Capítulo 11

Me quedé mirando el consolador tirado en mi cama. ¿Sería correcto usarlo? Esa pregunta rondaba en mi cabeza... Hasta que mi subconsciente habló. «Es obvio que no es correcto, pero tampoco es correcto follar con la persona de la que estás enamorada en la sala en la que él trabaja. Además, te has quedado con las ganas.»
Subconsciente 1 - Jungkook 0.
Lo agarré y me quedé mirándolo. Quizá no era buena idea. Pero lo haría. Me desnudé y me tiré sobre la cama boca abajo, mi erección quedó pegada al abdomen. Y empecé a buscar fotos de Yoongi en Instagram, hasta que...

Una foto de uno de sus conciertos. Era tan buen pianista como rapero. Pero lo de rapero se lo prefería guardar porque ya bastantes chicas tenía detrás como para ahora eso. Dios, ¿Cómo pretendían que ese hombre no me pusiera más caliente que un cenicero en un bingo?
Puse la foto en la televisión de mi habitación. Al tener una familia adinerada mi piso estaba bien equipado. Me senté en la cama y observé esa imagen mientras agarraba mi pene un poco fuerte y gemía. Agarré el consolador, miré la televisión una vez más y cerré los ojos para... Gemir como llevaba sin hacerlo desde que corté con mi último ex, Namjoon. Me sentí lo bastante bien como para seguir moviéndolo. Gemía como un animal desesperado. Miré la foto y me fijé en como Yoongi mordía sus labios. Joder...
– Ah... D-Daddy... Más, por favor...
Estaba al borde, ya no gemía, ya gritaba, y empecé a ir a dos bandas. Mientras mi mano izquierda metía y sacaba aquel sucio juguete, la derecha masturbaba ferozmente mi sobrecalentada polla.
– ¡AH, SÍ, YOONGI, JODER!
Me corrí en parte de mi mano y en la colcha negra de plumas que usaba.
– Mierda...
– Wow...
Mi mirada se elevó a la velocidad de la luz y me cubrí con las mantas como pude. Mis pómulos se tiñeron de un color carmesí al ver al propietario de esa voz. Jimin.
– Y yo que creía que estaba necesitado.
– Cállate Jimin. ¿De dónde sales?
– De tener un dolor en el culo por culpa de Yoongi. No me acordaba que dejé mi juguetito aquí. Y yo que tú no le diría lo que acabas de hacer.
– ¿Por qué?
– ¿Te dio permiso para que te saciaras tú solo?
– No.
– Pues acabas de desobedecer una orden. Aunque no voy a ser mal amigo y te diré la verdad Jeon, no hará falta que se lo digas, y ya no hay vuelta atrás.
– ¿De qué cojones hablas Jimin?
– Te verá en video.
– ¿Me grabaste?
– Sí, y ya está enviado y...–miró su dispositivo– visto.

💔💔💔

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top