𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 4
¡El verano está aquí!
¡Las vacaciones de verano están a punto de comenzar!
—¡He he he! —sonrió Kae observando su agenda de planificación.
—Tú agenda esta repleta —dijo A-chan observando la agenda de su amiga.
—Concuerdo con ella —mencionó Ryū observando con curiosidad la agenda —Eso es realmente mucho.
—Eso es porque hay muchas cosas que hacer —se excuso —Quién sabe si incluso podría terminar estando ocupada.
—Si tu lo dices —suspiró derrotada A-chan— ¿Y tú, Ryū-kun? ¿Qué harás este verano?
La castaña volteó a observar al pelinegro que se encontraba sentado felizmente sorbiendo una caja de leche con chocolate.
—Estaba planeando ir a visitar a Hinata, y luego con mi familia, vamos a ir a París un tiempo.
—Ah, cosa de ricos —volvió a suspirar.
—¿París? Eso es genial —se emociono Kae— Además, vas a poder ver a Hinata de nuevo —sonrió —Debes estar emocionado por eso.
—Si, lo estoy —el doncel sonrió al recordar a su mejor amigo.
Él realmente lo extraña. Y mucho.
—¿Te vas de inmediato al comienzo de las vacaciones? —preguntó curiosa la pelimorada.
—No, ¿por qué?
—Es que habrá una convención de mangas... ¡Es por esa razón que he estado ahorrando! ¡Podríamos ir juntos! —volvió a gritar emocionada mientras sus ojos brillaban.
El pelinegro la observó con una sonrisa. —¡Claro, me gusta la idea!
—¡Genial! ¡Vamos a disfrutarlo entonces! —gritó emocionada alzando sus brazos.
—Serinuma —la llamó el profesor que pasaba atrás de la nombrada — Si su nota en el examen es demasiado baja... tendrá que venir a la escuela durante las vacaciones de verano para tomar clases extras... por dos semanas.
La de hebras moradas queda congelada al oír eso.
Debido al incidente de Shion, Kae-chan terminó faltando a la escuela. Después, en el examen de medio semestre, ella obtuvo una nota muy vergonzosa, pensó Ryū observando a la ahora deprimida pelimorada.
—Y es por eso que... —habló Igarashi observando a Kae junto a los demás —En la situación actual...
—La tenemos memorizando las palabras en inglés y descifrando la escritura antigua al mismo tiempo. Es una tonta, ¿verdad? — preguntó A-chan observando a su amiga mientras negaba con la cabeza.
—Pueden ver cómo ya se está volviendo loca.
—Vamos, Kae-chan. ¡Tu puedes! —los cinco observaban al pelinegro echarle porras a la pelimorada que parecía más muerta que viva.
Él realmente está dando lo mejor de sí mismo, ¿no?, pensó Igarashi mirando al doncel con una pequeña sonrisa y un extraño brillo en sus ojos.
—Si tengo que venir a la escuela por dos semanas, no podré ir al evento de la sa-saga mirage... ya que tanto el evento como la escuela son durante el día... ¡Definitivamente no quiero eso! —se lamentó.
—Tranquila —le habló Mutsumi acercándose a Kae y Ryū — Serinuma-san, no deberías de tener problemas con la historia japonesa.
—Mutsumi-senpai... — susurró avergonzada.
—¿Cuál es la materia que realmente no entiendes?
—Eh, la primera sería matemáticas.
—¿Matemáticas? —preguntó Ryū extrañado —Pero si yo te he enseñado matemáticas.
—Si, pero ya se me olvidó —se volvió a lamentar —Ah. Y también física.
—Bien. No hay problema, definitivamente lo harás a tiempo —sonrió levemente ocasionando que el azabache se quedara embelesado observándolo —¿Te gustaría que te enseñe a estudiar?
—¡Eres un ángel caído del cielo! —agradeció la pelimorada —¡Por favor!
—¡También ayúdanos, senpai! — gritaron los otros tres.
Ryū los observaba, riéndose en silencio. Se notaba a lenguas que se habían puesto celosos de Mutsumi-senpai.
—Claro, a todos ustedes les gusta estudiar, eh.
—¡Si!
No hay forma de que te dejemos a solas con ella, pensaron los tres.
—Ay, senpai. Eres demasiado inocente — el azabache suspiró con una pequeña sonrisa en sus labios.
—En realidad, Ryū-kun iba a ayudarme pero mientras más mejor, ¿no? —preguntó Kae.
Después de la escuela en la biblioteca.
—Y así, te quedará esto —señalo el mayor de todos, terminando una ecuación. —¿Todo bien hasta ahora?
—¡Si! Esta es la segunda vez que le entiendo a alguien...
—¿La segunda? —preguntó interesado.
—Si, el primero es Ryū-kun, él enseña muy bien —le sonrió a su querido amigo.
—Basta, Kae-chan. Me vas a hacer sonrojar — dijo en modo de juego el de ojos azules.
Igarashi que los había estado observando en silencio, frunce el ceño al ver tal interacción entre los dos. No entendía el porqué le molestaba que el pelinegro le prestara más atención a Serinuma que a él.
—Es un poco difícil, ¿no? —preguntó Mutsumi a la única mujer del grupo.
—No puedo entenderlo durante la clase... aprender así es genial.
—Oye —llamó Nanashima —Tu solo eres de primero, ¿no? —le preguntó a Shinomiya —¿Puedes seguirle el ritmo a lo que estamos estudiando?
Definición: Ya vete a casa.
—No te preocupes por mí, me estoy ayudando del libro —le resto importancia —De todos modos, incluso si esto es de segundo año, ya me estoy preparando.
Definición: Eres molesto.
—Y por cierto, tu respuesta en el ejercicio dos es incorrecta. ¿Acaso tienes problemas? — se burló.
Definición: Idiota.
—Oh, tiene razón. Está mal, Nana —le informo Igarashi.
Ryū se rió en silencio provocando que Igarashi lo observará con un pequeño sonrojo adornando sus mejillas.
El azabache era realmente hermoso a sus ojos.
—¡Que molestos! ¡Ya lo sé! —se quejó.
—Oh, ¿enserio? Entonces es así. Realmente no logro comprender a las personas que escriben mal las cosas a propósito.
—Ja ja ja ¡Bien dicho!
—¡B-bastardo! ¡Deja de reírte, Igarashi!
—Chicos, silencio —intento callarlos Ryū, aunque ya era demasiado tarde.
—¡Son demasiado ruidosos! ¡Fuera de aquí!
Los habían echado de la biblioteca.
—N-nos echaron... —se lamentó Kae.
—¿Qué hacemos? —preguntó Igarashi observando a Nanashima.
—Bien, como tengo hambre, ya no me importa lo que hagamos ahora.
—Estimados clientes, este lugar no permite la lectura o sentarse sin ordenar nada por largos períodos de tiempo —la mesera deja de forma brusca el vaso sobre la mesa —En otras palabras, ¡Son muy ruidosos! ¡Salgan de aquí!
—Ah —soltó Shinomiya observando con algo de temor a la mesera.
—Disculpe — susurró Nanashima.
Ahora se encontraban caminando con resignación por una calle.
—No podremos estar en la biblioteca y en el restaurante obviamente tampoco —informó Kae deprimida.
—Me pregunto dónde más podríamos estar juntos y sin que nos digan nada... —mencionó Nanashima.
—Lo sé, ¿no? —Shinomiya.
Es a causa de ustedes, pensaron Kae, Igarashi y Ryū.
—Si es así, entonces, qué hay de... —pensó un momento Igarashi antes de decir —La casa de Satō-san. ¿Qué les parece eso?
—¿Mi casa? — preguntó extrañado el azabache. No pensó que considerará su casa como una opción.
—¿La casa de Ryū-kun? —cuestionó está vez, Kae.
—¿Su casa? —Nanashima hizo una mueca.
—Si, su casa — sonrió feliz.
—Bueno, yo... —lo pensó un momento —No creo que sea buena idea... en casa está Daiki.
—¿Daiki-kun esta en casa? — preguntó Kae.
¿Quién es Daiki?, se preguntaron los 4 restantes.
—Si, y si vamos, no nos va a dejar tranquilos, así que mejor no — se rehusó.
No quería que su hermano se pusiera modo celoso al llevar chicos que no sean Hinata a la casa. A pesar de que estos chicos no tenían ni el más mínimo interés en él.
—Oh... entonces... vamos a la casa de Serinuma-san — mencionó Igarashi, intentando esconder su decepción.
—¿Eh? —ahora era el turno de la pelimorada de parecer sorprendida.
La que suplicó por ayuda en sus estudios fui yo. Así que proporcionar un lugar para poder estudiar debe ser algo obligatorio.
Asintió para sí misma la pelimorada.
Pero hay un problema. ¿Qué es lo que voy a hacer con todas estas cosas?
Se preguntó observando su habitación llena de mangas y cosas "otakus".
Maldición, ahora si que estoy en graves problemas.
— Kae-chan, ¿dónde dejo esto? —preguntó Ryū señalando la almohada que habían comprado en la primera "cita" que tuvieron todos juntos.
—Ellos ya han visto esto antes así que podemos dejarlo aquí nomas —se acercó a la almohada —Hoy estás tan lindo como siempre, Shion.
—Kae-chan, ¿estas segura de guardar todas tus cosas? —cuestionó algo dudoso observando a su amiga —No creo que sea buena idea hacerlo, ellos ya habían aceptado el que te gustarán este tipo de cosas.
—Si, Ryū-kun. No puedo ser descubierta.
—Aaah~ si tú lo dices.
Su amiga realmente podía ser muy terca a veces.
Luego de un rato escondiendo los mangas y ordenando la habitación de la fémina, al fin terminaron.
—Discúlpenme, preciosos míos —se lamentaba observando el armario donde habían guardado toda la evidencia —Es solo por hoy. Tienen que comportarse y quedarse ahí, ¿sí?
Ryū sonrió enternecido por la escena.
—Mi linda Kae-chan — la abrazo por la espalda siendo recibido gustosamente por la de hebras moradas —Voy a mi casa a buscar mis cosas y vuelvo. Los chicos ya deben estar por llegar.
—Bueno, Ryū-kun.
El azabache antes de salir, beso delicadamente su frente de su mejor amiga.
—¡Perdón por las molestias! — dijo Igarashi sonriéndole a la mujer mayor que los miraba sorprendida.
—Oh dios mío, bienvenidos —habló sin poder creer que en su puerta hubieran cuatro chicos tan apuestos.
—¡Bienvenidos! —se asomó por la puerta Kae —¡Pasen por favor y suban las escaleras!
—Disculpen, mi cuarto es muy pequeño —mencionó una vez estuvieron todos acomodados en la habitación.
—En realidad no.
—Esta muy limpio.
—No, no... por cierto, solo por esta ocasión, no inspeccionen mucho por favor — rogó la pelimorada.
Especialmente ahí dentro..., pensó observando de reojo el armario.
—Ya casi no hay tiempo, tenemos que apurarnos y empezar a estudiar — habló Mutsumi sacando su cuaderno.
—Kae~ mamá les trajo algo de beber —abrió la puerta la señora Serinuma, dejando a la vista su rostro ahora maquillado.
—¿T-te pusiste maquillaje? —le preguntó Kae asombrada mientras salía de la habitación para hablar a solas con su madre —Espera, ¿qué es esto? ¿Qué estas haciendo? —estaba realmente alterada.
—Ya que estos chicos apuestos estarán por aquí, mamá se ha puesto algo de maquillaje —toca una de sus mejillas —Ha pasado un tiempo desde la última vez que lo hice.
—Eso es más aterrador que cualquier cosa. No te acerques.
—Dios mío, solo son modales —dijo su madre.
Kae iba a decir algo cuando llega el azabache.
—Hola, hola —saludó a las dos féminas que se encontraban hablando en voz baja afuera de la puerta a la habitación de Kae —Oh, por dios, señora Serinuma. Que guapa se encuentra hoy usted.
La mujer mayor rió complacida por el comentario del bonito doncel.
—Gracias, Ryū. Por lo menos alguien si sabe apreciar la belleza.
Kae solo la miraba con una expresión en blanco.
— ¿Me acompañas a prepararle algo a los chicos mientras estudian? —le preguntó la señora Serinuma al azabache mientras se comenzaba a alejar.
—Claro —sonrió para comenzar a seguirla.
—Mamá, Ryū-kun viene a estudiar —le informó.
—Tranquila. Después los alcanzo —le sonrió y siguió a la mayor mientras la pelimorada simplemente lo veía alejarse con una pequeña sonrisa.
Habían pasado unos 10 minutos en la cocina conversando entre risas mientras preparaban los aperitivos.
—Así que... ¿cuál de esos cuatro apuestos chicos te gusta? —preguntó la mayor volteando a ver al azabache con una sonrisa cómplice en su rostro ahora sin rastro de maquillaje.
—¿Eh? —preguntó sonrojado el de ojos azules mientras terminaba de servir los vasos.
—Vamos, Ryū. Tienes todo el derecho a gustar de alguien.
La señora Serinuma arregla los vasos en una bandeja.
—Si pero nadie me gusta —le indicó sonriéndole.
—Es una pena. Pienso que tu y alguno de ellos harían linda pareja —tomó la bandeja entre sus manos y camino a la salida de la cocina.
—Ellos gustan de Kae-chan...
—¿Es eso así?
La mujer le dio una sonrisa cómplice, confundiéndolo.
Al llegar al segundo piso, el azabache abrió la puerta para que la madre de Kae pudiera entrar.
—Kae, aquí tienen unos bocadillos. Coman, por favor.
—Gracias, mamá.
La señora Serinuma se va y el doncel entra a la habitación.
—Hasta que llegas —dijo Nanashima observándolo con el ceño fruncido.
—Estaba ayudando a Serinuma-san con los bocadillos —informó mientras tomaba asiento entre Igarashi y Mutsumi.
—Bien, ya es hora de ponernos serios y empezar a estudiar.
—¡Muy bien, comencemos! —grito emocionada la pelimorada.
Aunque, al terminar de hacerlo, la puerta de la habitación fue abierta abruptamente.
—¡No se dejen engañar!
—¿H-hermano? —volteo confundida.
—¿Takurou? —preguntó el azabache viéndolo de igual manera.
Igarashi a su lado lo miro con el ceño fruncido. ¿Quién es ese tipo raro y por qué su lindo azabache lo conoce? Rápidamente se da cuenta de su pensamiento y niega con la cabeza. Él no siente nada por el azabache como para que fuera suyo. Se regaño mentalmente.
—Soy el hermano de Kae, Takurou, y ya que soy un hombre hombre al igual que ustedes, ¡he venido a advertirles algo! —adoptó una pose dramática ocasionado que Ryū lo mirara con una gota de sudor en su frente. El hermano de su amiga realmente era raro —Ustedes están aquí por la apariencia de Kae, ¿no? ¿Si es así, no se dejen engañar! ¡Esta chica... —Takurou se acerca a su hermana y la toma por los hombros —Es una completa fujoshi!
La habitación queda en silencio unos instantes.
—Ah, si... ya lo sabíamos —confesó Nanashima — Cualquiera se daría cuenta con solo mirar su habitación...
—Ese no es un problema... —dijo Shinomiya.
—Hasta yo lo soy —susurró Ryū.
—Hace un momento acabamos de expresar nuestra simpatía por Shion —mencionó Igarashi ganándose una mirada por parte del doncel.
—¿Si? —le preguntó sorprendido.
—Lo hicimos —Igarashi sonrió al tener esa mirada tan hipnotizante en su persona.
—Suficiente, ¿qué estas haciendo hermano? —preguntó Kae molesta —No todo el mundo tiene una mente cerrada como la tuya. Además, estas interrumpiendo nuestro tiempo de estudio. ¡Vete ya de aquí!
El azabache solo observa como el mayor parecía sorprendido al ser llamado 'mente cerrada' ocasionando una suave risa en él.
Risa que ocasiono que los cinco hombres restantes en la habitación, lo miraran embelesados.
Takurou negó con la cabeza, saliendo de su ensoñamiento, y camino hacia el armario de su hermana.
—Entonces, después de ver esto, ¿seguirán diciendo los mismo?
—Espera, Takurou —intento detenerlo el azabache, levantándose del lugar de donde estaba pero ya era tarde.
El mayor ya había abierto el armario y todos los mangas que habían tratado de esconder toda la tarde, cayeron al suelo, desparramándose por gran parte de la habitación.
—Todo esto es...
Uno de los chicos recogió uno de los mangas.
—Detente idiota —le gritó la fémina a su hermano.
—Es material BL, ¿no?
—¿Ahora lo ven? A ella le gusta el yaoi, ¡¿acaso no es repugnante?!
— ¡¿Acaso estas bromeando?! No hay mujer a la que no le guste el yaoi —Kae volteo a ver a su mejor amigo y dijo: —Bueno, incluyendo a Ryū-kun.
Ryū solo atino a sonreír inocente al sentir la mirada de todos en él.
Luego de que Mutsumi echara a Takurou de la habitación, y que todos ayudaran a Kae a recoger sus mangas ya era la hora de irse.
—Perdón por las molestias —dijo Kae despidiéndolos.
—No tienes por qué. Más bien discúlpame con tu hermano. Lo que hice fue muy grosero de mi parte —musitó Mutsumi.
—No, para nada.
—Por cierto, esto es para ustedes —volvió a hablar Mutsumi, esta vez para la pelimorada y el azabache que se encontraba mirando las escasas estrellas en el cielo.
Ryū baja la mirada y se encuentra con un lápiz frente a él.
—Si en sus exámenes no saben alguna respuesta, usen este lápiz para elegir una —explicó —La suerte también podría ser de ayuda.
—Muchas gracias —agradeció Kae.
Ryū solo miro el lápiz con un sonrojo en sus mejillas y una pequeña sonrisa adornando su rostro.
Todo esto siendo admirado por Igarashi y por Mutsumi, que no entendía porque le llenaba de satisfacción la reacción del azabache.
—Por cierto, estos son para ustedes —Mutsumi saca tres lápices más y se los extiende a los otros —También es muy importante que le pidan a Dios que los ayude, ¿bien? —dijo sonriéndoles.
—S-senpai —miraron sonrojados al mayor.
—Ese tipo tiene realmente una gran mente abierta —mencionó Nanashima mientras se alejaban de la casa de Kae.
—Estoy de acuerdo —concordó Igarashi —Es muy difícil lidiar con él.
—Yo creo que senpai es genial —sonrió Ryū con un casi imperceptible sonrojo en sus mejillas, solo siendo notado por Igarashi que se encontraba a su lado.
¿Por qué nunca puedo ser el causante de sus lindas reacciones?
—Bueno, chicos. Aquí me despido —volvió a hablar el azabache despidiéndose con la mano.
—¿Eh? ¿Aquí? —preguntó confundido Mutsumi.
—Solo hemos caminado como 10 pasos desde la cada de Serinuma —informó Nanashima igual de confundido.
—Creo haberles dicho que vivía al lado de la casa de Kae-chan —rió divertido por sus expresiones.
—Si, lo hiciste —le respondió Igarashi observando detrás del menor la linda casa donde vivía. Tenía curiosidad de saber como es por dentro...
Antes de que alguien más dijera algo, la puerta de la casa del menor se abrió y salió un tipo realmente alto y atractivo, de cabello blanco y ojos azules, el cual se apoyo en el marco de la puerta y frunció el ceño molesto mirándolos.
—Ryū —lo llamó serio.
El nombrado volteo y miro a su hermano.
—Oh, Daiki —sonrió emocionado y corrió hacia el mayor lanzándose a sus brazos, siendo correspondido por el otro mientras lo alzaba y besaba suavemente su frente.
Así que él es Daiki, pensó Igarashi con una sensación pesada en su pecho.
—Adiós, chicos. Cuídense y me avisan cuando lleguen a su casa —se volvió a despedir el azabache, siendo abrazado por la espalda por el peliblanco, que desde lejos se notaba lo sobreprotector que era con el doncel, y la mirada de odio que les lanzaba.
—Adiós, Ryū. Tu también cuídate —le sonrió levemente Mutsumi, intentando quitar la extraña sensación que sintió al ver al azabache correr a los brazos de ese extraño.
Después de eso...
—¡Que genial! ¡Aprobé todo! ¡Ahora si puedo disfrutar de mis vacaciones! — celebró Kae con clara felicidad en cada una de sus palabras y rostro.
—¡Felicitaciones! —dijeron todos a la vez.
—Mi linda, Kae. Sabía que podías —Ryū se acercó y apretó suavemente sus mejillas sonriendo emocionado.
—¡Vamos a nadar solo nosotros dos! —le sugirió sonriendo Nanashima a la fémina.
—Vamos a visitar un castillo... —mencionó Mutsumi.
—¡Vamos de campamento! —dijo esta vez Igarashi, con la única diferencia que observaba de reojo al doncel, no a la pelimorada. Esperando que aceptara su invitación indirecta.
—¡Yo también voy! —Shinomiya no se quiso quedar atrás.
—¿Y tu, Satō-san? ¿Cuál prefieres? — le preguntó Igarashi.
—¿Yo? —se señaló ganando un asentimiento por parte del moreno —Pues...
La convención es prioridad, pensaron la pelimorada y el azabache.
Hola, hola, chikistrikis...
Lamento no haber actualizado desde hace casi 6 meses esta historia :c
Realmente espero les guste el capítulo <3
Cualquier falta ortográfica, me avisan.
Me despido, y los quiere, Sehee <3
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