Sad Machine
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Me pregunto si alguien descubrirá cuál es la verdadera mentira...
El sexto día fue... Aburrido
Theodore no tuvo que reparar nada y los pocos llamados que recibió fueron minoritarios. Un Staff Bot aquí, Staff Bot allá, era todo lo que recibía. Por fortuna no hubo ningún Glamrock que requiriera reparación de ningún tipo, algo que lo aliviaba un poco
Pero algo anormal era la ausencia de Michelle durante el turno diurno
Theo intento acercarse a Vanessa para preguntar por la novata, pero la respuesta que la guardia de seguridad le ofreció le dejo un mal sabor de boca
"Se lastimó el día de ayer, no estará disponible por un tiempo"
¿La causa? Escaleras
Aparentemente, Michelle cayó de unas escaleras y se rompió una pierna y un brazo
Pero... Vanessa lo dijo estando tan calmada... Casi indiferente al asunto como si no le diera mayor importancia
Bueno, conociendo a Vanessa, era raro que se expresará con extremo miedo o extrema angustia, era normal verla estoica e indiferente
Theo considero la idea de visitar a Michelle en cuanto acabará su turno
Ah, pero... No tenía su dirección ni su número...
Tendrá que esperarla hasta entonces...
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La noche junto a esa mujer anciana fue agradable. Cristian no la había pasado bien en mucho tiempo, menos en compañía de gente mayor
Sus abuelos siempre lo vieron como un niño malcriado
Sus hermanos como un llorón sin remedio
Y sus padres como... Nada
Pero pasar el rato junto a Martha avivó su corazón, lo hizo sentir apreciado... Por primera vez en toda su vida
¿Eso no es exagerar mucho?
No, no realmente. Cristian no sintió el tacto de la consideración desde que tenía uso de razón
¿Así era como vivían los niños que lo marginaban en la escuela?
Ahora entendía porque tenían un ego tan elevado
Este tipo de tratos elevan mucho el ánimo, pero también elevan el ego
Fue realmente agradable...
Era muy tarde, y Cristian volvió a tener sueño, así que se tuvo que ir a la cama, no sin antes asearse
¡Incluso el baño era más agradable!
Estando lleno y limpio, fue llevado por Martha hasta la habitación de huéspedes. Fue abrigado por la mujer, la cual le dedicó una nana que lo hizo dormirse en segundos
Martha verifico si el niño se había dormido. Cuando comprobó que si lo estaba, se retiró de la habitación y se fue a buscar algo de agua a la cocina en el primer piso
Martha tomo un vaso de cristal y lo lleno hasta la mitad, ya que la puerta principal fue abierta abruptamente, distrayendo a Martha de su tarea
"¿M-Martha?"
La temblorosa voz de su sobrina que provenía del recibidor la alerto. No dudo en ir a ver lo que pasaba y la escena que vislumbró casi le da un infarto
Michelle se apoyaba de la pared, respirando agitada e irregularmente. La peli negra se tambaleaba en su lugar, sosteniendo su sangrante brazo derecho. Su pierna derecha también estaba sangrando, pero está se veía peor que su brazo
Las gotas de sangre mancharon el piso, tiñendo el suelo de rojo
Martha fue en su auxilio, llorando
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Cristian despertó abruptamente, respirando con dificultad. Sus ojos se nublaron y en cuestión de segundos acabo llorando
Otro sueño...
Otra pesadilla
El pelirrojo acostumbraba ser ignorado cuando se trataba de sus dolencias o momentos de temor. Solo pudo abrazar sus piernas y llorar en silencio
Pero está vez, alguien acudió en su auxilio
Unos suaves toques a su puerta lo alarmaron. No quería un castigo a tan temprana hora
Para su sorpresa, quien atravesó el umbral de la puerta fue una pelinegra de ojos aguamarina. Se veía más casual al no tener puesto su uniforme de limpieza; en vez de eso, vestía una blusa manga larga a rayas rosa pastel y un pantalón blanco
Ah, cierto, no estaba en su casa...
Estaba en la casa de Michelle Smith
La chica se acercó a él, se sentó junto a él en la cama y comenzó a consolarlo
Con un abrazo
Cristian sentía muchas cosas ante tal trato
Pero si podía destacar algo sobre todo ese manojo de sentimientos sería...
Confusión
¿Estaba bien que fueran tan amables con él? No podía evitar cuestionarse si... Podía darse el lujo de dormir y comer como le plazca
Michelle no mostró disgusto alguno a la hora de acogerlo. Prácticamente lo acogió con los brazos abiertos
Lo mismo con Martha
"Oye, Cris"
"¿Hmm?"
La voz de Michelle lo saco de su debate interno
"Pienso que no nos conocemos lo suficiente... Vas a vivir aquí con nosotras y realmente no sabemos mucho el uno del otro..."
Michelle no transmitía nada en sus palabras. Eran tan serenas que era difícil descifrar algún otro sentimiento en ellas
"Viéndolo de esa manera..."
Cristian le daba la razón a Michelle. No se conocían realmente. Eran dos desconocidos si te lo ponías a pensar
"¿Cuál es tu color favorito?"
Pregunto Cristian, curioso
"Rosa~"
"¿Cuál es tu animal favorito?"
"Uhm... Gatos, son lindos y tienen mucho misticismo"
"¿Cuál es tu comida favorita?"
"Toda la que cocina mi tía... Aunque odio los Vegetales"
"Je..."
"Mi turno, ¿Color favorito?"
"Celeste"
"¿Animal?"
"¡Dinosaurios! Leí en un libro que eran gigantes y que su nombre significa «gran lagarto»"
"Siendo el caso, ¿Tu animatronico favorito es Montgomery?"
"¡Ew, no! Es muy bruto... Fuerte no siempre significa grandioso o increíble... También hay animales que se valen de su limitada inteligencia"
"Eres más listo de lo que pensé"
"¿Me tomaba por tonto?"
"¡No, no! Más bien te veía cara de revoltoso"
"¡Me veías cara de tonto, lo sabía!"
Cristian señaló de forma acusadora a Michelle, pero era evidente el tono de broma en su voz. Michelle le siguió la corriente, fingiendo haber sido «descubierta»
"¡Ah, me atrapaste!"
La pelinegra dramatizo tanto su voz como su pose, con una mano en su frente como si fuese una damisela
"¡El castigo por esa injusticia será una ola de cosquillas!"
Y entonces Cristian se abalanzó hacia Michelle, quien comenzó a reír ante el tacto de las manitas en su barriga. La chica se revolcó en la cama, muerta de risa, al igual que Cristian, el cual reía por los intentos de Michelle de contraatacar
Ambos se rieron un buen rato, hasta que pasaron los minutos y comenzaron a calmarse
"¿No irás a trabajar hoy?"
Pregunto Cristian con algo de preocupación, mayormente generada por el peligro que había en el Mega PizzaPlex
"Iré en el turno nocturno, hoy me tomaré un respiro"
"... ¿No que está era tu primera semana?"
"Nah, nadie lo notará, créeme"
Michelle se veía despreocupada sobre el asunto, pero Cristian sabía que el Mega PizzaPlex era más peligroso de noche
Mucho más peligroso
"Bueno... Discúlpame un momento, debo ir a comprar algunas cosas para el almuerzo"
Michelle se levantó de la cama de un salto y se encamino a la puerta
"Ah, una cosa más, ¿Te gusta mucho leer?"
Está pregunto emociono un poco a Cris
"Si... Si me gusta... Bastante"
Se podía ver el entusiasmo en su rostro, pero las palabras salieron en un tono lánguido e inseguro
Michelle le sonrió
"A mí también. Cuando era pequeña leía un montón. Era lo único que podía hacer en ese entonces, pero era un poco solitario"
"Concuerdo, es difícil encontrar personas amantes de la lectura"
Ambos continuaron hablando, pero la hora del almuerzo casi llegaba y no era bueno retrasar la comida. Se despidieron con una sonrisa cada uno
Michelle bajo las escaleras a paso rápido. Su pierna aún dolía, pero podía soportarlo, al igual que su brazo
Al bajar, se encontró con su tía, la cual tenía un papel en su mano. Se lo entrego a Michelle en cuanto estuvieron más cerca la una de la otra
"¿Le dijiste?"
"No, no lo hice. En cuanto vuelva se lo digo"
"No es bueno que retrases esto. Es algo serio"
Martha habló con su ceño fruncido y angustiado
"Lo sé, pero no era el momento... Los niños son más comprensivos, pero este niño ha pasado por mucho"
Replicó Michelle. Se veía bastante insegura sobre ese tema
Ella sabe que tarde o temprano deberá decírselo, pero a sus ojos, no era necesario apurarse. Pero tampoco era bueno retrasar lo inevitable
Viviría con él. Actuaría lo necesario para cuidarlo, pero por sobre todo, para protegerlo
Las mentiras son un arma peligrosa. Pueden poner a todos de tu lado o en tu contra, dependiendo de cómo las uses
"No me tardo, ¿De acuerdo?"
Michelle se acercó a un perchero que estaba al lado de la puerta principal y tomo un bolso con forma de mariposa
"Ah, una cosa más"
Su tía la detuvo antes de que saliera de la casa. Michelle se volteo a verla con curiosidad
"Busca otro trabajo. Lo mejor sería dejar el que tienes. Haré una denuncia a ese lugar"
Martha estaba molesta. Se veía en su voz, su expresión arrugada y en el temblor de sus puños. Esa mujer lastimo a su preciado tesoro, su sobrina y lo pagaría caro...
Muy caro...
"No creo que podamos hacer eso, no tenemos pruebas. Nuestra palabra no es suficiente..."
Ambas mantuvieron el silencio por unos segundos hasta que Michelle finalmente se fue. Ambas no se percataron de Cristian y como él lo había escuchado todo
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En el supermercado habían varias personas comprando comida, frutas, verduras, no faltaban los adultos exasperados o cansados que cargaban a sus niños, los cuales lloraban escandalosamente
El carrito de compras tenía todo lo de la lista y en cuanto todo fue pagado, Michelle se retiró tarareando. La fila fue larga, pero como siempre, se distraía en las nubes. Mientras caminaba por la acera, vislumbró en la otra calle una librería. Su escaparate cristalino exhibía múltiples piezas de literatura clásica, moderna, sencilla o compleja, de todo un poco
"Si... Me gustan... Bastante..."
"No he leído alguno desde..."
Michelle se adentro a la tienda, aún con las bolsas repletas de comestibles. Las encargadas la recibieron cordialmente, ofreciendo una variada selección de literatura juvenil. Cómo siempre, la apariencia de Michelle llevaba a las personas a dar con conclusiones erróneas
"... Y luego esta obra, «She's Just Kidding» escrita por--"
"Disculpe, no me gusta interrumpirte, pero vine por algo más específico"
Con algo de incomodidad, Michelle corto a la entusiasmada bibliotecaria, quien dejó a un lado la pila de libros que estaba por presentar. Era difícil mantener su trabajo ante la tecnología y eso puede jugar en su contra
No quería perder clientes la pobre
"¡Mis disculpas, mis disculpas! ¿Qué tipo de libro busca, jovencita?"
Pregunto amablemente la bibliotecaria mientras se acomodaba sus lentes
"Uno de dinosaurios y... ¿Tienen «El principito»?"
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El día pareció irse volando. En cuanto Michelle regreso, todos se pusieron a cocinar, juntos. Martha se robó el mérito, nadie podía negar que era ella quien realmente maravillaba su paladar
El almuerzo fue entretenido. Una amena comida acompañada por platicas chistosas que acababan en risas
En verdad, ellas eran una verdadera familia. Cristian no entendía como es que su familia, una muy grande, no era nada comparada a esas dos en términos de lo que significaba esa palabra
Familia
Solo dos personas. Sin nadie más
Ahora, él era parte de esa familia
Era agradable
El almuerzo termino en cuanto los platos ya no tuvieron más comida, pero los tres continuaron hablando. Incluso tras levantarse para limpiar el comedor, siguieron hablando, incluso cuando limpiaban los trastes, seguían hablando
No se cansaban. No se cansaban de hablar, y lo chistoso era que toda esa plática se resumiría en chistes o anécdotas que Cristian desconocía del mundo
Aprendió muchas cosas en esa plática. No sabía sobre el funcionamiento de los relojes y cajas de música, tampoco sobre el espacio y era la primera vez que hablaba de videojuegos sin que lo excluyeran de la conversación solo por no saber del tema
Muchas, muchas cosas le fueron transmitidas. Cuando todo quedó limpio y reluciente, cada quien se retiró a su respectivo cuarto, aunque Michelle acompaño a Cristian para darle algo
"Muy bien, cierra los ojos"
El niño estaba sentado en su cama, con sus ojos bien cubiertos. Tenía mucha curiosidad y una risita se le escapaba por cada vez que intentaba abrir los ojos y ver qué sorpresa le aguardaba. Para su buena suerte, no tuvo que esperar demasiado
"¡Abrelos!"
Acato la orden de inmediato y de inmediato lo embargo la emoción. Frente a su rostro habían dos libros, uno ligeramente más grande que el otro
"¡Sorpresa!"
Michelle le entrego los libros con una sonrisa radiante. Cris tomo ambos libros en cada mano y examinó sus portadas en silencio
"Dijiste que te gustaban los dinosaurios, así que compre uno de dinosaurios, el otro es un clásico... No sé si estas al nivel del segundo, pero puedes guardarlo y leerlo en otro momento, no hay prisa"
"Son... ¿Para mí?"
Pregunto Cris, incrédulo ante lo que veía. Él siempre añoro con tener libros propios y no tener que recurrir a la biblioteca para tener algo de lectura en su casa
"¡Por supuesto que son para ti, ¿Para quien más podrían ser?"
No había duda o intenciones de jugarle una broma, solo estaba la de querer darle algo... Para hacerlo feliz
Eso lo hizo sumamente feliz. Michelle vio al pelirrojo con una sonrisa tan radiante...
"¿Estás bien?"
Y se preocupo al ver cómo las manos del crío temblaban. Cris no tenía palabras; lo único que pudo atinar fue dejar los libros sobre su cama e ir a darle un fuerte abrazo a Michelle, la cual correspondió al abrazo, feliz y aliviada de que el regalo fuera del agrado del niño
"... Gracias"
"De nada. Si alguna vez necesitas algo, házmelo saber, ¿De acuerdo?"
Cris se apartó y le respondió con un asentimiento de cabeza
"Por cierto, necesito preguntarte algo..."
Ambos se movieron hasta la cama y se sentaron en el borde del mullido mueble
"Claro, ¿Qué cosa?"
"... ¿Qué sabes sobre una Coneja blanca?"
Y entonces la felicidad paso a ser temor. Las imágenes de sus sueños pasaron por su cabeza y las risas maniáticas de esa loca resonaron fuertemente en su consciencia, estremeciendo al pelirrojo
"No debes contestar si no quieres"
"¿¡Van a acusarla con la policía, verdad!?"
La forma tan desesperada en que Cris dijo aquello espanto a Michelle
"... P-Perdón... Sé que escuchar conversaciones no es bueno, pero... Oí lo que tú y Martha estaban diciendo más temprano"
Cristian agachó la cabeza, apenado
"Pequeño bribón... No importa, no importa"
Susurro Michelle, deseando no ser escuchada, por desgracia, sus palabras si fueron captadas por el menor, aunque no lo demostró
"Si, esa es la intención, pero no tenemos pruebas de ningún tipo..."
"Y tú misma dijiste que las palabras no son suficientes..."
"Correcto... Aún si eres un testigo y potencial víctima, poco probable que la policía haga algo aún si les damos tu palabra..."
"Entonces... No hay como detenerla"
"... Y es por eso que dejaré el trabajo"
Cristian sonrió, aliviado. Eso le alegraba aún más que el regalo. Si Michelle renunciaba, no tendría que enfrentar a esa loca ni a los animatronicos. Él mismo no volvería a ese espantoso lugar, por nada del mundo
Solo importaba que todos estén lejos de ese lugar de mala muerte
"Pero... No tendrás trabajo"
Cómo siempre, lo malo reluce sobre lo bueno. Estar vivos era una cosa, pero eso no les daría dinero
A pesar de su edad, Cris entendía perfectamente la importancia del dinero
"No te preocupes, encontraré otro trabajo"
Michelle le sonrió. Cris también sonrió
Todo estaría bien, ¿Verdad?
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En cuanto todos en la casa se durmieron, Michelle se retiró en silencio. Dejo una nota en el refrigerador dirigida a su tía. Seguramente ella negaría lo que estaba a punto de hacer, pero Michelle no dejaría que se interpusiera en su camino
¿Podría frenar a esa psicópata?
Obviamente no
Pero quería convencerse de que podría. De todos modos, ya se canso de seguir mintiendo
Las calles de la ciudad estaban solas, dando un aire tenso a quien quiera que vaya solo a esas horas de la noche
Camino y camino, hasta llegar a su destino
Freddy Fazbear's Mega PizzaPlex
El estacionamiento estaba vacío, salvó por un único coche estacionado en medio del todo
Michelle camino por el desértico lugar hasta estar frente a la puerta del complejo. Pensó en entrar rompiendo el cristal, pero para su sorpresa alguien le abrió la puerta
Y ese alguien no podría ser...
"¿¡Theo!?"
Exclamó Michelle, sin creer lo que estaba viendo. El técnico carecía de su uniforme, en vez de eso, vestía una camisa blanca con rayas rojas y pantalones de un color marrón pálido
"¿Michelle?"
Theo estaba igual de confundido que la pelinegra. Imagínate encontrarte a esa persona cuya ausencia se debió a alguna herida de gravedad. Allí, totalmente ilesa
Esto obviamente te haría cuestionarte muchas cosas
"Holaaaaaaaaaaaaaaaaaa.... ¿Qué hay de nuevo, viejo?"
Michelle intento actuar frente a Theo. Tenía muchas preguntas, pero no era momento para eso
"Pues..."
Aunque preguntaría de todos modos
"¿Qué haces aquí?"
"... Renuncié"
"¿Qué?"
"Renuncié... Bueno.... Aún no... Hablamos de esto hace un tiempo, ¿Recuerdas? Pensé hacerlo en cuanto acabará la semana... Por un momento consideré retrasarlo para poder decírtelo, pero creí que quizás sería algo... Absurdo... Por otro lado, me quede hasta tarde por una emergencia en los generadores del PizzaPlex y al final perdí la oportunidad de ir con el gerente... Vaya que el destino es caprichoso"
Esto le trajo un gran alivio a Michelle
"¿Y tú qué haces aquí? ¿No estabas invalida?"
"¿Qué?"
"Vanessa dijo que te caiste de unas escaleras y acabaste con un brazo y una pierna rotas"
Theo se encontraba contrariado, ¿Debería desconfiar de Vanessa o de Michelle?
"Ah... Eso te dijo... Nah, no vine hoy poooooooooor... Asunto de chicas"
La pelinegra guiño un ojo al técnico, el cual tardo un poco en captar a lo que se refería su amiga
Cuando finalmente entendió se sonrojo ligeramente
"¡Oh! Ya entiendo... Ya entiendo... Ahg, Vanessa quizás me estaba jugando una broma"
Theo rio avergonzado mientras Michelle confabulada contra la rubia en su cabeza
"Bueno... ¿Y que haces aquí tan tarde?"
"Turno nocturno, dah"
"¿Segura que podrás hacerlo?"
"Segurísima"
Theo se notaba inseguro. Suspiro y luego se hizo a un lado para que Michelle pudiera pasar
"Suerte y cuidate, ¿De acuerdo? Quizás vaya mañana, pero será para dar mi renuncia"
"Está bien. Hasta entonces..."
Theo se retiró, despidiéndose de Michelle agitando una mano efusivamente. La pelinegra lo despidió igualmente, pero conforme el técnico se alejaba, su inocente sonrisa se desvanecía. La chica se dió la vuelta para ver el lugar y luego comenzó a avanzar hasta llegar al Atrio
"... Solo nosotras en medio de la noche. Dicho de esa manera..."
Una figura enmascarada salió de una de las plantas decorativas, cargando hacia Michelle como un toro a punto de embestir a su rival. En su mano derecha tenía un cuchillo dirigido a la chica de ojos aguamarina
La chica no se inmutó y sin mucho esfuerzo se hizo a un lado para evadir una apuñalada en su pecho y en vez, puso su mano izquierda frente a la mujer en la botarga
El cuchillo falló su objetivo, pero el sonido de la carne siendo rasgada se escuchó
El cuchillo no termino en el pecho de la pelinegra. Acabo clavándose en la palma de la chica, atravesando la como mantequilla. Alguien normal habría gritado de dolor u horror
Pero ella no se inmutó
La pelinegra encerró el cuchillo en su mano e hizo palanca con el cuchillo de la botarga, la cual no soltó su arma en ningún momento.
Está acción obligó a Vanny a moverse, permitiéndole a la pelinegra asestar un puñetazo en el rostro de la Coneja blanca, la cual se vio obligada a soltar su arma
"... Uhm, ¿Pensaste que el dolor era real? Me gustaría que fuera real"
Fueron las palabras de la fémina de ojos aguamarina mientras retiraba el arma de su mano izquierda. Vanny estaba en el suelo, con su rostro adolorido por el puñetazo recibido
La coneja empezaba a cuestionarse qué era esa chica
Vanny retrocedió lejos. No era buena idea estar en un uno a uno con esa... Cosa
Necesitaba su arma
"Esta cosa es muy filosa... Estoy algo enojada por lo del otro día, pero hey, sin rencores"
Vanny ignoro a la chica. Mantuvo su distancia y pensó en un plan. Su cabeza trabajaba considerando cada punto débil de un humano, pero esa chica no era humana. Aún no entendía como es que estaba allí, totalmente ilesa
"¿Qué sucede? Estás muy callada... Solo quiero preguntar un par de cosas"
La chica se fue acercando a Vanny, pero la coneja retrocedió. Siguieron así hasta que Vanny llegó al escenario en el que se encontraba la proyección holográfica de los Glamrock. Sin pensarlo, presiono el botón central y entonces, el escenario descendió como un elevador
Michelle vio a Vanny en silencio. La coneja pensó estar a salvó por un momento, pero contrario a lo que deseaba, Michelle salto hasta estar sobre la plataforma descendente
Michelle agitó el cuchillo que tenía en su mano derecha, en una silenciosa amenaza hacia la mujer en la botarga
"Explícame un par de cosas, Vane. ¿Por qué vas tras los niños? ¿Ellos te hicieron algo? ¿O solo vas sin remordimientos por los más débiles?"
Los ojos de Michelle brillaban... De forma amenazadora
"Arrebatas la felicidad... Eso es algo que detesto. Yo no pude disfrutar de mis días como una niña. Una real. ¿Podrías responder mis preguntas?"
Nada. Solo silencio
"Responde"
Silencio
"Vane"
"¡No me llames así!"
Grito Vanny, quien se abalanzó hacia la chica. La pelinegra se hizo a un lado y con su mano libre, tomo el brazo de Vanny. La chica acercó el cuchillo al rostro de la botarga
"Habla... O calla para siempre"
Vanny mantuvo el silencio. No contestaría ninguna pregunta. Esta chica estaba en su territorio. Conocía el Mega PizzaPlex mejor que cualquiera, tenía más ventaja y experiencia
En un movimiento atrevido, la botarga pateó a la chica en el estómago. La fuerza empleada fue suficiente como para lanzarla hasta el borde de la plataforma. Estando libre, Vanny se acercó a la pelinegra y tomo su arma, arrebatándole el cuchillo a la fémina la cual estaba tirada a escasos centímetros del borde
La chica tosió algo de sangre. Se levantó con notoria dificultad y con una respiración irregular. Vanny se rió, estaba con mayor ventaja ahora que su enemigo estaba vulnerable
En un arrebató repentino, la fémina se abalanzó hacia Vanny, la cual a duras penas logro evadirla. La plataforma finalmente llegó a tocar tierra y la mujer tras la máscara salió corriendo, deseando volver a tener su distancia
La mirada de Michelle no mostraba emoción alguna. Verla directamente estremecía a Vanny
Seguramente todos vivían, seguramente todos veían
Su propia realidad, a través de sus propios ojos
Experimentando su propia felicidad
Ambas mujeres estaban deseando matarse la una a la otra. Vanny apuñalaba constantemente a Michelle, pero no parecía hacerle nada, por más que incrustara el filoso cuchillo en sus órganos, una y otra vez
Aferrada a un mentira, tomo el papel que se le dió
Pero no había nada en esta cárcasa vacía
Nada más que ecuerdos fragmentados de una niña solitaria
Era todo lo que tenía
Toda la familia, la rechazo
Toda la familia, la olvidó
Ya que no querían recordar su dolor
No querían aferrarse a esa falsa niña
Michelle golpeó la máscara con algo de fuerza. Vanessa escupió algo de sangre y está también comenzó a salir de su nariz
Aislada dentro de la gran casa
Vio las mentiras que forjaba ese solitario hombre
El dolor de la perdida, su apego a esa niña se volvió un deseo egoísta
El extraño fluido rojo similar a la sangre brotaba de las heridas de Michelle; manchando el suelo y el traje de la botarga
«Ah, quiero ser feliz»
Pero está no es mi felicidad
Es una falsa realidad
Reconozco que estos sentimientos
No son reales
Nada más que una imitación
Así mismo, solo soy la imitación de Michelle
Aunque quiero ser feliz
No estaría siendo feliz
Estando en el lugar que no debería
Pero eso es lo que tú querías que fuera, aunque yo no lo quisiera
¡Welcome to my mind fuck!
El enfrentamiento empezó a agotar a Vanny. La pelinegra no le permitía respirar tranquila, iba pisandole los talones
«Aunque lo intente, no podré vivir como Michelle hubiera vivido realmente»
Basta ya, no se trata de mi...
Vanny reconoció que no tenía muchas oportunidades. Lo mejor sería llevarla hasta... El cuatro piso
Eres una perra que pretende ser uno de los buenos
Ganas más enemigos y pierdes amigos
Fingiendo ser una heroína, al lado de la ley
Maldita, solo tuerce tu cuello y desaparece de una vez
Michelle perseguía a Vanny con una determinación aterradora. El líquido fluía por todo su abdomen, manchando su ropa. Las grandes gotas rojas llegaron a caer hasta los escalones
Aquel triste hombre que se engaño a sí mismo...
Sólo... Hizo su mejor esfuerzo para buscarlo, para encontrarlo
Aferrado a viles mentiras que lo llevaron al colapso
La Fazcade, ubicada en el cuatro piso del complejo es inusualmente grande en comparación con las otras áreas de Arcade. Contiene tres pisos conectados por escaleras de caracol, con un puente que cruza el tercer piso y numerosas máquinas recreativas
Que mentira más absurda en la que vivíamos
Estaba frente a ellos, pero ¿Realmente era yo?
No hay palpitaciones en este cuerpo
Una ilusión creada por el dolor
¡Que mentiras más absurdas las tuyas!
Aún si mi felicidad es una ilusión
Prefiero que los demás puedan gozar de la felicidad
De su verdadera felicidad
Rodeada de máquinas en un triste hospital de Utah
Rodeada de máquinas en un pequeño arcade de Utah
¿Por qué me golpea su nostalgia al ver estás máquinas recreativas?
Desearía olvidarlo, estás memorias realmente no son mías
Vanny respiraba con dificultad. Se apoyo en una pared respirando profundamente. Michelle fue rápidamente hasta donde estaba la mujer, y no dudo en darle un golpe por la espalda
Está vez no se contuvo ni un poco. Dos costillas rotas, con total seguridad
Vanny calló al suelo, la máscara termino por caerse. No había razón real para ocultar su rostro... Así que no se molestó es ir tras la máscara. Aunque se sentía desarmada sin ella
Muchas vidas inocentes
Derramadas, por capricho tuyo
Muchos niños...
Cómo Michelle, que no vivieron su propia felicidad
¿Estás orgullosa?
¿Estás realmente orgullosa?
Por gente como tú
Estoy dispuesta a ensuciarme
Con tal de proteger la felicidad
Que tú intentas quebrar
Ah
Disfrutaré esto, ya que
Si no tienes remordimientos, tampoco los tendré contigo
Romperé cada hueso
Con satisfacción
Aún si no es la respuesta
¡Es lo único que podría alcanzar tu jodida mente!
¡Jodida mente!
Michelle agarró el cuchillo que resbaló de las manos de Vanessa y puso un pie encima de la rubia que yacía en el suelo. Estando inmovilizada con su peso, debilitada y herida, la pelinegra elevó por encima de su cabeza el cuchillo que tantas vidas se había llevado consigo
Ese mismo cuchillo iba dirigido a Vanessa con tal de acabar con esta matanza sin sentido
Vanessa tosió algo de sangre. Inhaló aire con suma dificultad y movió sus labios
Gritando tan fuerte como pudo
"¡DJ! ¡A ELLA!"
El cuchillo bajo como una guillotina
Pero una mano gigante tomo a Michelle antes de que pudiera cumplir su cometido
"¡Suéltame!"
Grito enfurecida Michelle, removiendose en la palma de Dj. La gran araña encerró a la chica en su puño, esperando por las instrucciones de Vanny
La rubia se apoyo de la pared, estaba tambaleándose y sujetaba con fuerza su torso sangrante. Sin embargo, el dolor no le importaba en esos momentos
Vanny... Vanessa comenzó a reír con locura. No creía posible que alguien como esa niña hubiera estado tan cerca de acabarla. Era genuinamente hilarante
Ella no moriría así de fácil. No se lo permitiría
La rubia enfocó su atención en Dj Music Man. La araña la miraba sin expresión alguna, pero podía intuir que este esperaba ansiosamente por instrucciones
Era algo impaciente a decir verdad
"Acaba con ella"
Eso fue suficiente para Dj. La gran mano del animatronico se abrió lentamente. En su palma se encontraba Michelle, jadeando y con una expresión fastidiada, como un niño que ha perdido la ronda de un juego
Dj acercó otra mano hacia la chica, dirigida hacia su pecho, totalmente rojo por el líquido que escapó de sus heridas. La mano se enterró profundamente en ella
El sonido del metal siendo rasgado era molesto. Chispas de electricidad volaron alrededor de la palma del Dj, junto a otros componentes que cayeron del pecho de la chica
Vanny tomo una pequeña pieza en el aire. Un engranaje oxidado, manchado de aceite. El color y el olor lo hacían parecer sangre...
Más piezas cayeron al suelo conforme Dj destrozaba a la chica. Una pierna, una oreja, un globo ocular, un brazo. Cada una de esas partes cayó al suelo, soltando piezas manchadas de aceite
Con suerte conseguiría agonía, o bueno, tenía la esperanza de ello
El torso desfigurado de Michelle solo tenía su cabeza y un brazo roto. El único ojo que aún conservaba fallaba constantemente, cambiando de colores de forma intermitente
En su mente solo se repetía una triste disculpa
«Lo siento, Cristian... Creo que me deje llevar... Adiós... Tía...
Me pregunto si alguien descubrirá cuál es la verdadera mentira...»
Su mente ya no podía armar palabras coherentes. Empezaba a fallar y todo se difuminaba en estática
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"¿Cristian? Buenos días, es muy temprano, ¿Sabes?"
Martha se encontró con el Pequeño de cabellos naranjos en el comedor. El niño no tenía emoción en sus ojos y parecía más pálido de lo normal
"¿Estás bien? Te ves enfermo"
Martha se preocupo al instante. Fue a parar al lado del crío y coloco una mano en su frente
"No tienes fiebre... Quizás es hambre... ¿Tienes hambre?"
"No... No gracias..."
En la papelera de la cocina estaba la nota que Michelle había dejado con anterioridad
Mientras ellos estaban en el comedor, en el sótano sonaba una alarma, muy similar a la de un reloj despertador
La bonita caja musical replicaba incesantemente un tic, anunciando algo
En su domo de cristal aparecieron estás palabras
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