Jungkook llegó a su casa agotado. Yoongi-hyung era considerablemente duro con él. Y no sólo en las clases... Él se dispuso a simplemente acostarse, pero tocó algo desconocido en su cama que le hizo pegar un brinco. Encendió la luz y vio un consolador.
– Maldito Park Jimin...
Lo puso en su mesita y se quedó mirándolo. ¿Debería usarlo?

×××

Yoongi abrió la puerta de su departamento, y se quedó quieto con expresión molesta de pie por lo que su amigo se preguntaba a sí mismo.
– ¿Dónde mierda he puesto mi consolador ahora, joder?
Lo vio cruzar el pasillo que estaba entre la escalera y el salón, y el menor al verlo en la entrada se quedó mirándolo.
– ¿Es en serio, Park?
Jimin se sonrojó y sonrió mirando al suelo.
– Lo siento, daddy...
– ¿Te ibas a tocar sin mi permiso, perra?
Yoongi no tenía ganas de follar, hasta que vio la vestimenta de Jimin, para ser concretos unas medias de encaje hasta los muslos, unas correas que le rodeaban el torso rosas, y unas bragas de encaje del mismo color.
– L-Lo siento, daddy...
– A mi habitación. Ahora, Park.
Cuando Yoongi llamaba a Jimin por su apellido sólo podía significar una cosa. Jimin no se sentaría en una temporada.
Una vez allí, Yoongi lo empujó y lo tiró sobre la cama, destrozando sus bragas y dejando a la vista la erección del menor.
– Mastúrbate.
– P-Pero...
– Estoy hasta los cojones de peros hoy.–lo puso a 4 y le azotó, dejándole un visible marca roja en su culo.
– ¡Ah! Y-Yoongi... L-Lo siento...
– Mastúrbate, y me vuelves a decir Yoongi y dejaré marcas moradas hasta en tus gemelos, ¿Entendido?
– S-Sí...
Jimin se posicionó boca arriba en la cama y empezó a masturbarse. Yoongi lo miraba, veía como su mano bajaba y subía por su miembro, y de buenas a primeras, metió un dedo en su entrada.
– Puesto que has perdido tu vibrador, te dejaré usar un sustituto mucho mejor, pero no te acostumbres.
Yoongi se bajó los pantalones y el bóxer hasta quitárselos, y dejó su pene en el aire. Se sentó en la cama, y al tener el miembro erecto, no le hizo falta ni cogerlo. Jimin tímidamente se sentó sobre él, y empezó a saltar un poco lento. Yoongi, desesperado, agarró el pelo y la cadera de Jimin, acelerando el ritmo.
– Vamos puta, cabalga mi polla como bien sabes hacerlo. Estoy esperando.
Pero no sabía porqué, Yoongi no llegaba al orgasmo. Sólo podía pensar en Jungkook.

💔💔💔