San Fransokyo, Junio 7, 1985.

Aún el Sol no había salido para dar inicio al día y la brisa era algo fresca para esta temporada. Se podía escuchar como algunas avesillas ya comenzaban a cantar fuera de la ventana de aquella habitación que estaba en completo desorden, típico de un adolescente que los tiempos jamás se ajustaban para tener un orden concreto. Las hojas de letras compuestas para una canción yacían regadas por el suelo junto a una guitarra blanca, que ya se podían ver algunas cuerdas ya desgastadas por el esfuerzo de que una melodía fuera perfecta.

En los pasillos ya se escuchaba el andar de una madre preparando el desayuno para su marido y una radio descompuesta que no podía sintonizar perfectamente la estación actual. Aquél molesto ruido hacía que él joven de aquella habitación iniciará a remolinear por la cama para despertar, con su mano derecha intentaba buscar algo en la pequeña mesa de noche que tenía junto.

Cuándo sus dedos lograron tocar lo que estaba buscando, lo acercó para ver si era aquél viejo despertador que su abuela le había dado de navidad cuándo tenía por lo menos seis años. Eran las 6:30 a.m lo que marcaba el reloj, dejó soltar un pesado suspiro y como pudo se levantó de su nido de sábanas.

- Miguel - una voz femenina llamó detrás de la puerta.- Despierta ya, si no de vuelta llegarás tarde a la escuela. Ya no quiero volver a tener reportes por ello.

-Si ya voy, mamá. - soltó un gran bostezo para ir a buscar su cambio de ropa. Aún sabía que era temprano y tenía tiempo de sobra, pero tenía que ir a hacer antes una pequeña parada y esa "parada" era lo que lo hacía llegar tarde.

Aún adormilado terminó de colocarse su ropa, tomó un par de cuadernos que estaban cerca de la guitarra en el suelo y los echo sin más a su mochila. Acomodó sus cabellos con un par de sacudidas con su mano y salió para desayunar con su familia antes de que se fueran a sus labores.

-Bueno día, ma- dijo el moreno mientras tomaba un pan tostado que ya estaban servidos en la mesa.

-No olvides que hoy sacan de la prisión a tu tío Roberto.- dijo la mujer con un poco de desánimo. La pobre estaba muy gastada y podía verse mucho más mayor de lo que era su edad. Las ojeras eran tan visibles y parecía que la mañana la estaba dando una gran tortura.- No quiero que le hagas preguntas tan inconvenientes. Somos su familia y lo amamos demasiado.

-Si, ma. ¿Y papá? ¿Ya se fué a la oficina?

-No siquiera llegó. Su jefe Don Vicente de la Cruz, le pidió un par de horas extras más...

-¿Par de horas? ¡Mamá es una noche completa! ¡Agh! Odio que ese tipo se crea demasiado y trate así mi papá. Si no fuera por él no sería lo que es.

-Y por él, no tendrías un pan en la boca.- habló otra voz masculina detrás del chico, este era el hermano mayor llamado Simón Rivera, estudios terminados hasta la secundaria gracias al jefe de su padre destruyó las instalaciones de su escuela para colocar un nuevo centro comercial. Trabajador de medio tiempo como repartidor de pizzas.- Deberías ser agradecido que aún tenga a papá trabajando allí.

-¿Agradecido? Ya lleva más de tres años en que era buen prospecto para un ascenso y ni siquiera "califica". Es más, hasta le redujo más su paga.

-Miguel, mijo. Simón tiene razón. Agradece que al menos ... tu padre tiene un buen trabajo.- dijo la mujer con un desánimo.

-Lo vez, sé más conciente con nuestra familia. Con ese poco, tenemos una buena casa.

-Una que está a punto de caerse...gracias al Don ese.

-Ah Miguel...- dijo el mayor suspirando, miró el reloj y este tomó sus pertenencias para ir también a trabajar.- Está noche, llegaré más tarde. Espero que el tío Roberto puede salir. Nos vemos más tarde.

-Con cuidado mijo.- dijo su madre mientras le daba una bendición pequeña a su hijo mayor.- Y tú Miguel, desayuna bien. No quiero que de nuevo vuelvas a reprobar las materias.

- No te preocupes por ello, ma. Bueno, tengo que irme, debo ir por Hiro a su casa ahora que voy a buena hora.

-Ay, dale con ese Hiro. Mijo, ese chico y su familia no son de fiar. Están chiflados. ¿Qué no recuerdas lo que ocurrió con el hijo más mayor?

- Si, si. Nos vemos.- se levantó de su lugar y tomó su patineta que estaba recargada a un costado de la mesa. Le dió un beso en la frente a su madre y se retiró. Le molestaba que dijeran que la familia de su mejor amigo de la infancia estaba "loca" y que por eso sucedió la muerte de su hermano mayor. Cuándo la realidad lo habían asesinado por haber creado un proyecto innovador para la ciudad y un grupo de talibanes querían quitárselo para su beneficio. Fué un dolor inimaginable que había pasado su mejor amigo.

Pero, no solo era mal querida por su familia, en su escuela también era objetivo de burlas por estar con ese "loco" como amigo. Miguel tenía que fingir que no era nada de Hiro por no seguir con las burlas, se hizo novio de un chico asiático llamado Kubo y este era del grupo de los "populares". Cosa que le hacía salir fuera de los problemas, pero, Hiro solo mantenía su postura a los deseos de su amigo.

Seguía dándole velocidad a aquella vieja patineta para poder llegar a casa de Hiro, pues la única condición que podía estar con él, era pasar para ir a la escuela y algunas que otras tardes por la semana. De todas formas, no quería ser tan malo, más de lo que era. No tardó mucho para llegar a una vieja casa con algunos manchones de las explosiones de los proyectos del asiático, pues era un genio en potencia. Tanto que solía bromear diciendo él sería el siguiente Eistein. Fuera de ella, yacía una mujer no mayor a los treinta quién arreglaba unas pequeñas flores en el jardín. Cuándo miró al joven llegar, no tardó en levantarse y regalarle una amplia sonrisa.

-Buen día, señora Cass.

-Buen día, Miguel. ¿Vienes por Hiro?

-Si. ¿Ya se levantó ese greñudo?

-Parece que no. Ha estado desvelando demasiado estos últimos días, ¿Tienen proyectos escolares?

-Creo...- Miguel estaba pensando que estaría trabajando en un nuevo invento, pero no quería preocupar a su tía por lo ocurrido con su hermano.- ...Creo que sí. Creo que olvide ponerme al corriente con ello, de nuevo.

- Jajaja, los jóvenes. Creo que estar enamorado te ha hecho perder la noción del tiempo. Si quieres puedo ir a levantarlo.

-No. Está bien. Mejor me adelanto para hacerle un justificante por llegar tarde. No quiero que lo vayan a castigar por eso. ¡Nos vemos más tarde!

-¡Ve con cuidado, Miguel!- ¿Enamorado? Esa palabra aún le confundía a Miguel, no sabía si verdaderamente podría llegar a amar demasiado a Kubo. Le gustaba y era un chico lindo, pero no era cómo él se lo había imaginado.

Seguía su camino, la música de Huey Lewis se podía escuchar en las rockolas de la gasolinera, además se estaba dando la nueva película del momento sobre fantasmas ya hasta habían comenzado a acampar para comprar las preventas. En el jardín principal de la ciudad, ya estaban algunas personas haciendo una pequeña huelga para salvar el gran reloj del ayuntamiento. No tardó una de las personas del grupo en darme un folleto con la información de lo que había sucedido, solo lo doble y lo metí en el bolsillo de mi pantalón, debía continuar porque debía llegar a tiempo a clases.

Miguel amaba la época en que estaba,  era libre y quería vivir su juventud al máximo, claro sin dejar a un lado el sueño el mejor cantante de música rock para ayudar a su familia y que su padre dejara ese trabajo que en sí, no le estaba ayudando. Era más que obvio que ese tal Vicente le estaba haciendo la vida de cuadritos, ¿Porqué? Todo porqué le arrebató a su amor: su mamá. Además, cuenta su abuela qué su padre siempre era molestado por ese tipo, así que ahora tiene mayor poder, puede hacer lo que sea. No importaba si sus notas jamás mejorarían pero estaba seguro que haría lo posible por él y su familia.

Sin haberse dado cuenta, había llegado a la escuela, cómo siempre había llegado un par de minutos tarde, no quería toparse con su profesor Kallaghan quién siempre le ha tenido cierto odio a él por la fama que tenía su padre gracias a Vicente. Abrió la puerta principal para poder si no había muros en las costas, cuándo vió que estaban libres los pasillos se escabullo para ir a su salón de clases, sin embargo, cuándo iba a girar al pasillo derecho chocó con alguien.

-¡Miguel!

-¿Kubo?- dijo sorprendido de ver a su novio fuera de su salón.

-Ven sigueme, Kallaghan te está buscando.- tomó con fuerza su muñeca para llevarlo por otro camino. Siguieron corriendo por los pasillos para evitarse topar con aquél profesor, pero para su mala suerte, estando a unos cuántos pasos de su salón, apareció el nombrado anteriormente.

-¡Rivera!

-Chingada madre...- susurró para si mismo para no meterse en más problemas. El mayor con pasos pesados se acercó a ambos muchachos que estaban ya a la puerta de su salón.

-¿De nuevo tarde?

-Lo siento, pero tuve que hacerle unos cuántos mandados a mi madre.- mintió.

-Tome esto es para usted. El cuarto reporte por llegar tarde está semana, la siguiente sería una simple llamada de atención, pero prefiero una expulsión automática. Eso es lo que merecen los jóvenes llenos de sueños y fracaso escrito en sus frentes. Cómo lo fue tu papá.

-¡Claro que no y se lo voy a demostrar! - terminó por responder el moreno algo molesto por lo que le estaba diciendo. De pronto el asiático a su lado se colocó en medio de ambos para romper esa inmediata tensión.

-Por favor, Profesor. Sabe bien que no llega tarde por qué quiere.

-Por favor, joven Kubo no defienda a este holgazán. Usted no debe juntarse con este tipo de personas que lo hacen también recibir reportes. Esta ocasión no le daré nada para usted, pero para ti Rivera, será mejor que comiencen a demostrarme lo que tanto me defiendes. Ahora regresen a sus clases.

-Si , Profesor.- ambos jóvenes respondieron por igual mientras seguían su camino a sus salones. Miguel suspiró cansado, lo que menos podía hacer era darles mayor problemas a su familia. Llegada ya a tomar su asiento después de una disculpa a su Profesora, notó que alguién estaba faltando en un lugar. 

Hiro, su mejor amigo no había llegado como de costumbre. El piel canela solo siguió su camino para sentarse y dejar que las horas de clases pasarán, pero, no dejaba de tener esa espina de que algo estaba pasando. Las horas parecían pasar lentamente para que la hora de llegada llegará al fin,pero no tardó cuándo el timbre dió la bendición de muchos. Miguel corrió para irse a topar con su novio quién siempre le esperaba en la entrada principal para regresar a casa. Mientras iba en camino, observaba por todos los dados si podía encontrar aquellos cabellos azabache pero no había ninguna señal que en verdad hubiera llegado a sus clases.

- ¿Ya estás listo?- habló su novio quién lo recibió con una amable sonrisa.- ¿Sucede algo?

-No nada. Sólo...estaba observando el lugar. Ufff que calor hace. - rió algo nervioso.

-¿Es por Hiro?

-¡¿Eh?! No, claro que no. Puff.

-Miguel, sabes que a mí no me molesta que tengas una amistad con él, se ve que es un gran chico. Es muy listo y siempre está lleno de ideas.

-Vamos, Kubo. No es por eso. Yo solo veía el clima, claro.- Kubo solo suspiró al ver que su novio mentía, sabía perfectamente que de alguna forma siempre se preocupaba por aquél chico. Si al menos no fingiera de no ser amigo de él, estaría perfectamente bien.

-Bueno, si lo dices. Cambiando de tema. ¿Ya estás listo para mañana ir de campamento?

-Si, mi padre me prestó el auto para irnos, claro que mi madre no sabe que iré contigo. Aún no sabe que estoy saliendo contigo.

-Entiendo, tu madre pensará que no es como en sus tiempos y cosas así. Además es normal que los novios salgan a solas de vez en cuándo.- se acerca a él y le da un pequeño beso en la mejilla.- se me olvidó decirte. Hoy iré con Leo para ir a comprar unas cosas para el campamento, no sé mucho sobre esas cosas y él conoce de un lugar perfecto para conseguir lo que necesitamos.

-¡Perfecto! Ese Leo siempre salvándonos en estos aprietos. Bien, si vas a irte ve con mucho cuidado,¿Sí?

-Claro que sí. Bien te llamaré en la noche para saber a qué hora nos iremos mañana. Te veo más tarde. - el joven asiático se retiró del lugar con una sonrisa para su novio, sin embargo, Miguel aún estaba preocupado. Debía llegar lo antes posible a casa para ir con Hiro y ver qué es lo que le ocurrió.

Llegada ya la tarde, llegó a su hogar teniendo una grata sorpresa que le hizo molestarse. El auto de su padre todo destruido estaba siendo remolcado por una grúa, podía saber perfectamente quién fue el responsable de esta tal atrocidad. Apresuró su paso para entrar y comenzó a oír la voz de otro invitado que el joven Rivera odiaba con toda su alma.

-¡Mira lo que pasó, Rivera! ¡Esto es por tu culpa! ¡Tendrás que pagarme lo que se dañó de mis compas y de mi traje! ¡Toda mi cerveza se derramó!

-Lo lamento, Vicente. Claro que lo pagaré eso tenlo por seguro.

-Eso espero, Rivera. También necesito lo antes posible los reportes de la semana, necesito que pasarlos de nuevo, no quiero entregarlos con tu letra. Es demasiado cansado estar haciéndolo en una máquina. - no tardó en que aquel tipo mirará a Miguel con una maliciosa sonrisa. Volvió a hablar con su padre apresurando lo que le estaba mandando hacer y retirarse sin más.

-Buenas, hijo.- respondió el padre.

-Pa, mira cómo dejo el auto. Ahora debo de cancelar mi acampada... papá ya te lo he dicho jamás debes dejárselo a él. Siempre nos hace estás barbaridades.

-Lo sé, Miguel...pero tengo qué...es mi jefe...- Miguel siguió negando con la cabeza al ver todo el desastre que le había dejado. Si ahora con demasiado esfuerzo podían mantenerse, con el auto los iba dejar peor. La puerta volvió abrirse ahora con su madre con una expresión desilusionada, su tío no pudo salir bajo fianza. ¡La desgracia de los Rivera estaba aumentando!.

La noche cayó en todo San Fransokyo y al fin podías dar el suspiro de alivio por terminar tu largo día. Miguel estaba tirado en su cama tarareando un poco los ritmos de las siguientes canciones que compondría, ya había cancelado sus planes y ahora más que nada la música era lo que le ayudaba a perderse fuera de la realidad. Sin embargo, el sonido del teléfono lo hizo saltar del susto ya que pasaban de las 10 de la noche y nadie le llamaba a esa hora, ni Kubo lo hacía. Dudo por unos segundos contestar, pero sabía que debió haber ocurrido algo para estar llamando.

-¿Hola?

-¿Miguel?- una voz juvenil se hizo presente al otro lado del auricular.- ¿Estabas dormido?

-¡Hiro! ¿Dónde estabas? No fuiste hoy a la escuela. ¿Ocurrió algo malo?

-Vaya, al menos te diste cuenta de mi ausencia. No ocurrió nada que te preocupe demasiado, pero, necesito que vengas ahora mismo al centro comercial Double Glass.

-¿Ah? ¿Qué hiciste? ¿Porqué me pides ir allá?

-Eso te lo explicaré luego. Necesito que vengas con urgencia, pero, antes no olvides de traer la videocámara. Voy a ocupar que grabes algo.

-Esta bien iré...¿Pero que es lo que ocurre? Por favor, dime.

-Rivera, no puedo decirte nada más...

...sin embargo, ésto cambiará por completo la historia.

Continuará.....

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Hello gente bonita!!! Aquí está loquita haciendo más cosas para mis pendientes. Jajajaja pero calma, ya estoy organizando mis días para ya ponerme a actualizar las historias que tengo publicadas. ❤️❤️

Este au la tenía en la cabeza desde hace un mes, poco a poco escribía en partes y cambiaba unas cuántas cosas para mejor deleite. Y cómo verán me estoy basando en una de mis películas favoritas "Volver al Futuro" y no pude evitar adentrar a este universo a los nenes de la ship Higuel. ❤️❤️

Así que tranquilos, si es Higuel. ¿Habrá otras ships? Todo depende cómo se va formando la historia, pero por el momento solo me voy a enfocar en ellos dos. ❤️❤️

Hablando de mis otras historias me estaré enfocando en : Liberty City, Poción Latina 2 y Axolotl. Estos durante estas semanas del mes, cuándo ya haya avanzado al menos un par de capítulos en estas tres historias iré tomando otras tres más para avanzar y no dejarlos allí nada más nwn 💕

Y sinceramente, no tenía mucho tiempo y estaba pasando por mucho estrés, lo cuál no me estaba ayudando mucho para poder continuar. Pero de alguna forma me puse a leer y corregir varios errores de mis fics y me di cuenta que no era tan mala haciendo historias como creí. Y me ayudó mucho para ir anotando varias ideas para avanzar y créanme, me dió la motivación que necesitaba.

Sus comentarios fueron también pieza fundamental para regresar. ❤️❤️ (Sí, si los leo nenes xD)

Así sin más, nos vemos en la siguiente 👉❤️❤️❤️

Los amo demasiado y en verdad muchísimas gracias por continuar aquí. 💕💕

Gracias.

Beka-san~