1. Los Resortes
Springtrap
Sabía que no tenía escapatoria... Lo estaban rodeando.
Al inicio no pensó que fuera una mala idea. Después de todo, Fazbear Entertainment lo había usado. Por eso hizo ese viaje al restaurante.
<Buena idea> pensó.
Mala idea, se dice ahora.
Pero claro, nunca pensó que las almas saldrían de los animatrónicos que él acaba de desmontar. Nunca creyó que, gracias a Charlie y a "La Cosa Morada", las almas saldrían y lo persiguieran en busca de venganza. Ni siquiera pensó en la posibilidad de esto, después de haber estudiado el Remanente durante todo este tiempo.
<Todo fue culpa de Fazbear> se dijo. <Fue culpa de ese mal agradecido que me robó la ganancia y los derechos>
¿De verdad sólo fue culpa de Fazbear?
No... También estaba Henry...
Henry, el que cedió los derechos a "La estúpida empresa del Oso" sin consultarlo. Y todo por "Expansión"
<Expansión su c...>
Chocó con la pared, haciendo que su último pensamiento se perdiera en el aire.
No, pared no era. Era la puerta. La bendita puerta hacia el Cuarto Secreto.
Sentía la presencia de las almas siguiéndolo por detrás, pero él no perdió el tiempo dándose la vuelta, sino que abrió con fuerza la puerta y entró...
La oscuridad lo abrumo por unos segundos. Luego, accionó el interruptor de la luz.
Y ahí estaba...
El traje del conejo dorado, que brillaba de suciedad. Oh, el querido Spring Bonnie.
Y al instante recordó la "maravillosa" vez que lo usó el 26 de Junio de 1985.
No era tiempo para recordar. Inmediatamente, se puso el traje, al mismo tiempo que las almas ingresaban al Cuarto.
Se sentía más poderoso, igual que aquella vez... Era sensacional.
Las almas lo vieron y también recordaron, temerosas. Un día fatal.
Y con el aire digno de un lunático psicópata (lo cual era), William Afton rió. Rió y rió como el desquiciado que era. Rió como un histérico por un larguísimo tiempo. Sólo hasta que los resortes del anticuado y modificado traje (por él) se encajaron en todo su cuerpo, el asesino dejó de reír. Y comenzó a gritar.
Todo le dolía. Su pecho recibió una barra de metal grande que lo atravezó. Su cuello, cortado casi por completo gracias a los resortes que salieron del traje. Sus piernas chorreaba sangre de los muslos, en donde un aro con muchas cuchillas se encajaron para unirse al endo esqueleto. Sus manos ya eran simples barras de metal. Su cintura, cercenada. Su cabeza, con una barra de metal colgando de la nuca. Paralizado para toda la vida.
Y era increíble que aún pudiera gritar, pues las cuerdas vocales se le rompieron a causa de un anillo de filosas cuchillas. Y aú así, no recordó por qué había modificado el traje.
<Toda la culpa es de Fazbear y su estúpida empresa>
Cayó al suelo, con todo el cuerpo agonizando de dolor. La sangre salía por doquier. Y, cuando ya estaba en el suelo, pudo ver el agua. Agua cayendo del techo. Gotas chocando alegremente en su cara. <¡Como si no notaran que se estaba muriendo!>
William quedó congelado unos largos y muy dolorosos minutos. Agonizando. Las almas desaparecieron, pero sin descanso alguno. E increiblemente, William volvió a reír.
<En eso les llevo ventaja> pensó. Y rió.
William quedó tirado en en suelo, desangrándose. William murió, sólo y sin ayuda. Si, sólo que... William no murió...
William regresó...
<Yo Siempre Regreso> pensó, 30 años después...
Ahí, en la quietud del abandonado y viejo ex restaurante, todos los olores resultaban axfisiantes. Y el hecho de que aún pudiera oler es algo que nunca entendió. Era como si se hubiera vuelto el conejo. Él se volvió el conejo en el que estaba, un conejo de agonía y dolor, mezclado con una pizca de venganza. Estaba muerto, y sin embargo, seguía vivo. Nunca lo entendió.
<El Remanente>. Si, podría ser.
<El Remanente>. Claro, tiene sentido.
<EL REMANENTE> ¿Y quieren hacer el favor de hacer más silencio?
Ruido... Pisadas... Genial, se volvió loco.
Lo cierto era que nunca saldría de ahí.
Movió los dedos y se pasó una mano en lo que antes era su frente...
<Me moví. ¿Por que ahora si me puedo mover? ¿Qué está pasando?>
Sus preguntas quedaron respondidas cuando dos hombre irrumpieron en el Cuarto.
- Bingo, lo encontramos. - dijo un joven que parecía de 25 años, con pelo rubio y hombros anchos.
- ¿Qué encontramos? - dijo el otro, un poco más pequeño que el primero y sin duda, más tonto.
El primero lanzó un suspiro antes de responder.
- Encontramos la atracción principal para el Fazbear Fright. ¡Un Spring Bonnie! - Un grito de alegría salió de su boca.
- Si eh... - De pronto, pareció más grande a ojos de William -. Diría que parece más un Spring Trap (Trampa de Resortes). Recuerda la historia que nos contó Big F.
Así que William tenía un nuevo nombre : Springtrap, la trampa de resortes más mortífera de los 80's.
Fue ahí cuando William recordó que los Spring Locks tenían una tecnología implementada por Fazbear Entertainment en la cual los endos se podían mover cuando sintieran la presencia de personas. Si hubiera sido actualizado el traje, William se hubiera movido hace años...
Le pesó mover el brazo. <Aprenderé> se dijo.
- ¿Acaso se movió su brazo? - dijo, asustado, el de hombros anchos.
- ¿Qué? ¿Te da miedo un tonto furro?
<¿Furro? ¿Qué carambas es eso? Creo que pasé demasiado tiempo desconectado del mundo> se dijo a sí mismo el ahora bautizado Springtrap.
- ¿Qué? - Parecía ofendido -. No tengo miedo. ¡Yo no tengo miedo!
William lanzó un lamento, que resonó en el Cuarto. Eco, eco, eco...
- Si... Mejor lo sacamos de una -Estaba muy nervioso.
- Será lo mejor. -Y seguidamente, sacaron entre los dos al conejo desgastado.
<Yo Siempre Regreso> pensó Springtrap, y río para sí mismo.
I Always Come Back
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Bueno, bienvenidos a este libro. Si alguien lo lee, que bueno. Pero en realidad lo escribo para mi, jeje.
Es una experimentación que hago con la narración y me estoy adentrando en este fandom que es FNaF. Planeo que no sea siempre serio, como este cap, sino que quiero que haya varios chistes y situaciones... Llamemoslas extravagantes.
Bueno, pues gracias, si alguien lo leyó.
See you soon in the flipside (creo que era así)
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