|I{•------» Bienquisto «------•}I|
De buena fama y generalmente estimado.

En la vida de Yoongi cada vez todo se volvía más fácil y accesible.

Gracias a su trabajo ganaba miles, con los cuales no tenía mucho para hacer. Le gustaba tener dinero pero ¿por qué ahora se sentía agobiado?

Un buen apartamento en una zona privilegiada, ropa de marca, un auto que nunca utiliza...

¿Renunciar? No.

El ama lo que hace, no puede dejar su trabajo porque significa dejar también de tocar el piano, y esa es su pasión.

―Min ―el gerente interrumpe su mini concierto ―El jefe te llama. Ve a su oficina ―se retiró sin esperar.

Una vez estuvo frente a la gran puerta de madera, tomó un respiro y entró, no sin antes tocar, claro.

―Srto. Bienquisto, Min Yoongi ― habló, dividiendo su nombre en sílabas ―. En tres días habrán dos invitados: Kim Namjoon y Park Jimin ―el hombre se movió detrás del escritorio provocando que sus huesos sonarán junto al rechinar de la silla ―. Pidieron una cena privada, sólo serás tú, el piano y ellos dos.

―Prepararé las mejores piezas musicales para entretenerlos ―hizo una reverencia de noventa grados.

―Perfecto ―un pequeño ademán con la mano, como si estuviera espantando una mosca, dejó claro que ya podía retirarse.

Otra reverencia por parte del interprete y se retiró.

Thighs~