaciones detalladas.

SeHun se encontraba fuera del restaurante esperando por su amigo, revisaba sus redes sociales de manera desinteresada para matar el tiempo. Un par de minutos después de la hora acordada, levantó la vista mientras bloqueaba su celular y lo guardaba en su bolsillo; desde la distancia pudo reconocer el cuerpo alto y grande de ChanYeol, acompañado por KyungSoo que lo abrazaba por la cintura.

— ¡Hey!, ¿esperaste mucho? —saludó ChanYeol alegre con su brazo alrededor de KyungSoo.

—No... llegue apenas—respondió nervioso observando al bajo—. Veo que también vino Soo...

—Sí, ¿hay algún problema?

—No, no no... es sólo que quería hablar contigo sobre algo privado y...

—Puedo irme si quieres—comentó KyungSoo al ver sus mejillas rosadas.

—No, está bien—respondió SeHun rápido al sentirse culpable de hacerlo irse—. Creo que no me vendría mal otra opinión.

Los tres ingresaron al restaurante, tomaron asiento en una de las mesas tras esperar unos minutos y pidieron su comida casi de inmediato. Tras ver a la mesera irse, SeHun les comenzó a contar todo lo que estaba sucediendo con JunMyeon y los pensamientos que tenía al respecto, en todo momento evitó hacer contacto visual con sus amigos, pues se sentía avergonzado.

Al terminar KyungSoo soltó un suspiró.

— ¿Por qué no hablas con él? —preguntó—. Creo que es una situación bastante extraña... lo mejor es escucharlo.

— ¿E-extraña? —preguntó preocupado.

—Sí... teniendo en cuenta que ustedes llevan bastante tiempo juntos, uno creería que ya habían cruzado esa línea—comentó ChanYeol en respuesta, KyungSoo asintió.

— ¿Quieres decir...?, ¿ustedes ya...? —preguntó a medias mientras los veía con los ojos abiertos. El color rosado en las mejillas de KyungSoo fue suficiente para responder su pregunta—. No puedo creerlo.

—Ese no es el tema... —interrumpió ChanYeol mientras carraspeaba—. A lo que queremos llegar es que quizá JunMyeon sunbae tiene sus razones para comportarse de esa manera.

—Tal vez no está interesado en mí de esa forma—comentó SeHun con sus manos cubriendo su rostro—. Tal vez no soy atractivo.

—SeHun... ¿en serio? —preguntó KyungSoo serio—. Eres de los chicos más atractivos que he visto.

— ¡Oye!

—Tú eres el más atractivo de todos—consoló KyungSoo a su novio, causando que el mayor sonriera mostrando su hoyuelo.

—Kyung tiene razón—comentó después de unos segundos ChanYeol—. Incluso yo hubiera salido contigo si no fueras tan alto.

—Tal vez a JunMyeon tampoco le gusta mi altura—respondió escandalizado SeHun, mirando a KyungSoo después—. ¿Cómo puedo ser tan pequeño como tú?

ChanYeol soltó una risa al aire al ver la mueca en el rostro de su novio, quien sólo le dio un golpe en la cabeza a SeHun como respuesta.

—No pienses demasiado las cosas, a JunMyeon sunbae le gustas—le dijo después—. Tal vez todas las ocasiones en las que casi sucede no era el mejor escenario.

—Bueno... siempre estamos en su casa o en la mía—le dio la razón después de pensarlo.

—Ahí está el problema, necesitan un lugar en donde sepan que JongIn no entrará por la puerta en cualquier momento.

SeHun asintió, encontrando la lógica de su amigo muy posible. No era que JunMyeon no lo quisiera, sólo estaba buscando la mejor situación para que ocurriera. En definitiva su casa no era el lugar ideal, pues su madre siempre estaba alrededor cuando JunMyeon iba de visita; mientras que en la casa del mayor ocurría lo mismo con JongIn incluido en la habitación de a lado.

Con ello en mente decidió no forzar las cosas y mejor dejar que la situación se diera por sí misma. No se sentía desesperado por llegar a eso con JunMyeon, y de alguna manera lo consoló un poco que él no fuera el problema.

Sólo debían esperar a que tarde o temprano llegaran las circunstancias ideales.

De esa manera pasó otro mes, JunMyeon debía irse en un par de semanas y SeHun estaba aún más pegado a él que antes, si es que era posible. Lo acompañaba a comprar las cosas que necesitaría en Seúl, iban a las tiendas a comprar ropa juntos, incluso lo había estado ayudando a empacar algunas cosas en cajas para evitar que estas se empolvaran demasiado durante su ausencia.

Ese día SeHun, JongIn y JunMyeon se encontraban en la habitación del mayor, moviendo sus pertenencias y tirando algunas que creían inservibles. El menor de los Kim también había estado muy pegajoso con su hermano en los últimos días al notar que pronto ya no viviría con JunMyeon en la misma casa.

—Hyung, creí que no te llevarías tus figuras—comentó el moreno mientras revisaba las cajas que JunMyeon se llevaría consigo y sacando una pequeña nave que había ahí—. Dijiste que ocupaban mucho espacio.

JunMyeon volteó a ver hacia lo que se refería su hermano menor, notando lo que tenía entre sus manos y acercándose para devolver a su lugar la figura armable.

—Esta es especial—respondió con una sonrisa.

SeHun, quien había observado todo, no pudo evitar sonreír y sonrojarse un poco al escucharlo y notar que se trataba de la figura que ambos habían armado hace varios meses; el menor levantó la vista para observar a su novio, notando que lo miraba sonriendo. En cuanto conectaron miradas, el mayor cerró los ojos un instante mientras arrugaba la nariz de manera adorable y mantenía su sonrisa. No pasó desapercibido el intercambio gestos para JongIn, quien ahora estaba curioso por lo que realmente significaba la nave que había agarrado.

Unos minutos más tarde el moreno tuvo que bajar a la cocina para ayudar a su mamá. Aprovechando que se encontraban solos, JunMyeon se acercó a SeHun, quien estaba sentado encima de su cama, y besó su cabello para después comenzar a acariciarlo.

—Hunnie, quería preguntarte algo—comentó el mayor capturando su atención—. ¿Vendrías conmigo a Seúl?

— ¿E-eh? —respondió confundido y sorprendido. Su corazón se saltó un latido al escucharlo—. ¿A Seúl contigo?

El mayor asintió con una sonrisa divertida al ver cómo su novio se colocaba nervioso.

—J-junnie... sabes que me encantaría p-pero... —comenzó a explicar mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas—. Aún tengo que acabar la escuela aquí... y no sé si mis papás quieran...

Sus palabras fueron interrumpidas al escuchar la risa divertida de JunMyeon, el menor lo vio aún más confundido y un poco ofendido de que se burlara de él.

—No me refería a que te fueras a vivir conmigo ahora—explicó acariciando su rostro sonrojado—. Como sabes estaré una semana antes del inicio de clases en Seúl para poder acomodar todo en el departamento, quería saber si te gustaría ir conmigo y pasar una semana allá... podrías regresar el sábado o el domingo para que no pierdas tus clases.

SeHun sólo se dedicó a observarlo sin parpadear, causando que JunMyeon no pudiera leer su expresión, por lo que continuó explicando.

—Ya les pregunté a mis papás y ellos están bien con ello... dicen que serían como unas pequeñas vacaciones—SeHun inclinó su cabeza mientras lo escuchaba—. Yo hablaría con tu familia, no tienes que preocuparte por ello.

Tras unos segundos en silencio, SeHun sonrió ligero, tomando la muñeca del mayor y jalándolo para envolverlo en un abrazo. JunMyeon rodeó los hombros de SeHun con sus brazos, sintiendo que su novio restregaba su rostro entre su pecho.

De pronto escuchó un murmullo ininteligible por parte de SeHun, por lo que decidió alejarse y observarlo confundido.

—¿Qué dijiste?

—Que me encantaría ir contigo a donde sea.

Ante esa respuesta se inclinó para besarlo dulce en los labios durante unos minutos. Antes de que pudieran llegar a algo más se escuchó la voz de JongIn llamándolos para que bajaran a comer.

Convencer a sus papás fue mucho más sencillo de lo que esperó, de hecho ellos accedieron de inmediato a pesar de que el plan era que JunMyeon y él se quedarían solos toda la semana. Con luz verde, el menor comenzó a arreglar todas sus cosas para poder regresar de Seúl sin preocupaciones de lo que necesitaría en su primer día de clases, empacó su maleta e incluso planeó junto a su novio lo que harían juntos en Seúl.

El día del anticipado viaje, SeHun se encontró a si mismo en el auto de la familia Kim, sentado entre JunMyeon y JongIn mientras recorrían el camino hacia Seúl. Un trayecto de cuatro horas y un poco más.

Llegaron a la gran ciudad, dirigiéndose de inmediato hacia el pequeño departamento que habitaría JunMyeon durante el periodo escolar. El lugar no era tan grande, sin embargo era suficiente para que dos personas cohabitaran de manera cómoda sin problemas con el espacio personal.

Pasaron ese primer día en familia, yendo a comer a un restaurante famoso del vecindario y pasando un momento agradable en la ciudad. Cuando estaba por anochecer los padres de JunMyeon y JongIn se despidieron, pues debían regresar a casa debido a que trabajaban al día siguiente.

—Cuida a SeHun todo el tiempo que esté aquí—le pidió su madre—. No olvides comer tus tres comidas, incluye verduras en todas ellas y recuerda limpiar el lugar una vez a la semana...

De esa manera empezó la despedida de JunMyeon con su familia, fue inevitable que todos ellos derramaran algunas lágrimas ya que pasarían meses antes de que pudieran verse de nuevo. SeHun supo que él se vería en esa misma situación al terminar la semana, y aunque el pensamiento le dolía un poco, decidió que lo ignoraría por lo mientras.

Esa primera noche en la que estuvieron solos dentro del departamento fue tranquila, ninguno de los dos tenía las energías para guiar sus pensamientos por otro lado, pues el gran paseo que habían hecho en la tarde fue suficiente para agotarlos por completo. Después de despedir a su familia ambos decidieron tomar una ducha rápida en el único baño del lugar y cambiarse por sus pijamas. Fue natural para ambos terminar en la misma cama y dormir abrazados.

El primero en despertar fue SeHun, quien se dedicó a observar el rostro de su novio mientras dormía. El sol apenas comenzaba a brillar por la ciudad y algunos rayos se colaban entre las cortinas de la habitación, creando sombras ligeras sobre el rostro de JunMyeon que le parecieron angelicales.

En ese momento se volvió a enamorar de él, se enamoró de la idea de despertar todos los días de esa manera, abrazados, con un desastre de cobijas sobre sus cuerpos y con la bellísima presencia de su novio junto a él. Unos minutos después, sacó una de sus manos de la cobija que los cubría, llevándola hasta el rostro de JunMyeon para acariciar con delicadeza sus mejillas.

Sonrió al notar que el mayor estaba sumido en un sueño profundo, con sus facciones por completo relajadas mientras dejaba salir pequeños bufidos con cada exhalación que hacía. Estaba por completo enamorado de él, y al darse cuenta de qué tan intensos eran sus sentimientos no pudo evitar inclinarse un poco y juntar sus labios en un beso que sólo consistió en un toque ligero.

Con sólo sentir los suaves labios del mayor junto a los suyos y la calma respiración chocar con su rostro, el corazón de SeHun se aceleró como nunca antes.

Se alejó de JunMyeon un par de segundos después, aún acariciando su mejilla en un compás lento. En cuanto abrió los ojos se encontró con la mirada adormilada de JunMyeon observarlo con una sonrisa ligera en los labios. SeHun se sonrojó hasta las orejas al notar que lo había despertado y que el mayor lo había descubierto con las manos en la masa.

—Que manera tan linda de despertar—comentó JunMyeon con la voz ronca, estirándose un poco en el proceso y dejando salir un bostezo corto; sin embargo su sonrisa permaneció todo el tiempo—. Buenos días.

—Buenos días—respondió en un susurró SeHun.

JunMyeon de inmediato se acercó a un más a su cuerpo, abrazándolo por la cintura y enterrando su rostro en el cuello del menor. SeHun lo envolvió entre sus brazos, disfrutando del calor corporal que emanaba su novio.

—Podría acostumbrarme a esto—comentó JunMyeon unos segundos después, suspirando y enterrando aún mas su rostro en su cuerpo. SeHun le dio la razón de inmediato.

Media hora después, ambos decidieron salir de la cama y arreglarse para irse del departamento y conocer la ciudad. Pasaron la tarde tomados de la mano mientras ingresaban a diferentes tiendas de ropa, juguetes, cafeterías o cualquier otra cosa que les llamara la atención.

Los besos, abrazos y suaves caricias fueron por completo naturales entre ellos mientras recorrían Seúl, por un momento SeHun pensó que lucían como una pareja recién casada. No pudo evitar sonreír ante el pensamiento tan inocente.

Sin embargo todo se volvió un poco raro cuando regresaron al departamento, pues SeHun creyó notar que el mayor lo estaba evitando a toda costa a pesar de que el lugar no era muy grande. Cuando ambos se acostaron en la cama para ver una película en la computadora de JunMyeon, el mayor evitó que sus cuerpos entraran en contacto al poner el portátil entre ellos.

SeHun no le dio muchas vueltas al asunto, sin embargo después de una hora en la que había intentado tocar su mano o acurrucarse un poco, el mayor sólo se alejaba de la manera más sutil que pudo. Tras pensarlo un poco, SeHun concluyó que tal vez JunMyeon estaba cansado tras haber estado caminando toda la tarde.

Sin embargo esa misma situación se repitió los siguientes dos días. Cuando estaban en la calle, JunMyeon lo besa, abrazaba y se colgaba a él como si nunca quisiera separase; pero en cuanto cruzaban la puerta y estaban dentro del departamento, tal parecía que el toque de SeHun le quemaba.

Cuando el menor lo abrazaba por la espalda, JunMyeon encontraba una manera de alejarse con la excusa de buscar algo. A veces incluso desviaba su rostro cuando SeHun intentaba besarlo, causando que siempre terminara con los labios del menor sobre sus suaves mejillas.

No pasó mucho para que SeHun comenzara a volverse loco, pues sentía que había algo que estaba mal. El miércoles en la noche, cuando JunMyeon decidió ir rápido a una tienda de conveniencia que estaba en la calle de enfrente, el menor aprovechó el momento para llamar a ChanYeol y pedir su ayuda.

— ¿Sí?

—ChanYeol, necesito tu ayuda—respondió SeHun en cuanto el mayor contestó, sonando tan desesperado como en realidad se sentía.

SeHun, claro... ¿qué sucede?, creí que estabas con JunMyeon sunbae en Seúl.

Sí, llevamos unos días aquí—contestó con un poco de duda ahora, se sentía avergonzado por llamar debido a algo que a lo mejor no tenía mucha importancia.

Pregunta Kyung si ya resolviste tu problema de la última vez ya que están por completo solos allá—comentó ChanYeol tras unos segundos de silencio.

—De eso quería hablar—murmuró después, sintiendo sus mejillas arder—. Creo que ahora es peor.

Te pondré en alta voz, habla.

Tras ello SeHun comenzó a contarles lo que estaba sucediendo, tratando de ser lo mas breve posible pues JunMyeon llegaría en cualquier momento de la tienda y no quería ser atrapado en medio de esa conversación. Sus amigos lo escucharon con atención hasta el final, sin interrumpir o hacer preguntas, sólo emitiendo algunos sonidos de vez en cuando para hacerle saber que seguían atentos a lo que estaba diciendo.

SeHun... creo que es bastante obvio que debes hablar con él—habló KyungSoo al otro lado de la línea, el menor dejó salir un suspiro.

Tal vez puede ser un poco vergonzoso, pero no pueden pasar sus últimos días juntos de esa manera—completó Chanyeol después. SeHun quiso llorar, quizá porque recordó que pronto tendrían que despedirse o al notar que en efecto se sentía demasiado avergonzado para poder hablar con JunMyeon sobre eso; o tal vez por ambas razones.

— ¿Qué debería decirle? —preguntó después, tratando de comenzar a imaginar el tipo de conversación que debería mantener con su novio una vez regresara.

Lo que sientes—contestó KyungSoo—. Si sientes que te ha estado evitando deberías decirle y preguntarle, también sería bueno que escucharas su versión.

Pero no puedo decirle todo—respondió SeHun en un volumen más bajo, se escuchó un bufido del otro lado de la línea.

SeHun, han estado saliendo por medio año, claro que puedes decirle todo—respondió ChanYeol, se escuchó la aprobación por parte de KyungSoo—. Si te sientes inseguro, dile; si quieres perder tu virginidad con él hoy mismo, también dile.

SeHun casi se atraganta con su propia saliva al oírlo, sin embargo antes de que pudiera decir algo se escuchó un sonido seco del otro lado de la línea, seguido de una queja por parte de ChanYeol. El menor casi podía imaginarse a la perfección a KyungSoo golpeando al alto en la cabeza.

A pesar de que no lo dijo de la mejor manera, Yeollie tiene razón—dijo KyungSoo después.

P-pero...—su oración quedó incompleta cuando escuchó el sonido de las llaves siendo ingresadas en la puerta, el menor entró en pánico de inmediato pues sólo podía tratarse de JunMyeon—. Tengo que irme. Gracias, adiós.

¡Confía en él!

— ¡Usen protección!

Dijeron ambos al mismo tiempo, no era necesario ser un genio para poder adivinar cuál oración pertenecía a cada quien. SeHun colgó sin decir respuesta justo en el momento en el que JunMyeon entró al departamento con una bolsa en la mano.

— ¿Con quién hablabas?, ¿tus papás? —preguntó el mayor con una sonrisa, acercándose para revolver su cabello como saludo. SeHun no pudo evitar pensar que él preferiría un beso en los labios.

—Hablaba con ChanYeol y KyungSoo—respondió con honestidad, el mayor lo vio con curiosidad—. Querían saber cómo es Seúl...

JunMyeon sonrió al escucharlo, tomando asiento junto a él en el único sofá del departamento, con varios centímetros separándolos. El mayor colocó la bolsa entre ambos, cortando de inmediato la oportunidad de que SeHun pudiera acercarse a él.

En ese momento el menor contempló la posibilidad de hablar con JunMyeon, tal como habían sugerido sus amigos, sin embargo una ola de inseguridad y miedo a la reacción o respuesta que podría obtener lo detuvieron de poder hablar. Decidió que lo dejaría pasar, tal vez no era tan grave como él lo percibía y su mente exageraba.

El mayor sacó de la bolsa lo que había comprado, un par de botes pequeños de helado que ambos habían querido probar de un momento al otro. Aunque la verdadera historia era que SeHun solo había buscado cualquier excusa para hacer que el mayor saliera del departamento, así él podría llamarle a ChanYeol.

Comieron a cucharadas directo del bote, hablando un poco en el transcurso mientras robaban algunas probadas del sabor del otro de vez en cuando. A pesar de ambos habían terminado con las piernas sobre el sofá, aún había un par de centímetros separándolos de tocarse. Media hora después ambos habían acabado, dejando la basura dentro de la bolsa a un lado del sofá.

—Tienes un poco aquí—comentó SeHun apuntando a una esquina de sus propios labios, refiriéndose a una pequeña mancha que tenía el mayor.

JunMyeon intentó limpiarla con su lengua y después con su mano tras fallar en su primer intento. Sin pensarlo demasiado SeHun sonrió divertido, inclinándose hacia JunMyeon, limpiando con su pulgar la mancha y besándolo de manera corta después.

El mayor se mantuvo quieto en su lugar, observando los ojos de su novio a escasos centímetros de él. SeHun sostuvo la mirada unos segundos, atento a cualquier movimiento o gesto que pudiera hacer el mayor y que le indicara que debía alejarse, sin embargo pasó el tiempo sin que sucediera nada de ello.

Un poco nervioso y con cautela se inclinó, juntando sus labios de nuevo en un beso suave y lento. JunMyeon correspondió el gesto de inmediato, liderando el contacto a los pocos segundos y marcando un ritmo mas rápido y profundo que antes.

SeHun olvidó el miedo a ser rechazado que había comenzado a crecer en él en los últimos días, dejándose llevar por completo y moviendo su cuerpo poco a poco hasta situarse por encima de JunMyeon en una posición más cómoda que antes. El mayor subió sus manos, acunando el rostro de su novio entre ellas mientras acariciaba con sus pulgares sus dos mejillas sonrojadas.

SeHun soltó un suspiro en cuanto sus labios se separaron para recuperar el aliento, volviéndose a inclinar para retomar el beso, sin embargo JunMyeon retiró las manos de su rostro y volvió a rechazar el contacto, regresando al menor a la realidad.

—Tengo que checar algo en la habitación—se excusó mientras se ponía de pie y entraba al dormitorio.

SeHun se quedó sentado en el sillón, sintiendo el rechazo en lo más profundo de su mente y corazón, no pudo evitar que las lágrimas comenzaran a acumularse en sus ojos ante ello. No entendía qué había de malo con él, había intentado de todo para ser alguien bueno para el mayor; creía ser paciente y comprensivo, no se explicaba porqué JunMyeon prefería huir a hablar con él y ser claro con sus acciones.

SeHun se sentía confundido y en ese momento su paciencia llegó a su final, decidiendo limpiar el par de lágrimas que se habían escapado de sus ojos y levantándose del sillón para ir hacia dónde había huido JunMyeon una vez más.

Entró a la habitación, encontrando al mayor acomodando algunas cosas en el armario. Parecía estar sumido en sus pensamientos por completo, doblando una prenda de manera lenta y sin notar la llegada de SeHun al dormitorio.

—Si quieres terminar conmigo solo hazlo—habló el menor fuerte y claro, sacando de sus pensamiento al mayor quien ahora comenzaba a cerrar el clóset y lo observaba sorprendido—. Si ya no me quieres o ya no te gusto, dilo y deja de jugar conmigo.

—Hunnie...—susurró el mayor acercándose a él preocupado al notar sus ojos brillosos, SeHun dio un paso atrás—. ¿Qué sucede?, ¿por qué dices eso?

—Porque es la única explicación de porqué prefieres fingir acomodar ropa a estar junto a mí, creí que me habías invitado contigo a Seúl porque querías que aprovecháramos el tiempo que nos queda, pero en cuanto cruzamos esa puerta me evitas y ni siquiera dejas que te abrace.

—SeHun, no es eso...

— ¿Entonces qué es?, he intentado entenderte durante estos meses y esperar a que hablaras conmigo, pero sólo has estado huyendo—contestó con la voz un poco inestable. Sus pensamientos estaban nublados por el enojo y la tristeza, por lo que no pudo pensar con claridad sus próximas palabras—. Si ibas a huir de mí no debiste hacer que te amara tanto como lo hago, porque duele como no tienes una idea.

Al sentir sus lágrimas comenzar a derramarse SeHun se colocó de cuclillas, escondiendo entre sus brazos y rodillas su rostro húmedo y rojizo. Fue en esos segundos de silencio que continuaron que el entendimiento de sus palabras lo golpearon.

Sintió aún mas lagrimas juntarse, a tal punto que comenzaron a correr de manera libre por su rostro ya que no había escuchado una respuesta por parte del mayor. Tal vez tenía razón, JunMyeon no lo quería mas; lo que había dicho en un impulso había terminado siendo real, la verdadera razón de todas las actitudes raras de JunMyeon en los últimos meses.

Antes de que su cabeza comenzara a doler debido a la misma idea corriendo una y otra vez en ella, sintió una mano sobre su cabello que lo acariciaba con lentitud. Sorbió su nariz y levantó la mirada, sólo dejando a la vista sus ojos hinchados.

Frente a él, igual de cuclillas, se encontraba JunMyeon que lo observaba con una expresión triste en el rostro.

—Perdón—se disculpó, confundiendo a SeHun.

¿Se estaba disculpando por no poder amarlo de regreso?, ¿acaso estaba terminando con él en ese momento?

—Perdón, Hunnie, no quise lastimarte—murmuró después aún acariciando su cabello—. ¿Has pensado de esa manera todo este tiempo?

SeHun se encogió de hombros como respuesta, haciendo que el mayor suspirara al verlo. JunMyeon se acercó a él, lo suficiente para envolver su cuerpo entre sus brazos. SeHun no se alejó a pesar de que aún seguía molesto, no podía decirle que no si se trataba de él.

Pasaron unos minutos en los que SeHun siguió llorando, siendo delatado por sus hombros que subían y bajaban. En todo momento JunMyeon lo abrazó, acariciando su espalda en un intento de ayudarle a calmarse y esperando a que el cuerpo del menor dejara de sacudirse. Cuando eso ocurrió, se alejó un poco, limpiando con sus manos los rastros húmedos en su rostro.

No pasó desapercibido por SeHun la mueca triste y preocupada en el rostro de JunMyeon.

Tras limpiar sus lagrimas, el mayor lo tomó por el brazo para levantarlo del suelo y guiarlo hasta la cama, en donde lo hizo tomar asiento. SeHun bajó la cabeza de inmediato, no queriendo ver a JunMyeon en ese momento y en un intento de ocultar su rostro aún afectado por el llanto.

El mayor se mantuvo frente a él, tomando entre sus manos las de SeHun y colocándolas sobre el regazo del menor, mientras él se agachaba de nuevo para poder ver sus ojos.

—SeHun, mírame—le pidió, el menor lo dudó un poco sin embargo cedió algunos segundos después, encontrándose con los ojos cristalizados de JunMyeon frente a él—. No llores por favor, no quiero verte triste...

—Tú eres la razón de que me vea así—atacó el menor al sentirse un poco irritado. No estaba entendiendo a JunMyeon, no entendía sus acciones porque no coincidían con sus palabras. Todo sería más fácil si solo terminara con él y lo mandara a su casa de regreso cuando antes.

—Lo siento... debí hablar contigo—contestó desviando la mirada por un segundo, SeHun sorbió su nariz de nuevo—. Sé que estuvo mal que te evitara, y creo que ahora mis razones son estúpidas... pero en su momento creí que eran justificadas.

—No te entiendo, JunMyeon.

—Lo sé, lo sé... lo siento—se disculpó de nuevo mientras apretaba su agarre en las manos del menor. Soltó otro suspiro antes de volver a hablar—. Tenía miedo...

— ¿Miedo a qué? —preguntó confundido.

—Sabes que la primera vez que estuve con alguien no fue con amor... al menos no de su parte, ¿verdad? —SeHun asintió aún sin entender—. Después de haber terminado con él me arrepentí de haberle dado todo de mí, me arrepiento incluso hoy en día.

Sintió las manos de JunMyeon apretar aún más su agarre, que a pesar de ser fuerte, no lo lastimaba; parecía que necesitaba algo de lo que apoyarse para seguir hablando.

—Tenía miedo de que tú algún día te arrepintieras como yo lo hago—SeHun estuvo a punto de hablar, sin embargo el mayor se adelantó a sus palabras—. No estoy diciendo que no te quiera, pero sé que una relación a larga distancia es difícil y no quiero que te arrepientas de estar conmigo en un futuro porque no podré estar a tu lado siempre que me necesites.

SeHun suspiró al escucharlo, sorbiendo sus nariz de nuevo y mirando a JunMyeon que parecía aún tener algunas palabras atoradas en la garganta. Decidió esperar hasta que pudiera liberarlas.

—Y esto es un poco más personal y tonto—murmuró después—. Pero también tenía miedo de que después cambiaras y dejaras de quererme como la haces... así como lo hizo él.

—Yo no soy él, JunMyeon.

—Lo sé. Eres por completo diferente a él, me lo has demostrado desde que nos conocimos hace casi un año—JunMyeon asintió, alejando una de sus manos para limpiar una única lágrima que había derramado, para después volver a retomar el agarre—. Pero una parte muy tonta e insegura de mí tenía miedo...

—Eso no me explica porqué me has estado evitando estos días.

—Me estuve alejando de ti porque sabía que si te abrazaba, besaba y me dejaba llevar; no podría detenerme después—admitió JunMyeon acunando entre sus manos el rostro del menor—. SeHun, te amo como no tienes una idea... te amo tanto que no actúo como mi mismo cuando se trata de ti.

Ante esas palabras SeHun comenzó a llorar de nuevo, esta vez un poco mas fuerte que antes y causando que el mayor se preocupara. Tal vez había dicho algo incorrecto a pesar de ser tan sincero y cuidadoso con sus palabras como fuera posible. Limpió las lagrimas con su pulgar, acercándose a su rostro y juntando sus frentes.

—Hunnie, ¿por qué lloras?

—Porque tú también me amas y eso me hace feliz—contestó como pudo, JunMyeon sonrió enternecido—. Estoy aliviado porque creí que terminarías conmigo.

—No lo haré—aseguró rozando sus narices y comenzando a besar su rostro con ternura, secando con sus labios las lágrimas que seguían corriendo y susurrando todos los te amo que había callado hasta el momento.

Unos minutos después SeHun dejó de llorar, ahora mirando a JunMyeon directo a los ojos y notando que el mayor también parecía al borde de las lágrimas.

—Lo siento, Hunnie—volvió a decir, en esta ocasión SeHun asintió para aceptar sus disculpas.

—Está bien—contestó con la voz quebrada—. Sólo no lo vuelvas a hacer. Habla conmigo, dime qué pasa por tu cabeza.

JunMyeon asintió, prometiendo que lo haría y arrepintiéndose por completo de no haber sido honesto antes.

SeHun lo observó un momento más antes de inclinarse un poco hacia el rostro del mayor, JunMyeon entendió su acción de inmediato y lo imitó para juntar sus labios. Se besaron notando un ligero sabor salado debido a las lágrimas que habían derramado, sin embargo los sentimiento que estaban tratando de trasmitir eran aún más fuertes que ello pues sabían que ambos se sentían de la misma manera.

—Junnie...—lo llamó sobre sus labios, el mayor lo observó atento—. No te detengas esta vez.

JunMyeon aceptó al volver a juntar sus labios, comenzando a recostar al menor sobre el colchón y colocándose sobre su cuerpo. Pronto sus manos encontraron el camino hasta el borde de la camisa del menor, subiendo la prenda hasta deslizarla sobre su cabeza y lanzándola hacia el suelo sin importarle dónde terminara. SeHun imitó su acción, regresando de inmediato sus caricias hacia la espalda de su novio e intentando acercarlo aún más a él; nunca estarían lo suficientemente cerca, siempre parecía necesitar un poco más de él.

—Te amo—susurró el menor en varias ocasiones al sentir las manos sobre su cuerpo, dejándose llevar por el mayor, quien respondía a sus palabras con besos húmedos y susurros entre suaves roces en su piel.

Con la mente nublada debido a las sensaciones y el intenso sentimiento que crecía con cada palabra, gemido o confesión, ambos se entregaron por completo sin temor a ser lastimado, pues sabían que el otro se sentía de la misma manera. Secaron las lágrimas del otro, prometiéndose a si mismos que nunca volverían a lastimar a quien tanto amaban, besaron sus suspiros, sus quejidos y su dolor, callándolos y asegurándose de ser el único testigo de ellos.

Aquel departamento de dos habitaciones, de las cuales sólo una estaba siendo ocupada, fue el lugar en el que dos corazones se abrieron por completo, exponiéndose a tal punto de ser vulnerables, un movimiento o palabra equivocada y podrían ser rotos en cientos de pedazos irreparables; pero ambos estaban seguros cuando se trataba del otro, su amor haciendo imposible para ellos que dañaran a aquella persona que les robaba el aliento, aceleraba su pulso y los hacia sentir únicos.

La semana pasó rápido después de ello, la pareja ahora siendo inseparable las veinticuatro horas del día. En las mañanas despertando abrazando al otro, las tardes recorriendo nuevas calles y descubriendo un nuevo mundo juntos; y en las noches amándose sólo como ellos mismos sabían, queriendo recompensar el tiempo perdido y declarando su amor siempre que fuera posible, aprovechando el poco tiempo que les quedaba para poder escuchar frente a frente aquellas palabras antes de que tuviera que ser a través de una pantalla.

El domingo en la mañana ambos empacaron las cosas del menor, asegurándose una y otra vez de que no hubiera algo que olvidara, aunque muy dentro de ellos ambos deseaban que dejara algo importante, indispensable, pues así tendría una excusa para verse cuanto antes.

JunMyeon acompañó a su novio a la estación de autobuses, asegurándose de tomar su mano durante todo el camino y robándole besos cada que volteaba a ver su rostro. SeHun estaba algo decaído al respecto, sin embargo intentó ser fuerte para no preocupar al mayor.

—Llegamos—comentó JunMyeon cuando se encontraban en el lugar, la entrada por la que debía ingresar a escasos metros.

—Sí...—murmuró el menor sin embargo no soltó su mano, sólo afianzó aún más su agarre.

—Te voy a extrañar mucho—comentó JunMyeon colocándose frente a él, SeHun se acercó y lo abrazó con fuerza—. Hablaremos todas las semanas, no olvides mandarme mensajes en las mañanas y en las noches.

SeHun nunca podría olvidar eso, sería lo más importante de su rutina diaria.

—No te atrevas a tener un flechazo por otro chico que veas en los pasillos—lo amenazó, obteniendo una risa del menor, JunMyeon sintió su pecho estremecerse al escucharlo.

—Tú no dejes que nadie más te lleve postres en las tardes—le pidió el menor—. Ese es mi trabajo.

JunMyeon sonrió y pronto sintió los labios del menor sobre su cabello, suspiró al sentirlo y al darse cuenta de que esa podría ser una de las últimas veces que tendría a su novio tan cerca de él en los próximos meses.

—Junnie, te amo—le susurró el menor—. Te extrañaré.

—También te amo—contestó alejándose y besándolo con ligereza en los labios durante algunos segundos, el beso le supo triste, sin embargo no quería separarse de él—. Te amo mucho.

—Esfuérzate en la universidad y vuelve a ser el mejor promedio de tu generación—habló SeHun un poco más alegre, acariciando el rostro de JunMyeon con ambas manos—. Demuéstrales quién es Kim JunMyeon.

El mayor asintió un poco divertido, pero sabía que una vez que iniciara clases al día siguiente daría todo de él para poder ser el primer lugar y hacer a su novio feliz. Haría que todo ese tiempo en el que estarían separados valiera la pena.

—Mucho éxito, Junnie, estoy orgulloso de ti—le susurró sobre sus labios antes de besarlos un par de segundos—. Cuídate, ¿sí?

El mayor asintió.

En ese momento hicieron la última llamada para los pasajeros del autobús en el que subiría SeHun. El menor abrió los ojos, aún no quería irse, nunca estaría listo para dejar a JunMyeon atrás. Sin embargo el mayor lo besó y abrazó una ultima vez para después alejarse y dejarlo regresar a casa.

SeHun dio unos pasos hacia la entrada antes de dar media vuelta y volver a mirar a JunMyeon, quien lo observaba irse.

—Espera por mí, entraré en la misma universidad que tú en un par de años y viviremos juntos para recompensar todo el tiempo separados.

—Suena como un buen plan—asintió JunMyeon con una sonrisa—. Mantendré el segundo cuarto limpio y libre para ti.

—Pensaba que podríamos estar en la misma habitación—contestó con una sonrisa y guiñando un ojo, JunMyeon soltó una risita como respuesta—. Espera por mí.

—El tiempo pasará más rápido de lo que crees, pronto iré a verlos.

SeHun sonrió una ultima vez antes de susurrar un último te amo e ingresar al autobús minutos antes de que este partiera. Por la ventana vio a JunMyeon permanecer en el mismo lugar mientras observaba el autobús llevarse al que consideraba el amor de su vida, y ambos sintieron el peso de la distancia aumentar con cada metro que se separaban.

Serían meses antes de que JunMyeon pudiera regresar a casa en vacaciones y así ambos pudieran verse, sin embargo sabían que lo que sentían era bastante fuerte para luchar contra todas las adversidades que llegarían con el tiempo.

El sentimiento que había iniciado como un simple flechazo no correspondido, ahora era el amor de dos personas que esperarían todo lo que fuera necesario para poder abrazarse otra vez, porque sabían que todo valdría la pena cuando estuvieran juntos de nuevo.


- Fin -




















☁️

Me acabo de dar cuenta de que Wattpad no guardó mi nota final :))))

Bueno~ primero que nada lamento mucho haberme tardado tanto con la última parte :c
Regresé a clases y el capítulo terminó siendo MUCHO más largo de lo que pensé.
Son 10,000 palabras. How?
Idk.
Acabo de checar Wattpad y dice que se tardan una hora leyendo el capítulo, ¿es verdad o está exagerando? 😂

¿Me perdonan por mi intento de Smut? JAJAJAJJA
Es la primera vez que escribo algo así.
Por favor díganme sus opiniones y/o recomendaciones.

He de admitir que sentí feo cuando SeHun comenzó a llorar, hasta me enojé con Jun por ser tan Bruto. xD
Ahí me ven a las dos de la mañana al borde de las lágrimas porque el corazoncito de SeHun está sufriendo JAJAJAJAJA 

Ojalá le haya transmitido un poco de ese sentimiento con lo que escribí.

¿Les gustó el capítulo?
¿Algo que no les gustara?
¿Se lo imaginaban diferente?
he de admitir con soy MALA con los finales, pero se hace el intento JAJAJAJA 
Saben que me encantan los comentarios. 💕

Por ciertooooo...
publiqué mi nueva historia SeHo, se llama "Date Me" y el prólogo está en mi perfil.
Pueden pasar a checarla, publicaré de manera oficial una vez que terminé con los Extras de Flechazo.

Hablando de:
Esta historia ya acabó, pero los extras son para dar el final ABSOLUTO.
Ya escribí 3 (?, y aún faltan uno o dos~
Los publicaré todos juntos con las notas finales.
Por favor anticipenlos.

Espero regresar en una o dos semanas :)))
¡Nos leemos pronto! 👋

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