Flecha #12
¡Somos novios!
El fin de semana estuvo lleno de sonrisas tontas que aparecían en cualquier momento, suspiros que le robaban el aliento de manera inesperada y mensajes que eran enviados y recibidos durante todo el día. Aún le emocionaba ver los corazones en los mensajes de JunMyeon, no podía creer que el mayor se los enviara de manera tan despreocupada y natural, sin temer lo que ello podría causar en su pequeño corazón. SeHun no se quedaba atrás, también respondía con caritas enamoradas y un sin fin de emojis que transmitieran todo lo que estaba sintiendo.
Porque sí, SeHun se estaba enamorando.
O tal vez ya estaba enamorado, aún no se encontraba seguro sobre ello.
El viernes en la tarde, después de haber terminado su caminata por el parque llena de abrazos, risas y besos robados, SeHun acompañó a JunMyeon a la parada de autobús que tomaría para llegar a casa. Caminaron tomados de la mano, sin pensar demasiado en la gente a su alrededor y sin preocuparse de que alguien pudiera verlos.
Al ver su transporte cerca, JunMyeon se despidió de SeHun como siempre, una sonrisa encantadora que aceleraba el pulso del menor y un ademán de manos. En el último momento se inclinó hacia su rostro, dándole un corto beso en los labios que lo dejó aturdido mientras JunMyeon corría al interior del autobús. Lo vio sentarse en un asiento vacío a lado de la ventana, sonriendo hacia la expresión perdida que había dejado en SeHun.
Sus miradas no se separaron hasta que el autobús estaba tan lejos que los obligó a romper la conexión.
El lunes por la mañana SeHun tenía una mezcla de sentimientos en su interior. Quería ver a JunMyeon, quería abrazarlo y besarlo; pero no se encontraba seguro de cómo debía acercarse a él, ¿con un saludo de manos, una sonrisa, un beso en la mejilla?
Otra parte de sus pensamientos se mantenía contemplando cómo iban a ocultar su relación. Había sido fácil para él decir que podrían mantenerlo en secreto hasta que JunMyeon quisiera, pero por algún motivo sentía que en cualquier momento JongIn, JongDae y la escuela completa los descubriría.
Dejando todo eso de lado, pasó las clases lo más normal que pudo, tratando de evitar que JongIn leyera en él lo que estaba ocultando. Aunque el moreno parecía bastante contento, pues su amigo ya no se encontraba triste y decaído como la semana anterior. Lo notaba algo nervioso, pero era mejor que ver su rostro al borde de las lágrimas o suspiros que dejaban en evidencia sus sentimientos negativos.
En el receso se encontraron con KyungSoo y JongDae, quienes los saludaron con alegría como siempre. ChanYeol llegó al poco tiempo, lanzándole miradas a SeHun cada tres minutos, la curiosidad lo estaba matando por dentro. Quería preguntar qué había sucedido después de que se despidieron el viernes por la tarde, pero sabía que no podía hacerlo frente a los demás.
Esperó hasta que todos ellos terminaron de comer para poder preguntarle al pedir si lo podía acompañar a arreglar un equipo que se encontraba en el almacén del gimnasio, una tarea que el entrenador le había encargado desde el entrenamiento anterior. Claro que todo era mentira y SeHun de inmediato entendió, asintiendo y levantándose de su lugar para salir de la cafetería.
Pasó su mirada rápida por las mesas, buscando a JunMyeon; sin embargo el mayor aún no llegaba. Con un suspiro se despidió de sus amigos mientras tomaba sus cosas del suelo. Los otros tres restantes en la mesa los observaron mientras salían por el lugar.
—Tengo que ir a la biblioteca, los veo después—se despidió con rapidez KyungSoo, reuniendo sus pertenencias y corriendo hacia la entrada también.
Tenía una corazonada de que ChanYeol y SeHun iban a hablar sobre lo que había sucedido el viernes anterior, y debía admitir que tenía curiosidad por saber todo.
Salió de la cafetería unos segundos después de que los otros dos cruzaran la puerta, encontrándolos de inmediato con la mirada mientras caminaban por el pasillo. Se acercó a ellos, colgándose del brazo de SeHun una vez que llegó a su lado, sorprendiendo a los dos chicos.
— ¡Hey! —lo saludó SeHun confundido—. ¿Todo bien?
—También quería escuchar lo que sucedió con JunMyeon sunbae el viernes—explicó—. Por eso salieron, ¿verdad?, para que JongIn y JongDae no los escucharan.
— ¿Le dijiste? —preguntó ChanYeol asombrado, observando a KyungSoo que mantenía una expresión contenta en el rostro.
—En realidad él me preguntó primero... y terminé contándole lo demás—contestó SeHun—. Confío en él.
KyungSoo sonrió aún más, acompañándolos mientras buscaban un lugar en el cual conversar y escuchar lo que tenía que decir el menor de los tres. Llegaron a un área verde alejada de la cafetería, había algunas mesas dispuestas para el alumnado, sin embargo con el clima algo fresco todos preferían comer y conversar dentro de las instalaciones.
SeHun comenzó su relato, explicándoles todo lo que había sucedido desde que compró helado para ambos, hasta que convenció al mayor de darle una oportunidad. Prefirió parar ahí, sin mencionar el beso que compartieron después de recibir la respuesta positiva de JunMyeon. Se sentía un poco avergonzado con sólo pensar en decirlo en voz alta.
— ¿Y se besaron? —preguntó KyungSoo con interés al pasar unos segundos en silencio. SeHun comenzó a toser, sonrojándose hasta el cuello.
Sus dos amigos comenzaron a reír y molestarlo, pidiéndole los detalles que el menor no planeaba compartir. No pensaba decirles cuántas veces se besaron, si JunMyeon besaba bien, quién lo había iniciado o cuánto tiempo había durado. Quería mantener toda esa información para él mismo.
Aun con sonrisas burlonas, KyungSoo y ChanYeol lo felicitaron con orgullo por haber confesado sus sentimiento de manera exitosa. Ambos chicos habían estado seguros de la respuesta que JunMyeon le daría, incluso antes de que SeHun se atreviera a pensarla.
Después del receso, el resto del día pasó volando para el menor. SeHun se encontraba algo nervioso porque se acercaba el momento en el que podría ver a JunMyeon, y no sabía qué hacer para acelerar el tiempo o hacer más fácil la espera.
Entrenó como siempre, enfocado en lo que sucedía en la cancha. Algunos minutos antes de que llegara su descanso, el entrenador los llamó a todos para darles un importante aviso: el primer juego de la temporada sería ese fin de semana. Todos se emocionaron, sobre todo el menor que experimentaría por primera vez la adrenalina de jugar contra otro equipo.
Salió de la cancha con una sonrisa, preparado para compartir con JunMyeon la noticia. Sin embargo, para su sorpresa, el mayor se encontraba esperándolo del otro lado de la puerta y en cuanto sus miradas se conectaron, tomó su mano para dirigirlos a otro lugar.
Algo confundido, SeHun lo siguió sin protestar caminando algunos metros hasta que llegaron a la parte trasera del edificio, había algunos árboles y al ser una zona fuera de toda vista, se encontraba vacía. El menor miró el lugar antes de voltear hacia JunMyeon, quien se había mantenido frente a él.
— ¿Qué...?
Su pregunta fue interrumpida por los labios de JunMyeon, quien lo atacó de manera rápida en cuanto se aseguró de que no había nadie observándolos. Las manos del mayor enmarcaban su rostro, acercándolo a él para profundizar el beso; sólo bastaron algunos segundos para que SeHun lo tomara por la cintura, juntando el cuerpo de JunMyeon al suyo mientras dejaba que un sonido de satisfacción escapara de sus labios. El mayor sonrió al escucharlo.
—Hyung, estamos sudados... —comentó el menor al separarse y notar las perlas de sudor que adornaban sus rostros.
—Te extrañé—respondió JunMyeon brazándolo por el cuello e ignorando por completo su comentario anterior, SeHun mantuvo su agarre en la cintura del mayor.
—También te extrañé—respondió sonrojado, JunMyeon sonrió al escucharlo.
Se mantuvieron en esa posición unos minutos mientras conversaban y reían, JunMyeon había comenzado a acariciar su cuello y nuca, mandando olas de electricidad que recorrían todo su cuerpo. Durante todo ese tiempo no pudo parar de sonreír, le encantaba tener al mayor entre sus brazos, tan cerca de él y con el permiso implícito de poder besarlo cuando quisiera.
— ¡Hyung! —lo llamó emocionado al recordar la noticia que le habían dicho algunos minutos antes. JunMyeon lo miró curioso—. Este fin de semana es mi primer partido, ¿vendrás a verme?
El mayor sonrió al escucharlo, contento con sólo ver la emoción en el rostro de SeHun.
—Claro que sí—respondió asintiendo—. No me perdería la oportunidad de apoyar a mi novio en su primer partido.
SeHun se sonrojó con sus palabras.
Era su novio.
Kim JunMyeon era su novio.
Sin poder soportar todo lo que sentía en su pecho, lo abrazó más fuerte que antes, juntando sus labios en un acto de felicidad. JunMyeon comenzó a reír ante la repentina muestra de afecto, sin embargo se dejó mimar por SeHun.
—SeHun, tenemos que regresar—lo detuvo después de un minuto al mirar de reojo su reloj de muñeca—. Podemos vernos después del entrenamiento.
El menor asintió, liberando a JunMyeon de su agarre. El mayor deslizó sus brazos hasta colocarlos en sus mejillas de nuevo, se acercó a él y con una sonrisa dulce juntó sus narices en un beso esquimal. Antes de que el menor pudiera reaccionar, JunMyeon se despidió y salió corriendo con rumbo a la cancha.
Tras recuperarse de todo lo que le hacía sentir JunMyeon, SeHun regresó por su cuenta al gimnasio con su equipo. ChanYeol lo recibió con una sonrisa cómplice; era más que evidente en dónde y con quién se había encontrado el menor, su cabello desordenado hablaba por sí solo.
Al salir se fue acompañado de su amigo, quien no desperdició tiempo para molestarlo y reír. SeHun sólo tenía en la mente a JunMyeon y su linda sonrisa. No podía negar que se sentía demasiado afortunado de poder llamarlo su novio, sólo en sus sueños más locos había imaginado que lograría salir con él.
Tras volverse a encontrar, ambos compartieron un rato tranquilo mientras disfrutaban de su compañía. Caminaron mientras conversaban y reían, parecía que nada había cambiado entre ellos y eso lo hacía feliz. JunMyeon no paraba de sonreír, atreviéndose a tomar su mano y caminar mientras balanceaba su agarre de atrás hacia adelante. Sólo bastó media hora para que se dirigieran a la parada de autobús y se despidieran. Esta vez JunMyeon lo abrazó antes de ingresar a su transporte.
Al día siguiente, al acercarse a la mesa en donde se encontraban sus amigos ya reunidos, fue recibido por los gritos de alegría de JongIn y JongDae. Los miró confundido mientras tomaba asiento.
— ¡SeHunnie!, estamos muy orgullosos de ti—exclamó JongDae—. Por fin tendrás tu primer partido como miembro del equipo.
— ¡Estaremos ahí para apoyarte! —aseguró JongIn, el menor sonrió enternecido. Le gustaba todo el apoyo que recibía de ellos, siempre lo hacían sentir bien.
—También iré yo a apoyarlos—comentó KyungSoo observándolo a él y ChanYeol, quien se mantenía escuchando todo con una sonrisa.
—Llevaremos un cartel con tu nombre y haremos una porra—comenzó a planear JongDae, JongIn asintió por completo de acuerdo con el plan.
De pronto en su mente algo hizo click. Si JongIn y JongDae iban, significaba que podrían ver a JunMyeon y sospechar sobre lo que estaba ocurriendo entre ellos. Pensó rápido una solución, sin embargo JongIn habló antes de que pudiera llegar a algo.
— ¿Podemos invitar a hyung?, la última vez él fue quien nos sugirió que te invitaramos a su partido—SeHun asintió con una sonrisa en el rostro.
Él no sabía que había sido JunMyeon quien había tenido la iniciativa de invitarlo en aquella ocasión; y por alguna razón lo hacía feliz saber aquel detalle. Tal vez algún día lo usaría en contra del mayor.
Continuaron con su almuerzo sin mayores contratiempos, y de la misma manera fluyó el resto de la semana.
Durante esos días JunMyeon se encontraba a veces con él en el pasillo y lo saludaba con una sonrisa; en otras ocasiones se acercaba y lo arrastraba al interior de algún salón vacío para abrazarlo y robarle besos que nadie más podía atestiguar. SeHun se sentía en las nubes cada vez que eso ocurría.
No sabía que JunMyeon era ese tipo de novio: amoroso, cursi, que aprovechaba cada momento para tomar su mano, abrazarlo o demostrar su afecto. Y de hecho le gustaba, amaba sentir a JunMyeon tan cómodo a su alrededor, adoraba ver esa sonrisa en su rostro y notar el brillo en sus ojos cada que se encontraba con él. No había rastro de aquel JunMyeon tímido, inseguro y avergonzado que había visto en el parque el día que había decidido confesarse; tal parecía que habían cambiado papeles porque ahora era el menor quien se sonrojaba y apenaba con mayor frecuencia.
El sábado por la mañana SeHun salió de su casa con rumbo a la escuela, en donde se encontraría con el resto del equipo para dirigirse juntos a la escuela en donde sería el partido. Sus padres y amigos lo alcanzarían después, cuando el encuentro estuviera por comenzar. Durante todas esas horas de preparación y calentamiento, se mantuvo junto a ChanYeol, quien estaba más que acostumbrado a los partidos y quien se hizo cargo de hacer todo lo posible para liberarlo de los nervios que lo invadían cada segundo. La mente del menor comenzó a llenarse de escenarios horrendos, temía arruinar todo y cometer algún error que perjudicara al equipo.
Cuando por fin salió a la cancha para iniciar con el partido, miró hacia las gradas y vio a sus padres, amigos y novio apoyándolo desde la distancia. Con ver la sonrisa de JunMyeon sintió que todo en su interior se calmaba poco a poco; la presencia del chico era lo único que necesitaba para tranquilizarse. Los saludó a todos desde la duela, obteniendo como resultado gritos entusiasmados de JongDae y su madre. Rió por lo bajo al escucharlos.
— ¡SeHun, muestrales quién manda! —escuchó la voz de Jongdae una vez que el partido comenzó.
Se movió por la cancha, concentrado en lo que sucedía a su alrededor y recordando todo lo que había hecho durante sus prácticas. Los seis meses entrenando con el equipo habían dado frutos, y se sentía bastante confiado en el lugar como para lograr arrebatar la pelota del equipo anterior un par de veces. No había tenido oportunidad de tirar, sin embargo sus compañeros de equipo se habían encargado de mantener el marcador a su favor o empatando con el equipo contrario.
Faltaban pocos minutos para completar el partido, se encontraban a la delantera y tal parecía que iban a ganar. Sin embargo su equipo se mantuvo alerta en todo momento, sin dejar un sólo margen de error que les diera una oportunidad a sus contrincantes de anotar y empatarlos.
De un momento a otro, SeHun recibió la pelota. Miró a su alrededor notando que sus compañeros se encontraban rodeados, por lo que decidió avanzar hacia la canasta del equipo contrario con rapidez. Esquivó a los defensas, burlándolos con algo de esfuerzo, pero lográndolo sin que se le fuera arrebatada la pelota o cometer un error crucial.
Miró el marcador, faltaban sólo algunos segundos restantes. Observó la canasta que no se encontraba tan lejos de él y tomó la decisión de intentarlo.
Se detuvo, levantando los brazos y tirando hacia la canasta como lo hacía en los entrenamientos. Vio en cámara lenta la bola dirigirse directo hacia el anillo, encestando de manera limpia y otorgándole a su equipo dos puntos extras.
Los gritos estallaron en sus oídos en cuanto el sonido del marcador llegando a cero se hizo presente. Sintió otro cuerpo estrellándose contra él en un abrazo y a los pocos segundos después sus compañeros de equipo se unieron también, felicitándolo y gritando su nombre. SeHun no podía parar de sonreír.
Miró a la gradas, notando a sus amigos, padres y JunMyeon celebrar. Su mirada conectó con la del mayor, y sintió en ese momento un déjà vu de la ocasión en la que fue a su partido. De manera natural guiñó hacia JunMyeon, quien sonrió aún más grande mientras sus mejillas se coloreaban de rosa.
Pasaron algunos minutos más festejando hasta que el árbitro los llamó para terminar el encuentro de manera oficial. Se despidieron del otro equipo con cordialidad, quienes los felicitaron por su victoria. El entrenador se acercó a SeHun después ello y le dio una palmada en la espalda con orgullo por su primera canasta en un partido. ChanYeol se mantuvo junto a él animándolo, al igual que el resto del equipo; incluso en los vestidores lo cargaron entre todos para lanzarlo al aire un par de veces.
SeHun no sabía si gritar de miedo o felicidad.
Salieron de los vestidores y se encontró con su mamá quien lo abrazó de inmediato.
— ¡Estoy muy orgullosa de mi bebé! —lloró en su hombro mientras lo apretaba hasta casi dejarlo sin aire.
—No soy un bebé, mamá—murmuró avergonzado.
Su padre también lo abrazó, felicitándolo por la victoria y asegurándole que todo ese talento como deportista lo había heredado de él. Le hubiera creído de no ser porque una vez lo vio jugar fútbol y su padre no había podido anotar aún estando a unos cuantos metros de la red.
— ¡Oh Sehun, Oh SeHun, Oh SeHun! —corearon JongDae, JongIn, JunMyeon y KyungSoo mientras se acercaban a abrazarlo. ChanYeol no perdió la oportunidad de unirse a ellos.
—Sabíamos que lo tenías en ti—comentó JongDae al separarse—. A este ritmo serás popular al igual que JunMyeon hyung y ChanYeol; pronto tendrás a media escuela detrás de ti.
Todos comenzaron a reír, a excepción de JunMyeon que vio a JongDae con una mueca en los labios. SeHun se divirtió aún más al ver su expresión.
—Muy bien chicos, vamos a comer algo—anunció el padre de SeHun capturando su atención—. ¡Yo invito!
Todos gritaron al aire emocionados, comenzando su camino hacia la camioneta de los Oh y el carro de los Kim. Antes de que salieran por completo, SeHun sintió un tirón en su mano que lo obligó a detener su paso. Miró hacia atrás, encontrando a JunMyeon que entrelazaba sus dedos y caminaba un poco hacia atrás, mirando con atención a los demás en caso de que alguien volteara a observarlos.
Se escabulleron en un pequeño pasillo, en donde JunMyeon lo recibió con un beso profundo en los labios. SeHun se encontraba acorralado entre su novio y la pared, con espacio nulo entre ambos. El mayor intensificó el beso, explorando el interior de la boca de SeHun a su gusto. El menor no puso resistencia, disfrutando la atención que le estaba otorgando.
—Felicidades—susurró sobre sus labios JunMyeon una vez que rompieron el beso. Sus respiraciones agitadas se mezclaban entre si debido a la poca distancia—. Me sentí tan orgulloso cuando encestaste que casi grito a los cuatro vientos que Oh SeHun es mi novio.
Ambos comenzaron a reír.
—Y el guiño...—continuó—, fue muy sexy.
SeHun dejó ir una carcajada, robándole otro beso a los labios de JunMyeon.
—Consideralo un regalo por la vez que fui a tu partido.
JunMyeon también comenzó a reír, separándose algunos pasos de él.
—Me alegra que supieras que fue para ti—confesó con una sonrisa mientras arreglaba el cabello del menor—. Vamos, antes de que sospechen algo.
SeHun lo siguió contento, manteniendo su distancia mientras continuaban su conversación como si no hubiera ocurrido nada antes. Los demás se encontraban discutiendo la manera en la que debían repartirse entre los dos coches, por lo que apenas notaron su ausencia. JongDae fue el único que los observó unos segundos con una sonrisa ladeada en el rostro.
Tras unos minutos decidieron que la familia Kim iría en su auto mientras los Oh, KyungSoo y ChanYeol se iban en la camioneta. Condujeron algunas calles hasta llegar a un restaurante que adoraba SeHun, el menor sonrió al ver el lugar que habían escogido sus padres.
Al pedir la mesa, ChanYeol y él terminaron sentados uno a lado del otro, mientras que sus padres ocuparon los asientos en los lugares vacíos junto a SeHun. JunMyeon, con un ligero puchero en los labios, decidió sentarse frente al menor al no tener otras opciones; KyungSoo se colocó frente a ChanYeol y los primos Kim se acomodaron en los lugares restantes.
Con sus bebidas y platillos en la mesa, todos hicieron un pequeño brindis por ChanYeol, SeHun y su equipo que había ganado en su primer partido de la temporada. Durante toda la comida sus padres se mantuvieron charlando con sus amigos, haciéndoles algunas preguntas para mantener la charla encendida mientras intentaban conocer mejor a las personas que pasaban más tiempo con su hijo.
En algún punto la mesa se dividió en grupos, siendo que ChanYeol y KyungSoo comenzaron a conversar entre ellos mientras terminaban su postre. Sus padres enfrascados en sus propios temas mientras que SeHun y los Kim intentaban platicar con normalidad mientras el menor y Junmyeon comenzaban una pelea con sus piernas debajo de la mesa, sin que nadie más lo notara.
— ¿Qué sucedió con el chico al que ibas a invitar a salir? —preguntó SeHun curioso después de recibir una patada por parte del mayor, intentando disimular el dolor.
JunMyeon comenzaba a ser más rudo.
—Salimos una vez, pero la verdad no era mi tipo—contestó JongIn llevando a su boca una cucharada de helado—. Ahora he estado hablando con una chica de segundo grado.
— ¡Siempre he dicho que eres un rompecorazones! —exclamó JongDae.
—No lo soy—se defendió el moreno. JunMyeon dejó salir una expresión de sorpresa en ese momento al ser atacado por SeHun, los demás voltearon a verlo.
—De hecho, siempre has sido bastante coqueto, Nini—dijo JunMyeon mientras le devolvía el golpe a SeHun. El menor gritó.
—También lo he notado—comentó tratando de desviar la atención de su exclamación de sorpresa.
JongDae asintió de acuerdo, totalmente ajeno a lo que ocurría debajo del mantel. De pronto sus ojos se abrieron mientras se agachaba un poco.
— ¡Ouch, alguien me pateó! —exclamó mirando debajo de la mesa. Había sido SeHun en un intento fallido de golpear a JunMyeon.
—Lo siento, no fue mi intención... sólo me estaba estirando un poco—inventó una excusa. JunMyeon tapó sus labios para evitar soltar una carcajada.
—Creo que me dejarás un moretón—se quejó JongDae con un puchero, JunMyeon se asomó un poco preocupado para ver su herida.
—Llegando a la casa te pondré algo, ¿vale? —lo consoló el mayor mientras acariciaba su cabello. JongDae asintió un poco más contento.
SeHun levantó las cejas ante la vista. ¿Qué pasaría con todos los golpes que JunMyeon le había dado a él?, ¿también le pondría una crema para reducir el dolor y bajar la hinchazón?. El mayor notó su expresión y, tras asegurarse de que nadie lo observaba, guiñó mientras le sonreía.
Salieron del restaurante algunos minutos después de pagar la cuenta. La familia Kim subió a su auto mientras se despedían y agradecían la comida, sus padres estaban encantados con los tres chicos y les insistieron que fueran a visitarlos pronto junto a sus familias. KyungSoo y ChanYeol decidieron irse por su parte, rechazando de manera educada la oferta de JunMyeon y los padres de SeHun de llevarlos a sus casas.
En el camino, mientras SeHun comenzaba a quedarse dormido en los asientos traseros, sus padres comenzaron a platicar junto a él sobre sus amigos. Al parecer estaban contentos de que su hijo tuviera compañeros tan educados y agradables.
—JunMyeon es un buen chico—comentó su padre en algún momento—. Hablamos un poco y pude notar que es un joven brillante.
SeHun sonrió orgulloso.
— ¡Oh!, él es el chico que te dije la vez pasada—comentó su madre tocando el hombro de su esposo mientras conducía.
— ¿En serio? —preguntó sorprendido, mirando a su esposa una fracción de segundo mientras ella asentía con una sonrisa—. Hijo, tienes buenos gustos... me agrada. Pídele que vaya a la casa en estos días mientras sigo en la ciudad.
Miró el retrovisor sorprendido, encontrándose con los ojos de su padre que lo veían con aprobación y una sonrisa en el rostro. SeHun asintió avergonzado, con las mejillas rojas... sólo quería que la tierra se abriera y se lo tragara en ese preciso instante.
☁️
¡Holaaaa!
Regresé antes de Año Nuevo, tal como prometí. 😊
¡Estoy suuuuúper contenta porque el capítulo anterior les gustó mucho! 🥺💕👏
Agradezco demasiado sus comentarios y sus votos. Me dieron muchas fuerzas para seguir con la historia. 🤧
En otras noticias~ este capítulo es como "relleno" para mostrar cómo es la relación de JunMyeon y SeHun. Mucho skinship y demostraciones de afecto 😂
En las próximas partes empezamos con lo fuerte 🤭🤭🤭
¿Se imaginan que puede ser? JAJAJAJA
Estaré leyendo sus teorías 😈
Eeeeeeen fin~ espero que les haya gustado este capítulo. 💕
Bastante largo y relax, a decir verdad.
Déjenme sus comentarios sobre lo que les gustó o lo que no, saben que me encanta leerlos. ♥️
Planeo regresar en los primeros días de Enero~ tal vez sea antes, pero no estoy tan segura de ello.
¡Tengan un excelente inicio de año!
Les deseo lo mejor en este 2020 a ustedes y sus familias.
Disfruten su cena de Año Nuevo, el recalentado que viene en los días siguientes y la compañía de sus seres queridos, que es lo más importante. 💕
¡Nos leemos pronto! 👋
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