Jungkook, es un chico de apenas 13 años. Llegó corriendo por los pasillos intentando escapar del zape que su hermano le quería dar por haber perdido "piedra, papel, tijeras". Mientras salía despavorido por un pasillo se dio cuenta que estaba encerrado. No había escapatoria. Sólo había una puerta negra al final de él. Sabía que había alguien dentro pues se oía el dulce sonido del piano de cola que había en su interior. Al ver a Taehyung doblar la esquina, esté siguió adelante hasta adentrarse en la sala como niño al que persigue el demonio. Entró y cerró la puerta apoyándose en ella mientras se reía.
– ¡Jungkook! ¡Cobarde, sal de ahí!
– Ya quisieras. –dijo riéndose.
– Chico... –dijo un muchacho de pelo oscuro y tez blanca a su espalda.
Jungkook aún riendo se giró. Pero al verlo la cara le cambió. «Mierda» pensó.
– Estoy practicando... ¿Puedes irte?
El joven abrió la puerta con la cabeza gacha. Sabía quién era el que había ahí dentro. Por supuesto que lo sabía. Min Yoongi. Su sueño. El chico que le hizo caer por primera vez en ese sentimiento llamado amor... Y qué le hizo darse cuenta de que era homosexual.
– ¡Toma!
Jungkook salió del trance por la colleja que le había dado su hermano.
– ¿Estás bien?–cuestionó el mayor.
– Sí...
Claro que no estaba bien. Yoongi sólo lo veía como un crío cualquiera. Cuando para él Yoongi era su todo. Y no lo sabía. Pero peor aún... Jungkook no cree que le corresponda nunca. Le vio salir más de una vez con chicas. Se veía feliz agarrando las manos de otras, besando los labios de otras, y hasta simplemente mirándolas.

×××

Al llegar a casa, el pequeño ni siquiera saludó a su madre. Ni a nadie. Subió a su habitación. Tranquilo, todo parecía normal. Pero por dentro estaba DESTROZADO. Entró en su habitación y echó el pestillo. Acto seguido se deslizó por la puerta y cayó al suelo. Sus manos cubrían sus almendrados ojos que empezaban a inundarse. Lágrimas se desbordaban por sus mejillas silenciosamente.
– Yoongi-hyung... ¿Por qué?...–susurró.
Se desahogó en completa ausencia de sonidos para no alarmar a su familia hasta que quedó profundamente dormido.

{En el sueño}
Jungkook estaba asfixiado por la carrera. Llegaba tarde a clases de canto. Para no variar. Iba por los distintos pasillos hasta que escuchó una preciosa melodía tocada en un piano. Tenía solo 10 años, y como un crío que era sentía curiosidad. Pero como el refrán dice...
– ¿Te puedo ayudar en algo?–dijo un chico de 14 años, que dejó el piano unos segundos al ver al menor entrar.
– N-No... Lo siento.–dijo nervioso, pues el corazón le iba a mil.
...‹La curiosidad mató al gato›.
{Fin de sueño}

Jungkook despertó temblando. ¿Por qué ese recuerdo? ¿Por qué ahora? ¿Hizo el algo para merecer ese primer amor?
– Jungkook.
El nombrado saltó del susto. Era Taehyung.
– La cena está lista.
– Voy...
Sin cruzar una palabra más, ambos bajaron.

💔💔💔