Flecha #17

¡Decisiones importantes!

A pesar de la explícita amenaza que había hecho LuHan, JunMyeon sentía que el chico no estaba logrando nada de lo que había dicho. SeHun seguía estando a su alrededor tan amoroso como siempre, no perdía la oportunidad para abrazarlo, besarlo o demostrarle su cariño de todas las maneras posibles; JunMyeon no se quedaba atrás, en los últimos días se aseguraba de demostrarle a su novio lo mucho que lo quería y lo feliz que lo hacía que ambos estuvieran juntos.

Las palabras que le había dicho SeHun eran por completo verdaderas, se las había demostrado con acciones cotidianas y significativas:

La llegada de LuHan no cambiaba nada entre ellos.

Sin embargo, había algo que le molestaba un poco todavía. Lo que le había dicho LuHan el sábado seguía haciendo eco en su cabeza, a veces llegando a tal volumen que ensordecía todos sus pensamientos y lo inundaba hasta aislarlo por completo de lo que sucedía a su alrededor. Tenía miedo de que SeHun se sintiera mal por el hecho de que su relación era un secreto todavía. Llevaban casi tres meses saliendo y JunMyeon sabía que había sido tiempo suficiente para poder darse cuenta de que ambos funcionaban como pareja.

LuHan había usado la palabra vergüenza para describir cómo se sentía él hacia SeHun, y nada estaba más alejado de la realidad. Sólo tenía miedo a la incertidumbre de lo que pasaría cuando le hicieran saber a su familia sobre su relación. Con todo ello en mente comenzó a convencerse de que debía hablarlo con sus padres y su hermano cuanto antes. No podía seguir lastimando a SeHun cada vez que no podía saludarlo como quería ya que JongIn o JongDae se encontraban cerca.

A pesar de que dio lo mejor de sí para convencerse, pasaron otras dos semanas en las que siguió viendo a LuHan llegar en las tardes para recoger a SeHun e irse juntos. Sentía impotencia ya que no podía oponerse o decidir unirse a sus planes; sentía celos porque él no podía pasar tanto tiempo con su novio, y el único culpable de ello era él mismo.

—Hunnie... ¿y si salimos hoy? —propuso JunMyeon un viernes durante su descanso.

SeHun se encontraba acostado en su regazo y JunMyeon acariciaba su rostro mientras apartaba algunos mechones de cabello. El menor se encontraba exhausto ya que sus entrenamientos habían comenzado a ser más intensos. Su equipo seguía yendo a partidos cada semana y poco a poco los oponentes eran más fuertes que los anteriores.

Su novio sonrió al escucharlo, por completo emocionado.

— ¡Claro! —exclamó mientras levantaba una de sus manos para juntarla con las de JunMyeon y acariciarla—. ¿Necesitas ayuda con JongIn de nuevo?

JunMyeon negó.

—Nini me dijo que tenía que quedarse un poco más tarde hoy, así que no habrá problema con él—se agachó un poco y colocó un suave beso en la frente de SeHun, quien sonrió encantado.

— ¡Perfecto!, le diré a LuHan que no venga hoy.

JunMyeon sonrió al escucharlo. Confiaba por completo en él, sin embargo no lo hacía en LuHan; y no podía negar que ese par de semanas en las que ambos chicos parecían inseparables lo habían puesto nervioso.

Desconocía por completo la historia de LuHan y SeHun; el menor siempre le respondía con frases cortas y poco concisas cuando preguntaba al respecto. Sentía que era un poco extraño, sin embargo no había insistido demasiado aunque tuviera curiosidad.

Regresaron a su entrenamiento unos minutos después y al cabo de poco más de una hora pudieron verse en la salida de la escuela. En cuanto el mayor llegó junto a SeHun, entrelazó sus manos y se recargó en su hombro mientras esperaban a KyungSoo junto a ChanYeol. Al saber que JongIn no llegaría pronto, decidieron que acompañarían al alto durante unos minutos.

JongIn observaba la salida desde una distancia considerable con una sonrisa ladeada en los labios. Veía lo felices que estaban SeHun y su hermano en ese momento y no dudaba que ambos tenían planes para después.

El moreno había estado observando toda la situación en esas semanas, decidiendo que se mantendría callado hasta que supiera con certeza lo que sucedía. Había notado las miradas de JunMyeon cuando veía a SeHun irse con LuHan.

Su primer pensamiento era que su amigo estaba haciendo sentir inseguro a JunMyeon, y por unos días tuvo la urgencia de ir y golpearlo por hacer tal cosa. Pero tras pensarlo un poco mejor, llegó a su mente la posibilidad de que ambos chicos no podían salir por su culpa.

Él se había sentido demasiado contento y emocionado todos los días, abrazando a JunMyeon en la salida y haciéndole saber que irían a casa juntos a diario. Tal vez él era la razón por la que su hermano se veía decaído cuando SeHun se iba junto a alguien más.

Para poder corroborar su teoría, decidió que fingiría salir más tarde de lo normal un día y ver lo que sucedía. No le sorprendió ver a JunMyeon y SeHun con las manos entrelazadas, aunque sí lo hizo el hecho de que KyungSoo y ChanYeol parecían saber sobre su relación.

Observó a su hermano y sus amigos hablar un par de minutos, y de pronto vio la figura de LuHan llegar a su encuentro. Incluso desde la distancia notó la confusión en el rostro de su hermano, por lo que se mantuvo alerta en caso de que fuera necesario correr hacia ellos.

Esa era la prueba que necesitaba para decidir si apoyaría la relación de SeHun con JunMyeon por completo, o si debía intervenir y alejar a su hermano cuanto antes de una situación en la que terminaría lastimado. Quería ver a quien escogería su amigo, era todo lo que necesitaba saber.

SeHun vio confundido a LuHan, él se había encargado de avisarle que ese día no fuera a recogerlo.

—Hannie, ¿qué haces aquí? —preguntó sin soltar la mano de JunMyeon—. Te mandé un mensaje porque hoy no podremos irnos juntos.

— ¿En serio?, no lo vi—respondió sorprendido, JunMyeon no se tragaría esas palabras con fingida inocencia—. ¿Sucedió algo?

—Jun y yo saldremos hoy—respondió observando a su novio con una sonrisa, perdiéndose la mirada afilada que LuHan le había dedicado a JunMyeon durante un segundo.

—Pero, SeHunnie~ —alargó acercándose un poco más a ellos—. Hoy habíamos planeado ir a buscar unas repisas y adornos para mi cuarto; tú mismo viste que no tenía muchas cosas.

Para sorpresa de JunMyeon, SeHun asintió de acuerdo. ¿Acaso había ido a su casa?, ¿por qué no le había dicho?

LuHan notó la expresión sorprendida de JunMyeon, sabiendo de inmediato que SeHun no le había contado todo lo qué hacían cuando estaban juntos.

—Lo siento, LuHan, pero hoy no podré—respondió, sacándolo de sus pensamientos—. Puedes ir sin mí... o lo dejamos para otro día.

Antes de que pudiera insistir de nuevo, SeHun le indicó a JunMyeon que comenzaran a caminar. Se despidió de él de manera breve y LuHan sólo pudo verlos alejarse aún con sus manos entrelazadas. Los otros dos amigos de SeHun también se fueron después de ello, dejando al chico sólo en la entrada de la escuela.

JongIn, quien había visto todo, sonreía mientras acomodaba la mochila en su espalda. Comenzó a caminar hacia la salida con una decisión ya tomada.

Después de todo sí podía confiar en su amigo.

La salida de JunMyeon y SeHun no fue como la esperaban, el mayor se encontraba callado, manteniendo la conversación corta y concisa. SeHun intentó subirle el ánimo, no sabiendo lo que estaba sucediendo, pero creyendo que podría mejorarlo pronto.

Llegaron a una cafetería en donde el menor les compró a los dos bebidas calientes y un postre que compartirían entre ambos. SeHun comenzó a hablar sobre lo que había sucedido en las últimas semanas, intentando llenar el silencio que se estaba intentando colocar entre ellos.

Al cabo de casi una hora tratando de animar a JunMyeon, se dio por vencido y dejó que la conversación muriera, esperando que el mayor decidiera hablar en ese momento sobre lo que estaba molestándolo. Pasaron quince minutos hasta que SeHun dejó salir un suspiro pesado.

— ¿Estás bien? —preguntó ganándose la atención de JunMyeon, el mayor asintió—. ¿Seguro?, porque no lo parece... sabes que puedes contarme.

SeHun colocó su mano sobre la JunMyeon, que se encontraba posada en la mesa. Acarició son su pulgar los dedos del mayor, tratando de alentarlo y hacerlo hablar. Al pasar unos segundos, el mayor retiró su mano y la ocultó debajo de la mesa, confundiendo a SeHun. No podía negar que aquello había dolido un poco, pero intentó disimularlo lo mejor posible.

— ¿Fuiste a casa de LuHan? —preguntó después de un silencio, SeHun pareció sorprendido por la pregunta, pero aún así respondió.

—Sí, hemos ido unas cuantas veces— al ver la mueca en el rostro de su novio volvió a hablar—. Sólo fui a saludar a sus padres y pasar el rato.

— ¿Es cierto que él es tu primer amor? —preguntó esperando a recibir una respuesta honesta, aún sabiendo que estaba desviándose del tema.

— ¿Quién te dijo eso? —respondió el menor pasando las manos por su rostro y liberando un suspiro pesado.

—LuHan, me lo dijo durante tu partido.

—Lo es—contestó en un tono monótono después de unos segundos, fue imposible para JunMyeon saber lo que pasaba por su cabeza—. Pero eso fue hace años y lo que sucedió en ese entonces no influye en lo que tenemos tú y yo ahora.

—Necesito que me digas qué es lo que sucedió entre ustedes antes—comentó JunMyeon unos segundos después, sintiéndose inseguro de un momento a otro. Comenzaba a temer que LuHan lograra separarlos—. Siempre contestas que es complicado, pero necesito que me expliques, SeHun.

— ¿Por qué insistes tanto en querer saber, cambiará algo si te digo los detalles de lo que sucedió? —el menor parecía molesto, lo cual logró irritar un poco a JunMyeon.

—Sabré sí debo preocuparme de LuHan o no.

—Ya te dije que no debes hacerlo.

— ¿Entonces por qué no me explicas? —JunMyeon volvió a insistir, recibiendo el silencio de SeHun—. ¿Vas a ocultarme las cosas siempre?

— ¿Siempre? —preguntó SeHun incrédulo—. Lo dices como si fuera un mentiroso, JunMyeon.

— ¿Y no lo eres? —JunMyeon sintió cómo sus ojos se cristalizaban poco a poco. El nudo en su garganta comenzó a doler mientras formulaba sus siguientes palabras—. Me mentiste cuando aseguraste que esperarías a que estuviera listo, no me dijiste que te hacía sentir mal tener que esperar a que pudiera decirle a mi familia... preferiste decirle todo eso a LuHan antes que a mí, ¿siempre va a ser así, tendré que saber por otras personas cómo te sientes en realidad?

Lo había dicho. Lo que tanto le había dolido en las últimas semanas por fin había salido de su boca; aunque no de la mejor forma. Tal vez era esa presión constante en su pecho lo que había hecho que reaccionara de manera tan impulsiva e inconsciente.

Miró a SeHun, quien también tenía los ojos brillosos y en un tono rojizo. Podía notar que, al igual que él, estaba dando todo de sí para no romperse en ese preciso instante.

— ¿Vas a negar que todo eso se lo dijiste a LuHan? —preguntó JunMyeon al notar que el silencio entre ambos comenzaba a alargarse. SeHun negó mientras bajaba la mirada.

—No lo voy a negar, pero las razones no son las que piensas, JunMyeon—aseguró el menor—. Sí me duele que no podamos tomarnos de la mano en los pasillos, me duele no poder salir contigo en las tardes porque JongIn está ahí, me duele no poder decirles a todos que estoy saliendo con una personas maravillosa como tú que me hace feliz; pero no te dije todo eso porque no quería presionarte. Cuando dije que esperaría, lo decía en serio.

JunMyeon permaneció en silencio ante la pausa de SeHun, sin atreverse a ver a los ojos del menor.

—Esperaré el tiempo que se necesario, porque sé que al final valdrá la pena—JunMyeon levantó la mirada, encontrándose con los ojos cristalinos de SeHun y una sonrisa ladeada—. Tú vales la pena, JunMyeon... no LuHan ni nadie más.

—Entonces dime qué sucedió entre LuHan y tú.

Eso último pareció molestar a SeHun, quien transformó su expresión a una mueca que se profundizaba con cada segundo. JunMyeon se mantuvo firme, estaba decidido a hacer hablar a su novio. Sin embargo no esperó que el menor se levantara de la mesa, lo observó con sorpresa.

— ¿En serio es lo único que te preocupa después de todo lo que dije? —preguntó SeHun en un tono de incredulidad, pudo notar que sus ojos se veían más rojos que antes—. No lo puedo creer.

Con eso SeHun tomó su abrigo y se lo colocó mientras se dirigía a la salida de la cafetería. JunMyeon temió por lo que podría pasar si lo dejaba ir, así que también decidió recoger sus cosas de la mesa y levantarse para poder ir detrás de su novio.

— ¡SeHun! —lo llamó mientras corría detrás, el menor paró su andar y sólo fue cuestión de segundos para que JunMyeon lo alcanzara y se colocara frente a él—. ¿A dónde vas?

—A casa—respondió tajante, JunMyeon frunció los labios.

— ¿Por qué siempre evitas la pregunta? —cuestionó molesto—. Me aseguras que no sucedió nada entre ustedes dos pero cuando pregunto al respecto prefieres huir.

Ante esas palabras se mantuvieron en silencio, sólo viéndose a los ojos mientras notaban que las lágrimas del otro estaban por desbordarse. Estuvieron un par de minutos afuera de la cafetería, con el frío comenzando a inundarlos poco a poco; SeHun fue el primero en comenzar a caminar.

—Te llevo a la parada—fue lo único que dijo.

JunMyeon quería gritarle, quería seguir presionándolo y preguntar por qué era tan difícil para él hablar de eso. Sin embargo no encontró las fuerzas suficientes para hacerlo y sólo siguió a SeHun en silencio.

SeHun mantuvo sus manos dentro de los bolsillos de su abrigo, evitando por completo que JunMyeon pudiera entrelazarlas como siempre. El mayor quiso llorar ante el silencio pesado que estaba sobre ellos, era demasiado extraño que no hubiera sonrisas o una conversación sin sentido entre ellos.

Cuando llegaron a su destino, SeHun se mantuvo junto a él en todo momento. Sin embargo no le dirigió ni una mirada o palabra en esos minutos; su expresión estoica hizo difícil para JunMyeon poder leer sus emociones.

Al llegar el autobús, SeHun se despidió de manera breve e impersonal. Sólo dirigiéndole un breve nos vemos, para después comenzar a caminar hacia su hogar. JunMyeon lo vio alejarse, siendo esa la primera vez en la que no esperaba a que subiera a su transporte. Con el corazón adolorido siguió el camino hasta su casa, pasando por alto los saludos animados de su hermano cuando llegó y sólo entrando a su habitación sin querer saber nada del exterior.

SeHun llegó a su casa con demasiados pensamientos en la cabeza. Se repetía una y mil veces porqué era tan difícil para él responder la pregunta sobre LuHan, y a decir verdad él tampoco entendía.

Estuvo toda la tarde pensando, sintiéndose triste porque esa era su primera pelea con JunMyeon. Llegó a la conclusión de que era su culpa, él debió haber hablado con su novio sobre lo que sentía, no con un amigo. También debió ser sincero y contestar la pregunta que parecía afectarle tanto al mayor.

Antes de que pudiera llegar a una conclusión, comenzó a pensar en LuHan y en todo lo que JunMyeon había escuchado de su parte. Y aún tras pensarlo durante bastante tiempo, no logró explicarse porqué LuHan le había dicho todo eso sobre él, ¿por qué tenía que incluir el hecho de que él fue su primer amor?

Suspiró en su escritorio, por completo distraído de lo que estaba estudiando y en ese momento decidió que debía hablar con LuHan cuanto antes; sin embargo el chico tenía el fin de semana ocupado, sólo podría verlo hasta el lunes después de clases.

El lunes SeHun no se cruzó con JunMyeon en los pasillos, tampoco lo vio llegar a la cafetería durante su almuerzo. Tenia miedo de que JunMyeon lo estuviera evitando a toda costa dentro de la escuela, y ahora la única oportunidad que le quedaba era verlo durante el descanso de su entrenamiento y así poder intentar arreglar las cosas en menos de veinte minutos.

SeHun extrañaba las miradas robadas, las sonrisas fugaces, los besos, los abrazos y la presencia de JunMyeon, quería arreglarse con él y regresar a lo que tenían antes.

Sus preocupaciones se alejaban por completo de la realidad, a la hora del almuerzo JunMyeon fue llamado por su tutor para ir de manera urgente a su oficina. El mayor no sabía de qué se trataba, y aunque quería buscar a su novio, tuvo que pasar todo su descanso con el profesor. Cuando salió de la junta, sentía que todo lo que le estaba ocurriendo lo sobrepasaba, sentía que en cualquier momento se quebraría por la presión; pero sobre todo, tenía miedo de que las noticias que le acababan de decir fueran la gota que derramara el vaso en su relación.

Durante el entrenamiento, el entrenador de básquetbol sólo les dio cinco minutos para buscar agua y regresar al gimnasio, tendrían su descanso dentro de las instalaciones ya que necesitaba mostrarles las estrategias nuevas que había planeado para los próximos partidos. Con el tiempo medido, SeHun salió en cuanto tuvo oportunidad y se dirigió a su lugar detrás del edificio, esperando que JunMyeon se encontrara ahí.

Cuando llegó, vio a JunMyeon recargado en la pared con la cabeza gacha mientras pateaba algunas hojas caídas. SeHun sonrió un poco mientras se acercaba.

—JunMyeon—ante el sonido de su nombre, el mayor levantó el rostro para encontrar a SeHun frente a él. Estuvo a punto de decir algo, pero el menor lo interrumpió al colocar sus manos en sus hombros—. Escúchame, no tengo mucho tiempo.

JunMyeon asintió confundido; SeHun suspiró mientras soltaba el agarre y reunía fuerzas para decir todo lo que había pensado el fin de semana.

—Lamento no haber sido sincero contigo y evadir tus preguntas—comenzó, sorprendiendo al mayor—. Estuve pensando todo el fin de semana al respecto y ahora sé que estuvo mal hablar primero con alguien más sobre nuestra relación.

—SeHu...

—No, espera... tengo cinco minutos y necesito decirte todo ahora—lo interrumpió—. Sé que pudiste llegar a pensar que no podía decirte sobre LuHan y yo porque era un tema que aún me dolía... pero si de algo estoy seguro hoy en día, es que no siento nada por él desde hace mas de un año.

—Entonces...

— ¿Cuál es la razón? —completó, JunMyeon asintió—. Después de pensarlo logré entender que no quería darte más razones para sentir celos de LuHan y creí que si sabias la historia completa, sería difícil para ustedes ser cercanos... a pesar de todo, él sigue siendo uno de los pocos amigos que he tenido y quería que mi novio y él se llevaran bien.

—Creo que no será posible—JunMyeon habló, negando con lentitud mientras veía la expresión confundida del alto—. Él dejó en claro que no podríamos ser amigos.

SeHun asintió, tratando de imaginarse todo lo que LuHan pudo decirle a su novio ese día en el partido. Necesitaba hablar con él a toda costa y hacerle saber que no podía estar hablando de manera tan despreocupada. Miró la hora en su reloj de muñeca y notó que necesitaba irse ya; al ver este gesto, JunMyeon lo tomó de la muñeca para detenerlo.

—SeHun, necesito decirte algo—dijo de manera seria, parando todos los movimientos del chico que ahora lucia un poco asustado por lo que fuera a decir—. Hoy hablé con mi tutor, me dijo que la escuela mandó mi archivo a Seúl como recomendación por excelencia académica; ya les contestaron y están muy interesados en mí.

— ¿Eso quiere decir... ?

—Eso quiere decir que es un hecho que me iré en unos meses, SeHun—contestó mirándolo a los ojos, el menor no supo que decir—. Tendré que hacer el examen, pero sólo es una formalidad; ya me aceptaron en Seúl.

SeHun volvió a ver su reloj, notando que ya se había pasado de los cinco minutos que le habían dado. Suspiró frustrado y luego observó a JunMyeon que se veía inseguro frente a él, y de inmediato supo que él era la razón por la que el mayor no podía disfrutar de una noticia que debería hacerlo gritar y saltar de alegría.

Soy un idiota, pensó y acto seguido se acercó a su novio para abrazarlo con fuerza, descolocando a JunMyeon. El mayor sintió los brazos de SeHun envolverse a su alrededor, causando que uno de los grandes pesos sobre su espalda se desvaneciera mientras correspondía el gesto, había extrañado mucho estar entre sus brazos de aquella manera.

—Felicidades, Junnie, sabía que lo lograrías—le susurró SeHun en el oído, JunMyeon sintió que lloraría en ese momento—. Me gustaría quedarme pero en serio debo irme. Hablamos después, ¿sí?

— ¿Hoy? —preguntó JunMyeon con esperanza mientras levantaba su rostro para observarlo—. Puedo decirle a JongIn que no me espere.

—Hoy no, lo siento... necesito ver a LuHan—negó y de inmediato JunMyeon se alejó—. Mañana, lo prometo.

El mayor asintió, no tenía otra opción más que aceptar. SeHun se acercó a él para depositar un beso en su cabello, y con ese simple gesto se alejó para regresar al gimnasio en donde se encontraba su equipo. JunMyeon permaneció en el mismo lugar, con el celular entre las manos y mandando un mensaje urgente.

En la salida JunMyeon se mantuvo dentro del edificio, viendo hacia el lugar en donde se reunían los amigos de SeHun con normalidad. Había hecho todo lo posible para salir temprano de su práctica y poder estar listo cuanto antes.

Desde la lejanía pudo ver a SeHun llegar junto a ChanYeol. Sólo bastaron algunos segundos para que lograra ver a LuHan también; vio a su novio despedirse de su amigo  y comenzar a caminar junto al recién llegado.

Corriendo tan rápido como pudo, llegó a la salida del campus donde se ocultó de ChanYeol, quien aún seguía esperando a KyungSoo mientras revisaba su celular; y comenzó a caminar con cautela para poder seguir la ruta que habían tomado los otros dos chicos.

SeHun caminó junto a LuHan mientras el chico hablaba sin parar, contándole lo que sabía hecho el fin de semana y recordándole que debían ir pronto a buscar cosas para decorar su habitación. En realidad el menor no le prestaba tanta atención, tenía demasiadas cosas en la cabeza.

—Hannie, necesito hablar contigo sobre algo... ¿está bien si vamos a la pequeña plaza que está por aquí?

LuHan asintió sin problemas, no imaginando lo que el chico pudiera querer decirle. Llegaron al lugar, en donde tomaron asiento en una de las bancas que rodeaban la fuente. JunMyeon, quien aún los seguía, se ocultó detrás de un árbol y algunos arbustos desde los que podía ver y oír lo que estaban diciendo.

— ¿Qué sucede, SeHunnie? —preguntó LuHan con una sonrisa.

—Hablé con JunMyeon el viernes pasado—ante la mención del nombre, LuHan perdió la sonrisa; en esta ocasión no pasó desapercibido por SeHun—. Me dijo que le contaste sobre lo que hablamos hace unas semanas.

—Oh... le dije porque pensé qué tal vez necesitaban una pequeña ayuda para poder hablarlo—trató de explicar, sin embargo SeHun mantuvo la mueca en su rostro.

—También le dijiste que eres mi primer amor... ¿eso también fue para ayudarnos? —LuHan se mantuvo en silencio, el menor suspiró antes de continuar—. LuHan, ya hablamos al respecto...

—Pero, SeHunnie—interrumpió el chico mientras entraba en pánico—. ¿Por qué tiene que ser así?... sabes que una de las razones por las que luché tanto para regresar fue por ti, por lo que teníamos.

—No, LuHan; entre nosotros nunca hubo nada—negó por completo SeHun, confundiendo a JunMyeon—. Me rechazaste cuando te dije cómo me sentía y luego jugaste conmigo.

— ¡Nunca jugué contigo, SeHunnie! —exclamó mientras se ponía de pie y se colocaba frente al menor—. Lo que sentía por ti siempre fue real, pero no podíamos ser novios en ese momento, por eso te pedí que me esperaras.

—Me pediste que te esperara cuando ni siquiera estabas seguro de que ibas a volver—contraatacó mientras también se ponía de pie—. Lo que fuera que tuvimos acabó el día que te despediste de mí. Yo te superé hace mucho tiempo, LuHan; así que por favor aléjate de JunMyeon y no le digas cosas fuera de contexto para beneficiarte, basta de juegos.

— ¿No te das cuenta?, él es quien está jugando contigo, SeHun—comenzó a hablar con una expresión que gritaba preocupación y desesperación—. Él te mantiene oculto de todos, como si no pudiera admitir lo que siente por ti; y pronto también se irá a Seúl, te dejará aquí y hará una vida nueva allá en dónde tú no estarás. Nadie sabrá de ti, te ocultará como lo hace de todos aquí.

— ¡Deja de hablar de él como si se tratara de ti! —gritó el menor, callando a LuHan y causando que JunMyeon saltara en su lugar—. Él me prometió que todo estaría bien cuando se fuera y está dispuesto a intentarlo a pesar de la distancia. Confío en él, LuHan. JunMyeon no es como tú.

—SeHunnie, no dejes que sus palabras te engañen, sabemos que una relación a distancia es difícil de mantener... no quise que nosotros pasáramos por ese sufrimiento, por eso te alejé a pesar de que correspondía tus sentimientos—le explicó, causando que SeHun suavizara su expresión—. No necesitas esperar... ya estoy aquí y aún te amo como en ese entonces.

El mayor comenzó a acercarse con lentitud, reduciendo el espacio entre ellos mientras SeHun contenía todos sus sentimientos en sus puños cerrados. Sentía impotencia ante la vieja herida que estaba abriendo LuHan con sus palabras.

—SeHunnie... por favor—susurró, y con ello LuHan tomó a SeHun de la nuca, obligándolo a agacharse mientras él se colocaba de puntitas, dispuesto a besarlo y así convencerlo de regresar a su lado.

JunMyeon se encontraba oculto con las manos sobre su boca, evitando emitir algún sonido que lo delatara. Algunas lágrimas rodaban por sus mejillas mientras veía la escena frente a él. Por más que quisiera, no podía salir y evitar lo que estaba por ocurrir, no podía detener a SeHun si es eso lo que él quería. Sólo podía darse por vencido y asumir la derrota.

En todo momento SeHun mantuvo sus ojos abiertos, observando a LuHan mientras guiaba su rostro hacia el suyo. Cuando sus labios estuvieron a punto de encontrarse, el menor giró el rostro y alejó a LuHan con delicadeza, confundiéndolo por completo.

—LuHan, vete por favor—habló con calma, dando unos pasos atrás—. Nosotros nunca podremos volver a ser amigos, fui muy ingenuo al creer que sí.

— ¿Qué significa eso, SeHun?

—Significa que ya no quiero verte, si no estás dispuesto a superar todo y déjalo ir, entonces no te acerques a mí o a JunMyeon—le pidió con determinación, mirando los ojos sorprendidos de LuHan que no querían creer sus palabras.

— ¿Estás lanzando a la basura una amistad de seis años por él? —SeHun asintió convencido de inmediato.

—Él vale la pena, LuHan.

Sin más que decir y por completo humillado, el chico le dedicó una última mirada a SeHun, sintiendo como una lágrima comenzaba a descender. De inmediato la limpió con brusquedad, no queriendo que el menor viera lo mucho que le afectaba.

Dio media vuelta y se alejó de ahí sin dirigirle una última palabra. SeHun lo vio, tomando asiento en la banca de nuevo y soltando un suspiro pesado.

—Ya puedes salir, Jun—dijo el chico sin mirar detrás de él.

JunMyeon abrió los ojos sorprendido, ocultando su cabeza asomada de inmediato al creer que había sido descubierto. Se mantuvo en su escondite unos segundos sin mover un músculo, esperando que SeHun se diera por vencido y no lo volviera a llamar.

Después de bastantes segundos en la misma posición y sin escuchar la voz de SeHun otra vez, decidió asomarse y saber lo que estaba ocurriendo. En cuanto miró hacia la banca, vio los ojos de su novio observarlo directo a los suyos con una sonrisa ladeada en los labios, no había manera de escapar.

—Ven aquí—le pidió con un tono dulce mientras palmeaba la banca en la que se encontraba. JunMyeon suspiró y salió, tomando asiento junto a él—. Veo que no pudiste esperar hasta mañana.

—Lo siento por espiar—se disculpó al sentirse culpable por ser descubierto. SeHun se encogió de hombros—. ¿Crees que LuHan también me vio?

—Estoy seguro de que no... sólo te descubrí porque logré percibir tu aroma—le contestó observándolo con diversión, JunMyeon olió su camisa con curiosidad, sin notar algún olor en particular—. Creo que aún te debo algunas explicaciones.

—No son necesarias—lo cortó JunMyeon—. Creo que fue suficiente con todo lo que escuché.

—Pero quiero hacerlo—contestó el menor, tomando la mano de JunMyeon y acariciándola para llamar su atención.

El menor comenzó a hablar sobre cómo había conocido a LuHan. Su historia era bastante común: familias vecinas que se llevaban bien.

Cuando LuHan recién llegó a vecindario, se encontraba solo, sin amigos. SeHun, que en ese entonces tenia nueve años, dejó que su alma inocente y amigable lo llevará a acercarse al chico lindo de trece años.

Como era de esperarse, ambos comenzaron a ir a la misma escuela y con el tiempo se hizo costumbre que regresaran juntos por las tardes. LuHan le contaba sobre sus nuevos amigos de clases superiores y se preocupaba por SeHun que era bastante chiquito para su edad. Poco a poco comenzó a convertirse en su héroe, su modelo a seguir.

Fue cuestión de tiempo para que SeHun cayera por él. Comenzó a sentir las mariposas en el estómago y a desear verlo todo el día; pero era demasiado tímido para declararse a pesar de que sus otros amigos aseguraban que LuHan se sentía de la misma manera.

Cuando SeHun cumplió doce años, reunió el valor suficiente para decirle. El chico lucia feliz cuando le expresó sus sentimientos y por un momento el menor creyó que los aceptaría, pero los planes de LuHan eran muy distintos. Le explicó que no podían ser novios, nunca le dijo con exactitud por qué; y SeHun aceptó las palabras de LuHan así sin más.

El corazón roto de SeHun no duró mucho, pues después de su confesión y rechazo, LuHan le robó su primer beso. El menor estaba demasiado feliz para poder cuestionarle qué significaban sus acciones. Le permitió todo porque eso era lo que había deseado cuando se declaró.

Con ese primer beso llegaron muchos más, y aunque todos creían que eran novios, LuHan se encargaba de recordarle cada cierto tiempo que no era así.

Pronto LuHan le contó sobre su mudanza y aunque SeHun le aseguró que podrían hacer funcionar lo que fuera que tuvieran desde la distancia, el mayor se negó por completo.

Los besos y las escapadas a escondidas siguieron hasta el último momento que LuHan estuvo en Corea. El día de su vuelo se acercó a él y lo besó con fuerza, como si quiera tomar todo de él para llevárselo a China.

Ese último día, mientras sus padres ingresaban las maletas al taxi que los llevaría al aeropuerto, le dijo las palabras más egoístas que en su vida había escuchado:

—Te amo. Espérame, regresaré por ti.

Tal vez estas dolieron más porque fue la primera vez que las escuchaba de su parte, o porque SeHun también lo amaba.

Sin poder contestar o poder despedirse de manera adecuada, LuHan se alejó de él y se fue para no volver en un largo tiempo.

SeHun nunca prometió que lo esperaría, pues no estaba seguro de que el chico cumpliría su promesa de regresar. El corazón roto de SeHun tardó unos meses en sanar; y fue entonces que notó que el sufrimiento del rechazo que recibió cuando tenía doce años, sólo se había postergado al aceptar que LuHan lo tratara como su novio, aunque siempre marcara los límites y lo negara por completo.

—Bastante triste, ¿no? —preguntó con una sonrisa SeHun al terminar de contarle—. A pesar de que rompió mi corazón, estaba muy contento de verlo de nuevo... después de todo, fue mi amigo antes de que fuera mi primer amor.

JunMyeon entendió en ese momento que su novio nunca había visto a LuHan como algo más desde que había regresado. Sólo intentaba regresar a esos días en los que podían ser amigos sin preocuparse a salir lastimado después.

—SeHun... no quiero ser como LuHan—susurró mientras el entendimiento lo golpeaba—. No quiero ser quien tenga una relación tan inestable contigo, o que la distancia nos afecte y tampoco quiero hacerte daño.

Al escucharlo, SeHun se acercó a él, abrazándolo por un costado mientras recargaba su cabeza sobre la suya.

—Eres diferente a LuHan por completo, Junnie—le aseguró—. Nuestra relación no es inestable porque, aunque nadie sepa sobre nosotros todavía, tú y yo sabemos que estamos juntos. La distancia no será un problema porque estás dispuesto a intentarlo al igual que yo. Y ambas son cosas que LuHan nunca pudo darme.

Por alguna razón JunMyeon comenzó a llorar en silencio, ocultando su rostro entre el pecho de su novio mientras arrugaba su suéter con el agarre de sus manos. SeHun mantuvo sus manos acariciando la espalda del mayor de arriba a abajo con lentitud mientras recargaba la mejilla en su cabello.

—Sé que puedo confiar en ti y espero que tú confíes en mí y sepas que nunca te lastimaría a propósito—siguió después de unos segundos en silencio—. Lamento haber sido tan idiota estos días.

JunMyeon negó sin despegar su rostro del pecho de SeHun.

—Perdóname a mí por ser cabeza dura e insistir tanto—el menor sonrió al escucharlo, dejando un beso sobre su cabello.

—Hunnie—lo llamó, recibiendo un sonido nasal como respuesta—. Te quiero mucho, mucho, mucho.

—Y yo a ti te quiero mucho mucho mucho mucho más—le respondió con una sonrisa, mientras paraba las caricias en su espalda durante unos segundos para limpiar las lágrimas de sus propios ojos—. ¿Quieres ir a tomar algo?

JunMyeon asintió, comenzando a alejarse y revelando su rostro rojizo y húmedo.

—Primero deja de llorar—lo molestó el menor pasando su mano por sus mejillas, retirando el rastro de lágrimas que aún había en ellas, JunMyeon soltó una risita.

—También tú deberías dejar de llorar—comentó también secando sus lágrimas. SeHun le sonrió con ternura.

Ambos se levantaron de la banca unos segundos después. De inmediato SeHun lo volvió a aprisionar entre sus brazos, observando su rostro con todo el amor que sentía en ese momento. Se inclinó un poco, causando que JunMyeon también se parara de puntitas en busca del contacto de sus labios.

No pasó mucho antes de que ambos se hundieran en un beso lento y con sentimiento, que trataba de recompensar todos los días que habían estado alejados del otro. Tras unos minutos comenzaron a caminar tomados de la mano, dirigiéndose a la cafetería más cercana para poder recuperarse del clima fresco que aún inundaba la ciudad.

Mientras se encontraban sentados uno a lado del otro, con SeHun hablando de todo lo que se habían perdido en los últimos días, el corazón de JunMyeon comenzó a calentarse poco a poco ante la vista adorable de su novio.

Y fue entonces que tomó una decisión que cambiaría su relación por completo.





















































☁️

BROOOOOO QUE PEDOO QUE PEDOOOOOOOOOOO

Estoy escribiendo esto antes de terminar el capítulo, pero es que WEEEEEEE. Estaba en Wattpad tranquila, viendo el chisme más reciente y me metí a mi perfil... y encontré que Flechazo es el #1 en SEHO
Se los digo en serio, casi lloro... porque idk :c he intentado esforzarme mucho para darles una historia bonita y que sea disfrutable... y ver esto cuando hay TANTAS historias seho tan cool en la plataforma, se siente muy bonito. ☹️
Sin mencionar que ya casi llega al 1K de votos 🤧♥️

Muchas gracias a todos los que leen Flechazo, los que le dan una oportunidad, los que dejan sus lindos votos, los que dejan sus comentarios, quienes me hacen saber lo mucho que les alegra ver una actualización. También hay quienes me hacen MUY DEMASIADO feliz cuando me agradecen :c es como BRO, NO ME AGRADEZCAS, GRACIAS A TI POR ESTAR AQUÍ.

Y no quiero que me malinterpreten, no escribo para tener los 10k de seguidores... pero sí como hobby que me relaja y como una forma de felicidad al ver que hay personas que les gusta lo que escribo.
Creo que ya lo dije una vez: con saber que UNA persona leyó y difrutó mis historias, hace que todo valga la pena.
Y saber qué hay TANTAS personitas apoyando me hace muy feliz. Incluso les puedo asegurar que los tengo muy bien ubicados a varios de ustedes, sobre todo aquellos que comentan con regularidad.

Prometo traerles más historias SeHo :c
No soy quien para decirlo y ni ustedes para saberlo, pero ya estoy empezando a trabajar en mi próximo proyecto.
Spoiler: se llama Date me.
Hagan especulaciones sobre la trama.
Más información próximamente 😂

Eeeen fin...
¿Qué tal el capítulo? ¿Les gustó?
Lamento si alguien quería mas angst, soy muy mala con el drama y no quería que el Seho sufriera demasiado. 🥺
Me gustaría MUCHO saber sus opiniones, ¿les pareció aburrido? ¿Algo innecesario?
¿Qué les gustó, qué no?
¡Saben que adoro los comentarios!

Esta nota ESTÁ MEGA LARGA. Me mamé, en serio. Lamento ser ese tipo de escritora con notas del tamaño de la biblia JAJAJAJA siento que a veces les es molesto :'v

Si wattpad no me vuelve a fallar, espero regresar en estos días.
¡Nos leemos pronto! 👋

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top