Llegué a casa verdaderamente cansado. Yoongi no me dijo nada al salir de casa, simplemente se quedó ahí quieto mirándome. Me dolía. Después de todo yo lo amaba de verdad. Pero él sólo me veía como un juguete más de su colección. Algo de usar y tirar. Siempre era la misma historia. Lo había hecho con todos y lo seguirá haciendo. Mi ira se concentraba en mis puños, aún débiles de impotencia. Me tiré sobre el sofá del salón y me quedé mirando a la nada. No lo soportaba, no podía. Era demasiado para mí. Y por más que mi conciencia me dijera que podía mi subconsciente me alertaba que era peligroso. Es peligroso tener una relación en la que el sexo era lo único que unía. Encendí la tele, deseando no seguir respirando mañana. Tocaron la puerta. Pero estaba demasiado cansado física y mentalmente como para eso. 

- Jungkook. Por favor, abre. necesito hablar contigo. 

¿Qué hace él aquí? Corté con él ya hace mucho tiempo... Me levanté con pereza del sofá, arrastrándo los pies hasta la puerta. Abrí dejando ver a un chico que solía tener una sonrisa cuadrada. Irónicamente, hoy no la llevaba puesta.

- ¿Qué sucede? Pareces muerto en vida.-dije intentando romper el hielo. 

- ¿Puedo pasar? 

Lo pensé por unos momentos, pero, total, ¿que más podía salir hoy?. Aparté mi cuerpo dejando espacio para que él pasara. Cruzó el umbral de la puerta sin quitar sus ojos de encima mía.

- Siéntate, por favor. 

Mi ex se sentó. Nuestra ruptura no fue su culpa. Fue mía, por estar enamorado de Yoongi.

- Dime. ¿Necesitas algo?

- Te echo de menos.

- ¿Perdón?

Quedé impactado. Después de todo el daño que le hice, no sé cómo aún puede seguir enamorado de mí.

- Jungkook, sé que sonará estúpido y patético. Pero te necesito en mi vida.

- Yo... No sé qué decir...

- Por ti doy la vida. Sólo una oportunidad, por favor.-se puso de rodillas y abrazó mis piernas. 

No me esperaba nada de este tipo, en este chico. Jamás me lo esperaría. 

Entonces vi eso. Su camiseta al abrazarme dejó ver su pecho. Esa frase...

- Te gano... O me pierdo...

Esa frase. Esa maldita frase me podía. Me acerqué a él. Juro por Dios que me estoy liando. Quizá demasiado. Me senté sobre sus piernas y le rodeé el cuello con mis brazos, apoyando mi frente contra la suya.

- Jungkook...

- Te doy una última oportunidad... TAE.

  💔💔💔