La pesadilla por fin ya iba a terminar, y Michael lo sabía.

Años de tragedias por fin iban acabar, ya no habrá más desapariciones de inocentes, su padre, William Afton, ya no le haría daño a nadie más, ya no volvería a la vida gracias a que quedó atrapado en esa habitación "especial" donde el fuego lo consumiría completamente y sin dejar ningún rastro de él o del Remanente, y será mejor para todos que esa sustancia quedara olvidada para siempre de la existencia.

Todo lo que escucho en sus últimos momentos fueron los gritos desgarradores y metalicos de su padre al otro lado de la puerta donde Michael lo había encerrado para que no escapara, observo silenciosamente como las llamas crecían y crecían cada vez más, y la última voz que al menos lo consoló fue la de Henry, explicando en su grabación que ya todo iba a terminar para todos los que sufrieron por la mano de William.

Michael solo deseaba al menos estar al lado de Henry en sus últimos momentos, pero tuvo que alejar a los animatronicos de su oficina para que al menos así, el hombre tuviera una muerte tranquila y sin molestias.

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"¡MICHAEL! ¡MICHAEL, NO ME DEJES AQUÍ!

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"¡MICHAEL, SACAME DE AQUÍ!"

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"¡ES UNA ORDEN! ¡YO SOY TU PADRE!"

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"¡DEJAME SALIR! ¡MICHAEL!"

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Michael no quería oír los gritos de su padre, pero era inevitable, tal parece que su muerte no sería tan tranquila como la que tendría Henry, al final el morirá con los gritos de los animatronicos, que tanto su padre y Henry crearon, al lado suyo. Parecía algo poético, Michael morirá al lado de los monstruos que el tanto quería huir, así como de querer destruir. Al final su pasado lo alcanzo después de todo.

En cuanto las llamas alcanzaron su cuerpo el no dijo ninguna palabra, ni siquiera lloro de dolor o algo por el estilo. Solo dejo que el ardor del fuego lo devorara de poco a poco.

A Michael le pareció algo chistoso, luego de convertirse en un muerto viviente a causa del Remanente, recordó todos su accidentes que de seguro eran graves como para terminar muerto, mientras su cuerpo se regeneraba sufrió golpes, accidentes, apuñaladas, quemaduras, disparos, y entre otras cosas que debieron haberlo matado hace mucho tiempo, el Scooper fue su última agonía cuando aún era un humano normal, más el hecho de tener animatronicos dentro de su cuerpo por un tiempo, pero este incendio que estaba sufriendo ya no lo hacía sentir nada en absoluto, solo sentía calma. Ya estaba cansado de tanto dolor de todos modos, era lógico para el que ahora sintiera una absoluta relajación que era como una anestesia fuerte para su cuerpo.

Al menos eso sintió en sus últimos momentos, después de todo, muy pronto tendrá que acompañar a su padre al infierno después de todos los errores que hizo en el pasado.

Antes de que su mundo se oscureciera solo deseo que las almas de sus hermanos, así como el alma de Charlie y la de los demás niños, lograran llegar al otro lado para poder estar en paz.

- Finalmente...todo termino... - eso fue lo último que dijo al mirar de reojo la puerta donde encerró a su padre – Lo siento... - la disculpa parecía no ser para si mismo, si no para aquellos que le fallo en el pasado, sabe que no recibirá respuesta, pero al menos lo intenta, lo intenta una última vez.

Las llamas le cegaron la vista y como si tuviera sueño, su visón se oscureció.

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Michael abrió sus ojos y lo único que vio a su alrededor fue absoluta oscuridad, todo era silencioso, no había nadie alrededor, pero a pesar de lo oscuro que se veía, podía verse así mismo, era como estar encerrado en una habitación oscura donde lo único que podías ver era solamente tu silueta. Michael no tuvo miedo, el silencio del lugar donde estaba no lo hizo sentir miedo, sino que lo hacía sentir calmado, era como dejar de pensar y sentir una calma nunca antes experimentada por varios humanos. Pero aun así, se sentía solitario...

- ¿Qué es esto...? – Michael se levantó y miro alrededor, sin nada, ni un sonido, ni siquiera un resoplido del viento o algo por el estilo - ¿Es este el infierno? ¿O mi propio purgatorio...? –

Michael no sabía a donde ir, y suponiendo que vio la parte más oscura del lugar, decidió ir ahí, para así caminar sin rumbo en la oscuridad completamente solo.

-¡Espera! – alguien grito, sonaba pequeña e infantil, pero también familiar, bastante familiar, no había oído esa voz hace mucho tiempo. Michael no miro atrás, pero si se quedó quieto, una mano pequeña toco suavemente la suya, el toque se sintió cálido – ¿A dónde vas? –

Michael mira abajo, ve atrás de el a la mismísima Charlie Emily, tenía exactamente la misma edad en la que murió, pero ya no era un alma triste, gris y con lágrimas negras saliendo de sus ojos, ahora tenía un aura brillante, su personalidad alegre parecía haber vuelto, ella no dejaba de verlo directamente a los ojos. La mirada de Charlie le hacía saber a Michael que él estaba haciendo algo mal.

- ¿Charlie...? – Michael quiere abrazarla, pero su confusión se lo impedía, además, no sabía lo que pasaría si tocaba a Charlie en este extraño lugar.

- Mikey, ¿por qué vas allá? La luz esta por este lado – Charlie jalo un poco la manga de su uniforme y señalo de pronto un lado que de pronto se ilumino, la luz le encandilaba un poco, pero la luz lo hacía sentirse bien y cálido, algo que no había sentido en hace mucho tiempo.

Pero Michael niega con su cabeza, mira fijamente a Charlie mientras la miraba con tristeza, no por ella, si no por sí mismo, Michael piensa que Charlie no sabe la verdadera razón por la cual el no pertenece a ese lado luminoso – No, Charlie...no puedo ir allí contigo...ni con los demás...no puedo... - lentamente se alejó de ella, Charlie le dio una mirada suplicante de que no fuera por aquel lugar oscuro y solitario.

- ¿Por qué no? – una nueva voz aparece, esta también era pequeña y femenina, y bastante familiar para Michael, nunca olvidara esa voz tan alegre e infantil. Al darse vuelta pudo ver a su hermana menor, Elizabeth. Ahí estaba ella como el mismo día en que la vio por última vez, llevaba su vestido favorito, su largo cabello anaranjado estaba bien peinado y un lazo rojo adornaba su cabeza mientras formaba un moño como adorno. De igual manera como Charlie, ella también lo mira confundida y suplicándole en silencio de que se dirigiera hacia la luz con los demás – ¿No vas acompañarnos? Ahí está todo el mundo esperándonos, ¿no quieres ir? –

Michael mira a su hermana, deseaba decirle a Elizabeth que el si quisiera ir a ese lugar con luz, pero después de todo lo que hizo en el pasado, de verdad dudaba de que fuera bien bienvenido en ese lugar – Créeme que quisiera, Eli – con cariño acaricia la mejilla de su hermana – Pero hice muchas cosas malas... - ahora coloca su mano en el hombro de su hermana y la mira con una mirada rota y arrepentida – Hice cosas malas, Elizabeth... - parecía que Michael iba a llorar, su hermana lo mira confundida, en vida casi nunca había visto tan triste a su hermano mayor – Y no pude salvarte antes, por mi culpa muchas personas murieron...la verdad dudo que pueda ir a esa luz con ustedes, no puedo... -

- Pero nada de eso fue tu culpa, hermano – Michael se congela ante la nueva voz que escucho detrás de él, lentamente miro hacia atrás y al lado de Charlie estaba el alma que nuca pensó que volvería a ver de nuevo. Ahí, con una estatura pequeña a las dos niñas, estaba su hermanito Evan, Michael quería llorar ahora en serio, ahí estaba su pequeño hermano con una apariencia sana e inocente, ya no parecía ser ese niño fantasma llorando a diario y gritando que quería salir de aquel lugar oscuro mientras se encontraba atrapado en el traje de Fredbear/Golden Freddy en la pizzería de Fazbear's. Evan volvió a ser ese niño alegre y adorable que Michael recordaba muy bien antes de que comenzara a tratarlo mal solo porque se dejó guiar por su enojo hacia su padre – Tu no hiciste nada malo –

Michael se deja caer al suelo totalmente destrozado al ver a su pequeño hermano de nuevo - ¿Nada malo...? – Michael niega mientras su lagrimas se deslizaban por su rostro – Por mi culpa tu moriste...yo te mate con mis propias manos... - luego mira a Elizabeth, quien se colocó al lado de Evan – Por mi culpa Elizabeth murió, si tan solo la hubiera cuidado mejor, tal vez el programa de Baby no la hubiera matado – luego mira a Charlie – Si tan solo me hubiera quedado a tu lado durante tu fiesta, tal vez esos niños no te hubieran molestado y no te dejarían encerrada afuera de la pizzería para después ser asesinada por mi padre... - al mencionar la palabra "padre", parecía decirlo con mucha ira y desprecio, y con todo derecho Michael merecía decirlo así – Todo fue mi culpa... - solloza aún más mientras enterraba su rostro entre sus manos.

- Puede que unas cosas si fueron tu culpa... - menciona de pronto Evan – Pero trataste de mejorar, y unas cosas ni siquiera fueron tu culpa. Papa solo te decía eso para hacerte sentir mal –

- A diferencia de tu padre, tú trataste de enmendar las cosas, trataste de salvar a las personas, querías ayudar tanto a los vivos como aquellos que murieron a manos de tu padre. Puede que no arregle algunas cosas que hiciste en el pasado, pero...al menos te hace ser un buen hombre – menciona Charlie mientras le dedicaba una sincera sonrisa a Michael.

- Papa hizo cosas malas, pero eso no significa que seas igual que él. Tú eres mejor que papa, Michael. Y no es tu culpa que yo haya muerto, yo desobedecí, deje que mi curiosidad me ganara y quede atrapada. Además, papa debía asegurarse de que al menos Baby no matara a sus propios hijos, de hecho, creo que eso nunca le importo, después de todo lo que vi desde los ojos de las almas que mato, dudo mucho que alguna vez haya amado alguno de sus propios hijos. Él ya sabía que estaba dentro de Baby, pero no le importo nada y me dejo ahí, pero tú no quisiste abandonarme, ni siquiera cuando Ennard te atravesó con esa cosa que destruye animatronicos, después de que abandonáramos tu cuerpo, tu seguiste buscándonos para liberarnos – dice Elizabeth, recordando todos esos momentos dolorosos cuando estaba dentro de Baby y de Ennard.

- Y a diferencia de papa...tú no te separaste de mi lado en el hospital luego del accidente... - Evan se acerca su hermano y obliga a que Michael los mire a los tres a los ojos – Tu cuidaste de mi mientras estaba en coma...día y noche sentía como me cuidabas y oía cuanto te disculpabas conmigo, no te rendiste conmigo e incluso pensabas que podría tener una posibilidad de despertar, pero papa obligo a los médicos a desconectarme solo porque decía que sería mejor para mí, trataste de que cambiara de opinión pero él nunca te escucho. ¿Dime qué clase de padre obliga a los médicos a que desconecten a su hijo mientras deja que el otro cargue con la culpa? –

- Y no tienes por qué sentirte culpable por mi muerte – dice Charlie al acercarse a Michael – Aun si estuvieras a mi lado, no podrías hacer nada por evitar que tu padre me asesinara por gusto. Ni sabias que él estaba haciendo ese tipo de cosas, ni siquiera mi papa –

- Pero yo... - Michael aún se niega a comprender, pero luego sintió como los brazos pequeños de su hermano rodeaban su cuello para abrazarlo.

- Hermano, yo ya te perdone hace mucho...pero quisiera que tú mismo te perdones a ti mismo, no quiero que te vayas de nuevo, por favor... - Evan parece estar suplicándole a su hermano que dejara la culpa atrás y que se perdonara así mismo para por fin estar todos juntos.

- En serio lo siento... - Michael mira hacia el área oscura y luego al lado luminoso, Evan, Elizabeth y Charlie aún se encuentran ahí parados esperándolo.

- Vamos, Mikey – Evan ofrece su mano una vez más hacia su hermano – Vayamos hacia la luz juntos –

Michael reflexiona una vez más, y por fin ha tomado su decisión. Ya no mirara atrás hacía su pasado oscuro, ahora que por fin tienen la oportunidad de estar en paz consigo mismo no la desperdiciara por nada. Michael toma la mano de Evan y Elizabeth y Charlie lo ayudan a que se ponga de pie mientras los tres niños lo guían hacia la luz.

Los cuatro caminan juntos hacia la luz, Michael no deja de mirar hacia los tres niños, el solo deja que lo guíen hacia un lugar mejor.

Tal vez después de todo, Michael si merecía la luz junto a los demás.